La enfermera que atendió a heridos de Malvinas y ahora integra la campaña de vacunación

La entrerriana Alicia Reynoso formó parte del equipo de catorce enfermeras de la Fuerza Aérea que integró el Hospital Reubicable instalado en Comodoro Rivadavia. Este año, en plena pandemia vacuna a adultos mayores.

12/05/2021

Alicia Reynoso - Crédito: documental "Nosotras también estuvimos"Alicia Reynoso – Crédito: documental «Nosotras también estuvimos»

Alicia Mabel Reynoso tiene 65 años, nació en Entre Ríos, formó parte del equipo de catorce enfermeras de la Fuerza Aérea que integró el Hospital Reubicable instalado en Comodoro Rivadavia, donde realizaron tareas de atención y evacuación durante la guerra de Malvinas y en plena pandemia participó en la vacunación preventiva con los adultos mayores.

«Participé en la vacunación preventiva con los adultos mayores. Me tocó al principio vacunarlos, contenerlos también, estaban muy asustados».

La mujer siente que participa de otro momento histórico, esta vez a raíz de la pandemia, al trabajar como enfermera en el Centro de Salud Aldea Grapschental, en Paraná, Entre Ríos, mientras espera que llegue su jubilación.

«Participé en la vacunación preventiva con los adultos mayores. Me tocó al principio vacunarlos, contenerlos también, estaban muy asustados», contó Reynoso sobre su labor actual durante la pandemia, en diálogo con Télam.

El reconocimiento
Tras una lucha que lleva 23 años para visibilizar la labor de las mujeres durante el enfrentamiento militar, el pasado 7 de mayo Reynoso fue reconocida oficialmente como veterana de guerra por un fallo de la Sala II de la Cámara de la Seguridad Social.

Reynoso participa, junto a Stella Morales y Ana Masitto, del documental de Federico Strifezzo «Nosotras también estuvimos», que cuenta el reencuentro de algunas de las enfermeras que atendieron a los heridos en Malvinas desde un hospital móvil ubicado en Comodoro Rivadavia.

https://www.telam.com.ar/notas/202105/553879-enfermera-evacuados-malvinas-vacunacion.html

http://www.youtube.com/embed/UlBRX-FTiaYNosotras también estuvimos tráilerLa pandemia
Sobre su experiencia en esta nueva etapa, agregó: «Ha sido un año difícil para todos y sobre todo para aquellos que ejercemos todavía la profesión. Somos conscientes de la edad que tenemos, de los peligros que corremos. Yo también soy personal de riesgo, soy mayor, hipertensa, con un ACV recuperada».

Sin embargo, para Alicia hay un tema que la inquieta y al que desea darle relevancia: «Yo rezo para que los ciudadanos y ciudadanas tomemos conciencia y no hagamos de esta pandemia un partido político, llevando agua para el molino que conviene. Esto es un problema mundial y la salud nos atañe a todos y no podemos andar pidiendo que salgan, diciendo que no sirven las vacunas, diciendo ‘no hagan caso’ cuando se nos están yendo muchos argentinos y argentinas y eso nos tiene que doler a todos».

Y concluyó: «Nuestros compañeros no dan más. Mañana es el Día de la Enfermería y la única manera de homenajearlos y respetarlos es valorar su trabajo, su profesión, cuidándonos, y aquellos que tienen la función de conducir reconocerlos como profesionales y pagarles el sueldo que dignamente se merecen».

Una pilota y una artillera participaron de los ejercicios «Guerreros de Hielo» de la Fuerza Aérea

Florencia Vacarello es la única mujer oficial de artillería de la FFAA y la teniente Sofía Vier es la primera pilota de caza. La práctica se dio desde la Base Aérea Militar de Río Gallegos. 

01/07/2021 20:37 – SANTA CRUZ

El ejercicio "Guerreros de Hielo" se realizó en Santa Cruz y Tierra del Fuego. Foto: Walter Díaz.El ejercicio «Guerreros de Hielo» se realizó en Santa Cruz y Tierra del Fuego. Foto: Walter Díaz.

La Fuerza Aérea Argentina desarrolló la última jornada de ejercicios de aviones Skyhawk A4 en Río Gallegos, en maniobras que contaron con la participación de dos oficiales mujeres, una artillera y una pilota de combate.

Se trató de los ejercicios regulares de adiestramiento «Guerreros de Hielo», implementados por la Aeronáutica desde la Base Aérea Militar (BAM) de Río Gallegos y que incluyeron sobrevuelos en el sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Florencia Vacarello, única mujer oficial de artillería, en diálogo con Télam, detalló que en estos ensayos se trabajaron con cañones de 20 mm y señaló que «la institución siempre nos garantizó la igualdad de condiciones».

«Las reglas son claras y depende de la capacidad de cada uno», aseguró la oficial de la Fuerza Aérea Argentina.

https://www.telam.com.ar/notas/202107/559846-fuerza-aerea-ejercicios-santa-cruz.html

«Para nosotros, como militares es un sentimiento muy caro el venir a esta zona y operar desde acá. Nos satisface haber podido compartir esta jornada con veteranos de guerra de Malvinas»Florencia Vacarello

Vacarello valoró las características del adiestramiento en «esta zona tan particular por su ambiente y por su clima» al tiempo que destacó que «al ser una de las ciudades más australes y que desde aquí se desplegó la tripulación y personal de la defensa antiaérea» que en 1982 participó de la Guerra de Malvinas.

Florencia Vacarello es la única mujer oficial de artillería. Foto: Walter Díaz.Florencia Vacarello es la única mujer oficial de artillería. Foto: Walter Díaz.

«Para nosotros, como militares es un sentimiento muy caro el venir a esta zona y operar desde acá. Nos satisface haber podido compartir esta jornada con veteranos de guerra de Malvinas, como el suboficial mayor José Ruíz quien tiene en su haber el derribo de dos Harrier británicos», indicó.

Sofía Vier, alias la "Capitana Marvel", es la primera piloto de caza de la argentina. Foto: Walter Díaz.Sofía Vier, alias la «Capitana Marvel», es la primera piloto de caza de la argentina. Foto: Walter Díaz.

Por su parte, la teniente Sofía Vier, primera pilota de caza de la fuerza, manifestó su satisfacción por cumplir un deseo que tuvo desde niña de ser aviadora.

Y si bien ya hay mujeres que comandan aeronaves de transporte y de helicópteros, ella es la primera que se especializó en aviones de caza.

«Nunca lo vi como algo para hombres. Es más, no sabía que había otras mujeres cuando ingresé. Las oportunidades son para todos. Tanto en hombres como mujeres, todo depende de la aptitud y la capacidad de cada uno», insistió la pilota en declaraciones a la prensa.

Avión A4 AR de la Fuerza Aérea Argentina. Foto: Walter Díaz.Avión A4 AR de la Fuerza Aérea Argentina. Foto: Walter Díaz.

El comodoro Gabriel César Verdina, segundo jefe de la BAM Río Gallegos, informó a Télam que «Guerreros del Hielo» es el nombre que utilizaron para estos ejercicios «en homenaje a los pilotos de Mirage que operaban acá en la X Brigada Aérea», en hechos que han sido imborrables para los habitantes de Río Gallegos que vivieron en carne propia el conflicto armado de 1982 con el Reino Unido por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.

Guerra de Malvinas: indagarán a seis militares por torturar soldados

La Justicia puso fecha para las declaraciones entre el 13 y el 22 de abril. Las torturas incluyeron «enterramientos en suelo congelado durante horas».

03 de marzo de 2021 – 12:48

Indagarán a seis militares por torturar a conscriptos durante la Guerra de Malvinas. 

Tras años de dilaciones, según destaca la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), la Justicia puso fecha a las indagatorias a seis militares acusados de torturar soldados argentinos durante la Guerra de Malvinas.

La jueza Mariel Borruto, a cargo del Juzgado Federal de Río Grande, fijó para abril las audiencias indagatorias al general Omar Parada y otros cinco oficiales: Emilio Samyn Duco, Jorge Díaz, Jorge Santiago Caldelago, Horacio Vlcek y Jorge Masiriz.

Las declaraciones se realizarán por videoconferencia, con asistencia de la Policía Federal, entre el 13 y el 22 de abril, consignó la CPM en un comunicado en el que celebró el movimiento de la causa dos años después del llamado a declaración indagatoria dispuesto por el entonces juez federal subrogante en Río Grande, Federico Calvete.

https://www.infonews.com/malvinas/guerra-malvinas-indagaran-seis-militares-torturar-soldados

En su resolución, la jueza federal sostuvo que los imputados impusieron tormentos a más de 20 soldados pertenecientes al Regimiento de Infantería Nº 5 del Ejército Argentino para «castigar de manera cruenta y desmedida las presuntas infracciones disciplinarias».

Entre las torturas citadas en el expediente se habla de «estaqueos y enterramientos bajo temperaturas extremas y suelo congelado durante varias horas, amenazas con arma de fuego, sumersión de la cabeza en agua helada», entre otras.

En 2018, el entonces juez federal subrogante Federico Calvete había citado a declaración indagatoria a 18 militares; sin embargo, tras asumir en el cargo, Borruto suspendió las audiencias sin fijar nuevas fechas.

En diciembre de 2019 se realizaron las primeras cuatro indagatorias y en febrero del año pasado Borruto procesó sin prisión preventiva a los militares Miguel Gardé, Belisario Affranchino, Eduardo Gassino y Gustavo Calderini.

Alberto y Cristina: «Las Malvinas fueron, son y serán argentinas»

Así se expresaron ambos en redes sociales, a 39 años del conflicto bélico en las islas soberanas del Atlántico Sur.

02 de abril de 2021 – 13:55

Alberto Fernández / Cristina Kirchner (foto: archivo)

El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ratificaron que «las Islas Malvinas fueron, son y serán argentinas» en el día en que se conmemora a los veteranos y los Caídos en la Guerra en las islas del Atlántico Sur y que, debido a los cuidados que impone la pandemia por coronavirus, tuvo su recordatorio principalmente por las redes sociales.

Al cumplirse el 39° aniversario del inicio del conflicto armado propiciado por la última dictadura argentina y por el gobierno de Margaret Thatcher, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner coincidieron a la hora de reclamar la soberanía sobre los archipiélagos australes al homenajear a los veteranos y a los caídos en la guerra de Malvinas.

En el contexto de la pandemia de coronavirus, con una restringida agenda de actos presenciales, los máximos referentes del Gobierno eligieron las redes sociales para expresarse sobre el aniversario.

El mandatario indicó: «Hoy, como cada 2 de abril, honramos la memoria de nuestros héroes veteranos y caídos en la guerra de Malvinas, y reivindicamos nuestra soberanía sobre el territorio».

El Presidente acompañó el posteo con un video con imágenes y testimonios de las veteranas de guerra que asistieron, como enfermeras militares, a los heridos durante el conflicto bélico en el hospital reubicable de Comodoro Rivadavia.

Por su parte, la vicepresidenta insistió con el reclamo de soberanía y dijo que el país recuerda «a los caídos y a los excombatientes con orgullo y honor» y ratificó que las islas «son y serán #MalvinasArgentinas».

Mientras tanto, la Cancillería nacional volvió a reclamar este viernes al Reino Unido que «retome las negociaciones bilaterales sobre soberanía en los términos planteados por las Naciones Unidas».

El Palacio San Martín también denunció «la existencia de una base militar británica en las Islas que desconoce todas las resoluciones de las Naciones Unidas y la usurpación de los recursos naturales del Atlántico Sur que pertenecen al pueblo argentino».

«El Gobierno argentino proseguirá empeñado en el diseño e implementación de políticas de Estado de largo plazo con el objetivo de cumplir con la convicción y el sentimiento de los/las argentinos/as respecto del mandato constitucional de recuperar dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía», señaló la Cancillería en el texto.

En tanto, el acto central en conmemoración del Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas se realizó esta mañana, encabezado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y su par de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, en la Plaza de Armas del Edificio Libertador, ubicado en la calle Azopardo 250, de la Ciudad de Buenos Aires, con presencia acotada debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus.

https://www.infonews.com/malvinas/alberto-y-cristina-las-malvinas-fueron-son-y-seran-argentinas

«Junto a los Jefes de las Fuerzas Armadas y el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur @filmusdaniel rendimos homenaje a los Veteranos y Caídos», consignó luego el ministro de Defensa, Agustín Rossi, a través de la red social Twitter.

En tanto, en declaraciones formuladas luego a El Destape Radio, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, reafirmó hoy el «reconocimiento permanente a los veteranos de guerra, a los caídos en Malvinas y a los que murieron luego por el estrés postraumático que les generó» y anunció la creación de una comisión cuyo objeto sea «convertir la vigilia que se hace de un día previo al 2 de abril, en un período de un año de hechos recordatorios» teniendo en cuenta que en el 2020 «se cumplen 40 años del desembarco en Malvinas».

«Queremos que todo este año la cuestión Malvinas esté presente en todos los ámbitos y lo haremos con una serie de actividades que vamos a ir programando en todo el país, y hacia el interior de las Fuerzas Armadas», dijo.

En ese sentido, también destacó los proyectos de ley que enviará el Ejecutivo para beneficiar a los excombatientes, anunciados durante la semana, en la víspera del nuevo aniversario de la contienda militar, por el presidente Alberto Fernández.

Rossi dijo respecto a estos proyectos que la idea es que «el reconocimiento a los veteranos no quede solo en lo formal sino que tengan determinadas acciones».

«Hoy anuncio además una ley que instituye una pensión básica de la mínima para todos aquellos que han quedado con algún tipo de discapacidad después de la guerra y es un proceso que se determina con una junta médica», adelantó.

En su cuenta en la red social Twitter, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, hizo referencia a esos tres proyectos y afirmó que se debe «avanzar en poner a los héroes de Malvinas en el lugar que les corresponde» al tiempo que afirmó que «el Estado todavía tiene deudas con quienes lucharon en defensa de los intereses nacionales».

En ese sentido, dijo, van los proyectos anunciados por el presidente Alberto Fernández.

Uno de ellos es el proyecto de ley establece el Régimen Previsional de Excepción, Especial y Optativo, iniciativa que, recordó, «ya fue votada en el Congreso por unanimidad el 16 de noviembre de 2016, pero vetada por el expresidente Macri».

El jefe ministros agregó que la segunda iniciativa apunta a «institucionalizar el Programa Nacional de Atención al Veterano de Guerra otorgándole carácter de Ley nacional».

El Programa fue creado para garantizar el derecho a la salud, contemplando las patologías que atraviesan quienes estuvieron en combate, recordó.

Completó que el tercer proyecto «establece un beneficio de eximición del pago de peajes en rutas y autopistas nacionales, destinado para los ex soldados conscriptos y civiles que hubieren participado en el Teatro de Operaciones Malvinas (T.O.M.) en efectivas acciones de combate».

Por su parte, el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, aseguró que las islas «son parte de nuestra historia» y de «nuestra identidad». «Ayer, hoy y siempre, las Islas Malvinas #SonArgentinas», agregó en un posteo.

Finalmente, el Consejo Nacional de Asuntos relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes rindió su homenaje «a quienes combatieron heroicamente por la recuperación del ejercicio pleno de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas y demás islas del Atlántico Sur».

«Homenajeamos a quienes ofrendaron su vida en combate, a quienes volvieron al continente y llevan en sus cuerpos y en sus mentes el testimonio imborrable de haber sido protagonistas de la gesta y a los familiares, en especial a los que sufrieron la pérdida de sus seres queridos», señalaron en un comunicado.

Entre los firmantes del comunicado están el Canciller Solá; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, además de senadores, diputados, excombatientes y diplomáticos, entre otros.

Las invasiones inglesas al Río de la Plata. Primera invasión, desembarco en las costas de Quilmes: Bienvenida y apoyo dado a los invasores en la ciudad de Buenos Aires

Español:

Durante el siglo XVIII Inglaterra debió afrontar las consecuencias de la Revolución Industrial, la declaración de la independencia de sus colonias en América y la guerra con Francia, prácticamente sin interrupción desde 1793 hasta 1815. Las dos invasiones inglesas al Río de la Plata intentaron quebrar el monopolio español y abrir nuevos mercados consumidores de sus productos. En este artículo, se explora la recepción positiva que encontró el desembarcó británico entre muchos pobladores de Buenos Aires, entre los que se cuentan comerciantes, y tres miembros de lo que después sería la Primera Junta de Gobierno.

Durante el siglo XVIII Inglaterra debió afrontar las consecuencias de la Revolución Industrial, la declaración de la independencia de sus colonias en América y la guerra con Francia, prácticamente sin interrupción desde 1793 hasta 1815.

La Revolución Industrial, apoyada en modernas máquinas a vapor, trajo un aumento en la producción de las fábricas que obligó a obtener materias primas en cantidad para el proceso y lógicamente, nuevos mercados de consumidores.

La declaración de la independencia de las trece colonias inglesas en América, firmada por Thomas Jefferson, tiene su origen en las restricciones impuestas por Inglaterra a sus colonias en lo que se refiere al comercio y a la industria; si a esto sumamos el bloqueo continental impuesto por Francia, resulta que Inglaterra se ve privada, en parte, de abastecimiento de materias primas y mercados de consumo de sus productos.

La falta de ventas trajo desocupación, incremento de los impuestos y malestar social: “el taller del mundo”, como se la llamaba, buscó expansión colonial en América, Asia y África.

Las dos invasiones inglesas al Río de la Plata intentaron quebrar el monopolio español y abrir nuevos mercados consumidores de sus productos.

Ahora bien, la decadencia española y la ineficacia de sus autoridades en las colonias de Sud América fueron campo propicio para las ambiciones inglesas y posteriormente para la Revolución de Mayo.

La armada que desembarcaría los infantes en las costas de Quilmes no estaba debidamente autorizada por el primer ministro William Pitt. Había sido despachada contra la posesión holandesa del Cabo de Buena Esperanza, que fue rendida el 18 de enero de 1806 por el general William Carr Beresford, actuando al frente del regimiento 71 de infantería escocesa.

El jefe de las fuerzas terrestres de esta expedición, Mayor General Sir David Baird resuelve despachar un reducido ejército hacia el Río de la Plata donde los objetivos eran Buenos Aires y Montevideo. Se designa jefe de las fuerzas terrestres a Beresford.

Finalmente fue Buenos Aires, porque la oficialidad lo creyó más conveniente; es indudable que en esta decisión influyó la seguridad de hallarse en la ciudad los tesoros reales pronto a embarcarse rumbo a España.

Sobre el tema de la elección de Buenos Aires como plaza para atacar, Beresford le comunica a Baird que él era partidario de ir contra Montevideo pero se decidió a aceptar el plan de Popham de atacar Buenos Aires porque la flota carecía de todo, se habían consumido todas las provisiones: “fue nuestra propia escasez la que nos decidió atacar primeramente a esta plaza”.1

A principios de junio de 1806, seis barcos de transporte y seis de guerra navegaban dentro del Río de la Plata; uno de ellos, la fragata Narcissus,

(…) detuvo una goleta de bandera portuguesa, un poco mas arriba de Montevideo (…) había además a su bordo un escocés llamado Russel, [Oliver Russell] quien se oculto y fingió no comprender nuestro idioma, pero después de un prolijo examen, confesó ser súbdito naturalizado de Buenos Aires, después de una residencia de años, que desempeñaba el puesto de practico real en el Plata. (…) La noticia dada por Mr. Russel fue que una gran suma de dinero había llegado a Buenos Aires desde el interior del país para ser embarcada con rumbo a España en la primera oportunidad, que la cuidad estaba protegida solamente por un poca tropa de línea, cinco compañías de indisciplinados blandengues, canalla popular (…)2

Russell les informa sobre la conveniencia de desembarcar en Quilmes, ya que este era un lugar de fácil acceso hacia el interior, según es reconocido por Beresford.

De todas formas, pensamos que ya tenían prefijados los posibles lugares de desembarco, y que uno de ellos era Quilmes.

Antes de llegar al Río de la Plata, habían tejido una inmensa red de posibilidades a través de espías, comerciantes de la ciudad y simples mercenarios.

El desembarco en las costas de Quilmes –durante la tarde del 25 de junio– se cumplió sin ningún inconveniente y sin que se ofreciera resistencia de parte de las tropas del Virrey.

Tenemos al pequeño ejército de Beresford sobre la playa, dispuesto a pasar la noche, y sobre las barrancas opuestas al bañado –dos mil metros de distancia– se van sumando hombres que, a las órdenes del subinspector Pedro de Arze, trataran de resistir el ataque del día jueves 26 de junio de 1806.

Aquí cabría preguntarse por qué Beresford esperó hasta las 11 horas del día siguiente para iniciar el ataque, sabiendo que la posibilidad de su pequeña fuerza -1641 hombres- dependía en gran parte de la sorpresa, y por otra parte daba tiempo a los españoles a reunir más hombres y equipos en la barranca, donde finalmente se daría el combate; tengamos en cuenta que solamente por minutos no llegaron a actuar otras fuerzas, y el capitán Bereterra con más artillería volante, que venían en auxilio de Arze.

Seguramente esperaría más noticias de sus aliados de Buenos Aires, que bien puede ser ya que en la declaración de Juan Ignacio Terrada al Cabildo, luego de los hechos, nos informa que habiendo sido designado en la mañana del día 26 salir para Quilmes con una partida “para descubrir bañados y caminos” [y] “que desempeñando esta comisión vio algunos jinetes [sobre la playa], que a gran galope iban de la boca de nuestro río [Riachuelo] en dirección a los botes enemigos”.3 Está fuera de discusión la conexión entre las fuerzas invasoras y un sector importante de la población de Buenos Aires, especialmente comerciantes.

Durante el día 26, Arze le envía una nota al Virrey Sobremonte en la que informa: “Mi venerado Gefe solo tengo que añadir al Parte, que de esta Población faltan dos pescadores que es de recelar esten con los enemigos en quienes he visto dos caballos montados á vanguardia…”.4

Evidentemente, Arze fue informado de esto por los pobladores de Quilmes, que dado su escaso número de habitantes, bien podrían advertir la falta de dos pescadores.

https://www.centrocultural.coop/revista/las-invasiones-inglesas-al-rio-de-la-pla

Además, es improbable que le haya comunicado esto a Sobremonte sin tener suficiente garantía sobre los hechos; no era poco lo que sabía: faltaban dos pescadores, podían estar con el enemigo y había visto dos caballos montados a vanguardia. (No podemos pensar que confundió jinetes uniformados enemigos con pescadores).

Por otra parte, qué mejor baqueano para cruzar el bañado que un pescador, obligado a cruzarlo todos los días para hacer su trabajo.

Si esto fuera cierto, tendríamos que arribar a la conclusión que todo estaba preparado de antemano, ya que resulta inaceptable que los dos pescadores se hayan presentado, por su cuenta y riesgo, a un ejército enemigo a ofrecer sus servicios.

A las 11horas del día 26 de junio, se pone en marcha el ejército británico y desaloja a las fuerzas de Arze sin dificultad; luego de un descanso de dos horas, se encaminan hacia el Riachuelo y deciden hacer noche antes del cruce, sobre la margen derecha.

A las once de la mañana del día 27, Beresford tenía la mayor parte de su ejército del otro lado del río y había sido informado por sus amigos de Buenos Aires, que el Virrey había huido con las tropas, dejando la ciudad totalmente desguarnecida.

Llegados a la ciudad –comenta un oficial del regimiento 71: “Los balcones de las casas estaban alineados con el bello sexo, que daba la bienvenida con sonrisas y no parecía de ninguna manera disgustado por el cambio”.5

Sobre la impresión que causó la presencia de los vencedores en una parte de la población, leemos el texto de Mariquita Sánchez de Thompson: “es preciso confesar que nuestra gente del campo no es linda, es fuerte, robusta, pero negra”. Los trata de sucios y miserables a ellos, sus armas y caballos; opina que: “si no se asustan los ingleses de ver esto, no hay esperanza”. Con respecto al regimiento 71 de escoceses dice:

(…) las más lindas tropas que se podrán ver, el uniforme más poético, botines de cinta punzó cruzadas, una parte de la pierna desnuda, una pollerita corta (…) Este lindo uniforme, sobre la más bella juventud, sobre caras de nieve, la limpieza de estas tropas admirables, ¡qué contraste tan grande!…Todo el mundo estaba aturdido mirando a los lindos enemigos y llorando por creer ver que eran judíos y que perdiera el Rey de España, esta joya de su corona.6

Sobre el mediodía del 27 de junio de 1806, se concretó la rendición de Buenos Aires, una ciudad de más de cuarenta mil habitantes era tomada por un pequeño ejército. Beresford y sus oficiales se presentaron en el fuerte y recibieron del brigadier José Ignacio de la Quintana la rendición de Buenos Aires.

El día 28 flameó en el Fuerte la bandera británica, saludada con una salva de artillería que fue contestada desde la escuadra, que dominaba el estuario del Río de la Plata.

Beresford exige que se le entreguen los tesoros reales que Sobremonte en su huída llevó hasta Luján, se le concede y despacha una comisión de veintiséis hombres en su búsqueda; éstos fueron montados en los caballos que proporcionó Guillermo White, ciudadano norteamericano radicado en Buenos Aires, agente de Inglaterra durante las invasiones; informó a Beresford todo cuanto fue necesario y fue traductor de los jefes de ambos ejércitos. Fue negrero y contrabandista, tenía amistad con Popham –jefe de la escuadra invasora–, quien le adeudaba una importante suma de dinero.

Ya muerto White, el presidente Bartolomé Mitre le otorgó un subsidio a su familia en el año 1842.

Sus oficiales estaban alojados en las mejores casas de Buenos Aires, participaban de reuniones, bailes y agasajos; la banda de música del 71 daba conciertos en el paseo de la Alameda, donde los oficiales británicos se paseaban del brazo con las jóvenes de las familias más encumbradas, tales como las señoritas Marcó del Pont, Escalada y Sarratea.7

El maestro de la banda del 71 dio clases de música a varias familias.

Por otra parte, el doctor Forbes, que estaba a cargo de los heridos ingleses luego de la reconquista de la ciudad, fue tan consultado por las gentes de Buenos Aires, que llegó a provocar los celos de sus colegas sudamericanos, hasta el punto que se le prohibió ejercer la profesión.

Los capitanes Patrick Lynch y James Ogilvie se alojaban en casa de la familia Rubio, adonde concurrían además Beresford, Pack y otros oficiales a tomar mate por las tardes.

Sería interminable relatar la bienvenida dada por una parte de la población de Buenos Aires a los invasores, bástenos traer a colación, como hecho concluyente, la existencia de un libro de firmas en poder de los británicos (Alejandro Gillespie) donde se registran los juramentos de lealtad a su majestad británica de cincuenta y ocho habitantes de la ciudad, entre los que se cuentan comerciantes, y tres miembros de lo que después sería la Primera Junta de Gobierno.

Rechazada la invasión, Gillespie vuelve a su patria, y unos años después, enterado de los sucesos de Mayo y la instalación de la Primera Junta, resuelve entregar el libro de firmas, pues encontró que el apellido de varios juramentados a S.M.B. en 1806 coincidía con el de algunos patriotas.

Se le ordena entregarlo al subsecretario del Departamento Extranjero, quien le extiende el siguiente recibo:

Foreign Office, septiembre 4, 1810.

Recibido este día, de manos del capitán Alejandro Gillespie, de los marinos reales, un libro, conteniendo los juramentos de lealtad a su majestad británica, firmados en Buenos Aires en el curso de julio de 1806, por cincuenta y ocho habitantes de esa ciudad, junto con las palabras de los oficiales españoles y criollos del ejército regular y provincial de Buenos Aires, comenzado el 1° de julio de 1806. El mismo para ser depositado en el Foreign Office.

W. Hamilton.

Hay otra nota de Gillespie al “Muy Honorable míster Perceval”, donde le dice, respecto a un encuentro entre ambos, que llevará

(…) el libro que contiene las firmas de lealtad de muchos de los habitantes comerciales de Buenos Aires cuando estaban bajo el dominio británico. Con referencia a estos nombres, observo en comparación con la lista de los que componen el actual gobierno de aquella ciudad: un caballero Francisco Yosé Castelli [¿Juan José Castelli?] que sigue en orden a Saavacha [¿Saavedra ?] (…)

Alex Gillespie.8

Según Carlos Aldao de los tres miembros de la Primera Junta, “…Castelli es uno de ellos, es muy probable que el segundo fuese Belgrano dada su amistad íntima con Castelli, y algún otro [¿Paso?], además de Rivadavia que fue el informante de Varela ”.

Tomemos en cuenta que los cincuenta y ocho firmantes comenzaron a dar su adhesión a los británicos, apenas cuatro días de instalados éstos en el fuerte, cuando no tenían ninguna seguridad de cómo se desarrollarían los hechos, por lo que podrían quedar muy expuestos de tener un revés las fuerzas ocupantes. Sabemos por Gillespie que muchos de los firmantes prometieron traer otros simpatizantes que por el momento no querían arriesgar su seguridad.

Se podrá argumentar que el número de firmas es insuficiente para alegar connivencia de una parte de la población con los invasores, aunque debemos tener en cuenta que fueron colectadas en solo un mes, que el temor de lo futuro inmediato hizo que muchos se abstuviesen de momento, y que los nombres que conocemos de los firmantes son concluyentes.

No debe extrañarnos, puesto que hasta el día de hoy se vienen repitiendo estas cosas, con ligeros cambios de circunstancias y apellidos.

La conducta humana no cambia, siempre es la misma.

El libro que nos ocupa, desapareció del archivo del Foreign Office.

Notas

1 Oficio de Beresford a Baird. 2-7-1806.

2 Gillespie, Alejandro, Buenos Aires y el interior, Buenos Aires, A.Z. editora, 1994.

3 Juan I. Terrada (Alférez). Declaración ante el Cabildo de Buenos Aires.

4 Archivo Gral. de la Nación. Sala X, 1-5-1.

5 Gillespie, A., op. cit.

6 Zavalía Lagos, Jorge A. Mariquita Sánchez y su tiempo, Buenos Aires, Plus Ultra, 1986.

7 Nuñez, Ignacio, Noticias históricas. Citado por Lazier Almazán en Beresford, 1994..

8 Gillespie, A., op. cit.

Invasiones Inglesas a la Ciudad de Buenos Aires

2014 – Bicentenario de la Campaña Naval Libertadora Browniana en el Río de la Plata
                        1806 –  Primera Invasión Inglesa a la Ciudad de Buenos AiresContextoHasta el presente, el Reino Unido de la Gran Bretaña nos ha invadido en más de 50 oportunidades, utilizando fuerzas militares, comerciales y/o diplomáticas, Inglesas o acompañadas con la de sus aliados circunstanciales ,como han sido a lo largo de estos 300 años, Francia, Portugal, Italia, EE.UU, Chile, Brasil, Uruguay, la Organización de los Estados Americanos, las Naciones Unidas y la Comunidad Europea, siendo precisamente los Ingleses los que desde 1711 se han mantenido al frente de todos estos atropellos, siempre con el mismo objetivo, el de someternos colonialmente.
1806 –  Primera Invasión Inglesa a la Ciudad de Buenos Aires

 Capitán de Fragata Don Santiago de LiniersEl 25 de junio de 1806, las fuerzas británicas al mando del Brigadier General inglés Beresford inician el desembarco en las playas de Quilmes. El Virrey español Sobremonte que esta al mando de Buenos Aires, intenta una defensa pero es derrotado.

En la tarde del 27 de junio Beresford llega al fuerte de la ciudad y recibe la capitulación de Buenos Aires. El capitán de fragata Español Santiago de Liniers decide organizar la reconquista y lo hace desde Montevideo. El 12 de agosto de 1806 las fuerzas de Liniers y todos los habitantes de la ciudad se lanzan a la reconquista de Buenos Aires, Beresford se rinde con todos sus hombres.

FUERZAS INGLESAS INVASORAS:

Comandante: Comodoro Inglés Home Popham.

Cinco navíos de guerra

Cinco buques de transporte.

Tripulaciones: 1606 marineros.

Fuerza de Desembarco:

Comandante: Brigadier General William Carr Beresford.

Tropa: 1235 hombres del ejército inglés.

FUERZA DEFENSORA – RECUPERADORA:

Comandante: Capitán de Fragata español Dn. Santiago de Liniers

http://www.irizar.org/invasionesinglesas11.html

Tropas: Toda la población de Buenos aires.

Las acciones:

En Abril de 1806 parte desde Sudáfrica, Cabo de Buena Esperanza, una escuadra naval compuesta por cinco navíos de guerra e igual cantidad de buques de transporte, todos con bandera inglesa y a las órdenes del Comodoro Home Popham; las tropas que transportaban se encontraban al mando del Brigadier General William Carr Beresford.

Antes de partir, los tres más altos jefes de la expedición habían convenido en distribuir los tesoros, que sospechaban encontrar en Buenos Aires y que según las leyes navales inglesas, los caudales eran «Buena Presa»; el convenio reservó al Mayor General David Baird, la cuota del jefe por haber autorizado la misión.

En Junio de ese año confirman sus sospechas cerca de Montevideo, a través de un escocés llamado Russel, que viajaba como pasajero en una goleta de bandera portuguesa.

El 25 de Junio los ingleses desembarcan en Quilmes, y ocupan la ciudad de Buenos Aires con poca resistencia. Se establecen los términos de la capitulación, en los cuales los británicos exigen la entrega de los caudales reales; pero estos habían sido enviados a Luján por orden del Virrey.

El 05 de Julio el tesoro regresa en Buenos Aires, y doce días más tarde la Fragata HMS “Narcissus” zarpa hacia la Gran Bretaña con su valiosa carga robada de Buenos Aires.

El 12 de Septiembre llega el tesoro a Portsmouth, y en ocho enormes carros (c/u llevando 5 toneladas de pesos plata), parte hacia Londres, donde es recibido con un enorme júbilo, y es depositado en el Banco de Inglaterra para su posterior distribución.

Lo que los ingleses no se imaginaban en esos momentos, era que Buenos Aires había sido reconquistada un mes atrás. Esta acción había sido llevada a cabo por el entonces Capitán de Fragata Español Don Santiago de Liniers.

Recién en 1808 los ingleses pudieron repartirse el botín, y después de que un fallo de las autoridades inglesas acordara las sumas correspondientes a cada uno.

Siendo un total de 296.187 libras, 3 chelines y 2 peniques; que se repartieron entre 2841 participantes de la invasión a Buenos Aires (1235 del Ejercito y 1606 de la Marina).

El Mayor General David Baird recibió 35.985 libras; el Brigadier William Carr Beresford 11.995 libras; y el resto se distribuyo aproximadamente en 7.000 libras para los Jefes Superiores de tierra y mar, 750 para los Capitanes, 500 para los Tenientes, 170 para los Suboficiales y 30 libras para cada Soldado o Marinero.

La Flota de Mar | Argentina.gob.ar

Argentina tiene 6.500.000km² de plataforma continental, cuyas posibilidades resultaban y siguen siendo, apenas, cuantificables. El archipiélago denominado Malvinas, ubicado a 500 km de la costa patagónica y que ocupa una superficie de 11.718km², fue heredado por el país de manos de la Corona Española.

En 1833 arribó la fragata inglesa “Clio”. Su dotación tomó posesión de las islas desalojando a una pequeña guarnición argentina. Desde entonces se iniciaron sucesivas presentaciones ante organismos internacionales que tuvieron durante siglo y medio la misma respuesta: silencio.

Un incidente con obreros argentinos que realizaban el desguace de una antigua factoría ballenera en la isla San Pedro fue calificado de ilegal. Así se puso en marcha un intercambio de notas infructífero entre cancillerías, por lo que la Junta Militar como gobierno nacional, hizo efectivo un precipitado plan de acción que tenía como objetivo recuperar la soberanía sobre “la perla austral”.

Se le asignó la responsabilidad a la Armada de reconquistar y asegurar Puerto Argentino de forma incruenta, garantizando en todo momento la seguridad de las personas y de los bienes y de los habitantes de la ciudad.

Aquel otoño del ‘82 el componente naval comenzó a desplegarse en pos de la concreción de la Operación Anfibia «Rosario».

Así comenzó el despliegue de más de una decena de buques que conformaron diferentes grupos de tareas. Durante los 74 días que duró la guerra su accionar fue indispensable, efectivo y heroico.

Durante la toma de Puerto Argentino se volvió fundamental el destructor ARA “Santísima Trinidad”. Sus capacidades permitieron el desembarco de las fuerzas especiales durante la «Operación Rosario», como así también el submarino ARA “Santa Fe”.

El ARA “Santísima Trinidad” fue acompañado por el ARA “Hércules”, el cual marcó el camino a la Fuerza de Desembarco en su acceso a tierra firme. Por su parte, los destructores ARA “Domecq García”, ARA “Seguí”, ARA “Bouchard”, ARA “Py” y ARA “Piedrabuena” fueron encargados de controlar el área marítima realizando patrullajes para evitar el paso de unidades enemigas.

En la misma operación tuvo su participación el Portaaviones ARA “25 de Mayo” como buque control de aeronaves de ataque y control aéreo. La Armada Argentina pudo cubrir y desplegar a su Grupo Aéreo Embarcado (GAE), de una manera que no hubiese sido posible hacer desde tierra firme. Por su actuación se le otorgó a la unidad la condecoración “Operaciones de Combate”.

El rompehielos ARA “Almirante Irízar” en un inicio fue puente logístico, transportando tropas y pertrechos. En las horas más cruentas de la guerra fue configurado como buque hospital junto con el buque ARA “Bahía Paraíso”. El coloso naranja arribó a cercanías del teatro de operaciones con su exterior repintado de blanco con una cruz roja, que indicaba el inicio de su misión sanitaria. Zarpó con más de 200 camas, quirófanos, laboratorios, salas de terapia, rayos, traumatología y quemados, helicópteros embarcados y varias decenas de profesionales de la salud.

El transporte polar ARA “Bahía Paraíso” fue el primer buque que se configuró como buque hospital de la Flota de Mar durante el conflicto de 1982. Tras haber participado en Grytviken de las acciones que permitieron la recuperación de las Islas Georgias del Sur, fue transformado de buque multipropósito a buque hospital en un período de 10 días por los ingenieros, técnicos y operarios del Arsenal Naval Puerto Belgrano.

Fue equipado con cuatro quirófanos, una sala de yeso, una sala de rayos, una sala de desintoxicación química y una pileta de acero inoxidable para el tratamiento de los heridos quemados. Además, de instalaron 300 camas (250 camas de sala para internación general, 25 camas de terapia intensiva y 25 camas para terapia intermedia). A bordo, el servicio de sanidad en combate estaba constituido por 25 médicos y 60 enfermeros.

Entre el 4 y 11 de mayo participó en las operaciones de rescate de los sobrevivientes del crucero ARA “General Belgrano”.

Durante el conflicto realizó cuatro cruces a las Islas Malvinas y permaneció en la zona de operaciones como buque hospital durante 24 días. Llevó a cabo a bordo 234 prácticas médicas que incluyeron 74 intervenciones quirúrgicas. Participó de tres encuentros con el buque hospital HMHS “Uganda”, con el que intercambió combatientes heridos y al que abasteció de medicamentos y unidades de sangre, debido a que al buque inglés se le había coagulado el banco propio.

Tras el fin del conflicto armado, participó en las operaciones de repliegue al continente de los combatientes y heridos argentinos, entre el 17 y 22 de junio.

La División de Corbetas estuvo conformada por las corbetas ARA “Drummond”, ARA “Granville” y ARA “Guerrico”. Las dos primeras formaron parte de la Fuerza de Tareas Anfibia, brindando protección y apoyo a las unidades encargadas de desembarcar el 2 de abril; mientras que la última participó del Grupo de Tareas que tenía como fin recuperar las islas Georgias del Sur.

Aquí vale la mención del combate en Grytviken, donde la corbeta ARA “Guerrico” tuvo una actuación destacada en el desembarco y toma de posición de combate de una fracción de Infantes de Marina. Era 3 de abril cuando precedió al “Bahía Paraíso” –a bordo del cual se encontraba el Grupo de Desembarco– en el ingreso a la bahía Cumberland, efectuando una búsqueda electrónica y comprobando la ausencia de unidades británicas.

Ya en el puerto de Grytviken, la dotación de la corbeta detectó diferentes condiciones que reducían el espejo de agua disponible para la maniobra del buque y lo dejaban expuesto al fuego enemigo que inicialmente se había desatado sobre dos helicópteros del Grupo de Tareas argentino. Así, el comando tomó la arriesgada decisión de entrar y salir de la caleta para atraer la atención británica hacia el buque y, a la vez, tratar de batirlo con fuego propio para permitir que los infantes de marina pudieran consolidar su posición en tierra.

La corbeta comenzó a recibir fuego constante durante toda su maniobra que impactó sobre su superestructura. El sistema de armas tuvo un breve período de funcionamiento antes de averiarse. Fue durante la operación de la ametralladora de 20 mm. que falleció el apuntador, Cabo Primero de Mar Patricio Alfredo Guanca, la única baja que tuvo la dotación de la unidad.

Una vez abandonada la caleta y con varios heridos a bordo, el buque ocupó una posición en proximidades de la roca Hobart, y desde allí comenzó a abatir al enemigo con el reparado montaje de 40 mm., comenzando desde la zona más alta, próxima a los edificios. A los pocos disparos y antes de tener que intentar impactar en los edificios, se produjo la rendición.

El “Belgrano”: custodio eterno del mar austral

Cómo olvidar aquel crucero de 3900 toneladas que había sido puesto en servicio dos años antes de la guerra. El 16 de abril de 1982 zarpó desde la Base Naval Puerto Belgrano hacia el este de la zona de conflicto con 1093 tripulantes. Los testimonios y relatos describen ese momento como de una incertidumbre completa, de una esperanza simbolizada en la promesa de volver y de una movilización por defender la Patria.

Debía mantenerse fuera del área de exclusión vigilando las intenciones de las fuerzas enemigas. Luego de recalar en Ushuaia, se reunió con dos destructores. El 1° de mayo recibió la orden de atacar por el sur pero ya habían sido detectados por el submarino nuclear HMS “Conqueror” que se había posicionado en cercanías de ellos.

Al día siguiente se le ordenó replegarse, pero su destino ya estaba marcado. Fue a las 16:02 horas cuando el primer torpedo Mark 8 impactó en la sala de máquinas, disparado a una distancia de tan sólo 5 km. El segundo impacto fue en la proa, destruyéndola casi por completo. No había opción y la tripulación escuchó a las 16:23 horas la orden de abandonar el buque.

Media hora después, el “Belgrano” se hundió en las gélidas aguas australes, dejando a la deriva balsas con hombres que enfrentaron durante casi dos días “Mar 4, visibilidad 500 yardas y viento del noroeste a 30 kms/h” (fragmento del SITREP emitido por el A.R.A. “Piedrabuena” en misión de rescate). Las bravías olas dificultaron la supervivencia y posterior rescate de los náufragos, quienes ante cada contingencia superada creían firmemente volver a nacer.

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Durante el ataque fallecieron 323 tripulantes y fueron rescatados 770. Fue una gran proeza encontrar las balsas en las condiciones climatológicas reinantes, lo cual no hubiera sido posible sin la acción de un Neptune de la Aviación Naval que las divisó y de la determinación de los tripulantes a bordo del ARA “Gurruchaga”, del ARA “Bouchard”, del ARA “Piedrabuena” y del ARA «Bahía Paraíso» como buque hospital, que fueron quienes los rescataron. Ningún marino deja a otro marino en el mar.

La epopeya del ARA “Alférez Sobral”

Al mismo tiempo que se buscaba a los náufragos del crucero, el aviso ARA “Alférez Sobral” emprendía el rescate de los tripulantes de un avión Canberra de la Fuerza Aérea Argentina, aproximadamente a 100 millas náuticas al norte del Estrecho San Carlos.

Este buque junto al aviso ARA “Somellera” no formaba parte de la Fuerza de Tareas argentina, sino de una escuadrilla de sostén y apoyo. En la madrugada del 3 de mayo un misil lanzado desde helicópteros Sea Lynx ingleses impactó en una de sus lanchas, destruyéndola por completo y esparciendo esquirlas que hirieron a los tres operadores de la ametralladora de estribor. Todo ocurrió en pocos segundos y en medio de una oscuridad impenetrable que impedía sostener una defensa armada frente al ataque.

Luego de una revisión de los daños ocasionados, el Comandante, Capitán de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca, consideró que el lugar de mayor riesgo era la superestructura, especialmente el puente de comando. Con el fin de proteger a sus hombres, a sabiendas que era imposible combatir efectivamente con las armas propias, ordenó desalojar las cubiertas superiores quedando en el puente solamente él y los tripulantes indispensables para conducir el buque.

El segundo impacto dio directamente en el puente, destruyéndolo por completo al igual que el cuarto de radio que se hallaba debajo: fallecieron en el acto 8 marinos entre los que se encontraba el Comandante. La difícil decisión que previamente había tomado Gómez Roca se volvió en este momento heroica, ya que salvó la vida de muchos de sus hombres.

Sin puente de comando y con la tripulación diezmada, al mando del Segundo Comandante, el Teniente de Navío Sergio Bazán, la dotación improvisó un timón y se decidió navegar hacia el continente, aún bajo amenaza de un nuevo ataque. El 5 de mayo logró el ansiado arribo, llegando a Puerto Deseado, donde fueron recibidos con mucha emoción por camaradas militares y por los pobladores.

La Aviación Naval | Argentina.gob.ar

Hay una foto. Se ve rústica e íntima. La imagen es icónica porque a partir de ella se puede contar cómo fue la Guerra de Malvinas para la Aviación Naval: audacia y coraje en cada batalla, pero con un profesionalismo reconocido mundialmente.

La foto fue tomada el 4 de mayo de 1982 en Río Grande, la tarde después de haber atacado al primer buque que perdió en combate la Real Marina Británica desde la Segunda Guerra Mundial.

En la imagen, un piloto aeronaval sostiene un stencil sobre el fuselaje del Super Etendard 3-A-202 para pintar la silueta negra del destructor HMS «Sheffield». El dibujo va con una equis roja encima, de hundido.

El que sostiene la plantilla es el Capitán de Corbeta Augusto Bedacarratz, uno de los dos pilotos de la Armada Argentina que atacaron y hundieron al buque inglés.

Si bien un helicóptero Alouette III de la Aviación Naval abrió fuego sobre fuerzas inglesas en la reconquista de las islas Georgias del Sur el 3 de abril, los días de mayo fueron en los que cobró mayor protagonismo su accionar.

Como el día de la foto. Esa madrugada, un avión Neptune de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración descubrió al “Sheffield”, y a media mañana los Super Etendard piloteados por el Capitán Bedacarratz y el Teniente de Fragata Armando Mayora despegaron de Río Grande rumbo a las Malvinas. Salían a cazar armados con misiles Exocet.

—¡¡Lanzar, ahora!! —ordenó Bedacarratz. Mayora no escuchó bien la orden, pero vio el lanzamiento, pulsó su gatillo, el misil se desprendió, cayó y se encendió… segundos eternos. El «Sheffield» no detectó el ataque hasta que un oficial en el puente de comando divisó, casi al ras del mar, una estela. Cinco segundos después, el Exocet impactó justo en el centro del buque, donde está la sala de operaciones, dos metros y medio sobre la línea de flotación. Del agujero que quedó salió fuego y una columna de humo de 30 metros, incontrolable, que incendió el buque y obligó a abandonarlo. El “Sheffield” agonizó 6 días. Hundido.

Aquella batalla constituyó un hito táctico porque nunca antes en la historia se había usado la combinación explorador-avión de ataque.

Osadía y valentía en cada acción, como el día que los británicos llegaron con toda su fuerza a las islas. Ese 21 de mayo, en vuelo de reconocimiento, armado y sin escoltas, el Teniente de Navío Owen Crippa descubrió el desembarco en el Estrecho San Carlos: barcos y más barcos, movimiento de lanchas y tropas al norte de las Malvinas.

A bordo de un avión Aermacchi MB339, se lanzó solo al ataque, con cañones y cohetes que impactaron contra la fragata HMS “Argonaut”, en medio de un intenso fuego antiaéreo enemigo proveniente de los buques que apoyaban el desembarco. En su arremetida debió recobrar muy fuerte su avión para evitar chocarlo. Pensó: “Si giro hacia el estrecho, me bajan. Mejor me meto entre ellos”. Microsegundos de una decisión acertada: pasó entre medio de los buques ingleses y la defensa antiaérea de la flota inglesa quedó helada ante la hazaña de Crippa. No pudieron dispararle porque se impactarían entre ellos.

El Teniente Crippa volvió, observó y dibujó un croquis con la ubicación y cantidad de buques. Tras su arribo al aeropuerto de Malvinas y luego de pasar un informe de la situación, todas las unidades aéreas se prepararon para atacar el desembarco.

Ese mismo día, aviones A-4Q Skyhawk de la Tercera Escuadrilla de Caza y Ataque remataron al HMS “Ardent”, que ya estaba herido por un ataque anterior de la Fuerza Aérea. Una sección al mando del Capitán de Corbeta Alberto Phillippi descargó sus 12 bombas de 500 libras, destruyendo el lanzamisiles antiaéreo. Tras el ataque, una patrulla de aviones Sea Harrier británicos detectó a los A-4Q argentinos y derribaron al Capitán de Corbeta Alberto Philippi y al Teniente de Fragata José Arca, que lograron eyectarse, y al Teniente de Fragata Marcelo Gustavo Márquez, quien falleció en combate.

Al teniente Arca lo rescató un helicóptero del Ejército Argentino; el Capitán Philippi nadó hasta la costa y sobrevivió en el terreno 3 días, hasta que llegó al campo de un isleño de origen británico que le dio cobijo.

Detrás, otra sección de A-4Q Skyhawk, al mando del Teniente de Navío Benito Rótolo e integrada por los tenientes de navío Carlos Lecour y Roberto Sylvester, descargaron sus bombas que impactaron sobre la popa de la fragata HMS “Ardent”, que no pudo parar de arder en llamas hasta el día siguiente. Hundido.

El 23 de mayo por la mañana, en la Bahía San Carlos, otros tres A-4-Q Skyhawk piloteados por los Capitanes de Corbeta Rodolfo Castro Fox y Carlos María Zubizarreta y el Teniente de Navío Marco Aurelio Benítez pasaron rasantes y lanzaron bombas a un destructor tipo County, se estima que es el HMS “Antrim”, que quedó averiado.

También arremetieron contra la fragata HMS “Antelope”, que había sido atacada por la Fuerza Aérea. Al regreso de esta misión, la pista y las condiciones meteorológicas muy adversas le ocasionaron problemas en el aterrizaje al Capitán de Corbeta Carlos María Zubizarreta, que falleció al intentar eyectarse de su avión despistado.

El “Antelope” sucumbió a los ataques aéreos argentinos, a pesar de que intentaron remolcarlo para desactivar las bombas que habían penetrado en su interior. Una, que parecía fallida, explotó y lo abrió desde la línea de flotación hasta la chimenea. El buque inglés se apagó, consumido por el fuego y cegado por el humo, y los británicos lo abandonaron. Durante la noche siguió ardiendo y detonando por dentro hasta que se quebró al medio y se hundió. Otra imagen icónica de la Guerra de Malvinas.

El 25 de mayo, Día de la Patria, dos Super Etendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque piloteados por el Capitán de Corbeta Roberto Curilovic y el Teniente de Navío Julio Barraza le dieron un golpe descomunal a la logística de la flota británica al atacar con los ya gloriosos misiles Exocet AM-39 al eco más grande en los radares: pensaron que era un portaviones, pero horas más tarde se enteraron que habían herido de muerte al portacontenedores “Atlantic Conveyor”. La pérdida para los británicos fue millonaria: una docena de aeronaves, combustible, vehículos de combate, repuestos, carpas, armamento, pertrechos para las tropas y material para construir una pista de aterrizaje móvil.

Con el último misil Exocet, dos Super Etendard de la Aviación Naval se lanzaron a atacar al portaviones HMS “Invencible”, al este de las Malvinas. Era el 30 de mayo y contaron con el apoyo de 4 aviones de la Fuerza Aérea Argentina. Fue la única operación conjunta entre ambas fuerzas y la última misión de los Super Etendard, piloteados por el Capitán de Corbeta Alejandro Francisco y el Teniente de Navío Luis Collavino.

Los radares de Puerto Argentino ya lo tenían ubicado, pero el buque estaba en alerta y a la espera de los aviones. Fue una misión de puro riesgo y valor que consistía en herir al portaaviones con el Exocet y rematarlo con las bombas que descargaran los A4 de la Fuerza Aérea.

«Enganchado el más grande. Lanzo misil» – dijo el Capitán Francisco, a unas 20 millas del blanco.

Al último Exocet lo vieron desprenderse y caer del Super Etendard hasta casi tocar el agua, encender el motor y salir volando a su objetivo, dejando detrás una estela blanquecina. Los A4 siguieron la estela del misil, que voló a match 1 y se perdió de vista. Dos de los A4 fueron derribados, los otros dos vieron una columna crepitante de humo negro y lo tomaron como una señal para descargar su artillería sobre el portaaviones inglés.

Según el gobierno británico, el “Invencible” no recibió impacto alguno ni soportó averías como consecuencia del ataque. Según el radar de Puerto Argentino, la actividad de vuelo se redujo a la mitad inmediatamente después de esa misión y el buque se retiró de la zona.

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Alberto Fernández llamó a la «diplomacia» para recuperar las Islas Malvinas

El Presidente encabezó un acto por el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, remarcando la importancia de la memoria colectiva.

10 de junio, 2021 | 20.06

Alberto Fernández llamó a la "diplomacia" para recuperar las Islas Malvinas

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, encabezó el acto durante el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur -junto a los espacios marítimos circundantes- y destacó la capacidad del pueblo argentino en recuperar la memoria colectiva para «preservar los derechos que Argentina tiene sobre Malvinas». Al mismo tiempo, destacó que la idea es seguir trabajando todos los días para recuperar dichos territorios y realzar la soberanía de nuestro país a 39 años del conflicto bélico.

En el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, el jefe de Estado anunció la convocatoria a Proyectos de Investigación y Desarrollo Tecnológico Orientados (PICTO) al sector marítimo de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, buscando que desde la comunidad científica presenten sus propuestas en el marco del reactivado programa Pampa Azul. «Malvinas es para todos nosotros un dolor enorme porque no la tenemos y sabemos que es parte de nuestro territorio. La diplomacia es la que debe llevarnos a recuperar esas tierras», remarcó el mandatario.

Al mismo tiempo, recordando lo que fue la Guerra de Malvinas, Fernández dejó en claro que dicho resultado «de ninguna manera empaña la gesta heroica de quienes estuvieron allí, el heroísmo de los que combatieron, entre ellos el general Balza, y de muchos otros que dejaron la vida peleando por un reclamo que sin duda es legítimo». Mientras que manifestó en relación al conflicto: «Alguien se instaló allí, usurpando tierras de Argentina y por lo tanto el reclamo debe ser permanente en la vida cotidiana de los argentinos porque estamos desmembrados. Hay una parte del territorio que ha quedado al costado y que ha usurpado alguien que no tiene derecho sobre  ese territorio».

Argentina retoma un reclamo por la soberanía de Malvinas que Macri abandonó

Cabe destacar que en dicha ceremonia también estuvieron presentes los ministros de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza; de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, Daniel Filmus; la titular de la Unidad de Gabinete de Asesores del MCTI, Carolina Vera; el senador nacional y ex canciller Jorge Taiana; el veterano de Malvinas, general Martín Balza; otras autoridades, legisladores y excombatientes. 

Varios de ellos, acompañando el sentido mensaje del presidente, tomaron la palabra. Por su lado, Filmus enfatizó: «Si pensamos por qué los británicos entraron en las Islas Malvinas en 1833, fue por las riquezas, para llevárselas sin que podamos controlar, y siguen estando ahí 200 años después porque es una de las zonas más ricas, por la pesca, los hidrocarburos y por la importancia geopolítica que hay allí tanto por el acceso a la Antártida como al corredor bioceánico»; mientras que Salvarezza destacó el proyecto Pampa Azul y manifestó: «Apunta al desarrollo sustentable del Mar Argentino y al despliegue de todas las industrias que acompañan a esa actividad y lo hace desde el conocimiento, desde la investigación científica y tecnológica aplicada a ese mar; el objetivo fundamental es usar el conocimiento».

Malvinas: el Gobierno le respondió a Boris Johnson y defendió la soberanía

Por otro lado, Felipe Solá remarcó que Malvinas es un «tema prioritario de la política exterior argentina sobre la que existe un mandato constitucional» y que desde el gobierno nacional manifiestan «permanentemente» la voluntad de retomar las charlas y negociaciones con el Reino Unido, que tienen «obligación de cumplir con el mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas». En el medio destacó que llevan adelante estrategias para conseguir apoyos internacionales y condenar los actos unilaterales del país europeo.

Para cerrar, en la misma jornada, el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, manifestó que las Islas tienen «importancia geopolítica estratégica» para Gran Bretaña, siendo parte de un «enclave militar». A su vez, detalló: «Imagina un dominio de su Armada Real que tiene puntos de asiento en la isla Ascensión y en Malvinas y con eso tener una hegemonía por decirlo de alguna manera navegando sobre el océano Atlántico, por eso nosotros denunciamos permanentemente esta situación».

¿Cuál será la función de los PICTO?

Según información del propio gobierno nacional, la idea de la inclusión de los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica Orientados es generar nuevos conocimientos en áreas de ciencia y tecnología de interés para un socio dispuesto a cofinanciarlos. En ese marco, la convocatoria será entre la Agencia I+D+i y la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, la que deberá establecer el perfil general e integrar el Consejo Asesor que supervisará el proceso y establecerá los ejes temáticos. El primer año se destinarán alrededor de 25 millones de pesos.

Cabe destacar que la iniciativa es una de las acciones priorizadas por el Comité Interministerial del reactivado programa Pampa Azul, que apunta a promover la investigación en la plataforma continental argentina y que está integrado por representantes de los siguientes ministerios: Ciencia, Tecnología e Innovación; Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; Defensa; Seguridad; Turismo y Deportes; Ambiente y Desarrollo Sustentable; y Agricultura, Ganadería y Pesca.

Recordemos que nació con el Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos (PROMAR), creado por la ley 27.167, promulgada en septiembre de 2015 durante la gestión de la mandataria y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, a partir de diciembre de ese año, con el nuevo gobierno, las herramientas de investigación fueron desactivadas y los buques oceanográficos quedaron inoperantes por falta de mantenimiento.

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Inglaterra invadio todo el planeta menos 22 paises

El legado del Imperio británico

El legado del Imperio británico
Fuente: IWM

20 marzo, 2017

Javier Esteban, @javestefer

La Commonwealth puede verse como una institución supranacional motivada por el desenlace del proceso de descolonización. La cultura de Gran Bretaña se ha ido imponiendo paulatinamente sobre los países miembros de la mancomunidad, ya sea por el uso de la lengua inglesa, por las costumbres británicas o por ciertas tradiciones administrativas, como la aplicación de la common law como régimen jurídico, sin olvidar la peculiaridad de conducir por la izquierda de la gran mayoría de sus miembros.

La supremacía británica sobre el panorama internacional ha dado como resultado uno de los mayores imperios de la Historia. Prueba de ello es, por ejemplo, la sustitución del francés por el inglés como lengua básica de las relaciones internacionales. El influjo anglosajón ha estado repartido por diferentes puntos geopolíticos significativos: desde las colonias americanas, pasando por las superficies de ultramar del Caribe, hasta regiones de los continentes asiático y oceánico, además de un proceso de colonización africana sobre un conjunto de países del continente.

Desde finales del siglo XIX, el Imperio británico comenzó a desquebrajarse tras la concesión del autogobierno a las colonias de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Y, aunque el dominio imperial sobre todos estos territorios finalizara completamente a mediados del siglo XX, el famoso ingenio inglés se adelantó a tal acontecimiento creando una nueva confederación, de aspecto mediáticamente más democrático: la Commonwealth.

La Mancomunidad de Naciones está representada actualmente por un conjunto de 52 países —aproximadamente dos millardos de personas, casi un tercio de la población mundial— constituidos como países completamente independientes o semiindependientes. El rasgo esencial que fundamenta dicha organización son los lazos históricos que han mantenido estos países con el Reino Unido durante sus procesos de colonización, independencia y reconfiguración sociopolítica. No obstante, la Mancomunidad ha tenido varios problemas administrativos en la defensa de estos lazos históricos. Es el caso de Mozambique, que en 1995 ingresó como nuevo miembro en la organización sin haber mantenido nunca una relación con Gran Bretaña. Tras la celebración de la cumbre de Edimburgo (1997), se estableció que solo las naciones que hubieran tenido un vínculo constitucional con el Imperio británico podían establecerse como naciones pertenecientes a la Mancomunidad. Sin embargo, este principio quedó en un segundo plano en 2009 con la incorporación de Ruanda, antigua colonia alemana y belga.

De los países que estructuran la organización mancomunada, 32 se han estructurado como repúblicas; 16 países, como monarquías dependientes de la reina británica, y el resto de países, como monarquías nacionales, sin obviar que, al final y al cabo, sin un papel ejecutivo concreto, la reina Isabel II es la cabeza de poder de dicha organización, pues es presentada como “símbolo de la libre asociación de sus miembros”.

La “absurdamente confusa” estructura de la Mancomunidad en los territorios históricamente dependientes de la Corona británica. Fuente: Metrocosm

Etimológicamente, la denominación de la Commonwealth significa en inglés ‘riqueza común’. Entronca, así, tanto en su definición y terminología como en su uso, con la teoría del liberalismo clásico, asociada —sobre todo en este sentido— a la argumentación de Adam Smith sobre la promoción del bienestar económico general por parte del gobernante.

Un recorrido con más baches que soluciones

En el año 1920, una vez acabada la Gran Guerra, tuvo lugar la Conferencia imperial, en la cual los territorios de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, ya emancipados del dominio británico, acordaron la celebración de reuniones periódicas con el fin de establecer lazos de cooperación y solidaridad entre ellos. A partir de entonces, podemos decir que comienzan los planes estructurales de una organización confederada y la creación de una sociedad internacional que sustituyera el antiguo Imperio británico, tirano y colonizador, por una institución legítima, más equitativa y progresiva.

En la Declaración de Balfour (1926) se fundamentó la relación sociojurídica entre estos países: “Gran Bretaña y los dominios son comunidades autónomas dentro del imperio, iguales en estatus, de ninguna manera subordinadas unas a otras en ningún aspecto de sus asuntos internos o externos, aunque unidas por una fidelidad común a la Corona y libremente asociadas como miembros de la British Commonwealth of Nations”. Dicha declaración fue oficialmente ratificada por el Estatuto de Westminster (1931) y se convirtió en ley interna de los países que, siendo excolonias, se posicionaban fieles a Gran Bretaña. No obstante, esta incorporación como ley nacional debía ser aprobada y ratificada por los correspondientes Parlamentos, lo que supuso que hasta 1942 y 1947, respectivamente, Australia y Nueva Zelanda no la ratificaran. En el caso de Terranova, hasta su incorporación como provincia canadiense en 1949, Reino Unido siguió manteniendo su control directo sobre el territorio.

Durante la década de los 30, la Mancomunidad Británica de las Naciones tuvo que afrontar dos problemas de diferente índole. Por un lado, la Gran Depresión de 1929, donde las “preferencias imperiales” se impusieron sobre la crisis al favorecer la comercialización entre los países miembros. Por otro lado, la emancipación de Irlanda como república independiente (1937); hasta su salida de la Commonwealth en 1949, las discrepancias y conflictos entre el Gobierno británico y la sociedad irlandesa eran más que evidentes, con tensiones y conflictos ideológicos. Sin embargo, la salida de Irlanda supuso un cambio de rumbo en la organización supranacional: la Mancomunidad Británica de Naciones decidió eliminar la palabra británica de su denominación, lo que suponía un giro conceptual con el fin de una mayor expansión internacional.

De izquierda a derecha, los primeros ministros de los cinco países miembros de la Mancomunidad en 1944: William Lyon Mackenzie King (Canadá), Jan Smuts (Sudáfrica), Winston Churchill (Gran Bretaña), Peter Fraser (Nueva Zelanda) y John Curtin (Australia). Fuente: Library and Archives Canada

A partir de entonces, comenzará un proceso de acogida e integración de diferentes países, todos ellos vinculados históricamente a Gran Bretaña, empezando por la India tras la proclamación de su independencia y su configuración como república en 1950.

No obstante, la entrada del Reino Unido en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973 derivó en un nuevo conflicto intraorganizativo, pues uno de sus objetivos era favorecer las políticas económicas entre los países miembros en detrimento de los intereses imperiales, que habían funcionado eficazmente en el seno de la mancomunidad. La cooperación —no solo económica, sino también de promoción de valores y políticas sociales— había sido establecida por la Declaración de los Principios de la Mancomunidad, firmada en Singapur en 1971 y posteriormente ratificada en la Declaración de Harare dos décadas después. Cabe destacar que estas dos declaraciones —que representan la Constitución de la Commonwealth—, más que recoger privilegios de cooperación y solidaridad económica entre los países miembros, establecían una serie de valores, derechos y libertades que los países miembros debían fomentar y, por supuesto, proteger. Por tanto, la incompatibilidad de ser miembro de las dos organizaciones se fundamentaba más en el miedo de perder un socio como Gran Bretaña que en una determinada irregularidad.

Suspensos, renuncias y abandonos: los conflictos territoriales

Atendiendo a la particularidad de los países miembros, han sido frecuentes los conflictos con los que la Commonwealth ha tenido que lidiar. Estos enfrentamientos se han basado, sobre todo, en el atropello de ciertos derechos y libertades en determinados países, así como la renuncia de otra minoría de Estados que no han querido adentrarse en el desarrollo organizativo de la Mancomunidad.

Uno de los primeros casos fue Sudáfrica, que había sido uno de los países originarios de la Commonwealth. Emancipada desde 1960, sufrió presiones internacionales por su pertenencia a la Commonwealth debido a su régimen de apartheid, lo que derivó en la renuncia del país a la membresía. Fue readmitida en 1994 tras la victoria de Nelson Mandela en las elecciones nacionales y, por consiguiente, la abolición del apartheid.

Para ampliar“El legado de la exclusión racial en Sudáfrica”, Fernando Rey en El Orden Mundial, 2016

Desde 1997, tras la elaboración de una Constitución propia de un país democrático, las islas Fiyi volvieron a ser miembro de la Commonwealth, a cuya pertenencia habían renunciado diez años atrás. A partir de 2000, se suceden una serie de golpes de Estado que conllevan una sanción institucional por parte de la Mancomunidad. Con el nuevo golpe de Estado de 2006, la Commonwealth decidió suspender plenamente a Fiyi como miembro de la organización hasta la celebración de unas elecciones presidenciales, las cuales no llegaron hasta el año 2014, cuando las competencias internacionales afirmaron la concurrencia democrática de las mismas.

En cuanto a Nigeria, la Commonwealth decidió suspender su acta de país miembro en 1995 después de varios años de un Gobierno militar, que había evitado que el candidato electo de las elecciones de 1993, Moshood Abiola, tomara el poder presidencial, declaró inconstitucional el nuevo Gobierno elegido y encarceló a Abiola. Hasta la caída del Gobierno militar en 1998 y la celebración de unas nuevas elecciones presidenciales un año después, Nigeria no fue readmitida como país miembro de la Commonwealth.

El caso más complejo fue el protagonizado por Pakistán. Desde la proclamación de la república federal del país (1956), el enfrentamiento civil entre territorios era evidente: mientras la región este —actual Bangladés— demandaba su independencia, la región oeste mantenía sus pretensiones de control nacional. Todo ello llevó a un conflicto civil en 1971 entre ambas regiones —con la participación de las tropas indias a favor de la región este— y tuvo como resultado la independencia estatal de Bangladés. Este hecho provocó la renuncia de Pakistán en la participación de la Commonwealth y su posterior reincorporación en 1989.

Lejos de haberse solucionado el conflicto, Pakistán fue suspendida del consejo de la Commonwealth en 1999 tras tomar las riendas del poder ejecutivo el Ejército nacional. A partir de principios del nuevo siglo, las relaciones entre Pakistán y Bangladés comenzaban a prosperar pacíficamente y las tropas indias empezaban a abandonar la zona de control entre ambos países, lo que supuso la readmisión de Pakistán en la organización (2004). Tres años después, tras la declaración del estado de emergencia en el país, Pakistán fue nuevamente suspendida como país miembro de la organización durante medio año, hasta la celebración de las elecciones presidenciales.

Para ampliar“Cachemira: Una historia de rivalidad”, Fernando Rey en El Orden Mundial, 2016

Otros países sencillamente han querido abandonar la Commonwealth al considerar innecesaria su pertenencia. Al caso de Irlanda, en 1949, tenemos que añadir Zimbabue (2003), donde el dictador Robert Mugabe decidió prescindir de la integración en la Mancomunidad; el abandono de Gambia (2013), supuestamente provocado por el carácter “neocolonial” de la organización —aunque la libertad del país está en entredicho cuando el expresidente del país, Yahya Jammeh, ha permanecido 23 años en el poder tras un golpe de Estado—, y, por último, la reciente renuncia de las Maldivas, causada por el conflicto de ideas entre la isla islámica y la organización internacional tras el golpe de Estado en 2012.

Países pertenecientes a la Mancomunidad de Naciones.

“Dejen de ser, empiecen a hacer”

En su contexto sociocultural, uno de los rasgos definitorios de la Commonwealth es la celebración de los Juegos de Mancomunidad cada cuatro años, emulando a los Juegos Olímpicos (JJ. OO.). Iniciados en 1930, estos juegos se configuran como otros eventos deportivos del mismo estilo, como los Juegos Panamericanos, Asiáticos o Mediterráneos, entre otros. Además de los clásicos juegos que componen el conjunto de deportes practicados en los JJ. OO., se compite también en una serie de deportes que tienen cierto carácter cultural en los países miembros de la Mancomunidad, como el críquet, el squash, el rugby a siete o el polo. Además, a diferencia de los JJ. OO., el Reino Unido juega dividido en cuatro países diferenciados —Irlanda del Norte, Inglaterra, Escocia y Gales— y solo estos tres últimos, más Australia, Canadá y Nueva Zelanda, han participado en todos los eventos celebrados. Esto se debe, en cierta medida, a que en 1986 32 países de África, Asia y el Caribe no acudieron a los juegos como protesta contra la relación de solidaridad que Thatcher había establecido con el régimen de apartheid sudafricano.

En morado, los países que han albergado alguna vez los Juegos de la Mancomunidad; en rojo, aquellos países que únicamente han participado, y en verde, los países que han participado en los juegos durante un periodo determinado. Fuente: Wikimedia

En su contexto más político e institucional, la Mancomunidad de Naciones se establece bajo los principios de garantía de los procesos electorales de los países miembros —sistemas de elección con lógica de representación-mandato—, asesoramiento en los conflictos nacionales y protección de los Estados pequeños —seis islas caribeñas tienen una categoría especial dentro de la Commonwealth, por lo que Reino Unido se encarga de sus defensas y políticas exteriores—. En esta línea, resulta sencillo resaltar las diferencias con la Unión Europea o UNASUR, las cuales tienen sus propios organismos, instituciones y leyes internacionales que rigen el funcionamiento de sus países miembros. La Commonwealth tiene unos rasgos más similares a la Organización de Estados Iberoamericanos, donde están representados España y Portugal junto con países americanos de su esfera de influencia, ya que su objetivo es establecer unas políticas encaminadas a la cooperación y al respeto y protección de una serie de derechos y libertades; en ese sentido, constituye una organización relativamente informal. Además de la inexistencia de una Constitución propia como tal, debe destacarse que los dos pilares institucionales básicos son la monarquía y el secretariado —los representantes de cada país son nombrados altos comisarios—, creado en 1965 y estructurado en tres departamentos: Asuntos Económicos, Internacionales y Administrativos.

Todo ello, en cierto sentido, nos deja con la incógnita de cómo catalogar y diferenciar exactamente la Commonwealth: como una verdadera organización democrática cuyo fin es el respeto de los derechos humanos, la cooperación entre los países y la promoción de sus características socioculturales, o como una confederación superficial donde la continuación del Imperio británico sigue vigente, escondido bajo la figura internacional de mancomunidad. Lo que resulta evidente es que su flexibilidad y pragmatismo han permitido a la Commonwealth poder adaptarse y redefinirse como una asociación, en contraposición a la extinta Unión francesa. Tal vez, de cara a su supervivencia y evolución, el análisis de la Commonwealth debería empezar a apuntar no al tanto al ser común como al hacer común.

Para ampliarCommonwealth: El proyecto de una revolución del común, Michael Hardt y Antonio Negri, 2011


Los británicos han invadido nueve de cada diez países del mundo. También España.

Casi ninguna nación del planeta se libra de haber estado en algún momento bajo el yugo del imperio anglosajón

Algo especial debe tener la genética británica. Los anglosajones han tenido en sus manos el 90% de las naciones del mundo. De sus vecinos europeos solo se salva Suecia y toda una ristra de pequeños países, como Luxemburgo, Montenegro, Andorra o Lietchtenstein.

España no se salva. Tropas inglesas y holandesas invadieron Gibraltar en 1.704 y solo 4 años después se harían con la isla de Menorca, en la Baleares.

También los territorios del imperio español, como Costa Rica, Ecuador, Cuba o El Salvador sufrieron ataques constantes de los corsarios británicos. Sus barcos tomaron Cuba en 1741 bajo el mando del almirante Edward Vernon. Desembarcaron en la Bahía de Guantánamo a la que renombraron como bahía de Cumberland. Veinte años más tarde, La Habana y una gran parte de la isla cayó bajo el yugo británico tras un sangriento asedio, para ser devuelto a los españoles en 1763, a cambio de Florida y Menorca, que volvería a formar parte del imperio.

Solo se salvan 22

En concreto solo 22 de los 200 países que se estima que hay en el mundo se han librado de la invasión británica. Esto es lo que revela un estudio desenterrado por el diario británico «The Telegraph». Entre los países que no han soportado la incursión de la bota británica estan Guatemala, Tayikistán o las Islas Marshall. La mayoría lugares recónditos.

El análisis está contenido en un libro publicado por Stuart Laycock «Todos los Países que invadimos y nunca nos la devolvieron». En realidad, según el autor sólo una proporción relativamente pequeña de los estados invadidos formaron parte del imperio durante un año oficial. El resto han sido en momentos transitorios: «Ya sea por la fuerza, la amenaza de la fuerza, la negociación o pago». Las incursiones de los piratas ingleses, corsarios o exploradores armados han sido también incluidos en el listado.

Los países nunca invadidos por los británicos:

Andorra

Bielorrusia

Bolivia

Burundi

República Centroafricana

Chad

Congo, República de

Guatemala

Costa de Marfil

Kirguistán

Liechtenstein

Luxemburgo

Malí

Islas Marshall

Mónaco

Mongolia

Paraguay

Santo Tomé y Príncipe

Suecia

Tayikistán

Uzbekistán

Ciudad del Vaticano

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Malvinas: la carta del soldado que llegó demasiado tarde

En diálogo con Andy Kusnetzoff, la madre de un joven oficial de la Armada muerto en la guerra compartió un texto súper conmovedor.

02 de abril de 2021 – 17:48

Guerra de Malvinas

“Que papá vaya y pague la cuota de la heladera. Que le plantee al dueño que cuando yo vuelva le pago las atrasadas”, fue uno de los últimos mensajes que Jorge Luis Salas le dijo a su madre mediante una carta que tardó mucho tiempo hasta que llegó a destino.

Josefina Castro de Salas hoy tiene 81 años y es de San Juan. Dice que “el 2 de abril es un día muy triste, es algo que no quisiéramos vivir más porque nos dejó abatidos. Es un día muy amargo”, porque es el día que cambió sus vidas para siempre.

En diálogo con Andy Kusnetzoff, por Urbana Play, la mujer enfatizó que “el dolor no pasa, siempre está presente. Van a pasar los años y yo a mi hijo lo voy a recordar siempre y siempre con lágrimas, con llanto, porque no sé por qué me quedé sin mi hijo”.

“Jorge se fue primero por la situación que teníamos en San Juan, que nunca había trabajo. Se fue a la Armada. Tenía 15 años. Se mudó a Buenos Aires y llamaba a la vecina, que tenía teléfono. Antes de irse a la guerra me estuvo llamando”, explica Josefina, quien aclara: “Yo me enteré que lo mandaban a la guerra a la noche. Me mandó una carta antes de ir pero eso me llegó después de que ya había fallecido”.

Esa carta que menciona fue leída y grabada por el cantante Axel, uno de los ídolos de Josefina. “Llamé a doña Lucía, para que me comunique con vos, pero me dio ocupado. Llamé dos veces”, dice uno de los tramos del texto del soldado, refiriéndose a la vecina. Y le advertía, también, que la convocatoria era importante: “Según nos dijeron es para ir al sur con toda la flota, por si los ingleses atacan”. Jorge se embarcaría en el Crucero General Belgrano, hundido por enemigos.

La madre sostuvo que incluso durante su última visita a la casa natal, hacia mediados de marzo de ese mismo año, “él sabía que tenía que irse” y que por eso le dijo a sus hermanos: “Cuiden a mi madre porque no sé si vuelvo”.

Me llegó la carta y la guardé. La abrí dos días después”, contó Josefina, quien hoy se muestra emocionada porque nombraron una calle en honor a su hijo. “No se olviden de los héroes de Malvinas”, pidió.

Infonews.com/carta/malvinas-la-carta-del-soldado-que-llego-demasiado-tarde

El día que Roger Waters dijo que «las Malvinas deben ser argentinas»

En una entrevista con un medio chileno, en 2012, el músico británico también criticó el imperialismo inglés.

02 de abril de 2021 – 18:31

Corría el año 2012 y Roger Waters se encontraba de gira por América Latina con su mega espectáculo The Wall, en el que retomaba la iconografía y, sobre todo, la música y el estirpe combativo de la obra más personal que grabó junto a Pink Floyd.

Filoso, de respuestas rápidas y con el aguijón siempre a punto, el músico británico se refirió en una entrevista a la cuestión Malvinas y con conceptos nada amistosos para con su país.

«¿Son británicas o son argentinas?», preguntó un periodista de la televisión chilena que lo entrevistó con motivo de su visita a ese país. La respuesta fue clarísima.

«Creo que deberían ser argentinas», disparó. Y profundizó luego sobre su posición respecto del dominio imperialista inglés.

«Fueron usadas por una cuestión política, primero por Margaret Thatcher y ahora por David Cameron. No hay nada que les guste más que ir al Parlamento y pararse con la mano en la cadera diciendo ´Las islas Falklands son británicas y siempre lo serán porque es algo primordial. Mientras ellos quieran ser británicos… una mentira´», arremetió.

«Estoy todo lo avergonzado que pueda estar por nuestro pasado colonial», continuó, y agregó: «No me enorgullece que durante los últimos 150 años el sol nunca se haya puesto en el Imperio Británico y hayamos estado afuera violando, ocupando y robando todo lo que pudiéramos de todo el mundo, lo más posible. Eso es lo que no me enorgullece de ser británico», abundó.

Malvinas: la carta del soldado que llegó demasiado tarde

Días después de la entrevista (y de una conferencia de prensa en la que también afirmó la soberanía argentina sobre Malvinas), Roger Waters aclaró su posición con un texto en el que, al fin y al cabo, ratificaba su posición, pero de forma menos directa.

«Mi posición es la siguiente», anunció. Y expresó: «La historia de las Islas es la historia de dos monarquías de poder colonial enfrentadas, Inglaterra y España. Así que las posiciones actualmente en conflicto entre Gran Bretaña y Argentina son la herencia triste de las, ahora muy desacreditadas, políticas imperiales de los monarcas europeos del siglo 16. La tragedia de 1982, cuando 900 jóvenes vidas se perdieron, fue causada por la locura de los dos líderes políticos, Galtieri y Thatcher, quienes perdían las riendas del poder y utilizaron el conflicto como una distracción. Ahora, treinta años más tarde el sonido del traqueteo de sables está aumentando de nuevo. Yo no soy un político o un diplomático, y no tiene fácil solución, pero estoy convencido de que es el momento de pedir la paz y buscar un compromiso, no empujar a la victoria. Al final, lo que realmente importa es que ninguna otra gota de sangre se derrame sobre el altar de las aspiraciones imperiales de los reyes muertos hace tiempo».

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