Memorias de un piloto inglés a casi cuatro décadas de la Guerra de las Malvinas

El expiloto de la RAF David Morgan posa junto a su avión en cercanías de donde vive en Shaftersbury, a 150 km de Londres.
El expiloto de la RAF David Morgan posa junto a su avión en cercanías de donde vive en Shaftersbury, a 150 km de Londres.CORTESÍA

Cuando empieza la primavera europea, David Morgan sabe que volverán a asaltarlo recuerdos de la guerra. Regresó de las Islas Malvinas en julio de 1982, condecorado y reconocido por sus hazañas como piloto de los Sea Harriers, los aviones más modernos de aquel tiempo. Participó en más de 50 misiones durante el conflicto, en las que derribó helicópteros y aviones. Al regresar a casa, esas hazañas se transformaron en pesadillas. “Estaba irritable, nervioso y muy reacio a tomar las pequeñas decisiones de todos los días. Era como si me hubiera acostumbrado a tomar decisiones de vida y muerte y había perdido la habilidad de lidiar con lo mundano”, cuenta David Morgan en su libro de memorias, Cielos Hostiles, escrito hace 14 años y recientemente traducido al español y publicado en Argentina. Mucho tiempo después de la guerra fue diagnosticado con estrés postraumático y pudo hablar de lo que había vivido.

En una entrevista virtual desde Buenos Aires con EL PAIS, la primera con una periodista argentina, David Morgan rememora aquellos tiempos con mirada triste y pausas largas. A los 73 años, su vida es ahora tranquila, rodeada de naturaleza en una hermosa casa rural en Shaftersbury, a 150 km de Londres. Todos los fines de semana lo visitan sus dos hijos y sus cinco nietos, a quienes lleva a volar en su avión particular y les dedica el tiempo que quizás no tuvo como padre. Sus hijos eran pequeños cuando él partió al Atlántico Sur. ¿A dónde iba? ¿Qué eran las Malvinas? Los niños lo entendieron tiempo después, cuando algunos de sus amigos de la escuela contaban que habían perdido a sus padres. Gracias a 12 años de ayuda terapéutica, David Morgan pudo escribir sus memorias. Las dedicó a su familia y a su psicóloga, Sally, a quien le agradeció “salvar su cordura”.

Con un prólogo especialmente dedicado a los argentinos, David Morgan aclara que temía que el libro “no fuera bien recibido” en el país sudamericano. “Pero mis buenos amigos allá me animaron a hacerlo”, dice. Sus párpados caen pesados sobre sus ojos claros y vidriosos mientras mira a través de la pantalla de su computadora. “La guerra no es gloriosa, es como asomarse al infierno y lo vivimos igual de ambos lados. No disfrutábamos las victorias porque sabíamos que los pilotos argentinos eran como nosotros: sentían el mismo amor por volar y también tenían familias que los esperaban”, aclara con el mismo tono humano que usa en su libro.

En Cielos Hostiles, Morgan hace descripciones minuciosas de sus misiones, con detalles técnicos y datos precisos, junto con las experiencias del momento. Se pueden leer cartas de amor, fragmentos de su diario personal, citas de libros de Richard Bach (autor de Juan Salvador Gaviota e Ilusiones) o poemas de John Pudney (de un libro regalo de su padre, también piloto de la RAF y veterano de la Segunda Guerra Mundial) además de versos propios, escritos para su mujer y sus amigos caídos en combate.

“A alguna gente no le gustó que incluyera lo personal, pero mi idea era escribir lo que viví, aunque me avergüence”, dice Morgan cuando aclara que Inglaterra muchos colegas lo criticaron por eso. Durante sus años de posguerra, Morgan fue instructor de escuadrones y al estallar la Guerra del Golfo, en 1991, lo convocaron. Esa fue la alarma que disparó su estrés postraumático. Habían pasado casi 10 años desde Malvinas, pero sus recuerdos reaparecieron y pidió ayuda. Entonces se retiró y se dedicó a la aviación comercial.

El expiloto británico David Morgan en 1982, durante la guerra de Malvinas.
El expiloto británico David Morgan en 1982, durante la guerra de Malvinas.GENTILEZA DAVID MORGAN

En ese mismo tiempo, una amigo que volaba con él, Maxi Gainza, le propuso encontrarse con un veterano de guerra argentino que estaba de paso por Londres. Al principio se resistió, pero luego aceptó conocer a Héctor Sánchez, uno de los cuatro pilotos con los que había tenido el combate aéreo más dramático de la guerra. Aquel 8 de junio en Malvinas merece todo un capítulo en sus memorias, porque Morgan y su compañero, David Smith, atacaron con misiles cuatro Skyhawks (aviones de combate argentinos) tras ver cómo habían bombardeado un buque inglés en la Bahía Agradable. Tres de los pilotos argentinos murieron y Héctor Sánchez se salvó.

“Eso me afectó mucho. Recuerdo exactamente ese momento, cómo iban cambiando mis emociones en segundos: la ira cuando vi atacar a nuestra gente, la euforia cuando bajé al primer avión, la empatía cuando el segundo hombre que se eyectó pasó cerca de mi cabina y luego la ira de nuevo, cuando maté al tercer hombre. Creo que ese día fue el disparador de la mayoría de mis problemas después del final del conflicto”, reflexiona Morgan, y se queda en un largo silencio. Durante los ocho meses que tardó en escribir el libro, tuvo varios bloqueos y debió trabajar mucho sobre eso.

Al hablar de Héctor Sánchez, vuelve a sonreír. En una ocasión, luego de varios encuentros, recuerda que el argentino, notándolo distante y pensativo, le dijo con empatía: “No te preocupes más, David, cada uno cumplía con su deber”. Se abrazaron. La amistad sigue intacta desde aquellos años. Ambos mantuvieron contacto por mail y luego por redes sociales. David nunca viajó a Buenos Aires, pero planea hacerlo en el futuro.

David Morgan y el expiloto argentino Héctor Sánchez, durante un encuentro en 1993.
David Morgan y el expiloto argentino Héctor Sánchez, durante un encuentro en 1993.GENTILEZA DAVID MORGAN

En 2007, para el 25 aniversario de la guerra, David Morgan viajó por primera vez a las Islas Malvinas. Recorrió en jeep aquellos lugares helados que recordaba regados de cadáveres y restos de armamentos. Todo se veía diferente en esta visita. “Encontré restos del fuselaje de mi avión y también de uno de los aviones que yo había derribado. Su piloto, Daniel Bolzán, fue uno de los que murió aquel 8 de junio y decidí enviárselos a su hijo”, recuerda. Le escribió y le contó todo. Así inició su relación con el hijo de uno de los 649 soldados argentinos que murieron en las islas. “Sus pilotos realizaron ataques con habilidad y coraje, causando graves daños a muchos barcos británicos. Eran muy valientes”, añade Morgan.

Las memorias de David Morgan llegan justo en un momento de revisión histórica de la guerra de las Malvinas en Argentina. En el campo académico se debate la simplificación que definió a esta guerra como “absurda y caprichosa” y a sus protagonistas como marionetas de la dictadura de entonces. Para la antropóloga Rosana Guber “este marco redujo fuertemente las alternativas con que sus protagonistas directos podrían darle sentido a su experiencia bélica y humana, y también redujo el margen del reconocimiento de su acción en la esfera pública”. En esta investigación, Guber concluye que los encuentros de posguerra entre británicos y argentinos demuestran que la guerra enfrenta a seres humanos que, muchas veces, necesitan encontrar razones para una experiencia tan traumática.

David Morgan es parte de un importante grupo de veteranos de guerra de ambos países que, décadas después, necesitaron entender por qué estuvieron allí y darse la mano para manifestarse respeto. A diferencia de otros encuentros entre veteranos de ambos países promocionados en documentales y hasta obras de teatro, el encuentro entre David Morgan y Héctor Sánchez se mantuvo en la intimidad. “Yo siento que nuestra amistad es algo privado y muy fuerte. Nos une el haber vivido la misma experiencia, aunque sea en bandos diferentes. No necesitamos hacerlo público”. En 2019, Héctor Sánchez invitó a David Morgan a visitar Malvinas junto a Pablo Bolzán, hijo del piloto argentino muerto en combate, y Luis Cervera, veterano de guerra. Recorrieron juntos las islas y levantaron un monumento en memoria del padre de Pablo, Daniel Bolzán. Morgan pudo cerrar así el círculo de su historia.

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A 188 años de la ocupación ilegal de las Islas Malvinas

Información para la Prensa N°: 001/21

El 3 de enero de 1833, las Islas Malvinas fueron ilegalmente ocupadas por fuerzas británicas que desalojaron a la población y a las autoridades argentinas allí establecidas legítimamente, reemplazándolas por súbditos británicos. Desde el inicio de su proceso de emancipación, la República Argentina, como legítima heredera de los territorios continentales, insulares y marítimos que habían pertenecido a España, ejerció su soberanía sobre estos archipiélagos y espacios marítimos a través de diversos actos de gobierno que incluyeron la designación de autoridades, la toma solemne de posesión de las Islas Malvinas en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata y el primer izamiento de la bandera argentina en ese suelo. En el año 2020 se acaban de cumplir 200 años de este acontecimiento. El acto de fuerza británico que culminó en la ocupación ilegítima de las Islas Malvinas fue protestado inmediatamente por las autoridades argentinas de aquel entonces y nunca fue consentido por gobierno argentino alguno. A lo largo de los 188 años durante los cuales se sostiene la usurpación, la Argentina mantuvo ininterrumpidamente el firme reclamo de ejercer su soberanía efectiva sobre estas Islas y los espacios marítimos circundantes.

La recuperación del ejercicio efectivo de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, conforme el derecho internacional y respetando el modo de vida de sus habitantes, es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino, tal como se encuentra plasmado en nuestra Constitución Nacional y constituye una política de Estado.

El llamado de la comunidad internacional respecto de la necesidad de realizar negociaciones bilaterales entre Reino Unido y la Argentina que permitan encontrar una solución pacífica a la disputa de soberanía teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las Islas fue plasmado hace 55 años, sin ningún voto en contra, en la resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Dicha declaración, que ha reconocido la existencia de una situación colonial especial y particular en la Cuestión Malvinas, fue reiterada por resoluciones subsiguientes de la misma Asamblea y por el consenso que anualmente suscriben los países integrantes del Comité Especial de Descolonización de la ONU.

Asimismo, la comunidad internacional ha insistido en este llamado al diálogo a través de numerosas declaraciones de foros multilaterales que, como la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Grupo de los 77 y China, la Cumbre Iberoamericana, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el Parlamento del MERCOSUR (PARLASUR), la Cumbre África-Sudamérica (ASA) y la Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA), han solicitado la reanudación de las negociaciones a la brevedad posible.

La negativa a cumplir con la obligación de reanudar las negociaciones por la soberanía se encuentra agravada por la continua introducción de actos unilaterales por parte de Reino Unido. Estas acciones incluyen la exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables -que la Argentina ha rechazado ininterrumpidamente-, así como una injustificada y desproporcionada presencia militar en las Islas. Todos estos actos son contrarios a la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y han suscitado expresiones de preocupación y rechazo por parte de la comunidad internacional.

Reafirmando los legítimos derechos de soberanía, durante el año 2020 el Congreso Nacional ha sancionado por unanimidad tres leyes que fortalecen el trabajo por el reclamo argentino. En primer lugar, se ha creado el Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes con el objeto de constituir un espacio plural en el máximo nivel institucional que diseñe estrategias de Estado a mediano y largo plazo. También se ha hecho efectiva la demarcación del límite exterior de la Plataforma Continental Argentina, consolidando el resultado de un trabajo de más de dos décadas realizado por la Comisión del Límite Exterior de la Plataforma Continental y que oportunamente fue presentado ante las Naciones Unidas. Por último, se han elevado las multas y sanciones a la pesca ilegal en aguas argentinas, buscando disuadir la pesca furtiva y promover la conservación y el manejo eficiente de nuestros recursos en el Atlántico Sur.

Deseamos reiterar nuestro firme compromiso con la solución pacífica de la controversia y con el pleno respeto del derecho internacional y de los intereses de quienes viven en las Islas. Reafirmamos también nuestra disposición a retomar las negociaciones con el Reino Unido conforme los reiterados llamados de la comunidad internacional, con el mismo espíritu constructivo que sostuvimos en los años siguientes a la adopción de la resolución 2065 (XX). Años en los que las dos partes pusieron en marcha los mecanismos de negociación estipulados en dicha Resolución. Asimismo, solicitamos a la Secretaría General de la ONU que renueve los esfuerzos en el cumplimiento de la misión de buenos oficios que le fuera encomendada por la Asamblea General a través de sucesivas resoluciones.

A 188 años de la usurpación de las Islas Malvinas, el Gobierno y el pueblo argentino reafirman una vez más sus legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.

www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/188-anos-de-la-ocupacion-ilegal-de-las-islas-malvinas

Video: las historias y los secretos que guardan las banderas que regresaron de Malvinas

La bandera argentina es un símbolo nacional. Desde su primer izamiento en 1812, nos acompaña en celebraciones patrias, batallas históricas, hitos cívicos y hasta en eventos deportivos. Sin embargo, existen un grupo de insignias diferentes a todas las conocemos, que guardan hazañas en cada uno de sus pliegues y que solo algunos hombres pueden contar: en esta nota, viven algunas de las historias detrás de las banderas que volvieron de Malvinas, aquellas que lograron no ser rendidas ante los ingleses.

LA HISTORIA DE LA BANDERA QUE SE HIZÓ EN LA “OPERACIÓN ROSARIO”

La historia del teniente coronel retirado y veterano de la Guerra de Malvinas Abel Aguiar es clave para entender esto. Abel no fue uno de los que trajo de regreso un estandarte al continente; sin embargo, fue testigo de su izamiento en las islas en el marco de la Operación Rosario, la operación mediante la que se realizó el histórico desembarco en Malvinas.

En 1982, Aguiar era un joven subteniente y abanderado del Regimiento de Infantería 25, ubicado en Colonia Sarmiento, provincia de Chubut, por lo que también fue testigo de la jura que realizaron los soldados clase 63, un hecho que, a la luz de la historia, tomó una dimensión especial.

“En la jura, los soldados forman solos y se comprometen a defenderla hasta perder la vida”, relata Aguiar, mientras recuerda que nunca imaginó en aquel entonces que muchos de esos soldados morirían en cumplimiento de aquel juramento. Y agrega: “Me vinieron a buscar para llevarme a la casa del gobernador, que era donde se iba a realizar la ceremonia oficial de izamiento. Cuando se estaba por hacer, se trabó la driza del mástil, y el entonces subteniente Oscar Roberto Reyes se tuvo que trepar para solucionarlo. Tenía 21 años y sabía que estaba viviendo algo único, pero pensamos que iba a ser permanente. Jamás íbamos a imaginar lo que ocurrió después”.

Abel cuenta y detalla que mantuvo consigo la bandera de la Unidad hasta después del 1º de mayo. Luego del bombardeo, decidieron trasladarla junto al jefe del Regimiento. “La bandera no podía caer en manos del enemigo, pero tampoco teníamos previsto perder”, responde el oficial, oriundo de Tucumán.

PROTEGER LA BANDERA CON LA VIDA

Colonia Sarmiento tuvo y tiene entre sus habitantes a otro hombre con una gran historia para contar. En tiempos de la guerra, el hoy coronel mayor retirado Leandro “Villy” Villegas formaba parte de la Compañía de Ingenieros 9. Con 21 años recién cumplidos, “Villy” también fue parte de la Operación Rosario. El destino de Villegas lo llevó, primero, a permanecer un tiempo en Puerto Argentino y, luego, recaló en Bahía Fox junto a los suyos.

“Los abanderados son los oficiales más jóvenes de una unidad. Yo era el subteniente más moderno, así que, durante la guerra, la insignia siempre la tuve yo”, explica el hombre que también presenció la jura de los soldados de la unidad en Malvinas.

El tiempo pasó y el momento de la rendición se acercaba. En las horas previas al momento final, “Villy” recibió la orden por parte de su superior de destruir la bandera para no entregarla a quienes habían sido sus enemigos en el conflicto. En ese momento, él y un compañero debían encargarse de la dura y dolorosa tarea.

Primero quemaron el moño, luego el asta y los hierros, pero al momento de quemar la enseña, una idea brotó desde lo más profundo de su interior: “Se me ocurrió proponerle al mayor que podía llevarla. Me dijo que hiciera lo que tuviera que hacer. Así que, cuando empezó el proceso de rendición, arriba de la ropa interior, me la coloqué como chiripá”, comenta.

Villegas hace memoria y dice que, a pesar de que los palparon tres veces, los ingleses no notaron nada, pero que cuando fueron embarcados en el Northland sus nervios salieron a flote por lo exhaustivo de los controles. “Miré a mi jefe de Compañía y se dio cuenta de que yo estaba inquieto, así que se paró frente a mí y me ordenó: ‘Subteniente, entrégueme la bandera’. La tomó, se la entregó a un mayor inglés y le dijo ‘se la entrego como su responsabilidad’. El británico le respondió como un caballero y expresó que esa bandera tendría un lugar destacado y que nos la volverían a entregar”.

Una vez de regreso, el coronel mayor continuó usándola en los desfiles: “Siento el gran orgullo de haber podido participar y ser parte de la reconquista. Valoro la decisión de los ciudadanos que se pusieron a disposición de la Patria. Los soldados, principalmente, se plantaron ahí y les hicieron frente a los bombardeos. La sociedad argentina debe ser merecedora del sacrificio póstumo de nuestros héroes”.

UNA ÚLTIMA MISIÓN: TRAER LA BANDERA A CASA

El protagonista de esta historia empezó a ser el protagonista de ella en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Ahí, en el Regimiento de Infantería 8, el entonces teniente primero Marcelo Gustavo Giglio era, con 29 años, el oficial logístico de la unidad. Giglio era uno de los pocos que tenía conocimiento de la Operación Rosario y recuerda que cuando se produjo el desembarco, fue comunicarle a sus compañeros la noticia con una profunda emoción. Cuatro días más tarde, Giglio y su regimiento cruzaron a las islas y ocuparon posición en Bahía Fox hasta el día de la rendición.

“La guerra es terrible, se ve lo mejor y lo peor del ser humano. Uno va a Malvinas por la Patria, pero cuando estás ahí, no te digo que te olvidas de eso, pero la prioridad es tu compañero”, confiesa el veterano, mientras recuerda que, por aquellos días, le pidió a su esposa que se trasladase con sus cuatro hijos a Buenos Aires, porque Comodoro estaba muy cerca de la guerra y, al tener una pista de aterrizaje, era considerada un objetivo. Para el final, y con la guerra a punto de concluir, Giglio tuvo una última misión: traer la bandera de su regimiento de regreso a casa.

“La bandera de guerra de un regimiento es con la que desfila con el abanderado. Es el bien más preciado de la unidad, ya sea argentina, inglesa, o francesa. Lleva todas las condecoraciones y no debería ser tocada por ningún enemigo”, afirma y sostiene que traerla fue un orgullo. Tras el cese del fuego, le dieron la orden de regresarla con la condición de que nadie debía saber que él tenía esa responsabilidad. “La bandera es gigantesca. Entonces, me di cuenta de que no podía hacerlo yo solo. Llamé al teniente primero Hernán Vecchietti, al teniente primero Rafael Barreiro, al sargento Carlos Montivero y al sargento ayudante Mario Ceballos. Les dije que me hacía cargo de ella, pero que debíamos repartirnos el resto de sus partes”, confiesa.

Giglio descosió su campera y los paños, de manera tal que pudiera colocarlos en el interior del abrigo: “Yo solo sé coser con la puntada ‘chorizo’. ¡Cualquiera se daba cuenta de que la campera había sido abierta! Así que fui a ver al sastre. Él se reía, mientras me decía que se iba a encargar”. Al momento de embarcar, el oficial del 8 ya tenía su campera lista. Los llevaron al buque Northland, donde debían pasar por una exhaustiva requisa, pero Giglio no solo llevaba esa bandera, sino que, entre la ropa sucia, había escondido la que había flameado en el mástil de la posición. El militar inglés dejó pasar la bolsa con las prendas y, cuando estaba por revisar el abrigo, Giglio logró distraerlo con un atado de cigarrillos.

Finalmente, ya en Madryn, pasó por un quiosco: compró un sándwich, hilo y aguja. En el trayecto, se dedicó a armar el pabellón. Cuando llegaron a la unidad –donde los esperaban los familiares–, Giglio exhibió la bandera, que hoy se encuentra en el museo de la unidad.

Los últimos días de la guerra de Malvinas: la visita de Juan Pablo II, la discusión entre Menéndez y Galtieri y el ataque final

El martes 8 de junio de 1982, el gobierno británico tuvo que reconocer que en Bluff Cove y Fitz Roy había perdido la fragata “Plymouth” y los buques de desembarco “Sir Galahad” (hundido) y el “Sir Tristam” seriamente dañado. Muchos hombres murieron y muchos más sufrieron serias quemaduras. También los aviones ametrallaron a los efectivos que tocaban tierra, destruyendo su material. Al estallar el buque “Sir Galahad” las esquirlas alcanzaron a una gran cantidad de efectivos. “Fue el día más negro de la flota inglesa” me diría el comodoro Gilberto Oliva años más tarde. En esa jornada, se concretaron varios ataques de la Fuerza Aérea Sur (FAS). Todos coordinados desde la Sala de Operaciones del componente Aéreo en Malvinas con la sala de Operaciones del continente, conectadas durante todo el conflicto. “Los equipos eran confiables, contó Oliva, y por si éramos escuchados o interferidos, utilizábamos un vocabulario informal y hasta familiar con mi hermano Carlos –también oficial aeronáutico—que estaba en el continente.”

“Estamos muy fuertes […] los argentinos debemos sentirnos líderes de Occidente”, dijo exultante el ministro del Interior, Alfredo Saint Jean, durante una ceremonia, sin tomar conciencia de que se estaban viviendo las vísperas de la rendición argentina en Puerto Argentino. Ese mismo día se conocía que monseñor Paul Marcinkus, responsable de la seguridad de Juan Pablo II, había llegado a Buenos Aires para ultimar los detalles de la visita papal que comenzaría el viernes 11.

El jueves 10 fue el “Día de Afirmación de los Derechos Argentinos en las Malvinas” y en Buenos Aires se lo celebró con escenas que manifestaban un gran sentimiento patrio y enorme entusiasmo. A las 18, en la Plaza de Mayo, se encendieron las luces de la fachada del Banco de la Nación Argentina, mientras la multitud ensayaba cánticos contra Gran Bretaña y los Estados Unidos. Con el paso de los minutos, la gente comenzó a corear: “Borombombón, borombombón, salí Galtieri, salí al balcón”. No salió al balcón, pero en la puerta de Balcarce 50, de viva voz, dijo: “Yo siento la palabra del pueblo, al observar esta gente que llegó a la Plaza de Mayo”.

Quizá fue el gran día de Nicanor Costa Méndez, el personaje central en los matutinos del viernes 11, en los que aparece sonriente abrazado a Galtieri y apretujado por la multitud. Faltaban pocas horas para que llegara a Buenos Aires el Papa Juan Pablo II y al coronel Bernardo Menéndez le tocó organizar su seguridad y otros detalles con monseñor Paul Marcinkus, “el banquero de Dios”, en la sede de la Nunciatura. Por la noche, en el Luna Park, una Comisión Popular de Defensa de la Soberanía de las Malvinas, con la heterogénea presencia de Simón Lázara, Luis Brandoni, Humberto Volando, Néstor Vicente y Vicente Solano Lima, realizó un acto donde se pronunciaron innumerables discursos. El viernes 11, a la noche, desde Londres se anunció el inicio del ataque final a Puerto Argentino a través de golpes de comando. Las páginas principales de los matutinos del viernes 11 de junio se dedicaron a ensalzar la llegada del “Mensajero de la Paz”, Juan Pablo II, su misa en Palermo y la multitudinaria misa que ofrecería en Luján por la tarde. También haría una visita protocolar a la Junta Militar en el Salón Blanco de la Casa Rosada. El vespertino La Razón del viernes 11 dedicó casi todas sus páginas a su llegada a Buenos Aires, esa mañana, y su visita, revestida con mensajes de paz en tiempos de guerra. El presidente Galtieri lo esperó en Ezeiza; gente de todas las condiciones sociales se volcó a las avenidas para vitorearlo. Recorrió la avenida General Paz, 9 de Julio, Rivadavia, Callao, Alvear, Libertador. “La visita relámpago del Papa a Buenos Aires es proféticamente un viaje de paz”, escribió L’Osservatore Romano.

El Santo Padre dio dos misas públicas. Una en Luján en la tarde del mismo día en que arribó y otra al día siguiente, frente al Monumento de los Españoles. Ambas fueron multitudinarias, pero el gobierno, junto con algunos obispos, desalentó la de Luján. “En realidad, los dirigentes han querido poner de manifiesto es que la misa de Palermo, con sus palcos colmados de funcionarios, habría de tener, respecto de la celebrada anteayer, un tinte de mayor compromiso con el nivel gubernativo”, se escribió en La Nación del 13 de junio en su página 8.

-¿Cómo se concertó la visita del Papa?, le pregunté a Galtieri el 18 de agosto de 1982.

-Como recordará, Juan Pablo II tenía previsto –desde antes del conflicto- una visita a Gran Bretaña. Da la casualidad que la misma se realiza justo cuando nos encontrábamos en pleno enfrentamiento. A mí, personalmente, me cae mal que él no postergue el viaje. Entonces, por aquellos días, es llamado al Vaticano el cardenal Raúl Primatesta, quien lleva la inquietud de la Iglesia argentina en el sentido de que el Papa no podía aparecer avalando con su presencia en Gran Bretaña la posición de la señora Thatcher. Es allí, en ese momento, que Juan Pablo II decide venir a Buenos Aires. El no podía aparecer, con su viaje a Londres, dando la sensación que se hallaba lejos espiritualmente de la Argentina y de América Latina.

-¿Cuál fue para usted la posición de la Iglesia argentina durante la guerra?

-La Iglesia se encontraba espiritualmente, ideológicamente, de acuerdo con el Gobierno.

-¿El Papa trató con usted el tema de Malvinas?

-No, no hizo ninguna referencia. Sólo conversó conmigo, en la corta entrevista que mantuvimos en el aeropuerto, el tema del Beagle, pues éste era su problema. Me pidió que aceleráramos una respuesta. Yo dije que era cuestión de sentarnos en una mesa con los chilenos y no levantarnos hasta que se produjera una “fumata”. Es evidente que su presencia, en los momentos trascendentales (viernes y sábado previos a la caída de Puerto Argentino) nos perjudicó.”

Una evaluación de la inteligencia naval sobre la próxima visita papal

En la madrugada del sábado 12 de junio de 1982, desde las posiciones argentinas se produjo el lanzamiento de un misil Exocet MM-38 que, luego de recorrer casi treinta y cinco kilómetros, alcanzó al destructor HMS “Glamorgan”, que se alejaba después de cañonear la costa. Le destruyó el hangar del helicóptero y numerosos sistemas de a bordo, y la dejó fuera de combate. El periodista “Chacho” Rodríguez Muñoz diría: “La especial singularidad del lanzamiento del Exocet MM-38 consiste en que fue efectuado desde un tráiler, un simple acoplado de creación argentina, llamado ITB (instalación de tiro berreta) por sus inventores, un equipo de técnicos de la Armada Argentina conducido por el entonces capitán de navío (ingeniero) Julio Pérez y la colaboración, entre otros, de Carlos Ries Centeno, Mario Abadal y Rodríguez”.

Según información de fuentes británicas, el Exocet impactó en el “Glamorgan”, pero no explotó. Se afirma que la explosión se debió a un helicóptero Wessex que, al entrar en contacto con el fuego, se incendió. Lo cierto es que, si explotó o no, no es hoy en día un hecho certificable. No obstante, el buque quedó fuera de combate. A bordo del “Glamorgan”, trece tripulantes perdieron la vida y hubo también numerosos heridos.

El sábado 12 se realizaría una de las últimas reuniones del Comité Militar porque el conflicto armado estaba por terminar. La cita fue en el edificio del Estado Mayor Conjunto de la avenida Paseo Colón. Se le informó a Galtieri de la fuerte ofensiva británica del 11 y la madrugada del 12, con la participación de tres batallones o una brigada, con apoyo de artillería, aviones Harrier y helicópteros. En la segunda edición de La Nación, del domingo 13, se publicó en la tapa el comunicado que emitió el Estado Mayor Conjunto a la 01.20, en el que informa que el día anterior los británicos “conquistaron Monte Dos Hermanas y parte de Monte Harriet. […] El enemigo en su avance ha penetrado 3,5 km dentro del dispositivo de seguridad propio; esta situación no configura por sí un hecho determinante de éxito o fracaso, pues depende de la concepción operativa de la defensa”. Se estaba peleando en las puertas de Puerto Argentino: no se lo decía y el gran público no lo intuía. Los soldados argentinos carecían de todo: alimentos, municiones, y en la mañana del 13 de junio “un diluvio infernal de acero se abatió sobre los defensores, dañándolos severamente y destruyendo su armamento y comunicaciones como paso previo al avance de la infantería”, relató años más tarde el historiador Isidoro Ruiz Moreno.

En la misma jornada se publicó que Galtieri había conversado telefónicamente con el gobernador Mario Benjamín Menéndez. Unos pocos meses más tarde, el almirante Jorge Isaac Anaya relató las circunstancias y los términos del diálogo telefónico entre Galtieri y el asediado Menéndez. Anaya llegó a la Casa de Gobierno y se encontró con el Presidente entre excitado y deprimido, estados de ánimo que se sucedían alternativamente: “‘Parece que Menéndez se rinde. Y ahora he pedido una comunicación con él; me la tienen que dar. En instantes nomás, existe esa comunicación. Yo puedo decir lo que recuerdo de la comunicación, pero seguramente no es exacto. El general Menéndez le dijo que el general [Jeremy] Moore le había ofrecido una rendición honrosa, con banderas, con las armas —si no me equivoco, también decía— y el general Galtieri le dijo: ‘Le ordeno que contraataque’. El general Menéndez le contesta algo así como: ‘El estado anímico no me permite hacerlo; el estado anímico de la tropa no permite hacerlo’. Si bien no recuerdo con precisión los términos de la comunicación sí puedo decir que el general Galtieri le dijo: ‘Le ordeno que contraataque’; inclusive, creo, que se lo dijo dos veces. Cuando le dijo: ‘El estado anímico’, le reiteró: ‘Le he ordenado que contraataque’; ‘No puedo, mi general’ y entonces le contestó Galtieri que él era el comandante militar. ‘Usted sabe qué es lo que tiene que hacer; cuando regrese al continente le voy a pedir cuentas según los reglamentos militares’, o algo por el estilo. Exacto no es; el espíritu fue ese”, dijo meses más tarde Galtieri a los miembros de la Comisión Rattenbach.

Entre los días domingo 13 y 14 de junioel Instituto Gallup realizó un sondeo referido al conflicto de Malvinas. El 75% de la encuesta se realizó durante el domingo, y 25% restante durante el día lunes. “En este último día —reflejó la introducción del trabajo— sólo hasta las 13 horas, dado los acontecimientos, procediéndose al editing y supervisión de las encuestas durante el resto del día. El tamaño muestral fue de 952 casos” (de ciudadanos mayores de 18 años). La encuesta entregada al Palacio San Martín, el 15 de junio de 1982, demostraba crudamente el estado de ignorancia y desorientación en que se hallaba gran parte de la ciudadanía porteña. En resumen:

• Como usted sabe es inminente el ataque británico a Puerto Argentino. Usted cree que en esa batalla:1. Triunfará la Argentina 79%2. Triunfará Gran Bretaña 4%3. NS/NC 17%

• En cuanto a la importancia de la visita del Papa Juan Pablo II a la Argentina, considera usted que la misma es:

1. Muy importante 69%

2. Importante 21%

3. Poco importante 3%

4. Nada importante 4%

La visión del ingeniero Álvaro Alsogaray

En el Informe Nº 77, que realizaban el ingeniero Álvaro Alsogaray y el contador Luís Alberto Porzio para importantes clientes privados, que abarca gran parte de mayo y llega al 21 de junio de 1982, se incluye como Anexo I, tres carillas que Alsogaray tituló: “El pensamiento político-económico del Ministro de Economía a comienzos de junio de 1982”. Porzio recuerda que éste trabajo se hizo tras un largo almuerzo entre Alemann y Alsogaray –al que asistió Jorge Eduardo Bustamante—realizado en el Ministerio de Economía el jueves 10 de junio, cuatro días antes de la caída de Puerto Argentino. También rememoró que Alsogaray retornó sorprendido –por decir lo menos—con el grado de irrealidad que notó en los dos miembros del gabinete económico de Galtieri. Tras una corta siesta –que el ingeniero nunca rehuía—escribió: “Las expectativas del Ministro son: 1) El conflicto puede durar. Es dudoso que Gran Bretaña tenga un éxito inmediato. El Hermes y el Invencible están prácticamente fuera de combate y la aviación no tiene bases en portaviones. Las operaciones desde tierra (Prado del Ganso) son difíciles y de corto plazo; 2) Si el conflicto se prolonga la situación del gobierno inglés y en particular de la Sra. Thatcher peligra. La primera ministro tiene actitudes churchillianas y procede en función de sus recuerdos de la guerra y de sus vivencias respecto del nazismo; de ahí su calificación de dictadura aplicada al gobierno argentino.

Bajo el título “Evolución política”, Alsogaray relató a sus calificados suscriptores que “si el conflicto termina mal, el Dr. Alemann prevé grandes complicaciones políticas. De lo contrario cree que el gobierno podrá conducir bien el proceso, sin apartarse mayormente de lo programado.” Bajo el punto 2 dice: “Cree el Dr. Alemann que los oficiales combatientes jugarán un papel importante en el futuro político del país, con una especie de derecho de veto, y que no estarán de acuerdo con una pronta entrega del gobierno a los políticos.” Tras la caída de Puerto Argentino, Álvaro Alsogaray realizó, el 16 de junio, personalmente para los abonados, una exposición en la que se extendió en algunas premisas:

– La primera premisa es que el gobierno, convenientemente reorganizado, debe consolidarse y mantenerse en plena aptitud para gobernar evitando la anarquía.

– La segunda premisa es que el apoyo irrestricto e incondicional brindado al gobierno a partir del 2 de abril estuvo relacionado exclusivamente con el problema de Malvinas.

– La quinta premisa es que la “hibernación política” de los últimos seis años ya no tiene razón de ser ni posibilidad de sostenerse.

Al finalizar sostuvo que “estamos viviendo un momento histórico equivalente al de después de Caseros. Se trataba entonces y se trata hoy de decidir el destino del país después de décadas de decadencia y absolutismo. Durante los últimos treinta y cinco años éste ha estado representado por los avances del Estado sobre las actividades privadas, operados a través de una burocracia y una tecnocracia creciente y dominadora. Este avasallamiento de las libertades individuales por parte del Estado nos ha arrastrado a la presente crisis. Esa es la raíz del mal”.

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Malvinas: la importancia estratégica del reclamo por las islas y las opciones que abre el Brexit

“América Latina puede convertirse en una zona de mayor importancia en la puja global entre EE. UU. y China; en ese contexto, el Atlántico Sur puede adquirir una dimensión política muy importante”, advierte el exvicecanciller Roberto García Moritán, con una amplia trayectoria en el Palacio San Martín. El experimentado diplomático afirma que la característica principal de la diplomacia argentina en torno a Malvinas ha sido, hasta ahora, su carácter “esencialmente declarativo”. “Está bien que así lo sea porque es el punto de partida para que se conozcan nuestras posiciones de fondo, pero está claro que no es suficiente”, matiza.

Por su parte, Atilio Molteni, otro embajador de larga trayectoria en Cancillería, asegura que “la geopolítica del Atlántico Sur cambió totalmente por la importancia estratégica que le da su acceso a la Antártida”. El exencargado de negocios de nuestro país en el Reino Unido cuando se produjo el conflicto de 1982 sostiene que la pesca es “el problema más urgente”. En ese sentido, alerta sobre la presencia de una gran cantidad de flotas extranjeras, como la china y la española, más allá de las 200 millas de la zona económica exclusiva de nuestro país. También, lamentó la falta de un sistema internacional que proteja la conservación y explotación de los recursos pesqueros fuera de las 200 millas.

Al referirse a la actitud de nuestros países vecinos y socios del Mercosur, García Moritán considera que el comportamiento ha sido “difuso” y que, de esa forma, se debilitan los compromisos asumidos en el seno de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) en materia de pesca no declarada y no reglamentada en aguas internacionales: “La mayoría de la flota pesquera extranjera utiliza el puerto de Montevideo como puerto logístico. También hay puertos del sur de Brasil que reciben estas flotas”.

¿Cómo debería actuar nuestro país para ampliar su influencia en el Atlántico Sur? García Moritán no tiene dudas: “Necesitamos una presencia científica más significativa, porque eso tendría una enorme importancia en términos geopolíticos y diplomáticos. Dotaría a la Argentina de una capacidad de poder marítimo de hecho, y eso pesaría en el pensamiento de Londres a la hora de tratar con nuestro país”.

EL BREXIT Y EL FUTURO DE LAS ISLAS

Ambos diplomáticos se detienen en analizar el impacto que tendrá la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) en la causa Malvinas y en el Atlántico Sur en general“El Reino Unido pasaría a ser un tercero respecto de la UE y sus productos, incluidos los provenientes de la pesca en Malvinas, deberían pagar los aranceles de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que van del 6 al 18 %”, dice García Moritán, pero aclara: “Antes del Brexit, el ingreso de esos productos al mercado comunitario estaba libre de aranceles. De esa forma, se encarecen y se tornan menos competitivos”.

Respecto al caso británico, Molteni puntualiza que “el acuerdo de fin del año pasado entre Londres y Bruselas no incluyó un régimen especial para los territorios británicos de ultramar, entre ellos Malvinas”. Por eso, enfatiza que “una prioridad de la Argentina debería ser actuar sobre los 27 países que integran la UE para que Malvinas no consiga ese estatus especial del que gozaba mientras el Reino Unido era parte de la Unión Europea”.

“Hay que ejercer una acción diplomática muy importante”, sugiere Molteni, al tiempo que alerta también sobre la presencia cada vez más activa de China en el Atlántico Sur y recuerda que es, además, el “país que más invierte en investigación e instalación de bases en la Antártida”. En este marco, también hace un llamado de atención sobre la instalación de la base espacial china en Neuquén: “En determinadas circunstancias, ante una situación de tensión grave entre EE. UU. y China, podría convertirse en un objetivo militar”.

PRESENCIA MILITAR BRITÁNICA Y FACTOR “KELPER”

En cuanto a la presencia militar británica en el archipiélago, García Moritán subraya que “la base militar de Malvinas es la tercera en dimensión en el mundo, detrás de las que Londres posee en la isla Ascensión y Chipre”. Con realismo, el exembajador destaca que “el Reino Unido sigue siendo un país económicamente importante y con una capacidad militar extraordinaria”. Para muestra de ello, basta un botón: el reciente anuncio del primer ministro Boris Johnson sobre la ampliación de su arsenal nuclear. “Eso lo convertiría en la cuarta potencia nuclear del planeta, detrás de EE. UU., Rusia y China”, sintetiza.

Por último, un actor insoslayable en el conflicto de Malvinas es la fuerte resistencia de la población local, los famosos kelpers, a cualquier acercamiento entre Londres y Buenos Aires. Cabe recordar, sin embargo, que el “respeto del modo de vida de los habitantes de las islas” es una de las premisas que dicta la disposición transitoria de nuestra Constitución, que establece el carácter “legítimo e imprescriptible” del reclamo soberano argentino sobre las islas del Atlántico Sur. “Es un tema que no deberíamos menospreciar”, afirma García Moritán, quien es partidario de “encontrar formas de estimular iniciativas que vinculen a los isleños con la población argentina, sin que el elemento político interfiera”. Apuesta, entonces, a la “creatividad” y reconoce que “las heridas del conflicto no han sido tratadas con el cuidado que se requería”.

En definitiva, sin abandonar la justa reivindicación soberana, los expertos llaman a la diplomacia argentina a encontrar herramientas creativas que convenzan a la contraparte británica de volver a la mesa de negociaciones.

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El Gobierno de China apoya el reclamo de soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas

Geng Shuang, representante permanente adjunto de la República Popular China en la Organización de las Naciones Unidas, hizo un llamamiento este jueves ante el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas a la comunidad internacional para seguir promoviendo el proceso de descolonización de los 17 territorios no autónomos de la ONU, incluidas las Islas Malvinas.

Por La Opinión Austral | 26-06-2021 22:37hs

El 24 de junio, Geng ShuangRepresentante Permanente Adjunto de China ante las Naciones Unidas, pronunció un discurso en el Comité Especial de Descolonización de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las Islas Malvinas.

Apoyó firmemente los reclamos legítimos de Argentina sobre la soberanía de la isla y esperó que el Reino Unido responda positivamente al reclamo de Argentina. Se requiere iniciar el diálogo y la negociación lo antes posible y encontrar una solución pacífica, justa y duradera de acuerdo con las resoluciones pertinentes de la ONU.

 Geng Shuang, Representante Permanente Adjunto de China ante las Naciones Unidas.Geng Shuang, Representante Permanente Adjunto de China ante las Naciones Unidas.

Esta es la posición constante de China sobre las Islas Malvinas y refleja el respeto y mantenimiento de los principios de la Carta de la ONU.

Las Islas Malvinas se encuentran en las aguas del Océano Atlántico Sur y son un «fósil viviente» de los británicos en la era colonial global.

Cuando Argentina se independizó del dominio colonial español en 1816, heredó su soberanía sobre las islas. Sin embargo, cuando los británicos llevaron a cabo la expansión colonial en América del Sur, se apoderaron de las Islas Malvinas por la fuerza en 1833.

En 1965, las Naciones Unidas aprobaron una resolución para incluir el tema de las Islas Malvinas en la categoría de «descolonización», instando a Gran Bretaña y Argentina a resolver las disputas de soberanía a través de negociaciones bilaterales.

En la década de 1980, estalló una guerra entre Gran Bretaña y Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, que terminó en el fracaso de la parte argentina.

Puede verse que la cuestión de las Islas Malvinas es esencialmente un legado histórico del colonialismo. Después de la Guerra de las Malvinas, Argentina nunca dejó de reclamar las Malvinas.

La reunión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas ha instado repetidamente al gobierno británico a negociar con el gobierno argentino, pero la parte británica se lo negó.

Esto muestra que la parte británica todavía está obsesionada con el viejo sueño del colonialismo, tratando de continuar cobrando los dividendos de la era colonial y promoviendo la política de poder. Hasta el día de hoy, los que están en el poder en Gran Bretaña siguen siendo reacios a reflexionar sobre los crímenes cometidos por su país durante la era colonial.

La historia es un espejo. Si no puede afrontar el pasado correctamente, no podrá afrontar correctamente el presente y el futuro. Hoy, la política de poder y hegemonía, que corresponde con el colonialismo, continúa cometiendo fechorías en el mundo, poniendo en peligro los derechos de desarrollo de los países en desarrollo.

La irrazonable interferencia del Reino Unido en la cuestión de Hong Kong, China, es muestra real del colonialismo pasado. Por esta razón, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, señaló en un evento para conmemorar a Mandela el año pasado, «Hasta el día de hoy, el colonialismo sigue causando daños».

Hasta el día de hoy, el colonialismo sigue causando dañosCompartir

Este año es el primer año del Cuarto Decenio Internacional para la Erradicación del Colonialismo (2021-2030).

La comunidad internacional ha estado sufriendo el colonialismo durante mucho tiempo, ¡y es hora de poner fin realmente al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones! Apoyar los legítimos reclamos de Argentina sobre la soberanía de las Malvinas es una acción indispensable contra el colonialismo.

La comunidad internacional debe unirse y continuar promoviendo el proceso de descolonización de los 17 territorios no autónomos de la ONU, incluidas las Islas Malvinas. En la democratización actual de las relaciones internacionales, ¡han pasado para siempre los días en que los colonos occidentales hacían lo que querían!

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Malvinas/Falkland: La ONU reitera su llamado a Argentina y el Reino Unido a reanudar las negociaciones

Felipe Carlos Solá, ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, en una conferencia en la ONU.ONU/Mark GartenFelipe Carlos Solá, ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, en una conferencia en la ONU.24 Junio 2021

La solución pacífica es la única forma de resolver la controversia sobre la soberanía del archipiélago, insiste una nueva resolución sobre el tema. El bloque latinoamericano manifiesta su apoyo a Argentina.

El Comité Especial de Descolonización abordó este jueves la cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas (Falkland) en una sesión que culminó una vez más con una exhortación a los gobiernos de Argentina y el Reino Unido a reanudar el diálogo “a fin de encontrar a la mayor brevedad posible una solución pacífica a la controversia”.

En una resolución adoptada por consenso, la ONU reiteró que la manera de poner fin a la “particular situación colonial” del archipiélago es la solución negociada de la controversia.

El texto -promovido por Bolivia, Chile, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela-, lamenta que pese al amplio respaldo internacional a la negociación, todavía no se implementen las numerosas resoluciones de la Asamblea General sobre el tema.

El Comité escuchó a peticionarios de ambas partes, residentes de las islas, plantear sus razones para inclinarse por el otorgamiento de la soberanía a alguno de los dos Estados que la reclaman.

Sin respuesta

La sesión contó con la presencia del Ministro de Asuntos Exteriores de Argentina, Felipe Carlos Solá, quien denunció la falta de respuesta del Reino Unido y afirmó que no hay razones para no reanudar el diálogo excepto “la intención del Reino Unido de mantener la ilegítima situación colonial”.

No obstante, enfatizó la voluntad de su país de negociar, como lo demandan repetidamente las resoluciones de la ONU.

Solá explicó que el Reino Unido pretende desconocer esos llamados de la ONU amparándose en un supuesto derecho a la libre autodeterminación de los habitantes de las islas y alegando que sólo si ellos se manifiestan a favor de las negociaciones, el país accederá a entablar negociaciones.

Base militar

El canciller argentino dijo que la presencia británica en la zona tiene un componente militar que no se justifica con el argumento de garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

“No se justifica que haya una base de 2000 personas con elementos nucleares y cada vez más importante, y una militarización fuertísima que no tiene ninguna razón de ser en función de la actitud de Argentina, absolutamente pacífica. Malvinas se ha convertido en el portaaviones más grande del mundo, está en la zona estratégica e Inglaterra no está actuando para defender a los isleños, está actuando exclusivamente para mantener ahí una colonia que en el fondo es una base militar”, puntualizó en una rueda de prensa tras su intervención en el Comité.

El diplomático sostuvo que Argentina ya no está dispuesta a abrir ningún paraguas con respecto a la cuestión de la soberanía “sino a ponerla en el centro” de su relación con el Reino Unido.

Añadió que Argentina está plenamente asentada en Malvinas con un gobernador argentino, empresas y comercio.

Comité Especial de Descolonización. (Foto de archivo)Noticias ONUComité Especial de Descolonización. (Foto de archivo)

Postura insostenible

Solá consideró que el Reino Unido tendrá que convencerse en algún momento de que su posición es cada vez menos sostenible, como lo evidencia el acuerdo general en las Naciones Unidas en el sentido de que la situación en Malvinas “es una situación colonial”.

“Y no hay espacio para colonialismos en el siglo XXI”, subrayó.

Acotó que no se puede recurrir al principio de autodeterminación de los pueblos en el caso de los habitantes de las islas “porque ese pueblo fue implantado y defendido de que vinieran otros pueblos, como por ejemplo los argentinos a vivir allí”.

Además, señaló, el Reino Unido ha transgredido las decisiones de la ONU al sobreexplotar los recursos naturales y pesqueros, así como al hacer prospecciones petrolíferas.

En la sesión del Comité, el bloque de países latinoamericanos apoyó los reclamos argentinos y se pronunció por el diálogo.

Apoyo latinoamericano al reclamo

A nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños  (CELAC), México en voz de su embajador ante la ONU, Ramón De la Fuente, reiteró “el más firme respaldo a los legítimos derechos” de Argentina en la “disputa de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”.

Asimismo, hizo patente “el interés permanente de los países de la región” en que los gobiernos argentino y británico reanuden las negociaciones a fin de encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica y definitiva a dicha disputa, de conformidad con las resoluciones de la ONU.

El embajador de México, país que detenta la presidencia pro tempore del grupo, recalcó los integrantes de la CELAC “destacan la plena disposición del gobierno argentino a generar mecanismos para reanudar el diálogo que permita encontrar una solución definitiva a la disputa de soberanía”.

news.un.org/es/story/2021/06/1493702

Ceremonia central en reconocimiento a los veteranos de Guerra de Malvinas

Presidido por el Ministro de Defensa se llevó a cabo un acto en el que se brindó un reconocimiento al valor y al coraje de nuestros ex combatientes.

martes 15 de junio de 2021

Buenos Aires – Esta mañana, a 39 años de cumplirse el fin de la Guerra de Malvinas, se llevó a cabo la ceremonia en honor a ex combatientes de la Gesta del Atlántico Sur, en la Plaza de Armas del Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa.

Presidió la ceremonia el Ministro de Defensa, Agustín Rossi; acompañado por la Ministra de Seguridad, Sabina Frederic; el Ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; el Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus; el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de División Juan Martín Paleo; Jefes del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Julio Horacio Guardia, del Ejército, General de División Agustín Cejas, y de la Fuerza Aérea, Brigadier Mayor Xavier Julián Isaac.

La ceremonia dio inicio luego de que el Ministro de Defensa, junto a los Jefes de las tres Fuerzas Armadas, encendieron la “Llama de la Vigilia”, consecutivamente realizaron un minuto de silencio en honor a los ex combatientes caídos en Malvinas.

Luego en una calurosa bienvenida, ingresaron los ex combatientes de Malvinas y se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino interpretada por el Tenor Fabián Santana (veterano de Malvinas), junto a la Banda Militar Conjunta. A continuación, el Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera realizó una invocación religiosa.

Posteriormente tomaron la palabra quienes fueron los protagonistas de esta Gesta de Malvinas hace 39 años. En primer lugar, Adolfo Schweighofer VGM, Presidente del Centro de ex Combatientes de Santa Fe e integrante del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, rememoró a sus compañeros y resaltó la importancia de este día.

“Agradecemos el cobijo espontáneo y el reconocimiento que nos hacen a lo largo y ancho de la República Argentina todo el pueblo, todos los aplausos emocionan y compensan lo brindando”, expresó este veterano de la Guerra de Malvinas.

“Celebramos sinceramente este inicio de vigilia por los 40 años de la gesta. Deseamos fervorosamente el desfile patrio del próximo 2 de abril, para el abrazo fraternal que aguarda desde hace tanto tiempo”, dijo Schweighofer y concluyó con una frase sobre Malvinas: “Quien muere por la patria vive para siempre”.

Consecutivamente tomó la palabra por parte de la Fuerza Aérea Argentina el Brigadier VGM Sergio Gustavo Mayor, quien recordó en un emotivo discurso la gesta de Malvinas y destacó la labor de la Fuerza Área dentro del conflicto bélico.

“Si bien la diferencia tecnológica era abrumadora, en nuestro caso fue bastante sencillo de resolver. Fue necesario un poco de ingenio, arrojo y voluntad, además la diferencia jugó a nuestro favor, ya que no teníamos ningún equipo electrónico a bordo susceptible de ser interferido o engañado por más contramedidas que utilizara el enemigo”.

“El liderazgo fue ejercido en forma impecable. Nuestros jefes de escuadrón y escuadrilla dieron el ejemplo, conformando una unidad armónica en la batalla. Hubiéramos combatido hasta el último avión”, concluyó.

Por su parte, el Capitán de Fragata VGM Jorge Alberto Nicastro, perteneciente a la Armada Argentina, detalló emotivamente las vicisitudes del conflicto bélico.

Recordó el ataque al ARA “General Belgrano” que fue atacado por un submarino británico, causando su hundimiento y la muerte de 323 de sus tripulantes.

“Aquella tarde fatídica del 2 de mayo, no hubo espacio para el temor o la duda. La incertidumbre de los primeros instantes posteriores al ataque, se transformó en acción, con el objeto principal de poner a salvo a nuestros camaradas. Nada nos paralizó, cada uno de nosotros cumplió de manera cabal con la tarea encomendada y con su deber; fiel a las enseñanzas del Almirante Guillermo Brown”.

“En lo que me toca como marino, lo vivido adquiere una dimensión muy particular, porque el mar es algo muy especial y la guerra en el mar aún lo es más. Para los marinos todo es diferente: la hostilidad del escenario, la soledad en la inmensidad y hasta la misma supervivencia. Es por ello que es un orgullo para mí pronunciar estas palabras en representación de las mujeres y hombres de mar que acudieron al llamado de la Patria, y combatieron con honor e hidalguía por nuestros derechos soberanos. Vaya mi homenaje para los que, como yo, regresaron, y el recuerdo perpetuo e inalterable de honra y gratitud para aquellos que descansan en las profundidades heladas de nuestro mar y en la turba malvinense”, concluyó el Capitán Nicastro.

El último de los combatientes en tomar la palabra fue el Soldado VGM Alejandro Gorzelany perteneciente al Ejército Argentino, quien realizó un sentido homenaje a los ex combatientes de Malvinas que yacen en nuestro territorio.

Gorzelany destacó el sentimiento de los combatientes cuando tomaron por primera vez las Islas Malvinas: “La recuperación de nuestro territorio hizo realidad un sueño compartido por todos los argentinos: ver flamear nuestra bandera en las islas. Ese día quedó grabado a fuego en nuestra memoria, porque Malvinas es un verdadero sentimiento nacional”.

“Quiero dejar un recuerdo especial para aquellos compañeros que no pudieron volver y que quedaron como testimonio de argentinidad en nuestro suelo patrio, ellos representan el compromiso permanente de nuestra Nación de recuperar el territorio, que por derecho nos pertenece. A las familias de estos héroes les quiero expresar mi más sincero agradecimiento. Cuesta imaginar lo difícil que debe ser soportar la pérdida de un ser querido. Ustedes son los principales testigos de la entrega de estos héroes al servicio de la Patria y ustedes también hoy son fundamentales para los veteranos de guerra. Gracias y, por favor, sigan junto a nosotros”.

Posteriormente el Ministerio de Defensa compartió “Llegará”, en el marco de la vigilia por los 40 años de la gesta de Malvinas, con el objetivo de compartir un mensaje de unidad y esperanza.

Para finalizar la ceremonia brindó unas palabras alusivas el Ministro de Defensa Agustín Rossi “En este 14 de junio, a 39 años de la finalización de la Guerra de Malvinas y el comienzo del repliegue de las tropas argentinas, quiero hacerles llegar mi reconocimiento a cada uno de los Veteranos de Guerra de Malvinas, destacando el coraje y arrojo con el que combatieron en defensa de nuestra soberanía, por la recuperación de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y espacios marítimos circundantes” Link al discurso.

Para dar por finalizada la ceremonia, la Banda Conjunta Militar entonó la Marcha de Malvinas.

www.argentina.gob.ar/noticias/ceremonia-central

Solá reiteró el reclamo de soberanía y advirtió sobre la presencia militar del Reino Unido en Malvinas – Télam

En el ámbito del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, Argentina reiteró el reconocimiento de la soberanía sobre las islas y su disposición al diálogo en el ámbito del organismo internacional, pero también hizo un llamado de atención respecto a las acciones que realiza el Reino Unido.

El canciller Felipe Solá expondrá ante el Comité de Descolonización de la ONU.El canciller Felipe Solá expondrá ante el Comité de Descolonización de la ONU.

El canciller argentino, Felipe Solá, renovó este jueves en Naciones Unidas (ONU) el reclamo argentino por la soberanía sobre las Islas Malvinas, dijo que hay “una injustificada y desproporcionada presencia militar” en el archipiélago por parte del Reino Unido y reiteró la voluntad del Gobierno «de seguir buscando sin descanso una solución pacífica de la disputa».

Así lo planteó el titular de la cartera de Exteriores durante su exposición ante el Comité Especial de Descolonización (C-24) de las Naciones Unidas que, en la misma sesión, aprobó una resolución que reitera el llamado a ambas naciones a encontrar una solución pacífica para la controversia.

Votada por consenso, la nueva resolución del C-24 reitera, como todos los años desde 1983, el llamado al Reino Unido y la Argentina a retomar las negociaciones para encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica y definitiva a la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.

Durante la sesión, el canciller Solá tomó la palabra, en lo que fue su primera visita a la sede de Naciones Unidas de la ciudad de Nueva York, en calidad de ministro de Relaciones Exteriores.

Solá reiteró reclamo de soberanía y advirtió sobre presencia militar del Reino Unido en Malvinas

“El Gobierno argentino mantiene permanentemente la misma voluntad de continuar con las negociaciones de soberanía con el Reino Unido. Sin embargo, desde hace casi cuatro décadas el Reino Unido se rehúsa a reanudar las negociaciones con la Argentina para encontrar una solución pacífica de la controversia bilateral de soberanía de conformidad con lo establecido por la Asamblea General”, afirmó.

También consideró que el Reino Unido «mantiene en las Islas una injustificada y desproporcionada presencia militar, realizando regularmente maniobras y ejercicios», según dijo en su exposición y en la conferencia de prensa con medios acreditados, al finalizar el encuentro.

Solá se quejó de que el Reino Unido realice en el archipiélago «acciones unilaterales» y recordó que debería abstenerse de hacerlo «hasta tanto se encuentre una solución definitiva a la controversia», tal como lo dispone una resolución de Naciones Unidas.

Entre estas acciones unilaterales, el canciller incluyó «la exploración y explotación ilegal de recursos renovables y no renovables en el área en disputa» al extender «las licencias unilaterales de pesca en las aguas circundantes a Malvinas por 25 años más, a partir de 2031».

Solá se reunió previamente con el Secretario General de la ONU.Solá se reunió previamente con el Secretario General de la ONU.
Acompañado por el jefe de Gabinete, Guillermo Justo Chaves; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus; y la Representante Permanente Argentina ante las Naciones Unidas, María del Carmen Squeff, Solá enfatizó que «no existe ninguna razón, salvo la intención del Reino Unido de mantener la manifiestamente ilegítima situación colonial, para que no se retome ya mismo el diálogo bilateral por la Cuestión Malvinas».

Al inicio de su discurso, había advertido que «el flagelo del colonialismo afecta particularmente a América latina y el Caribe» porque «más de la mitad de los territorios no autónomos se encuentran» en la región.

«Como el presidente Alberto Fernández ha manifestado, no hay lugar para el colonialismo en el siglo XXI», dijo el ministro de Relaciones Exteriores.

En su mensaje, Solá hizo referencia al «derecho a la libre determinación» y dejó claro que «no es aplicable a las Islas Malvinas», como habían pedido los dos oradores isleños más temprano.

Recordó que «la composición de la población de las Islas es el resultado de la colonización iniciada por el Reino Unido en 1833″ y consideró que el «razonamiento» de los isleños en su planteo «no tiene sustento en el derecho internacional» y «no es más que una excusa» que utiliza el Reino Unido «para preservar su presencia colonial en el Atlántico Sur”.

En su repaso histórico, el canciller recordó que en 1833 el «Reino Unido ocupó ilegalmente y por la fuerza las Islas Malvinas», ocho años después de haber celebrado con la Argentina el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación.

Subrayó que hasta ese momento la soberanía sobre los territorios hoy disputados «además de ser incuestionable desde el punto de vista del derecho internacional, era pública, pacífica e ininterrumpida desde el mismo inicio de la existencia del Estado argentino».

Y recordó que en 1965, la Asamblea General adoptó una resolución «que fue aprobada sin votos en contra» y que reconoció la existencia de una disputa de soberanía sobre las islas y estableció «que la forma de ponerle fin» era «mediante las negociaciones bilaterales entre ambos Gobiernos».

Además, Solá marcó que en plena pandemia de coronavirus «la Argentina expresó al Gobierno del Reino Unido su disposición a colaborar con los habitantes de las Islas», pero el ofrecimiento «nunca» tuvo respuesta.

Remarcó que la población de las Islas tiene garantizado su acceso a los sistemas públicos de salud y de educación brindados en el territorio continental y destacó la tarea humanitaria concertada con el Reino Unido -con la intermediación del Comité Internacional de la Cruz Roja- que permitió identificar los cuerpos de los soldados argentinos enterrados en Malvinas.

Sin embargo, sostuvo que el Reino Unido, «además de hacer caso omiso al llamado de la comunidad internacional para reanudar las negociaciones, persiste con sus actividades contrarias a la resolución 31/49 de la Asamblea General, que insta a las partes a abstenerse de llevar adelante acciones unilaterales en el área en disputa hasta que se encuentre una solución definitiva a la controversia».

Sobre el final, el jefe de la diplomacia argentina reiteró su firme apoyo a la misión de buenos oficios del Secretario General, António Guterres, con quien se había reunido el miércoles, y agradeció especialmente a los países que copatrocinaron la resolución: Chile, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.

Además, extendió su agradecimiento a todas las naciones que se pronunciaron en múltiples foros regionales y multilaterales por resolver esta controversia, tales como la OEA, el G77 más China, el Mercosur, la Cumbre Iberoamericana, la Celac y el Parlasur, el Foro de Cooperación América del Sur-África (ASA) y la Cumbre Países Árabes – Sudamérica (ASPA), entre otros.

También expusieron en la sesión los peticionarios argentinos Paula Vernet y Guillermo Clifton, descendientes de los primeros argentinos que habitaron las islas.

En tanto, los habitantes de las islas estuvieron presentes a través de dos miembros de la Asamblea Legislativa, Mark Pollar y Leona Vidal Roberts, quienes negaron «ser parte de un enclave colonial», pidieron seguir siendo «terreno de ultramar del Reino Unido» y dijeron que la Argentina busca «controlarlos» en contra de su voluntad.

Para Filmus, la comunidad internacional espera «que la disputa de soberanía pueda ser solucionada»

El Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, señaló que la adopción por consenso de una nueva resolución de las Naciones Unidas sobre la Cuestión Malvinas «refleja la voz de la comunidad internacional en su genuina aspiración de que la disputa de soberanía pueda ser solucionada a la mayor brevedad posible de modo pacífico».

Filmus se refirió así a la decisión del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C-24) que adoptó hoy una nueva resolución, como todos los años desde 1983, en la que llama al Reino Unido y la Argentina a retomar las negociaciones para encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica y definitiva a la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.

Filmus acompañó a Solá en su exposición en la sesión en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, y luego ambos compartieron una conferencia de prensa conjunta.

La resolución «refleja la voz de la comunidad internacional en su genuina aspiración de que la disputa de soberanía pueda ser solucionada a la mayor brevedad posible de modo pacífico», sostuvo Filmus.

Agregó también que «espera que este llamado sea finalmente escuchado y pueda superarse la persistente negativa del Reino Unido a reanudar el diálogo bilateral».

La resolución aprobada hoy fue copatrocinada por todos los países latinoamericanos integrantes del Comité Especial: Chile, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.

Asimismo, durante el tratamiento de la cuestión, también intervinieron en apoyo a la Argentina las delegaciones de China, Rusia, Indonesia, Siria, Sierra Leona, Antigua y Barbuda, Timor Leste y San Vicente y las Granadinas.

Durante la sesión se escucharon numerosas declaraciones a favor de los derechos argentinos por parte de los países de la región, incluyendo las intervenciones en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac); los Estados Miembros y Estados Asociados del Mercosur.

También el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), pronunciadas por México, Paraguay y Costa Rica respectivamente; en tanto que Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay se pronunciaron en capacidad nacional.

La delegación argentina estuvo encabezada por el canciller Solá, quien transmitió el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas de nuestro país a la recuperación pacífica del ejercicio efectivo de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes y ratificó la permanente voluntad del Gobierno argentino para retomar las negociaciones de soberanía con el Reino Unido.

Adicionalmente, reiteró las denuncias del Gobierno argentino ante las actividades contrarias a la resolución 31/49 de la Asamblea General, que insta a las partes a abstenerse de llevar adelante acciones unilaterales en el área en disputa hasta que se encuentre una solución definitiva a la controversia, entre ellas la exploración y explotación ilegal de recursos renovables y no renovables, así como la injustificada y desproporcionada presencia militar del Reino Unido en las Islas.

Además, tal como había transmitido personalmente al Secretario General, Antonio Guterres, en la reunión que ambos mantuvieron esta semana en la sede de la ONU, Solá reiteró el interés de la Argentina en la misión de buenos oficios encomendada al Secretario General para asistir a las partes en la solución de la controversia.

El C-24, creado en 1961 como órgano subsidiario de la Asamblea General de Naciones Unidas, tiene la función de velar por la aplicación de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General y, en ese contexto, examina anualmente las 17 situaciones coloniales que aún se encuentran pendientes de resolución, entre ellas la Cuestión Malvinas, que ha sido calificada por la propia Organización como un caso especial y particular.

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Delmira de Cao: “Mi hijo es un héroe del pueblo argentino”

La historia del soldado maestro, Julio Rubén Cao. El relato de su mamá, luchadora contra la desmalvinización. Las fechas de conmemoración y reivindicación del pueblo argentino por la soberanía sobre las Islas Malvinas.

13 junio, 2021 en Entrevista, Historia, Soberanía

Delmira Hasenclever de Cao es madre del soldado caído en la Guerra de las Malvinas Julio Rubén Cao. Él era maestro de la Escuela 32 de Gregorio de Laferrere. Siempre había querido ser docente, como relata su mamá en esta entrevista en Radio Gráfica. Estaba esperando un hijo con su compañera Clara Barrios y tenía 21 años cuando le informó a su familia la decisión de ir a combatir a las Islas. Partió el 12 de abril de 1982 hacia Puerto Argentino junto al Regimiento de Infantería Mecanizado N° 3 del Ejército. Cayó en batalla el 14 de junio de 1982. Antes de eso, desde Malvinas, escribió una carta a sus estudiantes:

“A mis queridos alumnos de 3ro D:

No hemos tenido tiempo para despedirnos y eso me ha tenido preocupado muchas noches aquí en Malvinas, donde me encuentro cumpliendo mi labor de soldado: Defender la Bandera.

Espero que ustedes no se preocupen mucho por mí porque muy pronto vamos a estar juntos nuevamente y vamos a cerrar los ojos y nos vamos a subir a nuestro inmenso Cóndor y le vamos a decir que nos lleve a todos al país de los cuentos que como ustedes saben queda muy cerca de las Malvinas.

Y ahora como el maestro conoce muy bien las islas no nos vamos a perder.

Chicos, quiero que sepan que a las noches cuando me acuesto cierro los ojos y veo cada una de sus caritas riendo y jugando; cuando me duermo sueño que estoy con ustedes.

Quiero que se pongan muy contentos porque su maestro es un soldado que los quiere y los extraña. Ahora sólo le pido a Dios volver pronto con ustedes. Muchos cariños de su maestro que nunca se olvida de ustedes. Julio”

Hoy, la escuela en donde Cao enseñaba lleva su nombre. Hasta 2018, su cuerpo permaneció enterrado como un NN, bajo una placa que rezaba “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.

Su mamá, entrevistada por Úrsula Asta, recordó la historia de su hijo y detalló la lucha que han llevado en conjunto las madres de los caídos en Malvinas junto a los veteranos de guerra. “Tenemos montones de muertos, no murieron allá, pero murieron acá, de tanta desmalvinización. Cuesta, todavía, reconocerlos como deberían ser reconocidos”, reflexionó Delmira Hasenclever de Cao.

El calendario argentino conmemora y recuerda a los caídos, a los veteranos y a las veteranas, el 2 de abril, día en el cual, en 1982, inició el desembarco de tropas en las Islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833; el 10 de junio, Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes, conmemorado anualmente ya que ese mismo día pero de 1829, Luis Vernet fue nombrado como Primer Comandante Político Militar de las Malvinas en Puerto Soledad por Martín Rodríguez, gobernador de la provincia de Buenos Aires, hecho que asentó el mayor antecedente legal en relación con los reclamos argentinos sobre las islas y, también, el 14 de junio, porque en 1982 fue esa la fecha del cese al fuego.

Delmira Hasenclever de Cao

Úrsula Asta: ¿Cómo vivís un 2 de abril?

Delmira de Cao: Para mí me resulta muy tranquilo porque me encuentro con todos los veteranos, sí me siento con obligaciones, porque la verdad que hace muchos años que lucho por Malvinas. Siempre cuento que trasladé el odio que tuve en amor para seguir luchando junto a los veteranos. Fueron muchos años, más de 30 años, y ahora ya dejé la Comisión de Familiares porque era presidenta ahí. Luché mucho con los muchachos. Primero, con la Federación de Veteranos hasta que se armó la Comisión y participé en ella. Pero hoy, ya no, ya me dedico directamente a La Matanza, donde nació y de donde se fue Julio, me dedico a los veteranos desde acá, pero no con el compromiso de viajar afuera, como de ir a Inglaterra, a Cuba. Estando en la Comisión es otra obligación, ahora no, ya estoy grande, 84 años, no soy una nena.

UA: En las horas previas a dialogar con vos, hablaba con otros compañeros sobre las madres de Malvinas. ¿Cómo ha sido ese recorrido que, a veces, está un poco invisibilizado, Delmira?

DC: Con toda seguridad que las madres de Malvinas, ni las Malvinas, son reconocidas como deben de ser, porque es muy difícil, vos fijate que nadie se acuerda del día de las madres de Malvinas. No tenemos día, nada, pero los veteranos nos reconocen todo lo que no nos reconocen los gobiernos y otras personas. El veterano nos reconoce, nos llama las madres de la patria, nos quieren mucho, nos dieron fuerza para seguir.

Yo en este caso, tuve otro hijo, porque no solo un hijo se murió en la guerra, sino se murió mi esposo y después otro hijo de 26 años. Yo aparte tengo dos hijas, la chiquita de 45 años, que es médica en el Posadas, y Graciela, la mayor, que ya está jubilada, que hizo la Licenciatura de Letras.  Allí la llevó el hermano, Julio, porque ellos eran muy cercanos, y él la llevó a la hermana, porque ya no quería ser contadora, como el padre quería, y entonces la llevó a hacer la Licenciatura y ella se jubiló de eso, lo hizo toda la vida. Y tengo 6 nietos, 3 de ellos son docentes. Julio dejó una marca completa. Yo siempre luché por ellos.

Para mí el amor de los veteranos es muy grande. Porque si bien perdí a mis hijos, y perdí a Julio en Malvinas, él ya no sufría más, en cambio los que volvieron sufrieron mucho, fue terrible, tenemos montones de muertos, no murieron allá, pero murieron acá, de tanta desmalvinización. Cuesta todavía reconocerlos como deberían ser reconocidos.

UA:  Algo para contrarrestar ese relato de desmalvinización que mencionás, me parece que tiene que ver con contar las historias de los combatientes y de los caídos, y la historia de Julio Cao es muy conocida, pero me gustaría, si podés, que nos cuentes cuándo fue que él te dijo que decidió ir a la guerra a luchar por su patria.

DC: Él era muy entregado a los demás, era un chico muy católico, enseñaba en la Villa 1-11-14, frente a la cancha de San Lorenzo, tenía un aula en la que enseñaba a los alumnos. Los sábados me pedía que le hiciera tortas y se juntaba con las compañeras, que en ese entonces hacían como una fiesta a los chicos que eran humildes y eso lo hacía muy feliz. En esos años malos, que estaba la dictadura, entraron a la villa, era la villa donde estaba la iglesia del padre Ricciardelli y había estado ahí también el padre Mujica, y le pidieron el documento a Julio, él se los da y les dice muy suelto ´yo no hago política, yo estoy enseñando a los alumnos, la política no me interesa´. Entonces, le devolvieron el documento y le dijeron ´pibe cuidate porque la situación está muy mala acá y no te conviene´. Después, se fue de la villa porque el padre Ricciardelli le dijo. Entonces, dejó la villa y se vino acá, al Mariano Etchegaray de Ciudad Evita a estudiar, a seguir la carrera.

Cuando pasó lo de la guerra, él ya estaba enseñando en la Escuela 32, ya estaba casado, el año anterior se había casado con una docente, y cuando se casa se olvida de pedir la prórroga por matrimonio. Entonces, lo llaman y se tiene que presentar, después de 6 meses, o sea, al año siguiente cuando se produce la guerra convocan a la clase esa, a él, él podía haber no ido, porque realmente él no tenía que haber ido. Yo le dije ´Julio, no, vos no tenés que ir´. Responde ´sí mamá, están convocando por la televisión, va ir toda mi clase, van a ir todos mi compañeros´. Le digo ´vos, Julio, no tenés que ir, tu mujer está embarazada de 5 meses”. Él me dijo ´no mamá, mirá que te enseño”. Y fuimos a la calle y me enseñó los camiones, y me dijo: ´¿Te parece que deje a mis compañeros? No, mamá. Voy a ir y voy a volver a contar la verdadera historia de mi vida”. Y así hizo, se fue. El destino quiso que él creyera que iba a volver, pero no tuvo la suerte de volver, se quedó allá.

UA: Él, a pesar de poder no haber ido, define ir a a luchar por esta causa.

Me dice a mí ´mamá, yo no puedo dejar de ir, me toco a mí´. Él me dijo ‘Mamá, no puedo no ir. Mamá, cómo te parece que no voy a ir. Cómo crees que me puedo sentar ante el escritorio frente a mis alumnos a hablarles de San Martín y Belgrano, si yo hoy no voy a cumplir con la patria y mis compañeros. Voy a ir, voy a volver, y voy a contar la verdadera historia de Malvinas “.

Delmira Hasenclever de Cao

UA: ¿Cómo ves el relato que hay en los medios de comunicación, que dicen “estos pobres pibes” como si fuera que en realidad no entendían?

Es un desastre. Por eso te digo que muchos años luché con los veteranos, siempre, y no me hace mal estar con ellos. Si vos supieras estos días que he tenido yo, las radios que me han llamado de todos lados, vos no podes imaginarte de bicicleteadas que han hecho, porque hay lugares afuera, que están entendiendo la causa y tratándo de defenderla. En Paraná (por el 2 de abril) hubo una bicicleteada hermosa.

Ellos no fueron los pobres chicos de la guerra, como yo siempre digo, fueron los valientes soldados que fueron a defender su patria. Y yo lo digo siempre, nuestros soldados, los que volvieron, los que están allá, están con Dios, no sienten, no sufren, pero imaginate los que volvieron, lo que tuvieron que sufrir la indiferencia de ser ´los pobres chicos, los que fueron a pelear por un borracho´.

Te voy a contar una historia, cuando yo trabajaba en la Comisión de Familiares de Caídos, con los veteranos nos íbamos en micro a dar charlas a las escuelas, a 9 de Julio, Alberti, todos esos lugares. En los primeros años, lo hacían con los profesores, esa era una aula llenísima que había. Entonces, yo tuve que hacer mi discurso. Hablo, digo lo que pienso y siento. Yo estaba hablando y hablaban los veteranos, y nos defendían, como siempre, y en un momento dije ´ellos son héroes y mi hijo es un héroe de todo el pueblo argentino, no es uno más que murió, porque murió defendiendo a su patria, como tantos soldados lo hicieron´. Se para un profesor que estaba ahí sentado y me dice ´señora, ¿a qué le llama héroe usted? ¿Héroe que murió por un borracho?´.

Yo me quería morir. Estaba sentada, me pare y le dije ´yo le voy a decir algo a usted: mi hijo fue un héroe de la patria y de todo el pueblo argentino, porque la patria somos todos nosotros y él murió defendiendo su patria, aunque usted no lo crea, aunque yo no quiero las guerras, ellos tuvieron que ir a cumplir con el deber, ellos no tenían la culpa, no quiero las guerras, solo traen destrucción y muerte, pero escúcheme lo que le voy a decir, los soldados, Julio Cao, sí es un héroe de todo el pueblo argentino´.

Yo tuve dos héroes. Uno, Julio Cao, que murió en Malvinas, y el otro, otro hijo que murió de 26 años. Él era muy distinto a Julio, muy andariego, en ese entonces tenía 18 años cuando se contagio de HIV, pero para mí es tan héroe como Julio.

Vos sabes que el hombre se disculpó. Cuando terminó el acto vino a verme, llorando, y me abrazó, me dijo ´ay, señora, qué razón que tiene, qué lección que me dio, cómo me hizo entender a mí lo que nunca había entendido, qué ejemplo que me dio´. Y esa historia la empecé a contar en muchos lados.

  • Entrevista realizada por Úrsula Asta en Feas, Sucias y Malas, sábados de 9 a 12 hs, por Radio Gráfica.

Malvinas, a 192 años de la reafirmación de los derechos argentinos en el archipiélago

laizquierdadiario.com/Malvinas-a-192-anos-de-la-reafirmacion-de-los-derechos-argentinos

Jueves 10 de junio | 09:54

El 10 de junio de 1829 se creó la Comandancia Político y Militar de las Islas Malvinas. Cuatro años después el Reino Unido de la Gran Bretaña volvió a usurpar las islas hasta nuestros días. Leé y mirá todo sobre Malvinas.Jueves 10 de junio | 09:54

El 10 de junio se conmemora el Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, en recuerdo al nombramiento de Luis Vernet como primer gobernador argentino en el archipiélago, ocurrido en 1829.

El entonces gobernador delegado de Buenos Aires, Martín Rodríguez, y su ministro Salvador María del Carril, tenían a su cargo las relaciones internacionales de las Provincias Unidas del Río de La Plata. Ellos designaron a Vernet al frente de la Comandancia Político y Militar de las Islas Malvinas y las Adyacencias al Cabo de Hornos en el mar Atlántico.

Cuatro años después, el 3 de enero de 1833, El Reino Unido de la Gran Bretaña consumó la usurpación de las islas, que se mantiene hasta nuestros días. Con su desembarco militar desalojó a la población de origen argentino que estaba allí instalada y al gobierno instituído en 1829, reemplazándolo por súbditos de la corona inglesa. Para el Reino Unido se trató de una “reafirmación” de su dominio en el archipiélago, en referencia a la usurpación previa, ocurrida en 1765.

Acá tenés una serie de artículos sobre Malvinas, los derechos de Argentina, el colonialismo británico, la guerra de 1982 y el reclamo de soberanía que sigue más vivo que nunca.

Christian Castillo: “Malvinas tiene que ser parte de una política antiimperialista de conjunto”

Malvinas: huellas de soberanía en la historia nacional

Malvinas: una guerra justa, en manos de cobardes genocidas

Guerra de Malvinas: las posiciones de la izquierda

Malvinas no es solo Galtieri

¿Qué es la Soberanía Nacional?

Argentina se transformó en gigante geográfico al sumar la plataforma

Nuevo Mapa Bicontinental en el Museo – Museo Malvinas

JUNIO 1, 2021

El pasado 2 de abril, en un trabajo conjunto con la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA) de la Cancillería Argentina, el Museo actualizó la exhibición del mapa bicontinental en el primer piso del sector de flora y fauna.

El pasado 2 de abril, en un trabajo conjunto con la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA) de la Cancillería Argentina, el Museo actualizó la exhibición del mapa bicontinental en el primer piso del sector de flora y fauna.

Con la ciudad de Ushuaia como centro de la República Argentina esta exhibición pretende dar cuenta de la importancia de nuestra identidad bicontinental y oceánica para mirar el mapa de una manera diferente donde se le otorgue protagonismo al inmenso litoral marítimo argentino, a su extensa plataforma continental, a sus espacios insulares y a su Sector Antártico.

Enzo Campetella

Al incluir la plataforma continental y la Antártida, ahora el centro de Argentina está en Tierra del Fuego.

Mapa Argentina
Al incluir la plataforma continental y la Antártida, ahora el centro de Argentina está en Tierra del Fuego.

En agosto pasado el Congreso Nacional de Argentina aprobó una ley por la cual se establece el nuevo territorio argentino, que incluye a una gran parte del territorio antártico que no es reconocido internacionalmente. Este avance no está exento de algunos inconvenientes diplomáticos con otros países, alguno de los cuales ya está en camino.

En el año 2016 la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar aceptó las reivindicaciones que hacía Argentina su plataforma continental. Es a partir de allí que el Congreso Nacional avanza sobre la nueva ley. El mapa resultante será distribuido en las escuelas e implica una ampliación territorial de 1,7 millones de kilómetros cuadrados. Esto equivale a 3,4 veces la superficie de España.

La ley le da a Argentina derechos soberanos sobre las riquezas minerales en ese suelo y subsuelo marinos, por lo que la decisión va más allá de un nuevo mapa para que los niños lo estudien en la escuela. Varios países tienen intereses es la zona, mas allá de la disputa que Argentina mantiene con el Reino Unido por las Islas Malvinas y el resto de islas del Atlántico Sur.

museomalvinas.cultura.gob.ar/mapa-bicontinental/

Más de 20 años para llegar a esta ley

Durante la presidencia de Carlos Menem, en 1995, se inicia la historia de la expansión oceánica de Argentina con la entrada en vigor de la Convención de la ONU. Según relata el diario El País, en aquel entonces Frida Armas Pfirter era una doctora en Derecho Internacional Público que trabajaba para el Tribunal Supremo. Dos años más tarde, en 1997 se le encargó la coordinación de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental.También te puede interesar: Tormentas zombies: en 2020 una tormenta volvió de la muerte

Más de una docena de expediciones científicas bajo duras condiciones meteorológicas (tras la crisis de 2001 se dejó de pagar a los barcos, y éstos retuvieron la información) permitieron localizar el talud de la corteza continental y examinar los sedimentos sobre la misma. Fueron 20 años de trabajo que se concretaron, entre 2009 y 2016, en los 800 kilos de papel aportados como documentación a la Convención Internacional.

El gobierno de Mauricio Macri celebró como un éxito que la Comisión sobre los Derechos de Mar aceptara el pedido de Argentina, pero nunca lo transformó en ley. Recién el 25 de agosto, durante el gobierno de Alberto Fernández el Congreso Nacional aprobó la ley. Aunque se necesitan 50.000 mapas para cubrir las necesidades de todas las escuelas, ya se han impreso 15.000. Con la nueva ley, también deben confeccionarse nuevas cartas náuticas.

El reclamo de otros países

Lo que establece la legislación internacional es que los países tienen soberanía absoluta hasta 12 millas marinas (unos 22 kilómetros) contados desde la costa. Desde allí y hasta las 200 millas marinas (unos 370 kilómetros), se reconocen derechos como Zona Económica Exclusiva. La extensión de las plataformas submarinas permite que en algunas zonas de Argentina, como en el golfo patagónico de San Jorge, la zona económica se prolongue hasta 369 millas, 683 kilómetros mar adentro.

Antartida
Con Argentina, son siete los países que tienen reclamos sobre la Antártida.

Pero esta ley no es inocua, y ya está generando reacciones de otros países. Por caso, Chile ya ha rechazado el nuevo mapa de Argentina que incluye a la Antártida. Con esta nueva disposición Argentina se convierte en un país bicontinental, con presencia en América y en la Antártida, y Tierra del Fuego pasa a ser el centro del mapa.

Además de Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Francia (por su expedición a Tierra Adelia en 1840) y Noruega (por su expedición a la isla Pedro I en 1821) reivindican parte del territorio antártico. Pero esas reivindicaciones están reconocidas en el Tratado Antártico por ser anteriores a 1961, pero permanecen congeladas y no resueltas.

Chile desmiente que la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas haya aceptado el reclamo argentino sobre la Antártida porque no tiene competencia para hacerlo. Habrá que ver que postura toma el resto de países que reclaman algo de la Antártida.