Recursos para trabajar Malvinas

Fotografía: Becquer Casaballe, 1982

Memoria, verdad, justicia y soberanía

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El 2 de abril de 1982 la Junta Militar ordenó el desembarco de tropas argentinas en las Islas Malvinas, dando inicio a una guerra con el Reino Unido que duró 74 días. La rendición argentina se produjo el 14 de junio de 1982 y dejó como saldo 649 soldados argentinos muertos, más de 1200 heridos y 250 soldados ingleses muertos.
La guerra de Malvinas es uno de los aspectos menos abordados de la historia reciente. Aún hoy genera en la sociedad argentina un fuerte sentimiento de justicia. A 39 años de la guerra, las memorias sobre Malvinas constituyen un territorio en disputa que exige reponer el contexto en la que se produjo. Sus memorias y los sentidos disímiles -el repudio o la legitimación- se inscriben como un episodio indisociable del terrorismo de Estado. ¿Es posible escindir ambas cuestiones?
¿Qué debería plantearse en la conmemoración del 2 de abril? ¿El recuerdo de la guerra y sus dramas? ¿El repudio a la dictadura militar? ¿La reivindicación de la soberanía argentina sobre las islas?
Pensar la guerra de Malvinas en el marco de la dictadura implica desarticular construcciones discursivas que eluden diferenciar a los protagonistas de la conflagración. Amparadas en este discurso, ciertas memorias de la guerra buscan la legitimación de la dictadura. Consideran héroes a todos los que participaron en ella, incluidos oficiales que actuaron directamente en la represión y fueron condenados por violaciones a los derechos humanos.
Es un dato histórico. Los mismos oficiales que llevaron adelante el terrorismo de estado, condujeron la guerra y disciplinaron a los soldados con las mismas metodologías del horror: vejámenes, estaqueos, torturas, simulacros de fusilamiento, castigo físico y presión psicológica.
La lista es amplia y algunos nombres son íconos del terrorismo de Estado: Alfredo Astiz, Antonio Pernías y Julio César Binotti revistaron en los grupos de tarea de la ESMA; el coronel Mario Losito fue uno de los responsables de la masacre de Margarita Belén, ocurrida en Chaco en 1976; Mario Benjamín Menéndez, gobernador de las Islas durante el conflicto y sobrino de Luciano Benjamín Menéndez, actuó en la represión en Córdoba. Son sólo ejemplos que dan cuenta de la necesidad de escindir el reclamo justo por la soberanía de cualquier manifestación de guerra. Y así avanzar en el rechazo no sólo de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura sino de aquellos discursos que persisten y se solapan en reivindicaciones sentidas y compartidas por la mayoría de la sociedad argentina.
La construcción de un enemigo externo que contrarrestara el deterioro de la dictadura había tenido un antecedente en 1978 durante el conflicto con Chile, desactivado por la intervención de Juan Pablo II. La guerra de Malvinas no fue más que el apogeo de esta construcción.
La legitimación de la dictadura se ha sostenido en construcciones de sentido vinculadas a un relato de nación y de patria que ha estado presente a lo largo de toda la historia argentina. Es así que resulta imprescindible, para poder desarticular estos discursos apologéticos de la dictadura que transforma en héroes a perpetradores de crímenes de lesa humanidad, que la conmemoración del 2 de abril ponga también en cuestión la idea de una identidad nacional basada en ideas esencialistas e inmutables de la patria, sostenidas en la territorialidad, la raza, la lengua y la religión que fueron fundamentos también de la violencia con la que se consumó la construcción del Estado nacional en el siglo XIX.
Una sociedad democrática debe sostener una idea de nación y de ciudadanía que sólo se realiza en un régimen democrático cuyo fundamento es la soberanía del pueblo, la pluralidad y la diferencia. Soberanía, derechos humanos y democracia son elementos indisociables.
Insistimos. La guerra de Malvinas no puede disociarse del régimen que la produjo: la dictadura militar. Y por ende de sus objetivos de construcción de consensos para consolidar un modelo de nación que provocó el exterminio de miles de ciudadanos y profundas transformaciones para la sociedad argentina.
Al mismo tiempo, es importante cuestionar las acciones de Gran Bretaña que siguen negando nuestra soberanía; las considera una forma de vulneración de los pueblos latinoamericanos por el asentamiento de la base militar en las Islas y por la pérdida de recursos que acarrea para su desarrollo pleno.
El conflicto debe y puede resolverse fuera de toda opción bélica; es decir, en el camino de la paz, entendida no sólo como ausencia de violencia sino como fruto de la justicia. Es imperioso que Gran Bretaña respete las resoluciones de la ONU y que se abran las vías del diálogo como mecanismo de resolución.
Estos recursos plantean un recorrido por diferentes dimensiones de la guerra de Malvinas acompañados de fotografías de los archivos de Télam, del Centro de ex combatientes Islas Malvinas de La Plata (CECIM) y de documentos de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) -gestionado por la Comisión Provincial por la Memoria- y de las Fuerzas Armadas que dan cuenta del espionaje ejercido por el Estado sobre la organización y las demandas de los ex combatientes. En estos archivos no sólo están las pruebas de la estrategia de la dictadura militar para encubrir lo ocurrido en las Islas sino también la resistencia de los que siguieron inscribiendo la cuestión Malvinas como parte de los reclamos por memoria, verdad y justicia.

La sociedad civil durante la guerra

La sociedad civil no se mantuvo indiferente al conflicto en Malvinas. Reaccionó y se movilizó de diversas maneras expresando su apoyo a lo que entendía como una gesta patriótica. En general las acciones estaban dirigidas a hacer llegar un acompañamiento a los soldados y eran organizadas por asociaciones civiles, particulares y por diferentes organismos gubernamentales. Tal vez uno de los episodios más recordados sea la creación del Fondo Patriótico Malvinas Argentinas y la encendida respuesta que obtuvo de la población. Recibió donaciones de todo tipo y de todos los sectores sociales con el fin de recaudar fondos para los soldados apostados en el Atlántico Sur. También se hizo un maratón de 24 hs. en la televisión que se transmitió por ATC con la presencia de personalidades y famosos. Las actividades se reproducían en pueblos y localidades, se organizaban festivales solidarios culturales, musicales, deportivos para brindar apoyo a los soldados combatientes en las Islas. Desde el ámbito del rock se organizó un recital por la Solidaridad Latinoamericana, de igual forma para recaudar alimentos y pedir por la paz. También se crearon cadenas de voluntarios para embalar raciones de comida y abrigos con destino al sur. Un volante que acompañaba las raciones junto a una estampita religiosa expresaba el sentir de quienes habían participado en el trabajo: “Los hombres y mujeres voluntarios de todas las edades, que hemos embalado esta ración, nos sentimos hermanados con ustedes en esta lucha por la justicia. Hasta la victoria final. Viva la patria”.  

Efemérides de la Memoria. Comisión por la Memoria

Malvinas: exsoldado británico pide a Mauricio Macri que recompense a los veteranos argentinos

10-10-2019 01:48

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Edward Denmark asegura en una carta a Mauricio Macri que «sigue habiendo una gran injusticia» contra los excombatientes argentinos que estuvieron en las bases militares en el continente.

En 2015, Edward fue diagnosticado con cáncer de mieloma múltiple en la sangre y, a pesar de haber recibido tratamiento con células madre, no espera tener muchos años más de vida. | CEDOC

Un militar británico que luchó en la Guerra de Malvinas envió una carta al presidente Mauricio Macri para que el Estado reconozca como ex combatientes a los soldados argentinos que estuvieron en las bases militares en el continente durante el conflicto bélico de 1982. Edward Denmark, quien tenía como función derribar aviones argentinos, envió la misiva y un video por intermedio de su amigo argentino, también ex combatiente de Malvinas, Julio Herrera Vidal, ya que él no puede viajar al país porque padece «leucemia terminal».

Herrera Vidal a su vez le entregó la carta a los militares retirados Oscar González y Javier Robledo, quienes se la darán en mano al propio Macri. Allí, Denmark dice que «lamentablemente, sigue habiendo una gran injusticia y es que los soldados de la Bases continentales no son reconocidos por su valiosa contribución al esfuerzo de guerra«. En el video remarca el reconocimiento que tuvieron soldados británicos que estaban a 8.000 millas náuticas de distancia y que entregaban provisiones (comida, armas, municiones) a los combatientes y lamentó que no haya ocurrido lo mismo con los soldados argentinos que estuvieron en el Continente.

rendición de malvinas 20190614

«La Fuerza Aérea británica necesitaba suministros y apoyo de todo tipo para sostener la maquinaria bélica todo el tiempo. Yo disparaba a sus aviones con el lanzamisiles o con un rifle. Pero los misiles que cargamos, las municiones y la comida, las baterías y otros suministros para luchar en la guerra nos fueron provistos desde la Isla Ascensión, ubicada a 8.000 millas náuticas de distancia. Y si no hubiéramos tenido a esos soldados proporcionándonos las cosas que necesitábamos no sé qué hubiera pasado», precisó el veterano de guerra británico.

Además, prosiguió: «Esos soldados de la Isla Ascensión fueron reconocidos por el Gobierno británico por la contribución que hicieron y por el hecho de que nos mantuvieron en marcha. En cambio los soldados argentinos que a 400 millas de distancia y estando bajo amenazas de invasión, de aterrizaje y Dios sabe qué otras cosas no recibieron reconocimiento alguno».

Denmark comparó ambas situaciones y remarcó que «con el debido respeto que se merecen, los soldados de la Isla Ascensión no estaban bajo amenaza de ataque aéreo ni posibles aterrizajes y sin embargo recibieron igual sus medallas y sus reconocimientos». «Estaban a 8.000 millas de distancia y fueron igualmente reconocidos por el Gobierno británico. En cambio, a los soldados de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), que estaban a 400 millas y bajo amenazas se les negó el reconocimiento«, precisó el combatiente británico, quien reveló que la idea de la fuerza europea era invadir la base continental de Río Grande, en Tierra del Fuego.

Rendición de Malvinas 20190614

Uno de los 10 hijos de una mujer alcohólica, Edward se crió en la pobreza en la localidad de Moreton. Después de haber servido en el ejército británico, incluida la Guerra de las Malvinas, en la década de 1980, escribió «No es para la reina y el país», que relata su vida como soldado y recibió grandes elogios. 

En Malvinas murieron 649 militares argentinos, 255 militares británicos y 3 isleños. Allí, Denmark integró una Bateria de defensa aérea, derribó 14 jets argentinos y causo daño a varios más, pero sufrió de trastorno de estrés postraumático y recurrió al alcohol. Más tarde volvió a alistarse y regresó a Alemania antes de servir en Irlanda del Norte. En 2015, Edward fue diagnosticado con cáncer de mieloma múltiple en la sangre y, a pesar de haber recibido tratamiento con células madre, no espera tener muchos años más de vida.

En una entrevista, el veterano dijo: «He tenido algo de vida, pero después del diagnóstico de cáncer de mieloma múltiple y casi muriendo, me di cuenta de que todavía tenía algo de trabajo que hacer aquí. No estoy de acuerdo con lo que sucedió en las Malvinas, así como estoy en contra de lo que sucedió en Irak y Afganistán, no estamos mejor y el dinero podría haberse gastado en el NHS, así que cuando escuché sobre los pobres tratos hacia los soldados argentinos tenía que hacer algo».

A continuación, el texto completo de la carta:
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«Estimado señor presidente Macri:

«Espero que estas palabras lleguen a sus ojos como la película que envié para su valiosa atención.

«Todavía me duelen los 37 años después de la guerra de Malvinas que una vez tomé las armas contra los soldados argentinos. Sin embargo, estoy seguro de que algún día la disputa se resolverá sin que se derrame más sangre.

 «Lamentablemente, sigue habiendo una gran injusticia de la que les hablé en mi película y es que los soldados de la Bases continentales no son reconocidos por su valiosa contribución al esfuerzo de guerra.

«Señor, ¿puedo ofrecerle otra visión de su contribución?.

«Las bombas y municiones que fueron entregadas por sus valientes pilotos que nos dejaron caer en manos de los británicos en las aguas de San Carlos que causaron tantas heridas y muerte tenían las huellas digitales y el ADN de esos soldados en la Bases continentales. Esos mismos hombres también frustraron un asalto militar a gran escala para destruir los aviones argentinos en Tierra. Hombres dispuestos a sacrificar sus vidas en defensa de su país, pero aún no reconocidos.

«Unos 37 años después estamos envejeciendo y cada día tenemos menos. Por favor, señor, aborde esta injusticia ahora porque estoy seguro de que se sentará en la historia de Argentina como un descuido vergonzoso para siempre. A través del cáncer, mi vela se apaga y es mi ambición de ver a estos hombres oficialmente reconocidos por su gran país «.

Hallazgo histórico: el día que Galtieri anticipó la operación Malvinas como un plan criminal

11 de julio, 2021 | 08.00 Por SANTIAGO MARANI

Leopoldo Galtieri, dictador y criminal que llevó adelante la guerra de Malvinas contra Inglaterra, admitió tiempo antes de que se terminara el conflicto que no tenía inconvenientes en sacrificar a miles de soldados argentinos. Así fue el tenebroso testimonio del represor.

Leopoldo Galtieri, el dictador que envió a Argentina a la guerra de Malvinas contra Inglaterra.

Leopoldo Fortunato Galtieri fue el máximo responsable de llevar a la Argentina a la guerra por las Islas Malvinas nada menos que contra Inglaterraaliado de Estados Unidos y de la OTAN. Con el objetivo de buscar apoyo por parte de la sociedad, la dictadura que él mismo presidió entre diciembre de 1981 y junio de 1982 desató el conflicto que, al día de hoy, es una herida abierta en todo el país. Pero, ¿cómo fue el día en que presagió la fatalidad de la guerra?

Las crecientes denuncias de violaciones a los derechos humanos, los miles de desaparecidos, los secuestros, las torturas, la privación de las libertades y el desastre escenario económico social llevaron a la dictadura cívico-militar a invadir las Malvinas para tratar de lograr una aceptación. Y fue el 2 de abril de 1982 la fecha en que se produjo la «Operación Rosario», en la que una Fuerza de Tareas Anfibia conjunta de la Armada y el Ejército Argentino desembarcaron en el territorio y rodearon la casa del entonces gobernador Rex Hunt, por lo que autoproclamaron la «recuperación» de dicho territorio.

https://www.eldestapeweb.com/sociedad/dictadura/galtieri-y-el-dia-que-presagio-la-fatilidad-en-la-guerra-de-malvinas

A través de un comunicado, la dictadura le informó al pueblo: «La Junta Militar, como órgamo supremo del Estado, comunica al pueblo de la Nación Argentina, que hoy la República, por intermedio de sus Fuerzas Armadas y mediante la concreción exitosa de una operación conjunto, ha recuperado las Islas Malvinas Georgias y Sándwich del Sur para el patrimonio nacional. Se ha asegurado de esta manera, el ejercicio de la soberanía argentina sobre todo el territorio de las mencionadas islas y los espacios marítimos y aéreos correspondientes».

Leopoldo Galtieri y su discurso en la Plaza de MayoLeopoldo Galtieri y el día del discurso en Plaza de Mayo que dijo: «Si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla».

Mientras tanto, y como si fuera poco, en la Argentina los medios hegemónicos avivaban el fuego y eran funcionales a los intereses de la dictadura con publicaciones completamente alejadas de la realidad. Por ejemplo, el diario Clarín -fiel aliado de la dictadura- publicó el sábado 3 de abril de 1982: «Euforia popular por la recuperación de las Malvinas».http://www.youtube.com/embed/oytWMnGYK1g

Sin embargo, poco tiempo después, las tropas del Reino Unido llegaron a las Malvinas y combatieron con los soldados argentinos durante 72 días. Y todo se convirtió en una verdadera pesadilla: hubo 649 argentinos muertos; mientras que por el lado de Inglaterra 255 ingleses y también tres isleños. Tiempo después de la derrota, se destaparon escandalosos testimonios por parte de los combatientes, que denunciaron no tener suministros de comida, abrigos ni armamentos que estuvieran en buen estado para poder pelear. De hecho, muchos denunciaron torturas por los propios militares.

Combatientes argentinos de la guerra de MalvinasCombatientes argentinos de la guerra de Malvinas.

El día en que Galtieri presagió una fatalidad en la guerra de Malvinas

El 16 de mayo de 1982, mientras la Argentina se encontraba en plena guerra y los jóvenes soldados combatían contra Inglaterra y sus aliados de la OTAN en las Islas MalvinasLeopoldo Galtieri le aceptaba una entrevista a la televisión mexicana. En aquella charla, el dictador sacó pecho por el conflicto bélico en el que el país estaba sumergido y se negó a que hubiera un cese al fuego: «Creo que esta gesta que estamos escribiendo los argentinos y Latinoamérica merece reconocimiento de las presentes, pasadas y futuras generaciones de la Argentina. ¿Usted sabe cuál es la situación militar hoy? Porque lo está viviendo casi tanto como yo. Argentina, en representación de Latinoamérica, no va a levantar bandera blanca. Debe comprender Gran Bretaña que su gesto y sus actitudes de hoy forman parte de algo que no condicen dentro del contexto de la evolución política y cultural del siglo que estamos viviendo».

Para colmo, el represor anticipó que estaba dispuesto a derramar la sangre de miles de almas del pueblo argentino, y a que la guerra durara muchos años. Casi como si se tratara de un trámite, como si la vida humana no importara… «Sin embargo, si Gran Bretaña insiste en sus actitudes armadas llevando el conflicto hasta sus últimas consecuencias, en principio que la Argentina y el mundo sepa que, así como estamos sosteniendo en estas cinco o seis semanas militarmente esta situación, lo vamos a mantener cinco o seis meses o cinco o seis años así como en este momento», sostuvo. «Tengo sobre mis espaldas la sangre derramada de más de 400 argentinos. El pueblo argentino, no yo… estoy seguro que está dispuesto no a 400 sino a 4.000, 40.000 o más (muertos)», señaló, sin sentir ni un poco de vergüenza.

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Galtieri, que al igual que otros militares de la última sangrienta dictadura (1976 y 1983) pensó que quedaría impune en lo que restaría de su vida, fue enjuiciado en el denominado Juicio a las Juntas. Dicho represor fue acusado por el fiscal Julio César Strassera y condenado a doce años de prisión. De todos modos, y lamentablemente, el indulto del ex presidente Carlos Saúl Menem le dio algunos años de libertad.

Aun así, no se salió con la suya. Por un lado, no se salvó de los escraches que la gente le hacía en su casa de Devoto. Y por el otro, precisamente el 11 de julio de 2002, hoy hace 19 años justamente, se cumplió un nuevo aniversario del día en que fue hallado culpable por haber cometido delitos de lesa humanidad. En aquella jornada histórica fue enviado a prisión por haber estado al frente de un plan de secuestros, torturas y homicidios de militantes montoneros.

Juicio a las Juntas MilitaresEl Juicio a las Juntas Militares. A la derecha, Leopoldo Galtieri.

Debido a la edad que tenía, Galtieri logró evitar un encierro en una cárcel común, aunque fue derivado a una unidad militar para cumplir con su condena. Un año después, el 12 de enero de 2003, falleció producto de un cáncer de páncreas en el Hospital Militar, aunque la historia lo condenará para la eternidad… 

Qué dicen los habitantes de las Islas Malvinas sobre un posible gobierno de Alberto Fernández

19-10-2019 12:54

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El candidato del Frente de Todos anticipó que endurecerá la política nacional por el reclamo de la soberanía del archipiélago. Los temores de los isleños.

Islas Malvinas. | PABLO PORCIUNCULA BRUNE / AFP

A tan solo una semana de las elecciones generales del 27 de octubre los habitantes de las islas Malvinas expresaron a la agencia AFP que están atentos al posible cambio de gobierno.

El archipiélago, fue invadido por el Reino Unido en 1833 y su ocupación continúa hasta la fecha. El reclamo argentino por su soberanía por medios diplomáticos ha sido una política de Estado desde hace décadas, a pesar de que perdió intensidad durante el gobierno de Mauricio Macri.

En este marco, el candidato del Frente de Todos Alberto Fernández, reforzó en la última semana su compromiso de «renovar el reclamo de la soberanía» de las 750 islas del archipiélago.

Consultada por AFP sobre el potencial retorno al poder de un peronista, Shirley Hirtle, de 76 años, quien trabaja en el museo histórico de Puerto Stanley, aseguró estar «muy enojada». «Les lavan completamente el cerebro desde que nacen. Reescriben su propia historia», afirmó.

«Estoy segura de que en Argentina hay mucha gente que quisiera ver una isla con su propia libertad y el derecho a la autodeterminación, pero hay otra gente que no quiere eso», dijo por su parte Sally Heathman, 25 años, una asistente de comunicación y medios del gobierno isleño.

Esta semana, fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores británico se refirieron al tema y aseguraron al portal Infobae que “el Reino Unido está listo y dispuesto a trabajar con el gobierno que resulte elegido por el pueblo argentino”.

La contestación fue luego de que el periodista Martín Dinatale publicara en ese portal que, en caso de ganar las elecciones, Alberto Fernández revisaría todos los acuerdos relacionados con Malvinas que la gestión de Mauricio Macri firmó con Gran Bretaña.

“No podemos especular sobre cuál será el resultado de las elecciones ni cuáles podrían ser las medidas del gobierno argentino en el futuro”, respondieron del Foreign Office a Infobae.

Durante el primer Debate Presidencial, el candidato del Frente de Todos ya había anticipado su postura. “En estos años el gobierno se ocupó mucho de hacer comercio con el Reino Unido sobre las Islas Malvinas y olvidó nuestra soberanía en Malvinas. Nosotros vamos a volver a insistir en esa soberanía. En memoria de esos soldados, me voy a ocupar de que las cosas sean distintas”, exclamó el exjefe de Gabinete durante su exposición en el bloque de relaciones internacionales, y dejó en claro lo que será un eje de su política exterior en caso de un eventual gobierno.

Torturas en la Guerra de Malvinas: exmilitares procesados por un fallo histórico

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Para la jueza federal de Río Grande, Mariel Borruto, cometieron los hechos durante una dictadura que les negó a las víctimas sus derechos de defensa.

19 de junio de 1982, los vecinos reciben a los soldados de Malvinas. | CEDOC PERFIL

18-02-2020 21:59

Cuatro ex militares fueron procesados este martes por la imposición de torturas a soldados conscriptos durante la Guerra de Malvinas, en un fallo que consideró que se trató de delitos de «lesa humanidad» y fue calificado de «histórico» por los querellantes. Fuentes judiciales informaron que se trata de los ex militares Miguel Ángel Garde, Belisario Gustavo Affranchino Rumi, Gustavo Adolfo Calderini y Eduardo Luis Gassino, quienes para la jueza federal de Río Grande Mariel Borruto cometieron los hechos durante una dictadura que les negó a las víctimas sus derechos de defensa.

«Para la magistrada, los hechos investigados son crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar, período en el que se encontraban suspendidas las garantías constitucionales», explicó en diálogo con Télam Jerónimo Guerrero Iraola, abogado del Centro de ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata (CECIM), querellante en esta causa. En ese sentido, aportó que, para la magistrada, «los soldados no pudieron denunciar al Estado criminal que había promovido las torturas» que recibieron por parte de sus superiores durante el conflicto bélico de 1982. 

En una sentencia de más de 70 fojas, Borruto sostiene que hubo un «despliegue» por parte del «Estado terrorista de acciones de inteligencia y psicológicas contra las víctimas de torturas, por medio de los que montaron el aparato de impunidad». «De esta forma, a los soldados que sufrieron torturas los obligaron a callar», explicó Guerrero Iraola, quien calificó a esta resolución como «un hecho histórico en la historia judicial» de Argentina.

La jueza dispuso además embargos sobre los bienes de Garde por la suma de 5 millones de pesos, y de un millón de de pesos sobre los patrimonios de Calderini, Affranchino Rumi y Gassino. Esta causa se inició en 2007 y tiene a 95 militares denunciados por 105 casos, cometidos contra más de 120 víctimas, y hasta ahora se tomaron indagatorias a 24 ex militares, por lo que el número de procesados podría incrementarse con el avance de la investigación.

En junio de 2019, el fiscal general ante la Cámara Nacional de Casación Penal, Javier Augusto De Luca, había ratificado que «los supuestos actos de torturas cometidos por ex militares contra soldados de su propia tropa durante la guerra de Malvinas constituyen crímenes de lesa humanidad y por lo tanto no prescriben». El fiscal citó como argumentos normas del derecho penal internacional, tratados internacionales con jerarquía constitucional y doctrina de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Según De Luca, «la prohibición de la tortura y tratos inhumanos es absoluta e inderogable, aún en tiempos de guerra, en caso de amenaza a la seguridad nacional o de lucha contra el terrorismo o por cualquier otra razón». En base a ese dictamen, los tiempos de la investigación avanzaron y en diciembre del año pasado, los imputados se presentaron a indagatoria ante la jueza, y negaron haber participado de maltratos contra conscriptos (como estaqueamientos o enterramientos) y declinaron la posibilidad de contestar preguntas de las partes.

En cambio, los acusados efectuaron un relato sobre su participación en el conflicto bélico y la situación general de los uniformados a su cargo,

Por su parte, el letrado que representa a los ex combatientes remarcó que la sentencia constituye «un punto de inflexión en la lucha por Memoria, Verdad, Justicia y Soberanía». «Tuvimos que batallar contra los esquemas de poder, las fuerzas armadas, ciertos sectores de derecha que publicaban editoriales en medios importantes en los que bajaban la línea de la impunidad, al tiempo que nos acusaban de mentirosos o caranchos», remarcó. 

Guerra de Malvinas: por qué Chile apoyó a Gran Bretaña y no a la Argentina

02-04-2021 00:00

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«Traidores», es lo que le suelen decir los argentinos al pueblo chileno, pero pocos recuerdan la tensa relación entre las dictaduras de Videla y Pinochet que casi termina en guerra.

Guerra de Malvinas | CEDOC

A 39 años del desembarco de las tropas argentinas para recuperar las Islas Malvinas, la Guerra de Malvinas sigue generando recuerdos de dolor en el pueblo argentino, pero cuando se menciona el papel de Chile en el conflicto, la palabra que más suelen decir los argentinos es «traidores«, pero no muchos recuerdan la tensa relación entre las dictaduras de Jorge Rafael Videla y Augusto Pinochet que casi termina en guerra.

El apoyo de Chile a Gran Bretaña dejó una herida abierta en Argentina. Sin embargo, en 1982 la situación entre los países sudamericanos no era la mejor ya que apenas cuatro años antes estuvieron a punto de enfrentarse en una guerra por las islas del canal de Beagle, pero la intervención del Papa Juan Pablo II frenó el conflicto, pero Argentina tenía pensado en invadir las islas luego de la Guerra de Malvinas.

«Después de las Malvinas pensábamos atacar Chile«, dijo en una entrevista a PERFIL en 2009, la última que dio a un medio local, el jefe de la Fuerza Aérea durante la guerra de 1982, Basilio Lami Dozo. El responsable de la recuperación de las islas el 2 de abril de 1982, recordó que Leopoldo Fortunato Galtieri había manifestado: “Que saquen el ejemplo de lo que estamos haciendo ahora porque después les toca a ellos”. 

PERFIL —¿Después iban a atacar a Chile?

Basilio Lami Dozo —Exacto.

En esa línea, en diálogo con PERFIL, el ex secretario de Inteligencia del Estado, Juan Bautista «Tata» Yofre, quien escribió varios libros sobre la Guerra de Malvinas, contó: «Después de Malvinas venía Chile. Entonces Chile sacó la póliza de seguros y se unió a Gran Bretaña, que había mandado a Sidney Edwards para cerrar la alianza en la que Chile dejaba sobrevolar su territorio para controlar lo que pasaba en Argentina y a cambio le ofrecieron algún tipo de ayuda en armamento. Chile en la parte diplomática estaba con Estados Unidos. El 19 de abril Chile desplazó toda su flota».

«Yo si hubiera sido chileno hubiese hecho lo mismo que hizo Chile. Estaban defendiendo su soberanía«, aseguró Yofre y agregó: «Argentina casi va a la guerra por el Canal de Beagle, que la termina parando el Papa. Pero Argentina se quedó con sangre en el ojo porque la dictadura ya tenía pensado un conflicto con Chile.La casi-guerra con Chile por las islas del Canal de Beagle

La tensión entre las dictaduras de Argentina y Chile venía desde diciembre de 1978 cuando estuvieron cerca de protagonizar un enfrentamiento armado por las islas del Canal de Beagle.

En 1971 ambos países recurrieron a un tribunal internacional para determinar la soberanía de las islas. En 1977 el tribunal falló a favor de Chile. Esto no cayó bien en la dictadura argentina y, tras presionar por la vía diplomática, a fines de 1978 lanzaron la «Operación Soberanía» para invadir Chile. El Ejército argentino tenía planeado tomar las islas Picton, Nueva y Lennox, pero finalmente la intervención sobre la hora del Papa Juan Pablo II como mediador y mandó un enviado especial a Sudamérica, con lo que logró evitar una guerra.Cómo fue el apoyo de Chile a Gran Bretaña

En 2014, Sidney Edwards, el oficial enviado por la primer ministro británica Margaret Thatcher, reveló cómo consiguió el apoyo secreto de Augusto Pinochet en su libro «My Secret Falklands War«.

En diálogo con la revista chilena Qué Pasa, el ex oficial de la Real Fuerza Aérea británica aseguró: «Mi opinión personal – y creo que fue compartida por mis jefes en el Ministerio de Defensa y por Margaret Thatcher- es que la ayuda que recibimos de parte de Chile fue absolutamente crucial. Sin ella, hubiésemos perdido la guerra«.

En su libro reveló que al llegar a Santiago de Chile lo recibió el comandante jefe de la Fuerza Aérea chilena, Fernando Mathei. «Si Chile no nos ayudaba en la guerra, después los argentinos caminarían derecho a tomar las islas del canal Beagle. Lo otro es que Matthei sabía que ésta era una oportunidad ideal para conseguir armamento, inteligencia y otras cosas que normalmente no habrían conseguido», señaló.

En cuanto a cuál fue la ayuda de Chile, Edwards explicó que podían utilizar un radar de largo alcance en Punta Arenas, lo que les permitía ver los movimientos aéreos en Ushuaia, Río Gallegos, Río Grande y Comodoro Rivadavia. De esta manera, logró coordinar la llegada a Santiago de Chile de un equipo del Servicio Aéreo Especial británico (SAS) con un sistema satelital de comunicaciones seguro.

En esa línea, Chile permitió a los aviones de Gran Bretaña que vuelen, aunque pintados con colores chilenos, cerca de la frontera con Argentina para obtener cualquier información. «Lo más importante fueron los avisos tempranos de ataques aéreos. Sin éstos, cuando tenés un fuerza de mar sólo con una pequeña defensa aérea, como teníamos, habríamos tenido que montar patrullas aéreas de combate carísimas y aviones volando constantemente, listos para interceptar intrusos», explicó Edwards.

EuDr

Guerra de Malvinas: se cumplen 39 años del conflicto bélico que caló hondo en la vida y el espíritu nacional

santafe.conicet.gov.ar/guerra-de-malvinas-39-anos/

“Si tuviera que sintetizar la guerra, para mi tuvo tres momentos: primer muerto por herida de fusil; primer ataque aéreo al puerto Argentino, y el triste y estruendoso alto el fuego donde sentí que el silencio me aturdía dolorosamente”. Sensaciones en primera persona de Mario Baigorí, un científico sobreviviente.

gentileza CONICET NOA Sur

En 1981, había recibido su titulo de bioquímico en la UNT, y contaba con aspiraciones y proyectos que le iban a deparar un futuro prometedor. Tal es así que, en la actualidad, se desempeña como investigador del CONICET y es vicedirector en la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (PROIMI). La referencia es para el doctor Mario Baigorí, científico sobreviviente de la Guerra de Malvinas.

No obstante, el trayecto no sería para nada fácil, ya que el inicio de su carrera profesional estaría marcada por un acontecimiento insoslayable que cambiaría el rumbo de su vida para siempre: el conflicto con Gran Bretaña por la ocupación y el apoderamiento de ése territorio ubicado en el sur del continente.

Por medio de un testimonio fehaciente y ferviente de los hechos, Baigorí evidencia las peripecias que atravesaron los soldados argentinos en dicha contienda entre naciones. Fueron 74 interminables días en los cuales perduró la guerra perpetuada entre Gran Bretaña y la patria argentina; iniciada un 2 de abril de 1982 mediante la Operación Rosario, y cuyo propósito consistía en recuperar el archipiélago usurpado siglos atrás. Para cumplir con tal cometido, las fuerzas militares argentinas bajo las órdenes del Presidente de la última dictadura cívico-militar, el Teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, arremetieron y batallaron en representación de la proclama del primer mandatario, que versaba: “Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”.

En su relato, el investigador detalla que fue de soldado conscripto en el batallón logístico 10, donde inicia la instrucción en el Liceo militar Gral. José de San Martin de Buenos Aires. Allí –explica- fue capacitado en el uso de armas y otras tareas de la institución. “Luego me regresaron a mi lugar de residencia donde debía esperar el ´destino final´, el cuerpo de ejército de Buenos Aires, Los Patricios”. A los 4 o 5 días reciben la noticia irreversible: habían sido seleccionados para ir a cubrir posiciones en el sur con primer destino en Rio Grande, y finalmente en Puerto Argentino.

“Yo lo viví distinto a los ciudadanos del continente”, cuenta Baigorí, argumentando que su preocupación residía fundamentalmente en salvar o recuperar heridos, y agrega: “Lo más duro fue volver, vencido, y que lo que te preocupaba o creías, no era como lo creías. No. No me había preparado para la guerra, más bien lo contrario: volver creo que fue peor que estar”, concluye. En síntesis, para el científico aquella fue una época dolorosa para el país.

En agradecimiento, Baigorí menciona al Dr. Ernesto Farías, quien lo convoca para desarrollar una beca en el CONICET y que le permite incorporarse al grupo del Dr. De Mendoza, especialista que supo conformar y consolidar un equipo de excelencia en investigación en la ciudad de Rosario. Por último, subraya: “Tengo la gran dicha de tener una excelente profesional y compañera de vida, con quien desarrollamos la mayor parte de mi carrera en Tucumán y que es mi esposa. Creo que nadie se hace solo. El contexto en el que te desarrollas cuenta mucho. Y debo decir que mis compañeros, tanto en Rosario donde hice el doctorado como en Tucumán donde desarrollé el resto de mi carrera profesional, fueron espectaculares”. 

Marco temporal de los hechos

A partir de 1765, las Islas Malvinas, ubicadas aproximadamente a 600 kilómetros de la costa patagónica, fueron ocupadas por las autoridades españolas del Virreinato del Río de la Plata, luego de algunos hechos diplomáticos y militares entre Francia, España y Gran Bretaña. No obstante, en 1820, las autoridades argentinas con asiento en Buenos Aires toman posesión, nuevamente, y nombran a Luis Vernet Gobernador de las islas el 10 de junio de 1829. Cuatro años después, un 3 de enero de 1833, el territorio es usurpado por la corbeta británica Clio, quienes expulsan a los mandos argentinos vigentes.

Dicha situación se prolongó hasta el 2 de abril de 1982, año en que se dio inicio a la Operación Rosario, es decir la recuperación de las islas a través de fuerzas militares nacionales logrando la ocupación de Stanley —capital de las Malvinas—, y dando inicio al Conflicto de Malvinas de 1982. En este sentido, vale destacar que durante la recuperación del territorio promovida bajo las órdenes de la Junta Militar argentina, no hubo bajas del bando inglés.

Como respuesta, el Gobierno británico envía una gran fuerza expedicionaria que al cabo de 10 semanas de guerra desaloja a las fuerzas argentinas. El pabellón nacional flameó hasta el 14 de junio de 1982 en las islas, momento en el cual fueron “recuperadas” por la nación extranjera. La victoria británica precipitó la caída de la dictadura argentina y el inicio de recuperación del Estado de derecho, al tiempo que contribuyó a la reelección del gobierno conservador de Margaret Thatcher, en 1983.

Como consecuencia del conflicto armado que se extendió durante 74 días, murieron 650 combatientes argentinos y 255 británicos, además de tres civiles.

La Constitución Nacional, en su reforma vigente desde el año 1994, expresa en su Disposición Transitoria Primera que “la Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.”

Están allí, tallados en la roca

por el recio buril de la tormenta,

con un poncho de nieve cenicienta

y un jadeo de escarchas en la boca.

Sobre las crestas del paisaje ciego

detrás de los helados panoramas

danzan entre relámpagos y llamas

los monjes demoníacos del fuego.

Están allí, clavados en la cita

con los místicos dioses irredentos.

La borrasca les da su rompevientos

y la cruz del Sur les sirve de garita.

Deflagran en el aire como teas

flores de horror, luciérnagas impuras,

y les lame las rojas mordeduras

los lebreles de sal de las mareas.

Contra los vidrios del turbal inerte

y en conjunción de lábaro y espada

están allí, la piel descascarada

de cuarto vigilante con la muerte.

El agua central de los riscales

espuma, bajamar, onda, reflujo,

multiplica su trágico dibujo

de cósmicos menhires ancestrales.

Están allí, marcados en la frente

por el duro vector de la pelea,

mientras la rosa del amor flamea

tal un guijarro más en la rompiente.

Un holocausto de clarines puebla

los ecos de las viejas generalas,

y abaten entre líquenes sus alas

los arcángeles negros de la niebla. 

Están allí, flanqueados por el genio

del rayo, la pasión, los vendavales,

plantados como tótems astrales

en el mítico fondo del milenio.

Tras un cielo de lágrimas ustorias

perfil contra perfil, peña por peña

el sol de medianoche les diseña

su pátina de musgos y de glorias.

Están allí, ya nada los arredra

brumas, alarmas, nevazones,

miedos oxidada la costra de los dedos

las raíces hundidas en la piedra.

Y al mandato final del hombre nuevo,

el alto mar, preñado de futuro,

grita con un dramático ¡sí, juro!

la consigna del último relevo.

Orlando Mario Punzi

Nota: CONICET NOA Sur