Torturas en la Guerra de Malvinas

Confirman procesamientos por torturas en Malvinas | Por haber estaqueado y enterrado soldados hasta el cuello como castigo por robar comida

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09 de abril de 2021

 (Fuente: Télam)
. Imagen: Télam

La Cámara Federal de Comodoro Rivadavia confirmó el procesamiento sin prisión preventiva de tres militares retirados y dictó la falta de mérito de un cuarto en la causa que investiga torturas a soldados de la propia tropa durante la guerra de Malvinas. A seis días del 39º aniversario del inicio del conflicto bélico con Gran Bretaña, el tribunal confirmó por mayoría que se trata de delitos de lesa humanidad, por ende no prescriben, y ratificó de manera parcial el fallo que había dictado en febrero del año pasado el Juzgado Federal de Río Grande, Tierra del Fuego. 

Hoy los torturadores van a dormir menos tranquilos. Hoy se avanzó y mucho y dimos un paso importante en materia de verdad y justicia. Esto es la construcción del Nunca Más de Malvinas», sostuvo el abogado Jerónimo Guerrero Iraola, del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata, que interviene como querellante en la causa.

Con votos de Javier Leal de Ibarra y Aldo Suárez, la Cámara confirmó el procesamiento de Eduardo Gassino, Gustavo Calderini y Miguel Ángel Garde, en tanto consideró que no existen elementos suficientes para procesar pero tampoco para sobreseer a Belisario Affranchino Rumi, que sigue imputado en la causa

Los magistrados coincidieron con la jueza federal fueguina Mariel Borruto al considerar que se trató de delitos de lesa humanidad aunque modificaron su criterio al definirlos como “vejaciones” y no como “imposición de tormentos”, calificaciones ambas asimiladas al concepto de torturas en los tratados internacionales suscriptos por la Argentina.

Los estaqueamientos y enterramientos en Malvinas, que comenzaron a investigarse en 2007 a partir de una denuncia del entonces subsecretario de Derechos Humanos de Corrientes, Pablo Vassel, no fueron hechos aislados o aleatorios sino que “presumiblemente formaron parte de una agresión, desplegada por la superioridad contra el personal subalterno, que por lo menos habría gozado de la aquiescencia del Estado”, indicaron los camaristas. 

Juzgaron como una “práctica corriente realizada por el personal superior” la aplicación de “sufrimientos, consistente en la privación injustificada de alimentos, aplicación de sanciones ilegitimas y degradantes”, que definieron como parte de una “política de supremacía de los altos mandos por sobre los soldados más rasos”.

Los soldados Mario Sánchez y Ramón Salvador Caballeros “habrían sido estaqueados de pies y manos por más de dos días, ocasión en que se habría producido un bombardeo sobre la posición, lo que habría provocado la muerte de los nombrados”, apuntan los camaristas al enumerar los casos por los que dictaron los procesamientos. 

Algunos soldados fueron “obligados a sentarse en el interior de un pozo para luego ser enterrados hasta el cuello, situación en la que permanecieron sin abrigos y sin cascos, entre nueve y diez horas, por haber sustraído y posteriormente haberse comido una oveja”. Otro fue obligado a “colocar sus pies cerca del fuego, con sus borceguíes y medias, ordenándole que no se moviera durante un día, para luego ser obligado a volver a su posición, circunstancia que le produjo ampollas en los costados de los dedos grandes”.

Un soldado estuvo estaqueado durante ocho horas bajo una nevada “a modo de castigo por el supuesto robo de comida”. Hubo también un “enterramiento en un pozo hasta el cuello, sin abrigos, sin cascos por más de diez horas, bajo temperaturas extremas y sin alimentos sufriendo las contingencias del clima y suelo congelado cuando pretendía dar aviso a su superior del castigo que se encontraban sufriendo sus compañeros”. 

Uno salvó su vida de milagro luego de estar “estaqueado durante cuatro o cinco horas, atado de manos y pies con un nylon cubriéndolo durante un bombardeo nocturno”, mientras sus compañeros fueron obligados a realizar “movimientos vivos sobre el barro con hielo bajo la nieve mientras sufrían amenazas de ejecución”. 

“Luego, cuando no se podía levantar debido al cansancio y al frío, sus superiores les habrían efectuado entre seis y siete disparos entre sus piernas y los habrían hecho parar en posición de firme mientras les pegaban con una barra de acero que se utiliza para limpiar los caños de los fusiles”, relataron. 

En el caso de José Alberto Yanevich, sus superiores lo agredieron verbalmente y luego lo estaquearon durante dos días y le rompieron la nariz de un culatazo. “En ocasión en que se encontraba estaqueado, se habría producido un bombardeo y la deflagración de una bomba le habría provocado una ceguera momentánea que habría derivado en permanente”, recordaron.

En disidencia con el voto mayoritario, la tercera camarista, Hebe Corchuelo de Huberman, consideró que más allá de la gravedad de los hechos no se trata de delitos de lesa humanidad, por lo que a su entender estarían prescriptos por el paso del tiempo. 

Aunque las torturas y abusos “pudieron haber atentado gravemente contra bienes jurídicos individuales, no resulta suficiente para su conceptualización como delitos de lesa humanidad”, sostuvo. 

“No surgen constancias que permitan comprobar la pertenencia de dichos actos a algún plan de persecución o aniquilación sistemática. Por más aberrantes que puedan resultar las acciones que presuntamente se habrían desarrollado, no se encuentran acreditados los requisitos de sistematicidad ni generalidad del ataque, como elementos que elevarían los delitos supuestamente cometidos a la categoría más grave de delitos contra la humanidad”, escribió.

Salen a la luz por primera vez los archivos secretos de Malvinas que confirman torturas a soldados

Télam

La desclasificación de los archivos secretos de las fuerzas armadas sobre la guerra de Malvinas, conocidos esta semana, testimonia y ratifica las graves violaciones a los derechos humanos que fueron cometidas contra los soldados por parte de sus superiores, y revela un plan de la dictadura para ocultar estos delitos al regreso de las tropas al continente.

Un primer informe del material que sale a la luz 33 años después de la guerra fue entregado esta semana por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, a la Comisión Nacional de Ex Combatientes, luego de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ordenará -a través del decreto 503/15- la desclasificación de toda la documentación vinculada a Malvinas que se encontraba en los archivos de las fuerzas armadas.


«Estos documentos corren el velo de hechos que fueron ocultados durante años por las propias fuerzas armadas y serán un gran aporte para la justicia», manifestó a Télam Ernesto Alonso, titular de la comisión de ex combatientes e integrante del CECIM de La Plata, que motorizó en 2007 la denuncia ante la justicia por las torturas y vejámenes que sufrieron los soldados durante el conflicto bélico
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Entre la documentación desclasificada, se encuentran las denominadas «actas de recepción» que debieron completar los soldados a su regreso al continente, al término de la guerra, donde se dejaba constancia del estado de salud y las condiciones con las que habían sido tratados en las islas.

Los documentos fueron analizados por un grupo de investigación dependiente de la Dirección Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, digitalizada por el equipo de archivos de esa dependencia y su inventario puede ser consultado en la web www.archivosabiertos.com.

«Estos documentos corren el velo de hechos que fueron ocultados durante años por las propias fuerzas armadas y serán un gran aporte para la justicia»Ernesto Alonso, titular de la comisión de ex combatientes»La documentación es muchísima. En este primer relevamiento de los casos más emblemáticos, hicimos entrega de unas 700 actas, donde los testimonios -clasificados como secretos- acreditan los maltratos contados por las propias víctimas o por compañeros que relatan lo que vieron», explicó a Télam Stella Segado, directora de Derechos Humanos de la cartera de Defensa.

La mayoría de esos testimonios relatan que sufrieron pie de trinchera -congelamiento de los pies por la humedad y el frío del terreno-, desnutrición, casos de estaqueamiento, enterramiento en fosas y otros tipos de castigos físicos por haber dejado sus puestos para salir en busca de la comida que escaseaba entre los soldados.

La información desclasificada será remitida en los próximos días a la justicia federal de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde tramita la causa por abusos sufridos por soldados durante el conflicto del Atlántico Sur, y también a la Procuración General de la Nación para el seguimiento del expediente.

Una de las actas, a la que accedió Télam, da cuenta del testimonio de un teniente primero que relata que un oficial «lo ató de pies y manos a la espalda, colocándolo de cara al suelo, en la arena mojada de la playa, desde las 9 hasta las 17 horas», u otro de un sargento que recibió patadas en los testículos por lo cual debió ser operado.

Otro documento secreto -firmado por el entonces comandante en jefe del Ejército, teniente general Cristino Nicolaides, el 30 de diciembre de 1982, seis meses después de terminada la guerra- revela un plan de la dictadura para ocultar esos delitos cometidos en las islas.

En el texto -rotulado como «secreto» por el Ejército- Nicolaides dejó asentados los lineamientos para ocultar las torturas y vejámenes que aplicaron a los conscriptos, en una nota dirigida al comandante del V Cuerpo del Ejército.

En esa nota, a la que también pudo acceder Télam, se indica que a la hora de impulsar una investigación interna, los vejámenes fueran considerados como simples «faltas disciplinarias» y que en los casos en que sea imposible por la gravedad del hecho, que se le informe la situación a él en persona para resolver el problema.

«En los casos en que se acreditare alguna infracción las respectivas resoluciones no excederán el ámbito disciplinario, dentro de pautas de mesura, guardando la adecuada reserva», fue la orden escrita por Nicolaides, a fin de evitar filtraciones a la sociedad en un momento en que los dictadores procuraban conservar el poder tras la derrota en la guerra.

«Esta documentación demuestra que hubo una planificación de Inteligencia para evitar que los relatos de los soldados trascendieran cuando volvieran al continente», explicó Alonso, quien adelantó que todo el material desclasificado también será remitido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los ex combatientes recurrieron a esta instancia por «negación de justicia» luego de que la Corte Suprema de Justicia declarara prescripta la causa y clausurara la investigación.

Un capitán mercante inglés aconseja la ocupación de Malvinas en abril de 1829

Acercándose el final de la guerra independentista en el territorio de las nuevas Provincias Unidas, el 6 de noviembre de 1820, el recién asumido gobierno bonaerense de Martín Rodríguez tomó posesión de las Islas Malvinas. Casi nueve años más tarde, el 10 de junio de 1829, exactamente 59 años después de que el gobernador español ordenara el desalojo de los invasores británicos de las Islas Malvinas, la gobernación organizó por decreto su comandancia militar.

La decisión establecía que tanto las Malvinas como las islas adyacentes al Cabo de Hornos serían regidas por un comandante político y militar, que haría observar en las islas las leyes de la República. El gobernador fue Luis Vernet, un comerciante nacido en Hamburgo que partió con una veintena de colonos ingleses y alemanes, y un derecho para usufructuar el ganado de las islas, otorgado por una vieja deuda.

La caza de ballenas era la actividad central y en torno al derecho de su práctica, en 1831, surgió un conflicto militar con Estados Unidos, que negaba a las Provincias Unidas el derecho a reglamentar dicha pesca. Intromisión de la diplomacia británica de por medio, la marina estadounidense invadió las islas.

En septiembre de 1832, zarpó desde Buenos Aires el buque de guerra Sarandí, al mando de José María Pinedo. Llevaba al nuevo gobernador interino, sargento mayor de artillería Esteban Mestivier y las órdenes de restablecer el orden. Llegaron a las islas el 1º octubre 1832 y cumplieron su misión, pero sólo temporalmente. Apenas algunos meses más tarde, el 2 de enero 1833, una fragata inglesa ocupó las islas. Desde entonces, el país reclama su soberanía por vías diplomáticas, exceptuando la guerra de 1982.

Reproducimos a continuación una carta enviada por el capitán de un barco mercante aconsejando la ocupación de las Islas Malvinas donde reconoce que ese punto estratégico estaba habitado por comerciantes de Buenos Aires que habían obtenido una concesión del gobierno de dicho estado.

Traducción de la carta dirigida por W. Langdon a Th. Potter Macquen sugiriéndole la ocupación de las Islas Malvinas.

1 White Lion Court, Cornhill, 12 de abril de 1829

Habiendo capitaneado un barco mercante durante cinco viajes a Nueva Gales del Sud y regresado a Londres vía Cabo de Hornos, he podido comprobar la necesidad de establecer una colonia en las islas Falkland con el objeto de proporcionar a los barcos que vuelvan por dicho camino el abastecimiento de agua, provisiones o reparaciones en caso de accidente. El bergantín Nassau, cargado con aceite de ballena se perdió durante su viaje a Inglaterra por hacer agua al salir del Cabo de Hornos. De haber establecido una colonia en las islas Falkland, podría haber llegado hasta ella, salvándose. El paso hacia el oeste de Nueva Holanda no ha sido contemplado a consecuencia de los tremendos temporales que generalmente soplan en esta región, sino a causa del temor que tenían los capitanes de barcos respecto del pasaje de este (alrededor del Cabo de Hornos) pues no tenían (en esa ruta) ningún puerto en donde recalar más próximo que el de Montevideo en el Río de la Plata o algún lugar en el Brasil, y en este caso el viaje se prolongaría por lo menos en un mes con los consiguientes gastos derivados de las excesivas tasas portuarias.

Gran número de barcos se emplean ahora en el comercio de Nueva Gales del Sud y la tierra Van Diamans, exclusivamente barcos cárceles y balleneros. La mayoría de ellos se ven obligados a recalar en alguno de los puertos brasileños, para abastecerse de agua, etc., si regresan por la ruta del Este. Todo esto sería absolutamente innecesario si se estableciera una colonia en las islas Falkland, lo cual podría llevarse a cabo con un plan similar y con menor costo que la que se fundó en la isla Ascensión. Un contingente de 100 hombres bastaría, y todo lo necesario se les remitiría por medio de alguno de los barcos cárceles; estos barcos por cuenta del gobierno podrían llevar cierta cantidad de masteleros para cada colonia y dejarlas allí para el aprovisionamiento de los barcos de Su Majestad o de cualquier otro que los requiera.

Lo que me induce a poner en su conocimiento todo esto es que se debe a que usted es un hacendado muy importante en Australia y naturalmente interesado por este comercio; conozco, además, su influencia en alguno de los miembros del gobierno de Su Majestad y presiento que su gestión sería inmediatamente notada y llevada a la práctica. Estoy seguro de que la importancia y necesidad de que el gobierno británico ocupe algún puerto de comunicación entre las colonias y la madre patria no puede pasar inadvertido para ninguna persona que se interese por su prosperidad.

Le ruego me permita añadir, Señor, que estuve en Berkeley Sound 1 hace diez meses atrás y hallé las islas en posesión de un director alemán y cerca de 20 hombres pri ncipalmente americanos; habían sido enviados allí por una compañía de comerciantes de Buenos Aires que obtuvo una concesión del gobierno de dicho estado, y su objetivo era dar muerte al ganado para sacar los cueros. Habían reunido ya cerca de 1000 y creo que en las islas hay más de 10.000 además de caballos. Ellos abastecieron mi barco con excelente carne salada y me dijeron que tenían grandes cantidades listas para exportarlas. Habían estado allí durante 12 meses y ninguno de ellos se había enfermado ni por un solo momento.

El terreno parece muy bueno en muchos lugares y vi varias especies de vegetales comestibles que crecen abundantemente. No puede dudarse que producirá, también, cantidades de cereales, y si el gobierno las ocupara mucha gente podría emigrar y colonizarlas. Berkeley Sound se halla perfectamente libre de rocas, con casi tres millas de extensión a la entrada y 12 a 14 millas de longitud, a cubierto de todos los vientos, pero incluso para el E N E a E S E que sopla a veces, hay una isla, excelente ancladero para buques de cualquier tonelaje, que los preserva de cualquier viento.

Su usted piensa que estas observaciones puedan presentarse al gobierno de Su Majestad, me sentiré feliz, señor, de proporcionarle cualquier información adicional.

Tengo el honor & W. Langdon, teniente R. N.

Referencias:
1 Ubicado en la isla Soledad, la isla de mayor superficie del archipiélago de la Malvinas.

Referéndum sobre la soberanía de las Islas Malvinas de 2013

El referéndum sobre la soberanía de las islas Malvinas de 2013 fue un plebiscito decidido por el gobierno local de las islas Malvinas, que es un territorio no autónomo administrado por el Reino Unido y cuya soberanía se encuentra en disputa con la República Argentina. Se llevó a cabo los días 10 y 11 de marzo de dicho año. A los habitantes de las islas Malvinas se les preguntó si querían que el archipiélago continuara bajo administración británica —como hasta ahora—, en razón del pedido de la Argentina para negociar la devolución de la soberanía de las islas.​

Jurídicamente, la Organización de las Naciones Unidas lo considera un territorio de soberanía aún pendiente de definición, entre el Reino Unido —que lo administra— y la Argentina, que reclama su devolución. Además, dicho organismo no reconoció el referéndum.​

El gobierno de Argentina ha argumentado que en el caso de las Malvinas no corresponde el derecho de libre determinación, ya que la población de las islas fue «implantada» por el Reino Unido tras la ocupación de las islas en 1833, siendo «controlados los movimientos migratorios» y cuya demografía «crece por las necesidades económicas y administrativas del gobierno colonial». También el gobierno argentino afirma que las resoluciones de las Naciones Unidas no hablan de la aplicación de la libre determinación en las islas, sino que Argentina respete los «intereses» de los isleños en cuanto a la identidad, el idioma, las tradiciones, etc, y que el país no quiere «quitarles su identidad británica ni cambiar su forma de vida».​

En cuanto a la postura de los Estados Unidos sobre el referéndum, dicho país se ha mostrado de manera neutral hacia dichos comicios, indicaron que reconocen la administración de facto británica pero no toman posición sobre la soberanía de dichas islas.

¿Desea que las Islas Malvinas conserven su actual estatus político como Territorio de Ultramar del Reino Unido?

Posición de Argentina

Nueva York. El Canciller Héctor Timerman expuso hoy en el Comité de Descolonización de la ONU la posición argentina que ratifica la plena disposición de nuestro país para encontrar una solución pacífica a la disputa de soberanía en la Cuestión Malvinas. A la izq. del Canciller la representante argentina ante la ONU, María Cristina Perceval.

Argentina considera que la Resolución 2065 (XX) instó a resolver la disputa a través de negociaciones, teniendo en cuenta los «intereses» y no los «deseos» de los isleños. Argentina niega que corresponda a esa población, decidir a cuál de los dos países pertenece el territorio, considerando que los isleños «no constituyen un pueblo preexistente, son súbditos británicos» y, como tales, no pueden ser los árbitros de un conflicto en el cual el Reino Unido es parte.​ De esta manera, solo habría dos partes en la disputa de soberanía, la Argentina y el Reino Unido. Por eso, el gobierno argentino se ha negado a una invitación del gobierno local del archipiélago para hablar con una delegación de isleños.​

En la cumbre de G-20 celebrada en México en 2012, David Cameron se enfrentó a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner y le pidió «respetar» el referéndum, mientras que ella dijo que la cuestión debe resolverse de conformidad con las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.​

Guillermo Carmona, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Diputados de Argentina, condenó el referéndum diciendo que «esto no tiene ningún valor en absoluto, desde Argentina rechazamos la posibilidad de la libre determinación de la población implantada, como la población británica implantada en las Islas Malvinas».​

Un grupo de diplomáticos argentinos recorrieron países de América Latina, el Caribe y África para defender el reclamo de Argentina de las islas y convencer a los gobiernos de los «inconvenientes» de enviar observadores para supervisar el referéndum. Durante una visita a Londres el 6 de febrero de 2013, el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, afirmó que los malvinenses «no existen» como tales, son ciudadanos británicos en las islas en disputa.​

A principios de marzo de 2013, los senadores Miguel PichettoDaniel FilmusErnesto SanzJaime Linares y Rubén Giustiniani solicitaron una sesión especial convocada para el 13 de marzo para repudiar el referéndum. Filmus dijo que el referéndum «no cambia en absoluto la posición argentina» y expresó:

«Este referéndum es una nueva acción política de naturaleza publicitaria pergeñada por el Reino Unido, ante la ofensiva diplomática que ha llevado a cabo Argentina en todos los foros internacionales y la solidaridad que ha concitado entre las naciones. Debemos denunciar la trampa que esconde la apariencia de “participación popular” en el caso de un pueblo implantado. Esta maniobra publicitaria no tiene ninguna validez para la legislación del derecho internacional».​

La embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, expresó que «los kelpers, son británicos, pero el territorio en el que habitan no lo es»

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LA VIDA ARGENTINA EN MALVINAS 1820-1833

La vida argentina en Malvinas 1820-1833

| Por Silvina Gutiérrez |

El artículo aborda algunos aspectos poco conocidos de la vida argentina en Malvinas entre 1820 y 1833, describiendo cómo era la cotidianeidad de los hombres y las mujeres que habitaron allí.

El primer intento de asentamiento de población en el archipiélago fue llevado a cabo por Francia, cuando en 1764 expedicionarios franceses al mando de Louis Antoine de Bougainville se instalaron y construyeron la colonia pesquera y foquera Port Saint Louis. Muchos procedían del puerto francés de Saint Maló; de allí el origen del nombre “Malvinas”. Francia reconoció la soberanía española sobre las islas tras el inmediato reclamo de Su Majestad Católica y en 1767 se retiró. España designó al primer gobernador de Malvinas: Felipe Ruiz Puente, quien renombró a la población como Puerto de Nuestra Señora Soledad. Desde entonces fueron 20 gobernadores al frente de 32 administraciones españolas hasta la Revolución de Mayo de 1810. Las Malvinas, como el resto de nuestro territorio, fueron gobernadas en adelante por las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Desde los inicios del Primer Gobierno Patrio hasta la expulsión del pueblo y de las autoridades argentinas de Puerto Soledad en enero de 1833, hay una continuidad de actos que evidencian la ocupación efectiva de las Islas Malvinas y el ejercicio de soberanía por parte del naciente Estado argentino.

En 1820 David Jewett, oficial de la Marina argentina, tomó posesión de las Islas a bordo del buque “Heroína” en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Ordenó izar el pabellón nacional en Puerto Soledad y prohibió la caza y pesca a buques extranjeros que no disponían de la autorización correspondiente. Este acto público de reafirmación de la soberanía fue presenciado por una gran cantidad de buques loberos y balleneros extranjeros y recorrió los periódicos del mundo, incluido el Times de Londres. Ni los norteamericanos ni los británicos se opusieron, ni realizaron reclamos.

Puerto Soledad, ubicado al noreste de la Isla Soledad en la Bahía de la Anunciación, fue siempre el principal establecimiento en las islas y donde en forma sucesiva España y la Argentina establecieron un poblamiento perdurable en el tiempo y con contactos con el resto del continente americano. Es justamente este lugar, a partir de 1826, el que empezó a transformarse en el primer pueblo argentino en Malvinas y al que Luis Vernet denominó en algunas ocasiones como “Puerto Luis”; aquí Emilio Vernet (su hermano) y María Sáez (su esposa) comienzan a escribir sus respectivos diarios. Este pueblo fue atacado dos veces, primero por los norteamericanos en 1831 y luego invadido en 1833 por los británicos.

El surgimiento del pueblo argentino en Malvinas podríamos dividirlo en tres etapas:
1) de 1823 a 1826, donde los intentos no llegan a tener éxito;
2) de 1826 a 1829 donde se comienzan a refaccionar las viejas edificaciones y a construir otras nuevas;
3) la etapa de apogeo, desde 1829, cuando Luis Vernet es nombrado Comandante Político y Militar de Malvinas hasta la usurpación británica de 1833.

Documentos para la historia del Libertador General San Martín

La obra comprende tres series, con un volumen inicial aparte, que, a manera de introducción, reúne los documentos relativos a los padres y hermanos del Libertador, que se refieren a la actuación de San Martín en España y los de familia.

sanmartiniano.cultura.gob.ar/documentos-del-libertador-general-san-martin

Palabras de presentación a la edición digital de la obra, por el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Eduardo García Caffi.

Al cumplirse noventa años de la fundación del originalmente denominado Instituto Sanmartiniano el 5 de abril de 1933 -que a partir del 27 de julio de 1945 pasaría a adquirir su denominación actual- el legado del Libertador permanece en nuestra memoria y sus valores nos sirven de ejemplo constante.

El Padre de la Patria insistía, con categórica convicción, en que las bibliotecas eran aún más poderosas que los ejércitos para consolidar naciones libres, independientes, justas y soberanas.

Por esa razón, crear lo que él denominaba «establecimientos de ilustración» en los que se enseñaran ciencias, artes, letras y oficios era la mejor forma de combatir contra la ignorancia como columna central del despotismo y erigir otra basada en una cultura sólida, en el saber liberador de pueblos.

Los tiempos cambian, la tecnología avanza, pero hay principios rectores que nunca mueren.

Por ese motivo saludo, con verdadera satisfacción y alegría, el esfuerzo del personal de esta Casa que, con su venturoso compromiso, ardua labor y espíritu colaborativo, se involucró activamente y con entusiasmo para hacer realidad este proyecto de digitalización que pondrá obras fundamentales oportunamente publicadas por nuestra institución, de gran valor documental e historiográfico, al alcance de todos.

La digitalización comprende un conjunto de publicaciones que nos permiten conocer al General San Martín en distintas facetas: su vida pública y privada, sus logros, frustraciones, alegrías y tristezas. La documentación incluye los
más variados testimonios escritos que posibilitan visualizar la magnitud de su trayectoria.

Esta confluencia virtuosa de esfuerzos individuales, canalizados institucionalmente, hará posible que los interesados en conocer las cartas personales del Libertador, sus partes de batalla y otros documentos de trascendencia, tengan libre acceso a los mismos en cualquier lugar del mundo en el que se hallen para conocer el pensamiento de quien siempre estuvo dispuesto a sacrificar su existencia por la libertad y era un firme convencido en el ideal de la independencia universal.

Eduardo García Caffi. 5 de Abril de 2023.

Palabras de presentación a la primera edición de la obra, por el entonces presidente de la Nación General Juan Domingo Perón.

El hombre, desde el principio de los tiempos, ha tratado de penetrar el misterio que lleva, corno un enigma, dentro de su corazón.

Desde la más remota antigüedad, la mayor preocupación del hombre fué llegar a las honduras de su intimidad: «conocerse a sí mismo».

Los filósofos de todos los tiempos buscaron la «sabiduría», conocer al hombre, mediante la observación directa de sí mismos y de la humanidad que los rodeaba.

Los historiadores prefirieron en cambio penetrar el misterio del hombre, mirándolo desde lejos…

Acaso los filósofos hayan partido siempre de la hipótesis de que el hombre es demasiado pequeño… Es indudable en cambio que los historiadores han fundado siempre su quehacer en «la grandeza del hombre» como hipótesis de trabajo.

Los pueblos se parecen en esto a los filósofos o a los historiadores.

Les atrae como un abismo, el enigma de conocerse a sí mismos.

Hay pueblos que sólo miran, con el microscopio del instante en que viven, nada más que el presente. Son pueblos sin porvenir, enfermos de pequeñeces.

Otros pueblos, en cambio, se afanan por el conocimiento de sí mismos, contemplando, desde lejos, la altura de sus hombres y la grandeza de sus vidas.

Son pueblos «enfermos de grandeza».

La eternidad los espera desde el porvenir y frecuentemente Dios los elige para cumplir un destino superior entre los demás pueblos.

Para que un pueblo pueda mirarse en su pasado y contemplar por lo tanto, su porvenir con grandeza de corazón necesita poseer en su historia, un momento por lo menos de gloria indiscutible.

Momentos así suelen darse con escasa frecuencia porque se necesitan para ello: la estatura de un hombre gigantesco y el pedestal de un pueblo extraordinario.

Pueblos hay que pasan por el mundo sin encontrarse con «el hombre» anhelado; y hombres gigantescos no encuentran muchas veces «el pueblo» que desean.

Los argentinos que siguieron a San Martín por los caminos de su inexorable designio de «ser lo que debía ser o no ser nada», constituyeron indudablemente el extraordinario pedestal de nuestro Gran Capitán.

Para seguir los caminos de San Martín era necesario un pueblo consciente de su responsabilidad frente al destino de las naciones hermanas que debía liberar con su generoso sacrificio.

Y para conducir soldados de un pueblo así, era menester un alma como la de San Martín, capaz de ascender hasta las más altas cumbres de la humildad.

El Instituto Nacional Sanmartiniano, publicando esta extraordinaria documentación, actualizada mediante búsquedas afanosas, impregnadas de invencible patriotismo, nos pone de frente ante la grandeza indiscutible de San Martín.

En su grandeza sublime nos miramos ya, midiéndola con la grandeza del pueblo que supo conocerlo, comprenderlo y amarlo sangrando desde San Lorenzo a Guayaquil y más allá todavía.

Bien está que nos miremos así para conocernos con absoluta verdad… porque sólo contemplando la grandeza pasada podremos penetrar en la eternidad que nos espera desde el porvenir.

Yo tengo la presunción ahora, de creer que Dios ha vuelto a elegirnos, como en los tiempos de San Martín, para cumplir un designio de liberación entre los pueblos.

Acaso en estas páginas esté el secreto de nuestro destino y lal vez se encuentren algún día, leyéndolas, el pueblo y el hombre capaces de realizarlo más allá de las cumbres que sólo puede hollar la humildad.

Dios quiera que este esfuerzo extraordinario que honra a la historiografía nacional impregne de virtud sanmartiniana esta segunda mitad de nuestro siglo, en la que, sin duda, habrá de decidirse el destino de América y por ende de la humanidad.

Juan Domingo Perón, Diciembre de 1953

Características de la obra.

La primera serie, titulada Documentos del Archivo de San Martín, está integrada por las piezas que con igual denominación se conservan en el Museo Mitre, y que en su mayoría sirvieron para la edición de 1910.

La segunda serie contiene los documentos de otros archivos, sin olvidar las colecciones privadas y aquellos que sólo han llegado hasta nosotros mediante obras impresas.

La tercera serie está destinada a reunir la documentación conocida tardíamente con respecto a los volúmenes publicados, y permanecerá siempre abierta para recoger la que exhume la investigación oficial y privada, con lo cual el archivo se mantendrá al día. Al pensar en esta serie tuvimos presente que en historia no es posible poner punto final a investigación alguna, pues con frecuencia aparecen documentos que por su importancia vienen a completar o modificar sucesos que se tenían por suficientemente investigados.

En la publicación de los documentos se ha preferido seguir el orden cronológico al temático, por resultar éste de imposible adopción debido a la gran cantidad de piezas a clasificarse.

Cada volumen contiene un índice general integrado por las sinopsis de los documentos, e índices de nombres de personas, geográficos y de temas, que para una mayor utilidad serán agrupados al final de cada serie.

Por consultas sobre bibliografía o turnos en biblioteca escribir directamente al área de biblioteca enviando mensaje a biblioteca@sanmartiniano.gob.ar

Primeras protestas

El 15 de enero de 1833, a escasos doce días de la usurpación británica de las Islas Malvinas, las autoridades argentinas dieron los primeros pasos de un camino de reclamos diplomáticos y cooperación regional frente a la agresión colonial.

Al conocerse la noticia del violento incidente, el Ministro de Relaciones Exteriores de la Provincia de Buenos Aires, Manuel Vicente Maza, solicitó explicaciones al Encargado de Negocios británico, Philip Gore. Unos días después, ante la falta de respuestas y tras hacer varias consultas entre los funcionarios del Gobierno, se presentó una nota formal de protesta ante el representante de Gran Bretaña contra las pretensiones y la usurpación británica de las Islas Malvinas. Junto con estas acciones, el Ministro Maza dio curso para que se hicieran las presentaciones oficiales correspondientes en Londres.

Además de esa nota de protesta, las autoridades nacionales impulsaron una respuesta diplomática más vasta. Les enviaron una circular a los gobiernos de países americanos en las que les daban cuenta del hecho de fuerza ilegal británico en las Islas Malvinas y les solicitaban su acompañamiento en una política común contra cualquier pretensión europea a menoscabar los derechos soberanos de los Estados. Muchos Estados de la región respondieron identificándose con la causa argentina.

Los hechos tomaron pronto estado público y los medios de prensa se hicieron eco de lo sucedido en las Islas Malvinas reflejando el repudio de la población. El 24 de enero de 1833, en su mensaje a la legislatura provincial, el gobernador Juan Ramón Balcarce informó oficialmente de lo ocurrido y de las medidas que se habían dispuesto. La Argentina reaccionaba así con gran celeridad ante lo que consideraba como un serio desafío externo a la integridad territorial.

argentina.gob.ar/malvinas-nos-une/documentos-historicos

Documentos

2 de abril de 1982: empieza la guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido

por Alba Leiva

La guerra de las Malvinas estalló tras la invasión argentina. El triunfo británico mantuvo su soberanía sobre las islas, precipitó el fin de la dictadura militar en el país austral y disparó la popularidad de la primera ministra Margaret Thatcher.

 El entonces guardiamarina Miguel Ángel Máscolo reglando el fuego de artillería sobre posiciones británicas en la guerra de Malvinas. Fuente: Wikimedia Commons

Argentina y el Reino Unido habían tenido disputas desde hacía más de un siglo por las Islas Malvinas, situadas en el Atlántico Sur, hasta que en 1982 se convirtieron en guerra. El desencadenante lo protagonizó un grupo de obreros argentinos que izaron su bandera mientras desmantelaban una factoría ballenera en las vecinas Georgias del Sur, también bajo control británico junto con las islas Sándwich del Sur. Para Londres se trató de una provocación.

El incidente, en cambio, motivó a la Junta Militar argentina a acelerar sus planes para recuperar las Malvinas. Así, el 2 de abril de 1982 lanzó la operación Rosario, por la que 5.000 efectivos desembarcaron en la capital, Puerto Stanley, a los que se sumarían otros 5.000. Horas después, el presidente Leopoldo Galtieri anunció que Argentina había recuperado las islas y en el país estalló la euforia. Pero la primera ministra británica, Margaret Thatcher, no tardó en responder enviando al ejército. El 3 de abril, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó la invasión argentina y llamó a una solución dialogada.

Una disputa histórica

El origen de la disputa por las Malvinas, o Falkland Islands en inglés, se remonta a la colonización española en el siglo XVIII, cuando los británicos establecieron puertos para tratar de controlar el archipiélago. Aunque se retiraron en 1774, nunca renunciaron a sus derechos sobre las islas. Argentina pasó a administrarlas tras su independencia en 1816, hasta que el Reino Unido envió navíos para recuperarlas. Desde 1833 están bajo su control, pero distintas iniciativas como la fallida propuesta de arbitrio de 1884 no evitaron más reclamaciones.

Naciones Unidas considera que las Malvinas son un territorio pendiente de descolonizar y reconoce desde 1965 que existe una disputa por su soberanía entre los dos países. Lo más cerca que estuvieron de un acuerdo fue la Declaración Conjunta de 1971, por la que se comprometieron a estrechar las relaciones entre Argentina y las islas. El acercamiento, sin embargo, se rompió con la instauración de la dictadura militar argentina en 1976.

Aunque la invasión de las Malvinas en 1982 se amparó en esa disputa histórica con el Reino Unido, fue una estrategia del Gobierno militar de Galtieri para relanzar su popularidad. La crisis económica y las denuncias de violaciones de derechos humanos que fomentaban la movilización social tenían al régimen en horas bajas. Si bien al principio caló el triunfalismo, la respuesta británica pronto volvió la operación en su contra. 

Cae la dictadura, sube Thatcher

La guerra de las Malvinas duró 72 días y se desarrolló por tierra, mar y aire. El Reino Unido envió hasta 127 barcos frente a unas tropas argentinas poco preparadas, ya que los cuerpos de élite estaban en la frontera con Chile, aliado de Londres. La mayor muestra de esa superioridad militar se dio cuando un submarino nuclear británico hundió el crucero argentino General Belgrano, en el que murieron 323 soldados. Tras verse arrinconada en Puerto Stanley, Argentina se rindió el 14 de junio y el Reino Unido recuperó el control de las Malvinas. La contienda se saldó con la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y tres civiles locales. 

Tras la guerra, la crisis en Argentina se agravó hasta precipitar la caída del régimen militar y la transición hacia la democracia. Galtieri renunció el 23 de junio y el Gobierno del general Reynaldo Bignone aceptó la convocatoria de elecciones democráticas. Se celebraron el 30 de octubre de 1983 y salió elegido Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical. Pero las reclamaciones argentinas sobre las Malvinas no cesaron. De hecho, la reforma constitucional de 1994 incluye el carácter irrenunciable de estas islas para el país.

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Todo lo contrario le ocurrió al Gobierno de Margaret Thatcher: la decisión confiada de mandar al ejército a las Malvinas disparó su popularidad en el Reino Unido y le aseguró una victoria electoral aplastante en 1983. En cuanto a las Malvinas, el 99% de sus habitantes, unos 3.000 en total, decidieron seguir bajo la administración británica en un referéndum celebrado en 2013. Sin embargo, Argentina no lo reconoce como legítimo y la formulación de la pregunta impide que la ONU lo considere un proceso de autodeterminación acorde a sus resoluciones.

Malvinas: el primer reclamo de soberanía ocurrió poco tiempo después de la ocupación

Manuel Moreno presentó el primer reclamo de soberanía argentina ante la «ocupación forzosa» de Malvinas a pocos meses de haberse producido. Detalles para no olvidar.

Por Redacción Pilar a Diario, 10 de abril de 2024 – 07:50

Desde los tiempos en que la grieta entre unitarios y federales dominaba la escena política en el Río de la Plata, la Argentina –en ese momento la Confederación Argentina– planteó por vía diplomática, con argumentos históricos y jurídicos, los derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas y el rechazo a la ocupación británica, que había desembarcado en 1833. La primera voz que llevó el reclamo a Londres fue Manuel Ignacio Moreno, el hermano menor de Mariano Moreno y embajador en el Reino Unidos.

Manuel Moreno, político, periodista y médico, había nacido en 1782 en Buenos Aires. Fue representante de la Provincia de Buenos Aires (y por delegación de todo el país), desempeñó una labor diplomática fundamental en la defensa de los derechos argentinos sobre las Malvinas. En 1833 tras la ocupación británica, y luego en años posteriores, Manuel Moreno

Primer reclamo de soberanía del 17 de agosto de 1833. (argentina.gob.ar).

La intensa actividad diplomática que desarrolló Manuel Moreno en Londres a lo largo de los años, expuso los argumentos sobre los que se fundamentan los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, los archipiélagos australes y los espacios marítimos circundantes. frente a los distintos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido.

  • SUS RECLAMOS POR MALVINAS

Durante los acontecimientos ocurridos en enero de 1833, con la invasión de fuerzas británicas en las Islas Malvinas, Manuel Moreno, armado con su aguda perspicacia y su profundo conocimiento histórico, no dudó en alzar la voz en nombre de la soberanía sobre las islas.

El primer reclamo de Moreno se produjo el 24 de abril de ese año, cuando desde Londres le escribió al secretario de negocios británico en Buenos Aires, el irlandés Philip Yorke Gore, cuarto Conde de Arran (1802-1884), sobre los acontecimientos que se habían desarrollado en las islas.

El reclamo oficial del 17 de junio de 1833 ante el gobierno del Reino Unido fue más que una simple declaración; fue un compendio meticuloso de argumentos históricos y jurídicos destinados a respaldar los derechos de la entonces Confederación sobre las islas.

Manuel Moreno, embajador en Londres en 1833. (argentina.gob.ar).

Respaldado por documentos y correspondencia de los archivos, Moreno desafió el argumento del secretario británico de Relaciones Exteriores, el vizconde Henry John Temple, más conocido como Lord Palmerston (1784-1865), y afirmó la legítima herencia sobre el archipiélago.

En 1838, el diplomático tenía instrucción de Rosas de insistir en el reclamo mientras exploraba discretamente una solución financiera con los británicos, poniendo a Moreno en una posición delicada.

Se encontraba navegando por aguas turbulentas, negociando con astucia y perspicacia, pero siempre con los intereses en mente.

Pero su compromiso no se detuvo ahí. En los años 1842 y 1849, Moreno expuso los argumentos históricos y jurídicos que fundamentan los derechos de Argentina sobre las Islas Malvinas frente a los distintos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido.

Sin embargo, el desafío no terminó allí. El bloqueo del Río de la Plata y la intervención anglo-francesa, en 1845, agregaron un nuevo giro a la situación, poniendo a prueba la determinación y la habilidad diplomática de Moreno durante el tratado de 1849 que dio fin a la contienda anglo-francesa. A lo largo de este tumultuoso período, Moreno demostró ser un defensor incansable de los intereses nacionales, luchando valientemente en el escenario internacional para salvaguardar la soberanía y los derechos de la entonces Confederación Argentina.

Después de la trascendental batalla de Caseros, librada el 3 de febrero de 1852, donde las tropas del gobernador de Buenos Aires y ministro de Guerra y Relaciones Exteriores, brigadier Juan Manuel de Rosas, fueron vencidas y su gobierno derrocado, Moreno tomó la decisión de renunciar a su cargo como ministro Plenipotenciario de Relaciones Exteriores.

Regresó desde Londres hacia Buenos Aires, donde optó por apartarse de la política para dedicarse a sus asuntos personales. Falleció en la Ciudad de Buenos Aires el 28 de diciembre de 1857, a la edad de 75 años.

Sin embargo, su contribución a la historia de Argentina no fue olvidada y es un claro ejemplo a seguir.

Pilar no olvida:

¡HOY Y SIEMPRE LAS MALVINAS SON ARGENTINAS! HONOR Y RESPETO A NUESTROS VETERANOS.

EXPULSIÓN ARGENTINA DE LAS ISLAS MALVINAS/MALVINAS: REFUTACIÓN A UN INTENTO INÚTIL DE REESCRIBIR LA HISTORIA

**Este artículo fue enviado a mercopress en respuesta al artículo de la Asociación de las Islas Malvinas y mercopress se negó a publicarlo.**

malvinas-falklands.net

Cuadro al óleo de Luisa Vernet Lavalle de Llovera. Puerto Soledad, Malvinas. 1829

El pasado 4 de enero fue publicado en el sitio Mercopress un artículo titulado «El «Mito de la Expulsión» – La Mayor Falsedad Histórica Argentina» de la Asociación de las Islas Malvinas (FIA). Comienza acusando a Argentina de «lavar el cerebro» a su población y, aparentemente, también a la Asamblea General de las Naciones Unidas, e incluso culpando al Ministerio de Asuntos Exteriores de «no haber investigado adecuadamente la historia de las Malvinas».

Reitera argumentos que fueron ampliamente refutados en nuestro libro “Las Malvinas entre Historia y Derecho”, disponible en www.malvinas-falklands.net . Aquí refutaremos brevemente la cuestión principal sugerida por el artículo de la FIA, la cuestión de la acción de fuerza británica contra Argentina de enero de 1833.

LAS MALVINAS/FALKALANDAS ANTES DE LA EXPULSIÓN BRITÁNICA)

Luego de su toma formal de posesión de las islas en 1820, Argentina realizó innumerables actos de soberanía, como otorgamiento de concesiones de tierras y ganado, nombramiento de autoridades, aplicación de legislación sobre caza y pesca. Durante este período Gran Bretaña reconoció la independencia argentina y estableció relaciones diplomáticas. Ambos países celebraron un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación en 1825. Esto implicaba el respeto a la igualdad soberana de las partes, que incluye el respeto a su integridad territorial. Si Argentina hubiera violado la soberanía territorial británica a través de sus actos anteriores en las Malvinas/Falklands, esa era la ocasión para que el gobierno británico presentara su reclamo. Sin embargo, no se hizo ninguna referencia al tema, simplemente porque el Reino Unido no reclamó soberanía sobre las islas en ese momento.

El 10 de junio de 1829 Argentina creó una estructura administrativa acorde con la creciente importancia de su asentamiento. Así, dictó decretos para crear el Comando Político y Militar de las Islas Malvinas y Adyacencias Atlánticas del Cabo de Hornos y designó a Luis Vernet como su Comandante Político y Militar. Las islas nunca habían sido testigos de un desarrollo humano similar en la época en que las potencias coloniales europeas estaban presentes. Fueron los esfuerzos de la nueva nación argentina los que produjeron este desarrollo y demostraron la utilidad de las islas. Fue el Imperio Británico, con su supremacía política, militar y económica, el que aprovechó estos esfuerzos mediante el uso de la fuerza.

Protestas británicas de 1829 y 1832

La protesta británica de 1829, después de 55 años de silencio ante una continua y exclusiva presencia española en las islas entre 1774 y 1811 y los actos soberanos realizados por Buenos Aires como sucesor de España, estuvo motivada por el deseo de poner un pie en el Atlántico Sur. Fue tardío, limitado y de mala fe. Tardío, porque el gobierno británico conocía los actos anteriores de autoridad pública sobre las islas realizados por Buenos Aires entre 1820 y 1829. Limitado, porque se circunscribe al decreto del 10 de junio de 1829, sin protestar contra ningún acto anterior. Finalmente la protesta se realizó de mala fe, por los motivos invocados, alegando falsamente un inexistente reconocimiento español de la soberanía británica y desconociendo la presencia continua de España en las islas hasta 1811 y los actos posteriores de Argentina.

El 28 de septiembre de 1832 se produjo una segunda protesta británica, de nuevo sólo en relación con un nuevo decreto. Es revelador que durante 1831-1832 los gobiernos argentino y estadounidense discutieran abiertamente sobre las acciones tomadas por las autoridades argentinas en las islas y la destrucción parcial del asentamiento por un marinero estadounidense (el “incidente de Lexington”) mientras el gobierno británico permanecía silencio durante todo el período. Ambas protestas fueron meramente afirmativas de un reclamo, sin ningún requisito específico para el gobierno argentino, y mucho menos ninguna propuesta para resolver el problema. Tampoco se incluyó ni una sola advertencia sobre futuras acciones británicas.

La expulsión forzosa del 3 de enero de 1833

El 30 de agosto de 1832, el Subsecretario de Asuntos Exteriores, Sir George Shee, comunicó al Almirantazgo la decisión británica de ejercer “derechos de soberanía” sobre las Malvinas/Falklands enviando un barco a Puerto Egmont y organizando un viaje de inspección anual. El 28 de noviembre de 1832, T. Baker, comandante en jefe de la Estación Naval Británica en América del Sur, ordenó a John James Onslow, capitán del “HMS Clio”, zarpar hacia Port Egmont. La orden establecía que, de ser necesario, podría usar la fuerza para superar cualquier resistencia extranjera al ejercicio de la soberanía británica. Habiendo tomado posesión de Puerto Egmont el 23 de diciembre de 1832, Onslow zarpó hacia Puerto Soledad y procedió a expulsar a las fuerzas argentinas allí presentes el 3 de enero de 1833. Cabe resaltar que esta acción se realizó de manera autónoma, ya que dirigirse a Isla Soledad era no entre sus instrucciones, que se limitaban a Port Egmont.

Sucesión argentina a los derechos de España ( uti possidetis )

Introducción

El folleto de Pascoe y Pepper no dice mucho sobre la regla básica para la sucesión de nuevos Estados en el territorio de antiguas potencias coloniales. 1 Esta regla, también conocida como principio de uti possidetis iuris, está ampliamente aceptada en la práctica y la jurisprudencia internacional, y los autores británicos parecen aceptar la regla de la sucesión de los derechos de España. Aún así, esta regla es cuestionada por los bloggers británicos que, sin embargo, siguen escrupulosamente el folleto de Pascoe y Pepper. Este capítulo demostrará la pertinencia de la norma, su oponibilidad a Gran Bretaña y su aceptación por parte de ésta, así como la sucesión de Argentina a los derechos de España sobre las Malvinas/Falklands.

A. Una norma ampliamente reconocida: uti possidetis iuris o la sucesión de Estados en un territorio.

Uti possidetis iuris de 1810 es una norma relativa a la sucesión de Estados en el territorio seguido por los Estados de la América del Sur española. La fecha relevante para América del Sur no coincide con las fechas de proclamación de independencia en los distintos países sudamericanos, ya que a partir de 1810 estos dejaron de reconocer a las autoridades coloniales, aunque las proclamaciones formales de independencia sólo llegarían más tarde. Los nuevos estados heredaron el territorio perteneciente a la Corona española, sobre la base de las divisiones administrativas existentes en 1810.

Uti possidetis es una norma general de derecho consuetudinario aplicable a los territorios de nuevos Estados. Así lo expresó la Corte Internacional de Justicia en el caso de la Controversia Fronteriza entre Burkina Faso y Mali de la siguiente manera:

“Cabe señalar que el principio de uti possidetis parece haber sido invocado y aplicado por primera vez en la América española. Sin embargo, el principio no es una norma especial que pertenezca únicamente a un sistema específico de derecho internacional. Es un principio general, que está lógicamente relacionado con el fenómeno de la obtención de la independencia, dondequiera que se produzca”. 2

El principio también reafirmaba que no existía terrae nullius en América Latina como consecuencia del proceso de independencia. En otras palabras, el alcance de la soberanía territorial reconocida a España y Portugal debía serlo igualmente a los nuevos Estados latinoamericanos. El principal objetivo político del principio era detener cualquier ambición neocolonialista de otras naciones de la época. La Sala de la Corte Internacional de Justicia en el caso Controversia de Fronteras Terrestres, Insulares y Marítimas (interviniendo El Salvador/Honduras, Nicaragua) también aplicó el uti possidetis iuris, siendo la fecha de independencia de los Estados de Centroamérica 1821. Dice claramente :

«La Sala no tiene duda de que el punto de partida para la determinación de la soberanía sobre las islas debe ser el uti possidetis juris de 1821. Las islas del Golfo de Fonseca fueron descubiertas en 1522 por España, y permanecieron bajo la soberanía de los españoles. Corona durante tres siglos. Cuando los Estados centroamericanos se independizaron en 1821, ninguna de las islas era terra nullius; por lo tanto, la soberanía sobre las islas no podía adquirirse mediante la ocupación de territorio» 3

El mismo análisis encaja perfectamente en el caso de las Malvinas/Falklands, con la diferencia de que el título español sobre las islas no se basó sólo en el descubrimiento, sino también en la ocupación efectiva del archipiélago hasta 1811 y el reconocimiento por parte de otras potencias.

El Ministerio de Defensa finalizó las tareas de digitalización de documentos de la Armada sobre la Guerra de Malvinas

Se trata de la documentación en guarda en el Departamento de Estudios Históricos Navales que comprende informes de actuaciones, diarios de guerra, directivas, mensajes, fotografías y alrededor de 200 mapas. Durante el mes de junio más de 800 documentos serán puestos a consulta pública en Archivos Abiertos.

Publicado el lunes 12 de junio de 2023

argentina.gob.ar/noticias

Con la digitalización, relevamiento y próxima publicación digital de los documentos del Subfondo Comisión de Análisis de Acciones en Combate (COAC) y de la colección Comando de Operaciones Navales (COOP) del Departamento de Estudios Históricos Navales, el Ministerio de Defensa completó la última etapa de digitalización del proyecto Malvinas 40 años que se propuso ampliar y facilitar el acceso a la documentación sobre la guerra de Malvinas en guarda en archivos de las Fuerzas Armadas.

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La Dirección Nacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, a través de los Equipos de Relevamiento y Análisis Documental, y junto al personal civil y militar del archivo de la Armada, logró digitalizar 951 carpetas que contienen distintos tipos de documentos mediante un convenio con el Correo Argentino. El número corresponde al total de los documentos en soporte papel de ambos acervos e incluye más de 200 mapas sobre las islas. Este material se suma a los agrupamientos documentales digitalizados de la Fuerza Aérea y del Ejército alcanzando un total de 645.722 imágenes cuyo 80 por ciento aproximadamente será puesto a la consulta pública de modo virtual en el Centro Documental de Archivos Abiertos durante junio.

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El Subfondo COAC contiene la documentación recolectada, registrada, ordenada, conservada y analizada por la Comisión de Análisis de Acciones en Combate, que funcionó entre 1982 y 1984 con el objetivo de contribuir a la revisión de la doctrina y los procedimientos de empleo de los medios navales durante la guerra de Malvinas, y proponer conclusiones y estrategias futuras. Todos los documentos fueron clasificados como secretos y gran parte de ellos fueron producidos en simultaneidad con la guerra e incluso antes. Incluye desde testimonios de prisioneros hasta diarios de guerra, informes, planes de acción y se destaca el Informe Final de dicha comisión y el Informe Operación Rosario.

La Colección COOP – “Historiales Malvinas” comprende documentos recopilados por el Comando de Operaciones Navales, máxima autoridad operativa en la Armada y responsable del Teatro de Operaciones Atlántico Sur (TOAS) con el objetivo de confeccionar un “historial” de la guerra. Contiene mensajes navales, partes de inteligencia, material de prensa, informes, cartas naúticas, plan de operaciones, entre otros.

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En ocasión de celebrarse el 9 de junio el Día Internacional de los Archivos, la concreción de este Proyecto llevado a cabo por el Ministerio de Defensa reafirma la importancia de políticas públicas efectivas de preservación y puesta a la consulta pública de los acervos de las FFAA y al mismo tiempo da cuenta del compromiso asumido en la rememoración y el conocimiento de la verdad sobre lo ocurrido en el Conflicto de Malvinas.

Malvinas 40 años

Archivos Abiertos

En el marco de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, desde la Dirección Nacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario trabajamos para ampliar el acceso a los documentos de los Archivos de las Fuerzas Armadas.

El Ministerio de Defensa puso a consulta on line los fondos documentales de las Fuerzas Armadas sobre la Guerra de Malvinas

Se trata de informes de las comisiones de análisis y evaluación, diarios de guerra, mapas, material de prensa y otra documentación relevante para el conocimiento de los hechos ocurridos durante el conflicto bélico. Los documentos fueron digitalizados como parte del proyecto Malvinas 40 años, coordinado por la Dirección Nacional de Derechos Humanos, y también incluyó la descripción, relevamiento y análisis de más de 600.000 fojas documentales.

Publicado el martes 17 de octubre de 2023

argentina.gob.ar/noticias

En el marco del proyecto Malvinas 40 años, la Dirección Nacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario del Ministerio de Defensa amplió el acceso a los fondos y colecciones documentales sobre el Conflicto Bélico del Atlántico Sur en guarda los archivos históricos de las tres fuerzas a través de la publicación on line de 1989 documentos, que representan el 80% de un total de 2488 documentos digitalizados.

Los documentos abordados pertenecen al Fondo Comisión Especial Malvinas (CEM) del Ejército, a la Colección temática Malvinas de la Fuerza Aérea, y al Subfondo Comisión de Análisis de Acciones en Combate (COAC) y a la Colección Comando de Operaciones Navales (COOP) de la Armada. El volumen digitalizado corresponde al 84% del total de documentos de los tres acervos.

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Tareas de digitalización de documentos en el Servicio Histórico del Ejército

Si bien estos fondos ya podían ser consultados de manera presencial gracias a la desclasificación de 2015, que relevó del carácter secreto a todos los documentos sobre el conflicto, su publicación reciente en el sitio web Archivos Abiertos permite que documentos de gran interés histórico y social puedan ser consultados desde cualquier punto del país de manera ágil y sencilla. Los documentos digitalizados se pueden ver y descargar on line desde el Centro de documentos digitalizados. Aquellos que aún no fueron publicados están siendo evaluados de acuerdo con la Ley N° 25.326 de Protección de los datos personales para su futura puesta a disposición.

Cabe aclarar que los 2488 documentos digitalizados son documentos complejos, esto implica que cada documento contiene, a su vez, un conjunto de documentos simples, por lo cual la puesta a consulta realizada abarca un total de más de 60 mil documentos sobre la Guerra de Malvinas.

En cuanto al contenido, lograr un abordaje integral de los fondos y colecciones de las tres Fuerzas Armadas permite trabajar en nuevas perspectivas de análisis de documentos que se pueden leer y analizar en conjunto. A través de Archivos Abiertos, es posible acceder en un mismo momento a la identificación y consulta de documentación sobre un mismo tema que está incluida en unidades documentales en varios fondos y/ o colecciones y que, por lo tanto, tiene lugares de guarda diferentes.

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Relevamiento de documentos en la Dirección de Estudios Históricos de la Fuerza Aérea Argentina

El proyecto Malvinas 40 años se desarrolló en dos etapas en 2022 y 2023 e involucró la tarea de más de 40 personas. Los Equipos de Relevamiento y Análisis documental de la Dirección Nacional coordinaron las distintas instancias de trabajo. Para poder digitalizar y publicar en la web los documentos fue necesario también actualizar las descripciones archivísticas, realizar tareas de conservación y preparación de los documentos, y relevar y analizar su contenido, todo lo cual fue realizado en articulación con personal civil y militar de cada uno de los archivos y con el Correo Argentino, a cargo de las tareas de digitalización propiamente dichas.

Malvinas 40 años es el primer proyecto de digitalización del Ministerio que implica un trabajo integrado y conjunto entre las tres fuerzas bajo la coordinación de la Dirección Nacional de DDHH. El trabajo con criterios unificados permitió normalizar y unificar las pautas de consulta de un conjunto de los fondos para mejorar, federalizar y agilizar el acceso a sus documentos y a las herramientas de descripción y consulta.

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Tareas de conservación y preparación de documentación para su digitalización en el Departamento de Estudios Históricos Navales

Después de 41 años de los hechos de Malvinas y en el marco de celebrarse los 40 años de democracia ininterrumpida, esta iniciativa refuerza el compromiso del Ministerio y de las Fuerzas Armadas con las políticas de fortalecimiento democrático y consolida la tarea que se viene realizando en relación con la documentación sobre la Guerra de Malvinas desde 2012, a partir del decreto de desclasificación N° 200 de la ex presidenta Cristina Kirchner.

Es deber y responsabilidad ineludible del Estado nacional continuar promoviendo iniciativas para profundizar el conocimiento de la verdad de los hechos de una guerra ocurrida en un período de dictadura e interrupción democrática, remarcando la importancia de la plena vigencia de un Estado de derecho, garante de los principios y valores de justicia, participación, solidaridad, respeto a la diversidad, e igualdad y equidad.

Tras el rastro de la huella indígena en las Islas Malvinas

El arqueólogo del CONICET Atilio Francisco Zangrando, un estudioso de los yaganes, publicó un artículo sobre la vida de este pueblo originario en el Canal Beagle.

Publicado el 2 de diciembre de 2022

Ilustración: Facundo López Fraga.

Desde hace veinte años, el arqueólogo del CONICET Atilio Francisco Zangrando, además vicedirector del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) ubicado en Ushuaia, focaliza sus investigaciones en estudios ecológicos sobre el comportamiento de los yaganes, también conocidos como yámanas: un pueblo originario que aún hoy sigue asentado en la región. El científico se dedica a estudiar las conductas humanas de estos antiguos pobladores de la región del Canal Beagle a través de su registro material: analiza su comportamiento, los distintos tipos de artefactos que fabricaban, cómo se movilizaban y de qué modo producían sus asentamientos. También basa sus estudios en fuentes históricas, es decir, analiza documentos históricos escritos que dejaron en la región cronistas y misioneros, y que hacen referencia a las conductas y formas de vida de estos pueblos originarios.

“En el pasado los yaganes eran una comunidad canoera de cazadores recolectores que se movilizaban en la región. Estaban semanas o meses en algún sector de la costa, explotando recursos litorales como moluscos o peces que tenían en las inmediaciones, y también se desplazaban un poco más ya sea hacia el interior del mar o hacia el interior de los valles para buscar otros recursos, como mamíferos marinos utilizando canoas, o bien rastreando guanacos a pie tierra adentro”, explica Zangrando. “Para todas estas actividades desarrollaban tecnologías de caza, como las puntas de arpones para capturas de recursos en el mar, o puntas confeccionadas con roca que aparecen en los sitios arqueológicos”. Además producían agujas con huesos de aves para generar cestas que eran contenedores, fundamentales para las actividades de recolección y transporte de moluscos, principalmente mejillones, y todo lo que tomaban del mar era trasladado hasta el lugar donde estaban asentados, para consumirlos y descartar los restos allí.

Con sus años de bagaje a cuestas, hacia fines de 2021 Zangrando se encontró con un artículo, publicado en la revista Science Advances, que llamó su atención. En él, un equipo de investigación aseguraba haber hallado Evidencia de actividad humana prehistórica en las Islas Malvinas. Las y los autores, de universidades estadounidenses e inglesas, planteaban que a partir del hallazgo de ciertas huellas de comunidades indígenas yaganes, cabía la posibilidad de que hubieran arribado y residido con estadías cortas en las Islas Malvinas mucho antes que la llegada de los navegantes europeos, es decir, antes del siglo XVIII. Frente a este panorama, Zangrando, que estudia las sociedades nativas que habitaron la costa sur de Tierra del Fuego desde hace 8 mil años, analizó dicho artículo y planteó una visión cautelosa al respecto, que volcó recientemente en una publicación en The Journal of Island and Coastal Archaeology en coautoría con el investigador del CONICET Luis Borrero. “Las aseveraciones del artículo nos plantean una serie de dudas en cuanto a los argumentos, porque toman distintas líneas de evidencia que a nuestro juicio no resultan suficientes para estar seguros del hallazgo”, advierte el investigador.

Las y los científicos estadounidenses e ingleses del paper de Science describieron la presencia de pueblos indígenas previo a los primeros desembarcos en las Islas Malvinas de potencias europeas basándose en hallazgos ocurridos en las islas presumiblemente vinculados al comportamiento de los yaganes: en primer lugar, observaron abundantes depósitos de carbón; en segundo lugar, la presencia de artefactos como la punta de un proyectil y huesos de lobos marinos; y también, la presencia de huesos de una especie de cánido similar a un zorro cuya dieta, según pudieron saber a través de estudios químicos, habría sido similar a la de los yaganes, lo que les hizo pensar que pudo llegar a ser un cánido domesticado por ellos. “El problema es que todas estas evidencias no están asociadas a un contexto arqueológico firme sino que se muestran aisladas. Hallaron concentraciones de carbón en un sector, la punta de lanza en otro, los huesos en otro, cuando la esencia de la arqueología justamente es mostrar la asociación entre todas estas evidencias para interpretar la conducta humana en el pasado. En nuestra opinión, hasta que no se encuentre una evidencia firme con esta asociación, como los tipos de sitios arqueológicos que encontramos en el Canal Beagle, va a ser muy difícil aseverar la presencia humana en momentos anteriores a la llegada de los europeos a las islas”, asegura Zangrando.

A partir de la lectura del paper, los científicos argentinos realizaron un análisis de las evidencias halladas. Con respecto a las muestras de carbón encontradas en distintos puntos de Islas Malvinas y al planteo de que tienen un origen antrópico, Zangrando y Borrero advirtieron que los hallazgos se realizaron en depósitos naturales, sin relación con materiales arqueológicos, por lo cual no puede demostrarse una asociación directa entre las concentraciones de carbón y algún indicio de actividad cultural. Además, sobre el hallazgo de concentraciones de huesos de lobos marinos en ciertos sectores de las Malvinas y de una punta de proyectil, Zangrando señala que “estas densas acumulaciones de huesos de lobos marinos implican que se alimentó mucha gente, y si se alimentó mucha gente en el lugar tiene que quedar otro tipo de actividad en el sustrato, un registro sobre los instrumentos que utilizaban para procesarlos, sacarles el cuero, depositarlos y demás. Los artefactos y sus desechos, deberían aparecer abandonados junto a los huesos. Toda esa evidencia, que es muy normal encontrar en contextos como el Canal Beagle y que generaron los antiguos fueguinos en el lugar, no aparece en el registro de este trabajo. Hay que tener en cuenta que en las Malvinas  estuvieron presentes los loberos  por muchos años, donde se asentaban para desarrollar sus actividades clandestinas, arrasaban con las loberías, sacaban la grasa y dejaban las carcasas de lobos marinos tiradas sobre las playas, y esto generaba grandes acumulaciones”.

Para Zangrando, de todas formas, “el planteo de este trabajo abre una discusión muy interesante y posibilidades en términos de reclamo de nuestra soberanía sobre Malvinas, en particular considerando que estamos hablando de pueblos originarios que habitaban nuestro país hubieran ocupado el sector antes de la llegada de los europeos”. Sin embargo, los científicos argentinos piensan que aún falta desarrollar más estudios para tomarlo como una evidencia. Al respecto Zangrando señala: “No creo que la discusión esté finalizada, pero necesitamos evidencias más sólidas para poder asentar o utilizar esta interpretación para plantear algún reclamo sobre la soberanía”.

¿Cómo vive él, como arqueólogo, la cercanía con las Islas Malvinas? “Al interactuar con distintos colegas, a partir de este trabajo de investigación, se me abrió un horizonte sobre un tema que no había pensado previamente, que es el hecho de poder analizar y discutir evidencia humana en Malvinas. Normalmente, los arqueólogos necesitamos ir hasta el lugar para poder trabajar un espacio, excavar, tomar la evidencia, y esto no nos es factible en las islas, pero sí es posible generar o participar de estas discusiones. Viviendo acá uno lo encuentra como una necesidad de contribuir a la causa sobre la soberanía de Malvinas”.

A futuro, Zangrando pretende estrechar lazos de colaboración con colegas de otros países para continuar con el intercambio de opiniones en torno a la presencia o no indígena en las Islas Malvinas. “La ciencia nos ofrece la posibilidad de atravesar ciertas fronteras que a veces se encuentran muy cerradas o establecidas, y generar discusiones que pueden ser muy favorables a futuro”, dice, con esperanza. “En las investigaciones que se desarrollamos en el CADIC siempre trabajamos pensando en la soberanía sobre las islas. Es algo intrínseco a todas las actividades que desarrollamos en este lugar. Venir, instalarse acá y desarrollar investigaciones en sectores que plantean esta necesidad de una búsqueda soberana en la región. Personalmente jamás imaginé estar discutiendo sobre Malvinas con los yaganes, pero pensar que lo que venimos investigando desde hace años puede tener otra utilidad, que uno no veía, es algo muy atractivo. Aún no tenemos evidencia concreta de que haya ocurrido, pero si se comprobara, se abriría una interpretación totalmente nueva sobre la capacidad de navegación de estos grupos que estudiamos en la región, lo que a nivel arqueológico sería un hito, y en términos de soberanía, serían los primeros colonos de las islas y eso debería ser considerado al momento de discutir sobre el origen y la ocupación de ese espacio a futuro”, concluye.

Referencia bibliográfica

Zangrando, A. F. J., & Borrero, L. A. (2022). A pre-European archaeology in Malvinas/Falkland Islands? A review. The Journal of Island and Coastal Archaeology, 1-15. DOI: https://doi.org/10.1080/15564894.2022.2077484

***Esta nota forma parte de “Las islas desde el conocimiento”, un proyecto que invita a mirar las Malvinas a través del prisma de la ciencia.

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Por Cintia Kemelmajer

Documentos secretos: cuando los ingleses le ofrecieron a Perón compartir la soberanía de Malvinas

En el plan ofrecían que las dos banderas flamearían en las islas. Además, el inglés y el castellano serían los idiomas oficiales. Las razones del fracaso de las negociaciones

Mariano Jasovich

9 de Septiembre de 2022

Ocho años antes de la guerra de Malvinas, hubo un intento del gobierno inglés de llegar a un acuerdo con Argentina para compartir las islas Malvinas.

El gobierno laborista inglés de Harold Wilson se acercó al presidente Juan Domingo Perón en 1974 con un plan confidencial para un gobierno compartido de las islas. Las negociaciones con Perón se frustraron por su muerte solo 20 días después del primer contacto. En ese momento, el Reino Unido no confiaba en que su sucesora, María Estela Martínez, pudiera seguir el poder hasta el fin de su mandato por lo que cortó el diálogo con Argentina. Después llegaría la dictadura, la guerra de 1982 y la relación bilateral daría un vuelco difícil de revertir hasta nuestros días.

El Daily Mail publicó el documento secreto que detalla la oferta de Gran Bretaña de compartir las Malvinas con Argentina. La intención de los ingleses era “poner fin a la disputa sobre la soberanía y crear una atmósfera favorable dentro de la cual los isleños podrían desarrollarse de acuerdo a sus intereses”. El texto del posible acuerdo fue entregado en forma secreta por el entonces embajador británico en Buenos Aires, James Hutton, a Perón.

El Daily Mail publicó el documento secreto que detalla la oferta de Gran Bretaña de compartir las Malvinas con Argentina (Fuente: Daily Mail)El Daily Mail publicó el documento secreto que detalla la oferta de Gran Bretaña de compartir las Malvinas con Argentina (Fuente: Daily Mail)

Oferta inglesa

La propuesta inglesa cedía a la Argentina parte de la soberanía sobre las islas. Incluía que ambas banderas ondearan en Puerto Argentino y que el castellano y el inglés se convirtieran en dos idiomas oficiales para todos los isleños.

En el texto se notaba el interés de Londres por compartir la soberanía. “Sobre estas bases, el gobierno de Su Majestad propone que, si el gobierno argentino está de acuerdo, deberían realizarse conversaciones oficiales o preliminares en Buenos Aires lo antes posible”, escribió el Foreign Office.

Carlos Ortiz de Rozas, ex embajador argentino en Gran Bretaña, intervino en negociaciones confidenciales sobre las islas, algunas de las cuales reveló en su libro, Confidencias diplomáticas. El diplomático, que también fue ex presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y jefe de la misión para las negociaciones con Chile bajo la mediación del Papa Juan Pablo II, se enteró de la propuesta británica y en su libro reveló que Perón se mostró eufórico y había expresado “Aceptemos. Una vez que pongamos pie en las Malvinas no nos saca nadie y poco tiempo después la soberanía será argentina por completo”.

La propuesta de Londres, además, avanzaba sobre el gobierno del territorio, que también sería compartido. Según el texto, se nombraría un gobernador que sería decidido en forma rotativa por el monarca británico y el presidente argentino.

En ese mismo sentido, el ex vice canciller Fernando Petrella, en una entrevista con Infobae sostuvo que “durante el período 1965 – 1982, el Reino Unido y la Argentina discutieron el condominio, el retroarriendo y una solución a lo Hong Kong, es decir, un solo país, dos soberanías. Nada de eso se pudo concretar”.

Petrella explicó en forma muy didáctica los pasos de una negociación sobre soberanía. “En diplomacia hay cuatro etapas para obtener un resultado en una negociación bilateral: primero el diálogo, después la conversación, después la discusión y finalmente la negociación, cuando lo que se discute pasa a ser formal -resaltó el diplomático-. La Argentina, en los mejores momentos de la relación bilateral con el Reino Unido, llegó a discusiones muy de fondo sobre Malvinas. Pero en general esas discusiones nunca se tradujeron en negociación porque siempre existió, del lado argentino, la idea de conseguir de inmediato lo que en realidad debía ser el objetivo final, si es que se llega a él alguna vez”.

La otra opción que afirma Petrella que se barajó en la década del 70 y también en la ONU dos meses antes de la guerra, es la de una propuesta de retroarriendo. Esto significaba que el Reino Unido transfería la soberanía y la Argentina le alquilaba las islas por 99 años.

Ortiz de Rozas se codeaba con la diplomacia inglesa. Y en medio del fragor de la Guerra Fría, en la que el Reino Unido era protagonista, las Malvinas empezaron a ceder protagonismo para Londres. Es así que en 1966, un alto subsecretario del Foreign Office para Asuntos de América del Sur le reveló en forma confidencial que las islas ya no tenían el valor estratégico y hasta le sugirió que en poco tiempo se integrarían a territorio argentino.

En la década del 60 fueron varios los intentos de acercamiento entre ambos países, en pleno proceso de descolonización del mundo occidental. En 1965 una nueva resolución de la ONU la 2065, incluyó explícitamente a las islas Malvinas.

Con este impulso Argentina, gobernada por Arturo Illia, invitó a Gran Bretaña cuyo primer ministro era el laborista Harold Wilson a entablar negociaciones. En enero de 1966 llegó a Buenos Aires el canciller británico Michael Stewart para tratar la disputa por la soberanía. Era la primera vez, desde el inicio de las protestas argentinas en 1833, que el gobierno inglés dialogaba oficialmente sobre el tema.

Argentina se comprometió a respetar los intereses y el modo de vida de los malvinenses, como el idioma inglés, la libertad religiosa y el derecho de propiedad. Los delegados argentinos fueron informados extraoficialmente que el gobierno británico no tenía intereses estratégicos, políticos o económicos que perseguir en las Malvinas. Pero, para transferir el territorio a Argentina, era necesario convencer a los isleños de las ventajas de un acercamiento con el continente mediante comunicaciones y entendimientos.

En septiembre, los cancilleres se reunieron en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU. Allí se redactó un documento que se llamó Memorándum de entendimiento. Cuando supo de estos avances la Falkland Island Compañy (FIC), empresa lanera con dueños británicos, propietaria de dos tercios de las tierras en Malvinas, comenzó un importante lobby en contra de la cesión. Envió una carta a los medios y al Parlamento británicos que decía que los isleños “no quieren ser argentinos” y que “son tan británicos como nosotros”. Luego la llegada de la dictadura de Onganía hizo caer los avances.

La muerte de Perón hizo caer la negociación

El acuerdo para compartir las islas quedó en la nada cuando el 1° de julio de 1974, tres semanas después de la primera reunión con la comitiva inglesa, Perón murió. Argentina entró en una gran conmoción, entre la multitudinaria despedida al Presidente y la violencia política que terminaría derivando en la última dictadura militar el 24 de marzo de 1976.

NOTICIAS ARGENTINAS BAIRES, JUNIO 29: (ARCHIVO) El 1 de julio de 1974 el país se conmocionó con la muerte del presidente Juan Domingo Perón, una de las máximas figuras de la historia contemporánea nacional, el único que accedió tres veces a la primera magistratura, despertando amores, fanatismos y odios por igual. FOTO NAzzzz

Isabel Martínez de Perón heredó la presidencia y el asunto del condominio entre ingleses y argentinos en Malvinas quedó sin resolver. La flamante presidenta no avanzó porque le temía a algunos sectores del peronismo que pretendían una posición más dura con Gran Bretaña.

Ortiz de Rozas en su libro confirmó que existe un documento nombrado cono “non paper”, fechado el 20 de diciembre de 1974 que revela que el proyecto no había sido borrado de la agenda diplomática. Se trata de una versión traducida de la propuesta de Londres firmada y sellada por el Departamento de traducciones de la Cancillería argentina. Pese a todo, con Perón muerto, los ingleses ya se habían retirado de la mesa de negociaciones para siempre.

https://www.infobae.com/historias/2022/09/09/documentos-secretos-cuando-los-ingleses-le-ofrecieron-a-peron-compartir-la-soberania-de-malvinas/