Torturas en la Guerra de Malvinas

Confirman procesamientos por torturas en Malvinas | Por haber estaqueado y enterrado soldados hasta el cuello como castigo por robar comida

pagina12.com.ar/confirman-procesamientos-por-torturas-en-malvinas

09 de abril de 2021

 (Fuente: Télam)
. Imagen: Télam

La Cámara Federal de Comodoro Rivadavia confirmó el procesamiento sin prisión preventiva de tres militares retirados y dictó la falta de mérito de un cuarto en la causa que investiga torturas a soldados de la propia tropa durante la guerra de Malvinas. A seis días del 39º aniversario del inicio del conflicto bélico con Gran Bretaña, el tribunal confirmó por mayoría que se trata de delitos de lesa humanidad, por ende no prescriben, y ratificó de manera parcial el fallo que había dictado en febrero del año pasado el Juzgado Federal de Río Grande, Tierra del Fuego. 

Hoy los torturadores van a dormir menos tranquilos. Hoy se avanzó y mucho y dimos un paso importante en materia de verdad y justicia. Esto es la construcción del Nunca Más de Malvinas», sostuvo el abogado Jerónimo Guerrero Iraola, del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata, que interviene como querellante en la causa.

Con votos de Javier Leal de Ibarra y Aldo Suárez, la Cámara confirmó el procesamiento de Eduardo Gassino, Gustavo Calderini y Miguel Ángel Garde, en tanto consideró que no existen elementos suficientes para procesar pero tampoco para sobreseer a Belisario Affranchino Rumi, que sigue imputado en la causa

Los magistrados coincidieron con la jueza federal fueguina Mariel Borruto al considerar que se trató de delitos de lesa humanidad aunque modificaron su criterio al definirlos como “vejaciones” y no como “imposición de tormentos”, calificaciones ambas asimiladas al concepto de torturas en los tratados internacionales suscriptos por la Argentina.

Los estaqueamientos y enterramientos en Malvinas, que comenzaron a investigarse en 2007 a partir de una denuncia del entonces subsecretario de Derechos Humanos de Corrientes, Pablo Vassel, no fueron hechos aislados o aleatorios sino que “presumiblemente formaron parte de una agresión, desplegada por la superioridad contra el personal subalterno, que por lo menos habría gozado de la aquiescencia del Estado”, indicaron los camaristas. 

Juzgaron como una “práctica corriente realizada por el personal superior” la aplicación de “sufrimientos, consistente en la privación injustificada de alimentos, aplicación de sanciones ilegitimas y degradantes”, que definieron como parte de una “política de supremacía de los altos mandos por sobre los soldados más rasos”.

Los soldados Mario Sánchez y Ramón Salvador Caballeros “habrían sido estaqueados de pies y manos por más de dos días, ocasión en que se habría producido un bombardeo sobre la posición, lo que habría provocado la muerte de los nombrados”, apuntan los camaristas al enumerar los casos por los que dictaron los procesamientos. 

Algunos soldados fueron “obligados a sentarse en el interior de un pozo para luego ser enterrados hasta el cuello, situación en la que permanecieron sin abrigos y sin cascos, entre nueve y diez horas, por haber sustraído y posteriormente haberse comido una oveja”. Otro fue obligado a “colocar sus pies cerca del fuego, con sus borceguíes y medias, ordenándole que no se moviera durante un día, para luego ser obligado a volver a su posición, circunstancia que le produjo ampollas en los costados de los dedos grandes”.

Un soldado estuvo estaqueado durante ocho horas bajo una nevada “a modo de castigo por el supuesto robo de comida”. Hubo también un “enterramiento en un pozo hasta el cuello, sin abrigos, sin cascos por más de diez horas, bajo temperaturas extremas y sin alimentos sufriendo las contingencias del clima y suelo congelado cuando pretendía dar aviso a su superior del castigo que se encontraban sufriendo sus compañeros”. 

Uno salvó su vida de milagro luego de estar “estaqueado durante cuatro o cinco horas, atado de manos y pies con un nylon cubriéndolo durante un bombardeo nocturno”, mientras sus compañeros fueron obligados a realizar “movimientos vivos sobre el barro con hielo bajo la nieve mientras sufrían amenazas de ejecución”. 

“Luego, cuando no se podía levantar debido al cansancio y al frío, sus superiores les habrían efectuado entre seis y siete disparos entre sus piernas y los habrían hecho parar en posición de firme mientras les pegaban con una barra de acero que se utiliza para limpiar los caños de los fusiles”, relataron. 

En el caso de José Alberto Yanevich, sus superiores lo agredieron verbalmente y luego lo estaquearon durante dos días y le rompieron la nariz de un culatazo. “En ocasión en que se encontraba estaqueado, se habría producido un bombardeo y la deflagración de una bomba le habría provocado una ceguera momentánea que habría derivado en permanente”, recordaron.

En disidencia con el voto mayoritario, la tercera camarista, Hebe Corchuelo de Huberman, consideró que más allá de la gravedad de los hechos no se trata de delitos de lesa humanidad, por lo que a su entender estarían prescriptos por el paso del tiempo. 

Aunque las torturas y abusos “pudieron haber atentado gravemente contra bienes jurídicos individuales, no resulta suficiente para su conceptualización como delitos de lesa humanidad”, sostuvo. 

“No surgen constancias que permitan comprobar la pertenencia de dichos actos a algún plan de persecución o aniquilación sistemática. Por más aberrantes que puedan resultar las acciones que presuntamente se habrían desarrollado, no se encuentran acreditados los requisitos de sistematicidad ni generalidad del ataque, como elementos que elevarían los delitos supuestamente cometidos a la categoría más grave de delitos contra la humanidad”, escribió.

Salen a la luz por primera vez los archivos secretos de Malvinas que confirman torturas a soldados

Télam

La desclasificación de los archivos secretos de las fuerzas armadas sobre la guerra de Malvinas, conocidos esta semana, testimonia y ratifica las graves violaciones a los derechos humanos que fueron cometidas contra los soldados por parte de sus superiores, y revela un plan de la dictadura para ocultar estos delitos al regreso de las tropas al continente.

Un primer informe del material que sale a la luz 33 años después de la guerra fue entregado esta semana por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, a la Comisión Nacional de Ex Combatientes, luego de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ordenará -a través del decreto 503/15- la desclasificación de toda la documentación vinculada a Malvinas que se encontraba en los archivos de las fuerzas armadas.


«Estos documentos corren el velo de hechos que fueron ocultados durante años por las propias fuerzas armadas y serán un gran aporte para la justicia», manifestó a Télam Ernesto Alonso, titular de la comisión de ex combatientes e integrante del CECIM de La Plata, que motorizó en 2007 la denuncia ante la justicia por las torturas y vejámenes que sufrieron los soldados durante el conflicto bélico
.

Entre la documentación desclasificada, se encuentran las denominadas «actas de recepción» que debieron completar los soldados a su regreso al continente, al término de la guerra, donde se dejaba constancia del estado de salud y las condiciones con las que habían sido tratados en las islas.

Los documentos fueron analizados por un grupo de investigación dependiente de la Dirección Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, digitalizada por el equipo de archivos de esa dependencia y su inventario puede ser consultado en la web www.archivosabiertos.com.

«Estos documentos corren el velo de hechos que fueron ocultados durante años por las propias fuerzas armadas y serán un gran aporte para la justicia»Ernesto Alonso, titular de la comisión de ex combatientes»La documentación es muchísima. En este primer relevamiento de los casos más emblemáticos, hicimos entrega de unas 700 actas, donde los testimonios -clasificados como secretos- acreditan los maltratos contados por las propias víctimas o por compañeros que relatan lo que vieron», explicó a Télam Stella Segado, directora de Derechos Humanos de la cartera de Defensa.

La mayoría de esos testimonios relatan que sufrieron pie de trinchera -congelamiento de los pies por la humedad y el frío del terreno-, desnutrición, casos de estaqueamiento, enterramiento en fosas y otros tipos de castigos físicos por haber dejado sus puestos para salir en busca de la comida que escaseaba entre los soldados.

La información desclasificada será remitida en los próximos días a la justicia federal de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde tramita la causa por abusos sufridos por soldados durante el conflicto del Atlántico Sur, y también a la Procuración General de la Nación para el seguimiento del expediente.

Una de las actas, a la que accedió Télam, da cuenta del testimonio de un teniente primero que relata que un oficial «lo ató de pies y manos a la espalda, colocándolo de cara al suelo, en la arena mojada de la playa, desde las 9 hasta las 17 horas», u otro de un sargento que recibió patadas en los testículos por lo cual debió ser operado.

Otro documento secreto -firmado por el entonces comandante en jefe del Ejército, teniente general Cristino Nicolaides, el 30 de diciembre de 1982, seis meses después de terminada la guerra- revela un plan de la dictadura para ocultar esos delitos cometidos en las islas.

En el texto -rotulado como «secreto» por el Ejército- Nicolaides dejó asentados los lineamientos para ocultar las torturas y vejámenes que aplicaron a los conscriptos, en una nota dirigida al comandante del V Cuerpo del Ejército.

En esa nota, a la que también pudo acceder Télam, se indica que a la hora de impulsar una investigación interna, los vejámenes fueran considerados como simples «faltas disciplinarias» y que en los casos en que sea imposible por la gravedad del hecho, que se le informe la situación a él en persona para resolver el problema.

«En los casos en que se acreditare alguna infracción las respectivas resoluciones no excederán el ámbito disciplinario, dentro de pautas de mesura, guardando la adecuada reserva», fue la orden escrita por Nicolaides, a fin de evitar filtraciones a la sociedad en un momento en que los dictadores procuraban conservar el poder tras la derrota en la guerra.

«Esta documentación demuestra que hubo una planificación de Inteligencia para evitar que los relatos de los soldados trascendieran cuando volvieran al continente», explicó Alonso, quien adelantó que todo el material desclasificado también será remitido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los ex combatientes recurrieron a esta instancia por «negación de justicia» luego de que la Corte Suprema de Justicia declarara prescripta la causa y clausurara la investigación.

2 de abril de 1982: empieza la guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido

por Alba Leiva

La guerra de las Malvinas estalló tras la invasión argentina. El triunfo británico mantuvo su soberanía sobre las islas, precipitó el fin de la dictadura militar en el país austral y disparó la popularidad de la primera ministra Margaret Thatcher.

 El entonces guardiamarina Miguel Ángel Máscolo reglando el fuego de artillería sobre posiciones británicas en la guerra de Malvinas. Fuente: Wikimedia Commons

Argentina y el Reino Unido habían tenido disputas desde hacía más de un siglo por las Islas Malvinas, situadas en el Atlántico Sur, hasta que en 1982 se convirtieron en guerra. El desencadenante lo protagonizó un grupo de obreros argentinos que izaron su bandera mientras desmantelaban una factoría ballenera en las vecinas Georgias del Sur, también bajo control británico junto con las islas Sándwich del Sur. Para Londres se trató de una provocación.

El incidente, en cambio, motivó a la Junta Militar argentina a acelerar sus planes para recuperar las Malvinas. Así, el 2 de abril de 1982 lanzó la operación Rosario, por la que 5.000 efectivos desembarcaron en la capital, Puerto Stanley, a los que se sumarían otros 5.000. Horas después, el presidente Leopoldo Galtieri anunció que Argentina había recuperado las islas y en el país estalló la euforia. Pero la primera ministra británica, Margaret Thatcher, no tardó en responder enviando al ejército. El 3 de abril, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó la invasión argentina y llamó a una solución dialogada.

Una disputa histórica

El origen de la disputa por las Malvinas, o Falkland Islands en inglés, se remonta a la colonización española en el siglo XVIII, cuando los británicos establecieron puertos para tratar de controlar el archipiélago. Aunque se retiraron en 1774, nunca renunciaron a sus derechos sobre las islas. Argentina pasó a administrarlas tras su independencia en 1816, hasta que el Reino Unido envió navíos para recuperarlas. Desde 1833 están bajo su control, pero distintas iniciativas como la fallida propuesta de arbitrio de 1884 no evitaron más reclamaciones.

Naciones Unidas considera que las Malvinas son un territorio pendiente de descolonizar y reconoce desde 1965 que existe una disputa por su soberanía entre los dos países. Lo más cerca que estuvieron de un acuerdo fue la Declaración Conjunta de 1971, por la que se comprometieron a estrechar las relaciones entre Argentina y las islas. El acercamiento, sin embargo, se rompió con la instauración de la dictadura militar argentina en 1976.

Aunque la invasión de las Malvinas en 1982 se amparó en esa disputa histórica con el Reino Unido, fue una estrategia del Gobierno militar de Galtieri para relanzar su popularidad. La crisis económica y las denuncias de violaciones de derechos humanos que fomentaban la movilización social tenían al régimen en horas bajas. Si bien al principio caló el triunfalismo, la respuesta británica pronto volvió la operación en su contra. 

Cae la dictadura, sube Thatcher

La guerra de las Malvinas duró 72 días y se desarrolló por tierra, mar y aire. El Reino Unido envió hasta 127 barcos frente a unas tropas argentinas poco preparadas, ya que los cuerpos de élite estaban en la frontera con Chile, aliado de Londres. La mayor muestra de esa superioridad militar se dio cuando un submarino nuclear británico hundió el crucero argentino General Belgrano, en el que murieron 323 soldados. Tras verse arrinconada en Puerto Stanley, Argentina se rindió el 14 de junio y el Reino Unido recuperó el control de las Malvinas. La contienda se saldó con la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y tres civiles locales. 

Tras la guerra, la crisis en Argentina se agravó hasta precipitar la caída del régimen militar y la transición hacia la democracia. Galtieri renunció el 23 de junio y el Gobierno del general Reynaldo Bignone aceptó la convocatoria de elecciones democráticas. Se celebraron el 30 de octubre de 1983 y salió elegido Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical. Pero las reclamaciones argentinas sobre las Malvinas no cesaron. De hecho, la reforma constitucional de 1994 incluye el carácter irrenunciable de estas islas para el país.

https://elordenmundial.com/quienes-son-las-madres-y-abuelas-de-plaza-de-mayo

Todo lo contrario le ocurrió al Gobierno de Margaret Thatcher: la decisión confiada de mandar al ejército a las Malvinas disparó su popularidad en el Reino Unido y le aseguró una victoria electoral aplastante en 1983. En cuanto a las Malvinas, el 99% de sus habitantes, unos 3.000 en total, decidieron seguir bajo la administración británica en un referéndum celebrado en 2013. Sin embargo, Argentina no lo reconoce como legítimo y la formulación de la pregunta impide que la ONU lo considere un proceso de autodeterminación acorde a sus resoluciones.

Kasanzew: el ÚNICO periodista que cubrió la guerra de Malvinas de principio a fin

Malvinas a Sangre y Fuego

Kasanzew Nicolas

Malvinas a Sangre y Fuego, Kasanzew Nicolas

Incluye apéndice de imágenes color.La visión de la guerra descripta por uno de los periodistas más reconocidos de nuestro país. Nicolás Kasanzew; único reportero de la televisión y la prensa gráfica argentinas en el frente de batalla; nos lleva al centro de la noticia en forma directa y descarnada. Esencial material para entender el lado humano de los hombres que lucharon. Más de 90 mil ejemplares vendidos y esta su cuarta edición llega corregida y ampliada.

Quién es Nicolás Kasanzew, el cronista de la guerra de Malvinas que Victoria Villarruel rescató del ostracismo

Era periodista de ATC cuando se inició la guerra en las Islas.

La junta militar lo autorizó a ser corresponsal de guerra y, en directo, dio rienda al relato oficial que no se verificaba en los hechos. Su salida del canal, el mote que le habría otorgado el secretario de Cultura de Alfonsín y sus pedidos a la Corte Suprema. El vínculo con Victoria Villarruel y el rechazo de excombatientes y legisladores a su designación como titular de la Dirección de Gesta de Malvinas del Senado.

Por Jeremías Batagelj

20 de febrero de 2024 – 20:43

pagina12.com.ar

El nombre de Nicolás Kasanzew parecía olvidado, pese a ser uno de los símbolos de la televisión argentina de la dictadura, al punto de ser designado por la propia Junta Militar como corresponsal de guerra durante el conflicto por la soberanía de las Islas del Atlántico Sur. Ser la «cara visible de Malvinas» – según dijo que le impuso Carlos Gorostiza tras la recuperación de la democracia- implicó su salida del aire en ATC tras la vuelta a la democracia. 

En los noventa, en tanto, fue a parar al destino emblemático del menemismo: Miami. Allí no sólo trabajó en distintos medios de comunicación (en su CV se distinguen Telemundo, Univisión, CNN y NBC), sino que también reclamó con insistencia para que la Corte Suprema le designe unos adicionales a su pensión de guerra tras su labor como reportero. 

Hasta ahora, ésas eran las pocas y breves noticias de Kasanzew, que otra vez volvió a ser beneficiado por las bondades del Estado, al ser designado por la vicepresidenta Victoria Villarruel como titular de la Dirección de Gesta de Malvinas en el Senado. El rechazo por su nombramiento fue tal que los senadores de Unión por la Patria emitieron este lunes un feroz comunicado para criticar la decisión de la compañera de fórmula de Javier Milei.

Una de las caras del relato militar

«Hoy el país nos pide todo/ demos todo con valor / no tememos a la lucha/ argentinos a vencer/…/ Sabemos por qué luchar y ganar / jamás nos han vencido, jamás nos vencerán…». Esas eran las palabras de Kasanzew que llegaba desde Malvinas, cuando a la sociedad argentina se le intentaba convencer de que se estaba ganando la guerra. Un desfase entre realidad y relato que, al día de hoy, los excombatientes no pueden olvidar. «Fue la cara visible del relato de los militares sobre la guerra«, puntualizó Ernesto Alonso, secretario de Derechos Humanos del Centro de Excombatientes (CECIM) de La Plata a la AM750, al recordar que Kasanzew, lejos de ser un corresponsal heroico, «evitó recorrer las primeras líneas donde se encontraba la mayoría de los soldados». 

«Kasanzew relató una película al estilo de Rambo contando algo que finalmente sorprendió a toda la sociedad argentina: la rendición. Las Fuerzas Armadas no estaban preparadas para la defensa de la soberanía nacional», puntualizó Alonso tras conocerse la noticia de la designación. Otras acusaciones de los veteranos son aún más crudas: comentan que el periodista le vendía a los soldados algunos productos que él podía compar por fuera del campo de batalla.

El reclamo de algunas organizaciones de excombatientes llegó hasta el Senado. Es que el bloque de senadores y senadoras de Unión por la Patria publicó un documento en el que explicitan la preocupación por la última designación de Villarruel: lo acusan de haber sido «el constructor del relato triunfalista del gobierno de facto». 

Kasanzew siempre rechazó esas críticas, al insistir que era «un simple periodista» y que el «90% de las grabaciones que hizo en Malvinas» -fue el único cronista autorizado por la Junta Militar- fueron «censuradas por la Junta Militar».

Ya sea para quienes no nacieron en esas fechas o algunos desmemoriados, el documental de Lucas Gallo -«1982»- retrata con claridad el trabajo de ATC durante el conflicto bélico. Indudablemente Kasanzew es protagonista del mismo, al aparecer en pantalla tras recibir el pase que llegaba, desde los estudios centrales, de la otra “cara visible “de Malvinas: José Gómez Fuentes, el conductor que se despedía, siempre, con el mismo latiguillo: «Estamos ganando», hasta que anunció la rendición.

¿Recuperar Malvinas o entregar soberanía?: qué busca Milei construyendo una base naval con EE.UU.

Emmanuel Gentile

Publicado:10 abr 2024 20:01 GMT

actualidad.rt.com

El presidente argentino dijo que será el «primer paso» para la retomar el control de las islas. Pero el proyecto estaba en marcha desde la gestión de Alberto Fernández, con financiamiento nacional.

El presidente de Argentina, Javier Milei, y la comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, general Laura Richardson en Ushuaia, Tierra del FuegoArgentinian Presidency / AFP

El Gobierno argentino de Javier Milei anunció la semana pasada que avanzará en el desarrollo de una base naval integrada junto a EE.UU. en la provincia de Tierra del Fuego, la más austral del país.

Aunque la Casa Rosada no ahondó en detalles sobre el proyecto, la obra fue mencionada como «el comienzo de una relación especial entre ambas naciones». Lo dijo el presidente Milei en uno de los actos que compartió con la jefa del Comando Sur norteamericano, Laura Richardson, quien visitó el pís y se reunió con el mandatario y otras autoridades argentinas durante una estadía de tres días.   

Se sabe que la base marítima será instalada en Ushuaia, la capital de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. El vocero presidencial, Manuel Adorni, adelantó que el proyecto binacional se convertirá en «un puerto de desarrollo que será el más cercano a la Antártida», con la idea de que Argentina y EE.UU. sean «la puerta de entrada al ‘continente blanco'». 

El presidente argentino, Javier Milei, junto a la jefa del Comando Sur estadounidense, Laura Richardson.Presidencia de Argentina

El anuncio denota también la determinación del gobierno libertario de iniciar una «alianza estratégica» con el país norteamericano, y es una señal de advertencia a China, cuya presencia en la región preocupa a la Casa Blanca.

Sucesión argentina a los derechos de España ( uti possidetis )

Introducción

El folleto de Pascoe y Pepper no dice mucho sobre la regla básica para la sucesión de nuevos Estados en el territorio de antiguas potencias coloniales. 1 Esta regla, también conocida como principio de uti possidetis iuris, está ampliamente aceptada en la práctica y la jurisprudencia internacional, y los autores británicos parecen aceptar la regla de la sucesión de los derechos de España. Aún así, esta regla es cuestionada por los bloggers británicos que, sin embargo, siguen escrupulosamente el folleto de Pascoe y Pepper. Este capítulo demostrará la pertinencia de la norma, su oponibilidad a Gran Bretaña y su aceptación por parte de ésta, así como la sucesión de Argentina a los derechos de España sobre las Malvinas/Falklands.

A. Una norma ampliamente reconocida: uti possidetis iuris o la sucesión de Estados en un territorio.

Uti possidetis iuris de 1810 es una norma relativa a la sucesión de Estados en el territorio seguido por los Estados de la América del Sur española. La fecha relevante para América del Sur no coincide con las fechas de proclamación de independencia en los distintos países sudamericanos, ya que a partir de 1810 estos dejaron de reconocer a las autoridades coloniales, aunque las proclamaciones formales de independencia sólo llegarían más tarde. Los nuevos estados heredaron el territorio perteneciente a la Corona española, sobre la base de las divisiones administrativas existentes en 1810.

Uti possidetis es una norma general de derecho consuetudinario aplicable a los territorios de nuevos Estados. Así lo expresó la Corte Internacional de Justicia en el caso de la Controversia Fronteriza entre Burkina Faso y Mali de la siguiente manera:

“Cabe señalar que el principio de uti possidetis parece haber sido invocado y aplicado por primera vez en la América española. Sin embargo, el principio no es una norma especial que pertenezca únicamente a un sistema específico de derecho internacional. Es un principio general, que está lógicamente relacionado con el fenómeno de la obtención de la independencia, dondequiera que se produzca”. 2

El principio también reafirmaba que no existía terrae nullius en América Latina como consecuencia del proceso de independencia. En otras palabras, el alcance de la soberanía territorial reconocida a España y Portugal debía serlo igualmente a los nuevos Estados latinoamericanos. El principal objetivo político del principio era detener cualquier ambición neocolonialista de otras naciones de la época. La Sala de la Corte Internacional de Justicia en el caso Controversia de Fronteras Terrestres, Insulares y Marítimas (interviniendo El Salvador/Honduras, Nicaragua) también aplicó el uti possidetis iuris, siendo la fecha de independencia de los Estados de Centroamérica 1821. Dice claramente :

«La Sala no tiene duda de que el punto de partida para la determinación de la soberanía sobre las islas debe ser el uti possidetis juris de 1821. Las islas del Golfo de Fonseca fueron descubiertas en 1522 por España, y permanecieron bajo la soberanía de los españoles. Corona durante tres siglos. Cuando los Estados centroamericanos se independizaron en 1821, ninguna de las islas era terra nullius; por lo tanto, la soberanía sobre las islas no podía adquirirse mediante la ocupación de territorio» 3

El mismo análisis encaja perfectamente en el caso de las Malvinas/Falklands, con la diferencia de que el título español sobre las islas no se basó sólo en el descubrimiento, sino también en la ocupación efectiva del archipiélago hasta 1811 y el reconocimiento por parte de otras potencias.

Malvinas y la dictadura: entre el adoctrinamiento y el fanatismo 

La profesora de Historia Soledad Reyes fue hostigada tanto por militares retirados como en actividad luego de que, en un discurso del 2 de abril pasado, vinculara la guerra de 1982 con el último gobierno militar. «Lo que dice ella está sostenido por la evidencia», argumentaron desde la Comisión Provincial por la Memoria.

9 de abril de 2024 – 17:18

pagina12.com.ar

Tras el ataque a una docente en Punta Indio

El 2 de abril pasado, en la localidad de Punta Indio, Soledad Reyes dio un discurso en un acto oficial organizado por el Gobierno local en el día de la conmemoración de la Guerra de las Malvinas y a modo de homenaje a los veteranos y caídos en el conflicto bélico de 1982. Allí, la docente señaló la estrecha relación de la guerra con la dictadura militar y recibió ataques (y luego amenazas) de militares retirados y en actividad.

En este marco, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó un hábeas corpus y el juez federal de La Plata Alejo Ramos Padilla ordenó entregarle a la profesora un botón antipático.

En diálogo con AM750, la directora de la CPM, Sandra Raggio, calificó de «inadmisible que militares hayan tenido semejante actitud ante una profesora de Historia». «Lo que dice Soledad está sostenido no solo por la evidencia de quienes vivimos la dictadura militar», afirmó.

https://ar.radiocut.fm/audiocut/embed/vert/sandra-raggio-directora-comision-provincial-memoria

«Lo primero que provoca la reacción es que la guerra de Malvinas se hizo en el marco de la dictadura militar. Nadie puede sentirse agraviado porque se dice que en la dictadura militar desaparecieron personas, hubo torturas. Es un hecho judicialmente probado«, sentenció.

«Lo probado frente a las opiniones, ahí es donde adviene el adoctrinamiento. Lo que uno puede pensar es que los que son adoctrinados en el fanatismo, que no les hace ver la realidad, son los militares que se levantaron y se fueron o los veteranos que sintieron agraviados«, arremetió. 

La Armada Argentina asistió al velero “Le Souffle de la Mer”

En su carácter de Autoridad Nacional de Búsqueda y Rescate Marítima, Fluvial y Lacustre, recibió una señal de alerta del velero de nacionalidad francesa varado a 95 millas de Ushuaia.

Publicado el lunes 08 de abril de 2024

argentina.gob.ar/noticias

Ushuaia – La Agencia Nacional SAR (Search and Rescue) –dependiente del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada– recibió en horas de la madrugada del domingo el pedido de asistencia del velero de bandera francesa “Le Souffle de la Mer”, varado a 95 millas de Ushuaia, en Bahía Aguirre, Puerto Español.

La conducción del caso fue asumida por el centro coordinador (MRCC) Ushuaia, quien destacó a la lancha rápida ARA “Indómita”. El buque de la Armada zarpó desde el muelle militar de la Base Naval Ushuaia a las 4.20 hs, con médico y buzos salvamentistas a bordo.

Asimismo, la Armada Argentina estableció contacto por medio de telefonía satelital con el único tripulante del velero, Louis Robein de nacionalidad francesa, asegurándose su buen estado de salud e indicando las medidas adoptadas.

A la vez tomó contacto con el buque más próximo, “Moonrise G” de bandera panameña, que se dirigió a la zona y permaneció en aguas seguras de la bahía en contacto radial con el tripulante; y a la espera de la llegada de personal de la Armada con las embarcaciones menores y buzos salvamentistas, con capacidad de asistirlo en la posición de varadura de su embarcación.

Desde horas de la madrugada y durante el transcurso de la jornada, el MRCC Ushuaia mantuvo contacto con el Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate Gris-Nez de Francia, así como con las autoridades del Consulado de Francia en la Argentina y el cónsul honorario de Francia en Ushuaia, Mario Guillermo Eiriz.

Al arribo de la lancha rápida ARA “Indómita” al lugar, los vientos reinantes en la zona superiores a los 50 nudos, impidieron realizar la maniobra de embarcaciones menores con seguridad náutica. Luego de entablar enlace radioeléctrico con el tripulante del velero, la unidad se mantuvo navegando en proximidades a la espera de mejores condiciones.

Pasadas las 15 hs. se realizó la maniobra con botes de goma y se extrajo de la embarcación siniestrada a su capitán, quien fue llevado a bordo de la embarcación de la Armada Argentina para su chequeo médico y resguardo.

Tras asegurar la salvaguarda de la vida humana en el mar en un todo de acuerdo con lo establecido en el Convenio Internacional Sobre Búsqueda y Salvamento Marítimo, los buzos salvamentistas realizaron una exhaustiva inspección de las condiciones de la embarcación analizando así la factibilidad de su remolque.

Cerca de las 23 hs de ayer, la lancha rápida “Indómita” zarpó desde Bahía Aguirre, Puerto Español, remolcando el velero “Le Souffle de la Mer” hacia el muelle militar de la Base Naval Ushuaia, donde lo estaba esperando el Cónsul Mario Eiriz, acompañado por el Comandante del Área Naval Austral, Comodoro de Marina José Alberto Martí Garro.

Dicho velero se encontraba participando del evento mundial denominado Global Solo Challenge, una competencia alrededor del mundo en solitario que inició en España en septiembre del año pasado.

La Agencia Nacional Marítima de Búsqueda y Rescate de la Armada Argentina es la Autoridad Nacional de Aplicación SAR (Search and Rescue) según la ley 22.445 y actúa en cumplimiento de las obligaciones internacionales del Estado Argentino.

Milei y Petri recibieron a la general Richardson en una semana de intensas actividades

“Quiero nuevamente darle la bienvenida y agradecer a la general Richardson que ha manifestado su colaboración con esta Nación en el desarrollo de nuestra presencia territorial en el Atlántico Sur.

Publicado el viernes 05 de abril de 2024

argentina.gob.ar/noticias/milei

La donación de un nuevo avión Hércules C-130 para la incorporación definitiva a la Fuerza Aérea Argentina demuestra los firmes lazos de cooperación entre nuestras naciones”, afirmó Milei durante la ceremonia en la Aeroestación Militar Aeroparque (AMA).

Asimismo, el primer mandatario aseveró: “Con nosotros se inaugura una nueva época de las relaciones de Argentina con el mundo, una época signada por alianzas estratégicas con aquellos países que defienden la causa de la libertad”. Y continuó: “Esta nueva doctrina de política exterior nos permitirá promover la prosperidad económica de nuestros pueblos, requisito indispensable para garantizar la soberanía de nuestra patria» concluyó Milei, quien agradeció el apoyo que el gobierno de los Estados Unidos manifestó en estos primeros meses de gestión.

A su turno, Richardson expresó: “La donación de esta aeronave tendrá un efecto inmediato y positivo en las operaciones de aviación de la Argentina, ya que incrementará en al menos un 25 por ciento las capacidades de las que ya dispone a través de sus aviones C-130. Este es el testimonio de los estrechos lazos que unen a los Estados Unidos y a la Argentina constituyendo un ejemplo más del poder de la colaboración”.

“Lo que transmitiré al presidente Biden y al secretario (Lloyd) Austin es el contagioso espíritu positivo de la Argentina. Juntos estamos abocados a promover la democracia y contrarrestar los desafíos a los que nos enfrentamos hoy para garantizar un mañana más seguro y más próspero”, destacó la general.

La incorporación de un nuevo Hércules marcó un paso significativo en el fortalecimiento de las capacidades aeronáuticas de Argentina, además de consolidar la relación estratégica entre ambas naciones.

La agenda de Richardson se inició este miércoles con una visita al Ministerio de Defensa, donde mantuvo una reunión con el ministro Petri en la que se discutieron temas de colaboración militar, equipamiento, desafíos regionales y modernización legislativa en materia de defensa.

En esa oportunidad, el titular de Defensa agradeció el respaldo de Estados Unidos en las negociaciones por la compra de aviones de combate F-16 a Dinamarca. La llegada de este sistema de defensa aéreo contribuirá a recuperar la capacidad de intercepción supersónica de la Fuerza Aérea Argentina.

Luego, en la noche del jueves, Milei y Petri acompañaron a la general Richardson en un recorrido a la base naval de Ushuaia. En ese contexto, el Presidente confirmó que el propósito de la visita a Tierra del Fuego fue supervisar los avances en el desarrollo de la Base Naval Integrada, un importante centro logístico que se convertirá en el puerto más cercano a la Antártida, facilitando así el acceso al continente blanco. Esta iniciativa permitirá “desarrollar la economía local” y brindar “apoyo logístico real al desarrollo científico de los diversos programas antárticos internacionales”, afirmó el mandatario.

Estuvieron presentes también en el acto, el jefe de Gabinete, Nicolas Posse; los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich y de interior Guillermo Francos; el jefe de Gabinete de la cartera de Defensa, Carlos Becker; los secretarios de Asuntos Internacionales para la Defensa, Juan Battaleme; de Estrategia y Asuntos Militares, Claudio Pasqualini; de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Raúl Marino y los subsecretarios de Coordinación Administrativa, Pablo Costa y de Planeamiento Operativo y Servicio Logístico de la Defensa, Ricardo González.

Acerca del Hércules C130H

El Hércules C-130H es una aeronave versátil con una autonomía notable y una capacidad de carga robusta. Se destaca por su capacidad para transportar personal y carga, realizar operaciones de paracaidismo, evacuaciones médicas y transporte de ayuda humanitaria, por lo que resulta esencial para una variedad de misiones militares.

Con una tripulación de entre 3 y 5 miembros, puede llevar hasta 92 soldados, 64 paracaidistas o 74 camillas con personal médico. Su adaptabilidad lo convierte en una valiosa herramienta para responder a diversas situaciones de manera efectiva y rápida.

La aeronave será la más moderna de la flota del Escuadrón I de Transporte Aéreo con asiento en la I Brigada Aérea de El Palomar y su incorporación permitirá fortalecer la capacidad de transporte y apoyo logístico.

REPENSANDO MALVINAS

Juan Archivaldo Lanús

¿Otro  libro  sobre  Malvinas?  No  cabe  duda  que  ya  hay  muchos,  y  muy  buenos,  pero  este trabajo, que no aborda la guerra en sí, se destaca por el análisis de las complejas cuestiones que rodean al conflicto, evitando el lenguaje exaltado, las invocaciones patrióticas o los propósitos de propaganda. Su objetivo es brindar elementos que permitan reenfocar la consideración del tema, tanto por parte  de los argentinos como de los británicos.


Un grupo de especialistas y estudiosos de muy variados orígenes y vocación abordan en estas páginas la historia política y diplomática en torno al archipiélago. Se presentan, desde un punto de vista argentino, los diferentes factores que condicionarán cualquier resolución del conflicto: políticos, legales, geográficos, económicos, estratégicos, científicos y medioambientales, entre otros.


Aquí  no  se  reproducen  ni  se  explican  los  derechos  de  nuestro  país  en  su  reclamo  de  la devolución de lo que se nos sacó por la fuerza, ni las razones invocadas por Gran Bretaña para justificar su presencia en el archipiélago y en las islas adyacentes, pues ello ha sido estudiado en profundidad por autores de gran valía. 


Hace  casi  doscientos  años  estos  territorios  argentinos  fueron  ocupados  por  la  fuerza,  y  su población  fue  desalojada  por  una  flota  bajo  el  pabellón  inglés.  Su  recuperación  no  es  una  esperanza, sino  un  destino.  Esta  obra  podría  ser  el  paso  inicial  hacia  una  nueva  reflexión  para  definir  nuestros intereses y encarar quizás el más importante desafío político y estratégico internacional de la Argentina. Su  solución  pacífica  será  la  mejor  contribución  de  nuestros  pueblos  a  la  paz  y  a  la  seguridad internacional.

Colaboran en este libro:
 
– Virginia Gamba
– Jorge Hugo Herrera Vegas
– Martín García Moritán
-Rogelio Pfirter
-Miguel Ángles Barrios 
– Fabián Lavallén Ranea 
– Julio A. Hang 
– Alberto E. Dojas 
– Javier Armando Valladares
– Alejandro R. Luppi

Después de la Guerra de Malvinas: cómo continuó el reclamo diplomático argentino a través de los gobiernos

Por Lucía Martínez

29 marzo, 2022 | 5:38 pm

Lectura: 5 minutos

chequeado.com

Después de la Guerra de Malvinas: cómo continuó el reclamo diplomático argentino a través de los gobiernos

Santiago Quintero

El 2 de abril se cumplen 40 años del inicio de la guerra de Malvinas. Sin embargo, el reclamo argentino no terminó allí: la disputa diplomática por la soberanía precede el enfrentamiento bélico y también lo sucede.

Desde el regreso de la democracia, los gobiernos constitucionales continuaron una homogénea demanda por el reconocimiento de la soberanía argentina de las islas en organismos multilaterales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Pero, además, los distintos gobiernos nacionales ensayaron diferentes estrategias de relacionamiento bilateral con Gran Bretaña, en las que la “Cuestión Malvinas” ocupó distinto peso en la agenda de negociación.   

https://open.spotify.com/embed/episode/1OltqDrDNIEAunyVVkfAaD?utm_source=generator

Milei y la reconciliación con las Fuerzas Armadas

El acto por el aniversario de Malvinas fue aprovechado por el Gobierno para resaltar la política económica, criticar a los gobiernos anteriores y rescatar la imagen de Roca.

Por Melisa Molina

3 de abril de 2024 – 00:01

pagina12.com.ar

Javier Milei y Victoria Villarruel en el acto realizado en Plaza San Martín. (Fuente: EFE)
Javier Milei y Victoria Villarruel en el acto realizado en Plaza San Martín.. Imagen: EFE

El presidente Javier Milei —que durante la campaña se jactó de ser fanático de Margaret Thatcher, la primera ministra británica en el momento de la Guerra de Malvinas— utilizó el día del veterano y de los caídos en la Guerra de las Malvinas para proponer lo que él denominó «una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas”Una convocatoria que fue rechazada por organismos de derechos humanos que ven una nueva escalada negacionista de los crímenes de la dictadura

Malvinas: las palabras que Milei, Mondino, Espert y Bullrich quieren borrar de sus archivos

Quién era el padre de Victoria Villarruel: un militar que se jactaba de su rol en la represión

En el discurso que dio el martes por la mañana desde el cenotafio a los caídos, en Plaza San Martín, hizo, centralmente, una oda al gobierno de Julio Argentino Roca. Teorizó que «el mundo no toma en serio» el reclamo de la Argentina por la soberanía de las islas porque como país «no tenemos una economía próspera», y porque «las fuerzas armadas no son respetadas». Dos elementos que, según Milei, sí priorizó Roca. La culpa de que eso no ocurra, dice el Presidente, es de «la dirigencia política de las últimas décadas», a los que denominó «defaulteadores seriales y corruptos». En esa línea, admitió que LLA quiere lograr «lo mismo que la generación del 80: un Estado restringido a sus funciones esenciales y libertad para comerciar y circular». 

La jornada tuvo otro momento del que el expresidente Roca estaría orgulloso: Milei utilizó la justa causa por el reclamo de la soberanía en Malvinas como excusa para cambiar el nombre del salón de Casa Rosada que se llamaba «Pueblos Originarios». Lo denominó «Héroes de Malvinas». En el Cenotafio, horas antes del acto que encabezó Karina Milei y el vocero Manuel Adorni en Casa Rosada, el Presidente había dicho que gracias a Roca «hubo progreso, soberanía y la Argentina se pobló». «De ser una tierra de bárbaros pasamos a ser una tierra de inmigrantes», vociferó. 

Desde el entorno íntimo del Presidente fueron más allá: tras el cambio de nombre, dijeron a este diario que «reivindican la campaña del desierto», que llevó adelante Roca entre 1878 y 1885 y que, en realidad, se trató de un genocidio a los pueblos originarios que poblaban la Patagonia. «El nombre Pueblos Originarios para este salón era controversial. Esa no es una causa de todos los argentinos», dijeron desde su círculo íntimo y dispararon provocadores: «Los pueblos originarios en realidad de argentinos tienen poco». Vale aclarar que en Casa Rosada ya hay un patio que se llama «Patio de las Malvinas Argentinas», que fue inaugurado en 2012, con motivo del trigésimo aniversario del hundimiento del crucero ARA General Belgrano, por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Milei llegó a la Plaza San Martín poco antes de las diez de la mañana acompañado por su hermana, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y, para sorpresa de todos, también por la vicepresidenta Victoria Villarruel. En la previa del acto, por las discusiones internas que protagonizan, se había dicho que ambos participarían de actividades distintas. Cosa que finalmente no ocurrió. Los dos estuvieron en el cenotafio, ninguno estuvo en el cambio de nombre del salón de Casa Rosada —que fue una idea de Karina Milei—, y Villarruel tampoco estuvo en la misa que se hizo por la tarde, como se había anticipado. Allí solo fueron la canciller y diputados de LLA.

https://iframely.pagina12.com.ar/api/iframe?url=https%3A%2F%2Fcdn.jwplayer.com%2Fpreviews%2FIzFZLj72-buQgiLVC&v=1&app=1&key=4676b5fdc083257ea87f71608c74e9fe&playerjs=1

En Plaza San Martín, por la mañana, recibieron al presidente —además de los granaderos, militares y excombatientes— gran parte del gabinete. Estuvieron el jefe de los ministros, Nicolás Posse; la canciller, Diana Mondino; el ministro del Interior, Guillermo Francos; el ministro de Salud, Mario Russo y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Con ellos arribó el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. También se los vio al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Xavier Julián Isaac; el del Estado Mayor General de la Armada, Carlos María Allievi; del Ejército, Carlos Alberto Presti y Fernando Luis Mengo, de la Fuerza Aérea. La que se perdió el acto por llegar tarde fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Luego de entonar el Himno Nacional, Milei y Villarruel caminaron juntos hasta la placa que recuerda al Soldado Desconocido. Ambos dejaron una ofrenda floral. La Vicepresidenta, hija de un militar excombatiente de Malvinas que además se vanagloriaba de haber intervenido en la «lucha contra la subversión», se emocionó. Milei se dio cuenta y la abrazó.

El acto tuvo solo dos discursos. El primero fue el del jefe de gobierno porteño. Jorge Macri que, a diferencia de lo que dijo Milei, no sólo consideró la guerra como «incomprensible» y destacó el «uso político de su relato triunfalista». También señaló que tras la derrota «trajeron (a los soldados) escondidos, en la oscuridad cómplice de la madrugada». Por último indicó que «no nos va a alcanzar el tiempo para pedir disculpas a los que se fueron como héroes y volvieron escondidos en la madrugada”.

Luego llegó el turno de Milei que leyó su discurso.»El mejor homenaje a los que dieron la vida por nuestro país es defender el reclamo por Malvinas, pero un reclamo real y sincero. No meras palabras en foros internacionales con nulo impacto en la realidad y que solo le sirven al político de turno para impostar un falso amor por el país«, dijo el Presidente que se abrazó con el canciller británico sin emitir una queja por la presencia militar de la OTAN en las Islas. Luego, siguió con las críticas a los gobiernos que lo precedieron: «Nos hemos cansado de escuchar a lo largo de las últimas décadas a políticos que se golpean el pecho defendiendo el justo reclamo sin que tengan un solo resultado para mostrar».

En ese momento indicó que para que los reclamos soberanos sean escuchados «es necesario que el país y su dirigencia sean respetados, ya que nadie tomaría en serio el reclamo de dirigentes que más que una visión de país defienden un modelo de negocios», y enumeró dos cuestiones que para él deben darse como condición para que respeten nuestra soberanía: «que la nación sea protagonista en el comercio internacional y que cuente con FFAA capaces de defender su territorio frente a cualquiera que intente invadirlo». 

https://iframely.pagina12.com.ar/api/iframe?url=https%3A%2F%2Fcdn.jwplayer.com%2Fpreviews%2FFpOWZiak-buQgiLVC&v=1&app=1&key=4676b5fdc083257ea87f71608c74e9fe&playerjs=1

Milei dijo que en la Argentina, «producto de la dirigencia política de las últimas décadas, no ha cumplido con ninguna de las dos condiciones». «No es coincidencia que poco y nada se haya avanzado en el reclamo por nuestras islas», opinó y expresó, sin ningún sustento, que su gobierno es «el primero que se hace cargo de esta situación y que tiene un rumbo claro para ser un país próspero y soberano». 

Allí comenzó con sus elogios a Roca. «No hay que irse muy lejos para ver que la generación del 80 consolidó nuestra soberanía y nos marcó el rumbo», remarcó y dijo que Roca «comprendió como nadie el mandato de una economía próspera y fuerzas armadas respetadas como base de una nación grande».  

«Como demostró Roca, no hay soberanía o respeto internacional por nuestros intereses si la dirigencia política hace lo imposible para ensuciar el nombre de nuestras FFAA», marcó y agregó: «En los años donde se consolidó nuestra soberanía las fuerzas armadas eran valoradas por el conjunto de la dirigencia y la sociedad. Vestir un uniforme era motivo de enorme orgulloLa política ha querido borrar eso de nuestra memoria colectiva hostigando y humillando a nuestras fuerzas». Milei pronunció aquello como si desde 1880 hasta la actualidad las fuerzas armadas no hubiesen hecho nada para perder prestigio, como la sucesión de golpes de estados que realizaron desde 1930 hasta el más trágico de 1976 con 30 mil desaparecidos y el robo de bebés.

https://iframely.pagina12.com.ar/api/iframe?url=https%3A%2F%2Fcdn.jwplayer.com%2Fpreviews%2FJTiLo2O6-buQgiLVC&v=1&app=1&key=4676b5fdc083257ea87f71608c74e9fe&playerjs=1

En ese momento fue que el Presidente propuso «una nueva era de reconciliación con las FFAA que trascienda a este gobierno». Hubo aplausos, aunque también un excombatiente que le gritó a Milei «traidor». Él fue expulsado del lugar por la custodia presidencial. Otros vitoreaban: «Viva la Libertad Carajo». Así terminó el Jefe de Estado su discurso: gritando su frase de cabecera y encomendando la suerte de los argentinos «a las fuerzas del cielo».

“Me estaquearon por robar comida y lo volvería a hacer”

Tenía 18 años y viajó a combatir con tan sólo dos meses de instrucción. Repasa los horrores de la guerra y expone su preocupación por la soberanía de las islas.

La historia de Juan Carlos Peralta, un veterano de Lomas de Zamora

Por Juan Manuel Meza

3 de abril de 2024 – 00:01

pagina12.com.ar

 Juan Carlos Peralta es el presidente del Centro de Veteranos de Lomas de Zamora.
 Juan Carlos Peralta es el presidente del Centro de Veteranos de Lomas de Zamora.

En febrero de 1982, Juan Carlos Peralta tenía solo 18 años cuando le tocó hacer el servicio militar obligatorio luego de salir sorteado en la lotería nacional con número alto siendo clase 63. El ejército en Campo de Mayo fue su destino para una pseudo instrucción de dos meses antes de pisar las frías tierras de las Islas Malvinas a 1985 kilómetros de su Lomas de Zamora natal

A 42 años de la guerra que marcó su vida para siempre, detalla el orgullo que representa ser un ex combatiente, pero también la pesada mochila de convivir con los recuerdos crudos y de mantener latente el relato en medio de un panorama de desacreditación de la soberanía de las islas.

«A Macri le hicimos juicio por el acuerdo internacional Foradori-Duncan dónde les permitían a los británicos la ampliación de la plataforma continental mediante la pesca y explotación de la zona de Malvinas», recuerda al repasar los posicionamientos de política exterior más difíciles de los últimos años. Y agrega: «Milei está buscando que le hagamos lo mismo si no defiende de manera diplomática la soberanía de nuestras islas, porque con esas iniciativas, se están metiendo con las heridas de todo un pueblo».

La guerra

Peralta fue parte de la compañía de Ingenieros 601, cuyo nombre fue puesto de manera simbólica debido a que ninguno de sus miembros era ingeniero por ser recién egresados del secundario. Si bien nunca se imaginó que iba a ir a Malvinas cuando se enteró sintió la misma ansiedad que cuando fue sorteado para la colimba.

«El 12 de abril viajamos de Río Gallegos a Malvinas, pero recién nos enteramos cuando estábamos sobrevolando las islas y en ese momento fue similar a cuándo te tocaba juntarte con tus amigos a esperar el sorteo de la lotería a ver si te tocaba ir a la colimba o no, emoción, pero también incertidumbre», cuenta a Buenos Aires/12.

–¿Cómo fueron los días en las islas?

–Los primeros 20 días fueron como un viaje. Nosotros nos encargamos de minar los campos por donde supuestamente iban a venir los ingleses, instalar alambrados, o hacer las trincheras. Pero el 1 de mayo a las 4:45 de la madrugada llegó el enemigo y empezó la verdadera guerra. Nosotros estábamos en los pozos y los gritos de los compañeros y los ruidos de las bombas no me los voy a olvidar nunca más, fue algo irrepetible. No nos dejaban dormir, dicen que en la guerra se trata de eso, de desgastar al rival, tener frío, tener hambre, debilitar, adelgazar, sembrar miedo, la falta de comunicación, la falta de todo. Y a nosotros nos pasó eso porque hasta nos mataron de hambre nuestros jefes superiores, fue un combo perfecto para desmoralizarte. Gracias a Dios fuimos todos muy compañeros, fuimos todos para uno y uno para todos y nos manejamos de la mejor manera posible.

–¿Qué momentos lo marcaron durante su estadía en las islas? 

Las noches del 10 al 13 de junio fueron los combates más cruentos. Defendíamos la posición previa a Puerto Argentino. Veíamos como venían los muchachos todos despedazados en carretillas, un momento terrible. Pero, ¿qué íbamos a hacer más que llorar? Si nos quedábamos, nos iban a matar a nosotros también, así que nos persignamos y seguimos. Fue algo terrible que no me voy a olvidar hasta que me muera.

–¿Qué detalles recuerda de los días que siguieron a la rendición?

-Luego de la firma de la rendición el 14 de junio estuvimos 5 días en un galpón donde nos trataron muy bien y nos trasladaron en un pesquero inglés hasta el buque hospital Almirante Irizar. Subimos colgándonos de sogas y ahí nos dimos cuenta que estábamos a salvo y que había terminado todo. Nos dieron jabón y una toalla para bañarnos, y pude bañarme después de 60 días. Volvimos a dormir tranquilos y nos sostuvimos entre todos con una hermandad inquebrantable, pese al dolor de la derrota.

–¿Cómo fue el regreso?

–Pasamos por Ushuaia, Puerto Madryn, Trelew y de ahí en avión a El Palomar para luego ir en micros a Campo de Mayo. Nos tuvieron tres días, nos hicieron afeitar y nos dieron de comer para engordarnos. El día 29 me reencontré con mi familia y también con un amigo que pensé que había fallecido en el hundimiento del buque Manuel Belgrano. Nunca lloré tanto de emoción como ese día.

Los horrores del “fuego amigo”

«Me estaquearon durante 8 horas por robar una lata con comida. Estuve 4 horas boca abajo y cuatro horas boca arriba. Tiraban una capa al piso, clavaban cuatro palitas y te ataban los pies a las manos», cuentaPeralta, que fue una de las tantas víctimas del abuso de poder por parte de los jefes militares argentinos durante la Guerra de Malvinas. En la actualidad, todavía siguen vigentes muchos juicios por crímenes cometidos contra los propios soldados argentinos. 

–¿Cómo fue ese momento?

–Estaba preparando la voladura del puente Fitz Roy junto a un grupo de siete soldados y durante nuestra guardia no llegaba nada y estábamos muertos de hambre. Entonces me robé una lata que estaba en una carpa junto a otras cosas y me la comí, pero me descubrieron. Nos dijeron que nos iban a estaquear a todos si no aparecía el culpable y me hice cargo para no joder a mis compañeros. Cuando me desataron, estaba hecho una momia del frío.

–¿Lo volvió a hacer durante la guerra?

–Sí, en los momentos que no teníamos comida. Había un hangar que estaba a 200 metros de donde yo estaba. Y yo me turné dos noches, fui a robar comida para llevar para mis compañeros, porque no teníamos nada.

–¿Supo quién fue el que dio la orden de que lo estacaran?

–Fue un jefe mayor que ni siquiera estaba allí. Falleció poco después de la guerra por cáncer y me quedó la espina de no poder decirle en la cara muchas cosas. Después de 35 años buscando a los cabos que pensaba que me habían estacado, un amigo del centro de veteranos de Lomas de Zamora me dijo que había sido él por una orden mayor. Se me vino el mundo abajo, pero entendí que había seguido una orden y cerré esa etapa.

–¿Cómo se hace para mantener la historia de Mavinas presente a 42 años de la guerra?

–Nosotros damos charlas, contamos la verdad en escuelas, y hoy en día nos escuchan más los jóvenes que los adultos que vivieron esa etapa con nosotros. Nuestros caídos son los verdaderos héroes, porque nosotros tuvimos el honor de estar en el combate. Para mí Malvinas son los 365 días del año. Es todo. Mi sangre, mi corazón, todo. Yo vivo por Malvinas. Todos los sábados nos juntamos a comer en el centro de veteranos y nos contenemos entre todos, así se hace más llevadero.

El fantasma del abandono

Peralta es el presidente del Centro de Veteranos de Lomas de Zamora. Según cuenta, recién en 1987 pudo conseguir trabajo y que en 1991 los ex combatientes empezaron a recibir ayuda económica, mientras que en 1998 llegó el apoyo psicológico. Además, asegura que en los 10 años posteriores a la guerra hubo más de 300 suicidios, producto del abandono que sufrieron muchos ex combatientes. Ahora, tiene miedo que ocurra algo similar frente a las políticas del gobierno de Javier Milei, que define directamente como «anti-pueblo».

–¿Cuál es la situación actual de los veteranos de Malvinas?

–Hoy estamos todos con ayuda psicológica. Si bien nos ayudan, nosotros decimos que no hay mejor psicólogo que otro veterano. Después de la guerra padecimos el abandono del Estado nacional y ahora de nuevo vamos camino a eso, nadie del Gobierno nacional se comunicó con nosotros. El Municipio de Lomas nos ayuda un montón con los servicios y hace tres años nos construyeron el nuevo salón del centro, al igual que contamos con la presencia del gobierno provincial, pero no sabemos si va a alcanzar.

–¿Cómo analiza la situación general del país?

–No está bien y no sé si va a mejorar. Están exterminando a los jubilados. Están recortando en lados por donde no tienen que recortar, y se aumentan los sueldos entre ellos como si nada. Están echando mucha gente que conozco, que se que labura pero igual la están dejando sin trabajo. Queremos que nuestras familias tengan un futuro y en otros momentos hemos salido a la calle a luchar por nuestros derechos, y si tenemos que volver a hacerlo lo haremos porque no le tenemos miedo a los palos y a los golpes.

“Elogiar a Margaret Thatcher es una falta de respeto para los 47 millones de argentinos”

Juan Martín Mena cuestionó al mandatario nacional durante el acto que homenajeó al diácono del Servicio Penitenciario Bonaerense, Horacio González, que en 1982 actuó como Cabo principal de la Fuerza Aérea Argentina. 

3 de abril de 2024 – 19:52

pagina12.com.ar

“Declararse admirador de la jefa de una potencia extranjera que ordenó la muerte de argentinos y argentinas, es faltar el respeto a los 47 millones de argentinos y muy particularmente a los veteranos y veteranas de Malvinas y sus familias”. La definició que apunta de lleno contra el presidente Javier Milei es del ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Juan Martín Mena, que este miércoles encabezó un acto en homenaje al diácono del Servicio Penitenciario provincial (SPB) Horacio González, que en 1982 actuó como Cabo principal de la Fuerza Aérea Argentina. 

Milei se manifestó fanático de Margaret Thatcher, la primera ministra británica que ordenó el hundimiento del crucero ARA General Belgrano, que estaba muy lejos del teatro de operaciones de la guerra y le costó la vida a la mitad de los argentinos que murieron en el conflicto bélico del Atlántico Sur”, dijo el ministro en el homenaje al diácono que tripuló un Hércules C130 transportando mercadería, armamento, municiones, soldados y otros suministros destinados a proveer a los combatientes.

González también participó de seis acciones de combate real al frente de un avión que, además, servía para reabastecer combustible en vuelo a los cazas argentinos Douglas A-4 Skyhawk, con desplazamientos que debían concretarse casi a nivel del mar para no ser detectado por los radares enemigos.

El rol de las Fuerzas Armadas

Mena aprovechó la oportunidad para referirse a la convocatorio presidencial en pos de  «la reconciliación con las Fuerzas Armadas» y dijo sentir «mucha pena que el Presidente, en ejercicio de la comandancia en jefe de las Fuerzas Armadas, mezcle el acto de conmemoración de nuestros combatientes con un pedido de reconciliación con las Fuerzas Armadas». «Nosotros no tenemos que reconciliarnos con nadie porque no estamos ni peleados ni enemistados con nuestras Fuerzas, que son un orgullo para todos los argentinos y las argentinas”, aseguró el ministro. 

“Hablar y mezclar a criminales genocidas con nuestras queridas Fuerzas Armadas y fuerzas de seguridad que nada tienen que ver con la comisión de delitos aberrantes, y hacerlo un 2 de abril, me parece una profunda falta de respeto no sólo para los veteranos y veteranas de Malvinas, sino para todo el pueblo argentino«, aseguró Mena. «Nosotros queremos conmemorar Malvinas, queremos rescatar y enaltecer el rol profesional de nuestras Fuerzas Armadas y de nuestras fuerzas de seguridad democráticas”, completó.

El Ministro también puso el acento sobre la necesidad de «reclamar juntos el pleno ejercicio de la soberanía sobre nuestras islas, y para eso, lo primero que hay que hacer es no sólo mantener muy viva la memoria, sino rendir un homenaje cotidiano y permanente a quienes se pusieron al hombro la defensa de la patria, la defensa de nuestra bandera y combatieron en nombre y representación nuestra». 

«Mezclar eso con otras cuestiones me parece una falta de respeto profunda y absolutamente imperdonable”, afirmó. 

El homenaje

Nacido en Comodoro Rivadavia, Horacio González fue un excombatiente que cursó su capacitación de ingreso a la Fuerza Aérea en la provincia de Córdoba entre 1971 y 1973, de donde egresó a los 19 años y fue destinado a la primera Brigada Aérea de El Palomar, en la provincia de Buenos Aires.

Luego de 37 años de servicio, y tras haber completado 9 mil horas de vuelo, en 2007 se retiró de la Fuerza Aérea con el grado de Suboficial Mayor. Desde hace 17 años ejerce como diácono del Servicio Penitenciario Bonaerense.

González forma parte de una lista conformada por otros integrantes ya retirados del SPB que cumplieron servicio durante la guerra del Atlántico Sur, y que está compuesta entre otros por el suboficial mayor Vicente Cappelletti, los inspectores Mayor Miguel Angel Courtade Juan José Di Nardo; el suboficial principal Omar Aquiles Ibáñez, y los suboficiales mayor Julio Cesar Pace, Alberto PuerariJosé Antonio Romero y Carlos Vandevalle.

Las mujeres que también fueron parte de la historia en Malvinas

Su contribución fue ignorada y olvidada durante mucho tiempo. Cuarenta y dos años después, fueron honradas como las mujeres que, con su valor y sacrificio, fueron fundamentales en el conflicto bélico entre Argentina y Gran Bretaña.

02-04-2024

marieclaire.perfil.com

LAS MUJERES QUE TAMBIÉN HICIERON HISTORIA EN MALVINAS

Apesar de que el 2 de abril conmemora a los «veteranos» (Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas), las mujeres también desempeñaron roles destacados durante el conflicto. Actuaron como instrumentistas quirúrgicas y enfermeras, tripulación en aviones que transportaban heridos desde las islas hasta el continente, personal en buques mercantes con funciones logísticas y participantes en operaciones de inteligencia.

Las mujeres jugaron un papel crucial en el transcurso de la guerra de Malvinas. Aunque durante décadas sus contribuciones fueron pasadas por alto en la memoria colectiva, en años recientes han comenzado a ser reconocidas, lo que hace imperativo difundir su historia aún más. A pesar de haber sido históricamente silenciadas e invisibilizadas, estas mujeres, tanto civiles como militares, desempeñaron roles esenciales. Las enfermeras, instrumentistas, diplomáticas y técnicas, no solo brindaron atención médica a los heridos, sino que también ofrecieron apoyo emocional y afectivo en momentos de gran angustia.

about:blank

MALVINAS: TESTIMONIOS DE LAS HEROÍNAS QUE ACOMPAÑARON A LOS SOLDADOS DESDE EL CONTINENTE

Las enfermeras, muchas de ellas con edades comprendidas entre los 21 y 25 años, motivadas por su vocación y su servicio a los demás, no solo atendieron a los heridos en terapia intensiva, quirófanos, salas de terapia general, quemaduras y radiología durante el conflicto. También trabajaron en las trincheras, lavando y vendando heridas. Cuando las condiciones lo permitían, viajaban en helicópteros sanitarios o alcanzaban a los soldados en pesqueros, utilizando redes para subir a los heridos a bordo junto con las camillas.

“Éramos las primeras mujeres con estado militar de la República Argentina, la Fuerza Aérea nos había incorporado en el año 1980″, se la escucho decir a Alicia Reynoso, una de las enfermeras, en una entrevista para TN. “Creo que ahí improvisamos a contener a esos jóvenes valientes que venían del infierno y que necesitaban ese apoyo, esa contención y encontraban a estas mujeres vestidas de verde como ellos pero con un idioma diferente, un olor diferente, un trato diferente”.

Por otro lado, otra de las mujeres de Malvinas,  Elda Solohaga reconoció: “Cuando terminó la guerra, al día siguiente llegamos a Buenos Aires y nos mandaron a trabajar como si nada. Habíamos vuelto de una guerra”. A las declaraciones, se sumaron los recuerdos de Stella Maris Botta:“Eran como nuestros hijos, nuestros hermanos, nosotras hacíamos de madres, de hermanas”.

Finalmente, Marta Arce recalcó que su trabajo las fomentó a dejar de lado la sensibilidad y mostrarse «enteras» ante los soldados que venian heridos a los campos.  “Lloré varias veces, pero no adelante de los heridos. Cuando terminaba todo, y levantábamos la última gasita del piso, llorábamos”.

Sacrificio, valentía y vocación: virtudes que fueron reconocidas 30 años después

Después de cuatro décadas de olvido, el Ministerio de Defensa finalmente otorgó reconocimiento oficial a las mujeres por su labor durante el Conflicto Armado del Atlántico Sur, en virtud de la resolución 1438/12.

El documento expresó: “La reconstrucción de la memoria histórica y colectiva implica reconocer al género humano, cuya constante ha sido su invisibilización. Es fundamental reconocer a todas las mujeres que voluntariamente arriesgaron su vida”.

Dieciséis mujeres valientes, algunas del Ejército Argentino como Susana Mazza, Silvia Barrera, María Marta Lemme, Norma Etel Navarro, María Cecilia Riccheri y María Angélica Sendes; otras de la Armada Argentina como Mariana Florinda Soneira, Marta Beatriz Gimenez, Graciela Liliana Geronimo, Doris Renee West, Olga Graciela Caceres y Marcia Noemí Marchesotti; y algunas del Estado Mayor Conjunto como María Liliana Colino, Maureen Dolan, Silvia Storey y Cristina María Cormack, han sido reconocidas por su contribución en el conflicto.
 

Además, hubo mujeres que sirvieron como enfermeras en el continente, tanto en la Base Naval de Puerto Belgrano (Bahía Blanca, Buenos Aires) como en el hospital reubicable de Comodoro Rivadavia (Chubut). En 2021, las enfermeras de la Fuerza Aérea Argentina Alicia Reynoso y Stella Morales, quienes prestaron servicio durante la guerra en el hospital reubicable de Comodoro Rivadavia, obtuvieron su reconocimiento como veteranas a través de la vía judicial, un reclamo en el que también están involucradas otras compañeras.

“Mujeres de temprana edad que vivieron desde muy jóvenes el horror de la guerra y la violencia, y guardaron para siempre el recuerdo del dolor. Estas mujeres hicieron historia, fueron protagonistas destacadas, pero opacadas por sesgos de género”, expresaron desde el Observatorio de Políticas de Género de la Sindicatura General de la Nación.

El rescate de los caídos en la guerra

Gabriela Naso y Victoria Torres hablan de Esquirlas de la memoria, un libro sobre la recuperación de los restos y de la identidad de los combatientes de Malvinas enterrados en el cementerio de las islas en fosas comunes o con la inscripción “Soldado argentino solo conocido por Dios”.

Abr 2, 2024

Por Carla Effenberger

Fotografía: Gentileza Editorial Marea

A 42 años del conflicto bélico que marcó a fuego a la Argentina se publica Esquirlas en la Memoria, una crónica que narra las vivencias de los soldados que lucharon en la guerra de Malvinas, y su camino y el de los familiares por la recuperación de la identidad de aquellos combatientes que no regresaron a casa. El libro presenta una perspectiva aguda e íntima de todo el proceso de guerra y posguerra que forma parte de la historia del país y en efecto, de todos los argentinos.

Sus autoras son Gabriela Naso, periodista, realizadora audiovisual, especialista en derechos humanos y la causa Malvinas; y Victoria Torres, quien estudió Letras en la Universidad Nacional de La Plata y escribió varios libros sobre la guerra, y quien actualmente es docente en el Instituto de Lenguas Románicas en la Universidad de Colonia, Alemania. Ambas forman parte del Centro de Excombatientes Islas Malvinas (CECIM) de La Plata.

“Las dos nos comprometimos a contar esta historia desde una perspectiva de derechos humanos y aportar a la memoria colectiva y a la reivindicación de la lucha de este grupo de excombatientes que desde el final del conflicto buscó devolver la identidad a sus compañeros”, expresó Naso en una charla con Anccom.

¿Cómo inicia este proyecto del libro?

Gabriela Naso: Mi primer acercamiento al tema Malvinas se dio a fines de 2016, cuando me contacté con Ernesto Alonso, secretario de Derechos Humanos del CECIM por la agencia de noticias de la Universidad de Lomas de Zamora, sobre el proceso de identificación de soldados argentinos. Publicamos el artículo y después mantuve contacto con Alonso, quien me comentó de la existencia de la causa 1777/07, que investiga los tormentos, abusos y amenazas que sufrieron los soldados conscriptos de Malvinas a manos de sus superiores oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas.

 La periodista se fue metiendo cada vez más, redactando artículos, realizó su tesis de maestría sobre las violaciones de los derechos humanos y a partir de esa experiencia, escribió y dirigió el documental Las voces del Silencio producido por Pulpofilms, titulado  que se estrena este año. Tenía mucho camino recorrido, investigado y cuando conoció a Torres en el CECIM surgió la idea de trabajar en conjunto sobre esta historia.

 Victoria Torres: En mi caso siempre estuve cerca del CECIM, soy platense; es decir, conocía muy bien esta historia. Sin embargo yo venía de la literatura, de la ficción, y aunque estaba convencidísima de que había que escribir sobre esto, era consciente de que se necesitaba una investigación previa para una narración acertada. Entonces nos conocimos con Gabi, quien tenía mucho material de investigación, y allí rápidamente vi la forma, cómo se podía contar y visualicé donde se podía publicar, fue muy claro: en qué editorial, de qué manera se podía hacer un libro sobre esto. Creo que fue un buen complemento, fue un match perfecto. 

Entre risas las autoras confesaron haberse sorprendido de la sincronía laboral y el vínculo sólido y fluido que fueron forjando en paralelo al libro. “Trabajamos juntas sobre este proyecto con un océano de por medio, con diferentes horarios y vidas”, comentó Torres, que reside en Alemania. También destacaron su diferencia generacional como algo positivo en la elaboración de un diálogo más rico dentro de la dinámica de producción.

El proceso del libro constó de una investigación de siete meses, chequeando minuciosamente archivos, testimonios y constantes entrevistas, seguidas del planeamiento de una estructura base de división de capítulos por temas. A finales del 2022 habían comenzado las primeras escrituras intensas que duraron hasta junio del 2023. Luego de presentarlo a la editorial Marea se llevaron a cabo un par de correcciones hasta dar por finalizado el libro.

 ¿Cómo surge el nombre Esquirlas en la Memoria para el libro?

 Gabriela Naso: Hace algunos años en una charla con la psicóloga Ana María Careaga, sobreviviente de la dictaura, escuché esto de que en los excombatientes había algo, como esquirlas incrustadas en el aparato psíquico. Reflexionando sobre ese concepto llegué al título. Esquirlas en la memoria son esos compañeros a los que los excombatientes buscan devolverle la identidad, esos pibes con los que su vida quedó conectada y a los que ellos consideran los únicos héroes de la Guerra de Malvinas.

 Victoria Torres: Cuando Gabi propuso el título se me vino inmediatamente una estrofa de un poema de Gustavo Caso Rosendi, poeta, miembro del CECIM y excombatiente que luego decidimos agregarlo al epígrafe del libro. Y justamente está eso de las esquirlas candentes, que llevan en las pupilas, incrustadas, los recuerdos del horror.

 La palabra esquirlas, recuerda Torres, como testigo de la época de guerra, fue un término de la adolescencia en la inmediata posguerra, es una palabra rara que está relacionada con Malvinas. “Me acuerdo de los amigos que volvían de la guerra y comentaban entre ellos que justamente llevaban estos fragmentos, esquirlas de bombas, incrustados en su cuerpo”

¿Cómo se prepararon para trabajar con los protagonistas y familiares en el proceso? ¿De qué manera buscaron la apertura de las personas que formaron parte de esta historia?

Gabriela Naso: Las dos tenemos contacto con los grupos hace tiempo. Y yo creo que haber entrado a una entrevista en profundidad sobre este tema también es resultado de todo el trayecto previo, del vínculo de confianza que se construyó durante años.  

Norma Gómez, hermana del soldado caído Eduardo Goméz, fue fundamental en este camino, insistió la autora, y agregó que fue una luchadora incansable en este viaje para lograr la identificación y el reconocimiento de su hermano, y de todos aquellos que no pudieron retornar a sus hogares luego de la guerra. “Norma fue una persona muy generosa que abrió muchas puertas durante esta aventura, acercando a familiares para que conocieran la iniciativa”, indicó Naso agradecida, recordando su aporte para abrir un puente de diálogo con aquellos familiares que sufrían lo mismo que ella. 

Victoria Torres: Es clave destacar que se formó un vínculo de confianza anterior al libro. Esto permitió que se den cosas muy lindas de forma natural y por ende muy auténticas.

 Gabriela Naso: Hay mucho conocimiento previo del tema y eso también refuerza la confianza e influye en la preparación para hacer las entrevistas. También supimos entender que en el recorrido alguien se podía emocionar y quebrar, entonces una pasaba a ser sostén de eso, estar ahí para el otro, para que pueda expresar lo que quiera expresar siempre desde la contención, la compañía y la escucha atenta y abierta. Para ellos es liberador poner en palabras las cosas que vivieron.

Victoria Torres: El tema de la escucha es fundamental y en mi caso, esto es claramente anterior a cualquier idea del libro. Cuando me acerco a las reuniones o asados que se realizan en la organización, hay como una especie de predisposición natural a la escucha. Es un momento de conexión donde se dan charlas muy profundas de manera fluida. 

En medio de la cocina del trabajo atravesaron un momento de dolor: la muerte de Norma Gómez, indispensable en esta historia. “Ella estaba entusiasmada y que no lo haya podido ver concluido es tristísimo”, expresó Naso, con voz quebrada. A Norma está dedicado el libro. Tuvo que enfrentar trabas y negativas que venían desde sectores de familiares vinculados a las Fuerzas Armadas; les decían que no iban a llegar a ningún lado, que todo resultaría un festival de huesos, que abajo del cementerio había un río que se llevaba los cuerpos o que estaban enterrados en una fosa común. Más allá de las advertencias sobre dar de baja las pensiones o las amenazas de muerte, Norma persistió. Y a pesar de los obstáculos siguió luchando, yendo a ver a familiares, contándoles la verdad sobre lo que sería el proceso.

Malvinas se enmarca en el contexto de la dictadura y las Fuerzas Armadas no se hicieron cargo de la identificación de sus caídos; al contrario, buscaron silenciar a los excombatientes y sus familiares. Estos accionares continuaron aún en democracia. “Nosotros trabajamos con los archivos desclasificados de la Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires que están a resguardo de la Comisión Provincial por la Memoria”, señaló Naso. Allí se pudo observar la persecución a los excombatientes, particularmente a los del CECIM de La Plata, quienes se organizaban para conseguir becas de estudio o de trabajo, entre otras cosas.

Dentro del trabajo que conllevó y conlleva la identificación de los soldados caídos, se encuentran tres fases que las autoras explican muy bien. La primera (PPH 1) consistió en identificar a aquellos soldados que se encontraban sepultados en el cementerio con tumbas que solo tenían la leyenda “Soldado argentino sólo conocido por Dios”. La Cruz Roja actuó como intermediario neutral entre el gobierno británico y el Estado argentino. Para ello, solicitó el consentimiento de un número significativo de familiares que realmente tuviesen la necesidad de identificar esos cuerpos. Argentina logró conseguir más de ochenta consentimientos informados para dar inicio al proceso. Esta medida tuvo apertura en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner; no obstante, no se hizo efectiva hasta la época del macrismo. Previo a firmar el acuerdo Foradori-Duncan, donde este tema que siempre había sido tratado como una cuestión humanitaria quedó enmarcado en un acuerdo comercial.

La segunda fase (PPH 2) estaba destinada a la identificación de soldados que se encontraban sepultados de manera colectiva. Hasta el momento, se reconocieron 121 soldados. Sin embargo, todavía quedan cuerpos por identificar de la primera fase. Identidades que no coincidieron con el banco de ADN que se encontraba en la lista que brindaron los familiares de la causa. 

Finalmente, hoy queda pendiente la tercera fase (B4 16) que no se pudo concretar en 2023 por la reticencia de Gran Bretaña. “Nuestro deseo es que este gobierno continúe con la identificación de soldados argentinos porque consideramos que es una responsabilidad del Estado y un ejercicio de soberanía devolverle la identidad a los combatientes que cayeron en las islas”, concluyó, firme, Naso.

La crónica que presentan las autoras es resultado de un trabajo meticuloso y comprometido con el cuidado y la atención a cada uno de sus protagonistas. La misma logra dar vida a una obra íntima, con perspectiva y calidez humana. Cerró Torres: “Recuperamos todas esas pequeñas historias que hacen a la gran historia del colectivo que formamos como nación”.

 Esquirlas de la memoria se presenta el 23 de abril a las 18.30 en la Librería del Fondo de Cultura Económica, Costa Rica 4568, CABA.

Lloren por mi, Islas Malvinas

2 ABR 24 Por ALFREDO GRANDE

El filósofo León Rozitchner, entre tantos libros escribió: Malvinas de la guerra sucia a la guerra limpia Analizaba en forma implacable la coartada que para la dictadura militar representaba ese simulacro de patriotismo. Pero también arremetía contra cierta izquierda que había brindado “apoyo crítico” a la bravuconada del general majestuoso. En esa época yo estudiaba a León y con León y luego de leer el libro, le di un enorme abrazo de gratitud.

En el año 1989, o sea algunos años de conocerlo a León, a pedido del director de la Revista LOTE de Venado Tuerto, escribí este texto. Fue publicado en Tramas en mayo 2022. He decidido publicarlo nuevamente para marcar que hoy la doctrina del despedido forzado, a cargo de un Estado Represor, no es en su fundante distinto a la política de hostigamiento, vejámenes, torturas, que la oficialidad argentina sometió a nuestros soldados. La Guerra de las Malvinas fue la continuación del Terrorismo de Estado por otros medios. Hoy el despido forzado de trabajadores es una guerra de exterminio y no una batalla cultural. Por eso este trabajo hoy es homenaje a los soldados asesinados y no solo en combate, y a los despedidos que también son asesinados como trabajadores.

_______________________________________________________________  

“Mundial de Fútbol y Guerra de las Malvinas fueron dos circos romanos donde un poder terrorista y genocida buscó validación popular. Lo siniestro es que la encontró.”

Es natural pensar que “las Malvinas son argentinas”. De eso sí se habla y eso no se cuestiona. Son argentinas y nos las arrebataron allá lejos y hace tiempo los piratas ingleses. Como es sabido, la verdad también puede ser una de las tantas formas de resistencia, generalmente frente a otras verdades que duelen más. Porque reconozcamos: la verdad de ser los propietarios históricos de las islas es una verdad cómoda y diría, hasta grata. Nos coloca en el lugar de la víctima inocente, de aquel que nada tiene que ver con su destino, del que padeció un abuso colonial porque el otro era más grandote… Como canta Soledad mientras revolea el poncho: “sos un puerto argentino con bandera de otro país…”. Las Malvinas son argentinas es casi una reivindicación machista. No importa que la mujer esté casada con otro, que viva con otro, que ame a otro, que tenga relaciones carnales no diplomáticas con otro, que esté sostenida económicamente por otro… El argentino orgulloso proclama: “esta mujer es mía”. En este caso son dos islas-mujeres, lo cual constituye también el sueño de todo machista argentino: la mujer y la vieja, la esposa y la amante, la esposa y la amiga de la esposa, la esposa y Maradona. Las Malvinas son argentinas no importa quien goce de su cuerpo sensual y congelado. Y como somos un gran pueblo al cual los libres del mundo dicen salud, (quizá como una forma de reconocimiento a los estornudos genocidas que hemos padecido) las Malvinas no saben lo que se pierden no estando (porque serlo lo son) orgánicamente en la Argentina. Por eso mi propuesta es realizar una travesía institucional que nos coloque del otro lado del espejo. Si mostramos la frase: “las Malvinas son argentinas”, el espejo refleja: “la Argentina es las Malvinas”. Las Islas Malvinas son un analizador de diferentes instituciones que atraviesan a la Argentina de hoy y que se organizan en base a mandamientos –edictos– bulas totalitarias. La política, el poder, la ética, la familia, la religión, la moral. Y la afirmación “la Argentina es las Malvinas” es una verdad que incomoda, que no resulta tan grata, porque ya no somos las víctimas inocentes de los abusos del grandote, sino victimarios complacientes, masoquistas que no pueden ocultar su identificación placentera con el sádico. Si las Malvinas son territorios propios que están usurpados por los imperialistas para su espurio beneficio, donde los argentinos nativos o por opción son extranjeros en su tierra, entonces Puerto Argentino puede estar en el Bolsón, o en Sierra Grande, o en el Maitén, en Puerto Deseado, prácticamente en cualquier lugar de la Patagonia. ¿Acaso no hay millonarios que prohíben la entrada a un lago? Por supuesto, ese lago es argentino. Pero está Escondido. Si el tío patilludo no quiere, no se puede llegar. ¡Que forma rara de ser que tenemos los argentinos! Porque si las Malvinas son argentinas, Ingeniero Budge, Nueva Fiorito, La Cava, Villa 21, también lo son. Tal vez ese sea el problema. Demasiado argentinos. La afirmación: “la Argentina es las Malvinas” nos informa de algunas características non sanctas y non grata del ser nacional. Tanto del popular como del progre intelectual. Sin negar, porque obviamente lo estaría afirmando, mi destino de ser argentino hasta la muerte, porque he nacido en Buenos Aires, quisiera compartir un acotado análisis de mi implicación política de estos últimos veinte años. Tomaré dos analizadores históricos: el mundial de fútbol del 78 y la guerra de las Malvinas del 82. Por supuesto, la elección de estos analizadores no es neutral. Son los que me permiten avanzar por los escabrosos territorios que encontramos al otro lado del espejo. Voy a confesarlo, porque de todos modos lo he vivido. Yo deseé el fracaso. Tanto de la selección nacional en la final con Holanda (aunque deseaba que se llegara a la final) y de las Fuerzas Armadas en su intento de recuperación de las Islas Malvinas. Todavía siento en mi cuerpo las agresiones de todo tipo sufridas en ambas circunstancias, las cuales desde el análisis institucional son peligrosamente similares. Cuando Freud escribió “los que fracasan al triunfar”, seguramente hubiera aceptado que también se puede “triunfar al fracasar”. El fracaso de una mentira (globalizada o no) es siempre el triunfo de una verdad (especialmente si no está globalizada). Mundial de Fútbol y Guerra de las Malvinas fueron dos circos romanos donde un poder terrorista y genocida buscó validación popular. Lo siniestro es que la encontró. La lógica del terror, siempre intenta encontrar su propia verificación en la subjetividad del aterrorizado. Un violador siempre está al acecho del placer de la víctima, para poder enunciar que, diga lo que diga, se lo buscó. Parece que el Mundial y la Guerra la buscamos y la encontramos. Hace veinte años (que no son nada, entonces son algo) lo sufrí al vivirlo, hoy sufro, pero menos, al decirlo. Yo quería que Argentina perdiera la final. Yo tenía una bandera naranja que pude mantener indemne casi todo el partido. Yo grité el empate de Holanda, el formidable cabezazo de Nanninga. Yo padecí los goles de Kempes y de Bertoni, ante el griterío brutal de toda mi familia y de todo el barrio. Recuerdo la tapa de la revista Gente como Uno, como la rebautizara Horacio Verbistky: “Un país que cambió”  El país cambió, pero solamente en el sentido que ahora el poder terrorista estaba legitimado. Videla, Massera y Agosti torturaban, asesinaban, secuestraban, robaban, pero hacían. Hacían un título del mundo porque somos los mejores. Al gran pueblo argentino, salud. Me desquité ocho años después, cuando en plena primavera alfonsinista, antes de la obediencia debida y el punto final, Argentina doblegó al equipo del Kaiser en las tierras de Pancho Villa. La amargura del 78 solo fue prolongada con los dolores del 82. Porque ahora no era la guerra sublimada, al menos parcialmente, de una final de fútbol, sino el verdadero crimen de la guerra. No salí a vivar al General Majestuoso que tomó las Malvinas on the rocks. En ese momento no lo oculté, en este momento lo publico. Deseé el fracaso. Y entonces, por el predominio hegemónico de la intolerancia más absoluta frente a las diferencias, los auto denominados progresistas e incluso revolucionarios de izquierda decretaron mi condición de resentido y de traidor. Decretaron el fracaso de mi deseo, y su reemplazo por la culpa más abismal. Holanda en el fútbol e Inglaterra en la guerra obligaban, exigían, que la condición de argentino (a la cual se le agregaría posteriormente la cualidad de ser derecho y humano) fuera la condición principal que excluía todas las demás. La fiesta de todos, como se llamó la película que conmemora el acontecimiento deportivo. También el Festival de Solidaridad Latinoamericana, mega evento rockero al cual asistió el mismísimo León Gieco, que al menos tuvo la sencilla humildad de afirmar que se equivocó. Si de noche todos los gatos son pardos, en la mañana fascista todas las hienas son celestes y blancas. Los buitres fueron palomas, los cardos fueron rosas.