Perón y los nazis: una fraternal relación

Entrevista con Uki Goñi, autor del libro “La auténtica ODESSA- La fuga nazi a la Argentina de Perón”, sobre un tema hasta hoy tabú en la Argentina.

Pablo Kummetz 17/05/2007

dw.com

El traslado organizado de criminales nazis de Europa a la Argentina después de la II Guerra Mundial es uno de los capítulos más oscuros y tabuizados de la historia argentina. DW-WORLD conversó sobre el tema con Uki Goñi, periodista e historiador argentino, autor del libro “La auténtica ODESSA: la fuga nazi a la Argentina de Perón”, actualmente de gira de charlas por Alemania.

DW WORLD: ¿De qué forma facilitó el Gobierno argentino de la época la llegada de nazis a la Argentina?

Uki Goñi: La facilitó de varias maneras, pero sobre todo enviando agentes a Europa, que a su vez eran ex miembros de la SS o nazis que ya habían llegado a Argentina, para organizar el traslado de Alemania a la Argentina. El principal encargado fue un ex capitán de la SS llamado Carlos Fuldner. Fuldner era un alemán nacido en la Argentina, cuya familia había vuelto a Alemania en la década del 30. Carlos Fuldner se enrola en la SS y asciende hasta capitán. Después de la guerra escapa a Madrid y organiza la primera red de escape a la Argentina, se reúne con Perón, hay reuniones en la Casa Rosada y luego Fuldner viaja a Europa y allí comienza el escape en serio de sus camaradas de la SS.

¿Cuál fue el interés del Gobierno de Perón y de éste personalmente para llevar a los criminales de guerra a la Argentina?

Perón tenía varias razones para hacerlo. La primera fue una simpatía natural que el sentía por el nazismo, el fascismo y los oficiales del Ejército alemán. Perón dijo que consideraba que los juicios de Núremberg eran una infamia y que él había decidido rescatar todos los oficiales alemanes que pudiera. Perón también quería llevar a la Argentina a científicos y técnicos alemanes, por ejemplo diseñadores de aviones jets y científicos nucleares. Pero con ellos y además de ellos se fueron a la Argentina una gran cantidad de criminales de guerra tipo Adolf Eichmann y Josef Mengele, que también entraron al país disfrazados de técnicos.

¿A sabiendas de Perón?

Yo creo que sí, porque Perón dijo que los juicios de Núremberg eran una infamia y eso es una frase muy llamativa y deja muy claro cuál era el pensamiento de Perón sobre ello.

Uki Goñi: Perón tuvo simpatía por el nazismo.Imagen: DW/ Pablo Kummetz

¿Había también coincidencias ideológicas entre el nacionalsocialismo y el peronismo de la época, como una forma de socialismo nacional?

Perón había estado en la Italia de Mussolini como agregado militar y cuando volvió a la Argentina habló de Mussolini –y también de Hitler– con gran entusiasmo y admiración. Durante la guerra, Perón tuvo muchos contactos con el servicio secreto de la SS, que operaba en Sudamérica, o sea que no es algo que haya comenzado después de la guerra, sino que ya durante la guerra Perón tuvo contactos con oficiales de la SS.

La pista lleva hasta el Vaticano

¿Qué organizaciones y/o personas cooperaron en Europa con el Gobierno argentino de la época para sacar a los nazis de Europa?

Una de ellas fue el Gobierno de Suiza. La Argentina concluyó un acuerdo secreto con el Gobierno suizo por el cual se podía sacar a alemanes desde Alemania y hacerlos cruzar ilegalmente la frontera suiza. Se trataba de nazis que las Fuerzas Armadas estadounidenses y británicas no querían que salieran de Alemania. La organización argentina de Fuldner los sacaba de contrabando de Alemania, haciéndolos pasar a Suiza con el conocimiento y el apoyo del Gobierno suizo, para desde allí enviarlos a la Argentina. Además de la ayuda del Gobierno suizo también hubo un gran apoyo de sacerdotes del Vaticano, para otorgar pasaportes, papeles y cartas identicatorias.

¿Eran personas a título individual o también el Papa tenía conocimiento de ello?

Había varios involucrados. Uno de ellos era el cardinal Tisseront, un cardinal francés muy importante en el Vaticano; otro era el obispo Hudal, que era un obispo alemán; el padre Draganovic, un sacerdote croata, y varios otros. O sea que eran sacerdotes de varias nacionalidades que estaban allí en el Vaticano. En un momento, el Gobierno británico se queja ante el Papa de que hay muchos criminales que están siendo protegidos en el Vaticano. El Vaticano contesta que el Papa dio órdenes de que no permanezca ningún criminal en ninguna institución del Vaticano sin conocimiento del Papa. Lo que sabemos es que permanecieron varios, por lo que se deduce que el Papa tiene que haber tenido conocimiento. Además en archivos británicos encontré documentos en los que el Papa interviene personalmente a favor de criminales croatas, lo que habla de un vínculo entre el Papa Pío XII y el sacerdote Draganovic, que era uno de los que ayudaba a los criminales nazis a escapar. Hasta donde yo puedo aventurar una opinión, creo que sí, que el Papa personalmente sabía de ello.

¿Cuántos nazis llegaron, de acuerdo con sus investigaciones y estimaciones, a la Argentina?

La cantidad de nazis que llegaron depende de la definición que se haga de nazi. Si se realiza una definición muy estricta de nazi, en el sentido de personas acusadas de crímenes en cortes europeas, estamos hablando de alrededor de 250 criminales, entre alemanes, austriacos, franceses, belgas, croatas, etc. Ahora, tomando una definición más amplia, que abarque a todos los miembros de la SS y del Partido Nazi que llegaron a la Argentina, probablemente estemos hablando de miles de personas.

Lea en la segunda parte cuáles eran las rutas de salida de los nazis de Europa y cómo funcionaban.

¿Cuáles eran las rutas de salida de Europa y cómo funcionaban?

Lo primero que había que hacer era sacar a los nazis de Alemania. Ello no era posible sin un permiso de salida de las fuerzas estadounidenses o británicas. Lo que se hacía entonces era contrabandearlos a Suiza, con el conocimiento del Gobierno suizo. En Suiza los subían a un avión de KLM y los enviaban a la Argentina o sino los enviaban a Italia, partiendo después desde el puerto de Génova en barco hacia la Argentina. La Argentina también tenía una aerolínea que mantenía vuelos desde Roma a la Argentina y muchos nazis utilizaron también esos aviones.

¿Tuvieron los nazis una influencia política en la Argentina y si así es, de qué tipo?

Más que haber tenido una influencia en la Argentina, los nazis se fueron a la Argentina porque sintieron que allí había un régimen que era similar ideológicamente al régimen nacionalsocialista. Es decir que ya había una ideología preexistente en la Argentina. Creo que la influencia fue de otro tipo: a un país que se acostumbró a tener a Eichmann o a Mengele de vecinos le fue más fácil después aceptar que militares del propio país cometieran los crímenes que cometieron. Si un país tuvo a Eichmann, ¿por qué no va a tener a Videla?

En los años 70, las FF. AA. argentinas hicieron “desaparecer” unas 30.000 personas, asesinándolas de diferentes maneras, entre otras, arrojándolas vivas al mar desde aviones. ¿Qué relación existe entre esas acciones y la presencia de nazis en el país?

Creo que no fue una influencia directa de los nazis. Creo que el germen de ese crimen ya existía en la Argentina y que lo que creó la presencia de esas personas fue un clima de impunidad en el que es posible cualquier cosa. Si es posible que Eichmann sea nuestro vecino, ¿por qué nuestros propios militares no pueden quedar impunes y permanecer entre nosotros?

¿Cuál fue la posición de la colectividad alemana en la Argentina de la época con respecto al nacionalsocialismo?

En la Argentina había un muy fuerte apoyo al nazismo, había instituciones y organizaciones nazis dentro de la colectividad alemana. Además la embajada nazi en Buenos Aires mantenía un muy estricto control sobre la colectividad alemana. La colectividad estaba muy influenciada e incluso donaba dinero para la causa. Ahora bien, también había alemanes democráticos antinazis.

Elite argentina: “simpatizante del nazismo”

¿Cuál fue la posición de las elites argentinas –económica, política e intelectual– con respecto al nacionalsocialismo?

La población en general era más bien antinazi. Pero los grupos de poder eran simpatizantes del nazismo, el fascismo y el nacionalismo, porque ellos mismos eran nacionalistas y ultrarreligiosos católicos. El único disenso era que estaban en desacuerdo con la política antirreligiosa y anticatólica del nazismo. Incluso hubo enviados de las elites argentinas que se reunieron con Ribentropp, Himmler, etc. para decirles que había mucho apoyo para el nazismo en Sudamérica, pero que el nazismo tenía que cambiar su posición anticlerical.

¿Cuál fue la actitud del Gobierno argentino con respecto a los judíos que querían emigrar a la Argentina durante la persecución y el Holocausto en Europa y también después de la guerra?

La Argentina hizo todo lo posible para evitar que judíos emigraran a la Argentina. Hubo una orden secreta de la Cancillería argentina prohibiendo a los diplomáticos otorgar visas a judíos. Después de la guerra hubo órdenes secretas de Perón de dejar entrar sólo a judíos ancianos, porque así se daba la apariencia de que la Argentina aceptaba a judíos, pero éstos no podían tener descendencia. A pesar de ello, la Argentina se transformó en el país que más judíos recibió en las Américas, porque los diplomáticos argentinos eran muy proclives al soborno, una gran cantidad de judíos entraron mintiendo que eran católicos y otros, como no obtenían visas para la Argentina, conseguían visas para países vecinos, como Uruguay, Bolivia, Paraguay, y luego ingresaban desde allí ilegalmente a la Argentina. Se da entonces la contradicción de que el Gobierno argentino hizo todo lo que pudo para que no entraran, pero igualmente entraron miles y miles de judíos.

¿Cómo asume Argentina hoy su pasado en relación con la posición del Gobierno y la sociedad de la época respecto al nacionalsocialismo?

En la Argentina este tema es aún muy difícil, porque no se puede hablar de nazismo sin que roce o afecte a la figura de Perón o la figura de Evita, personas casi sagradas en la mitología política argentina hoy. Es entonces muy difícil en el mundo académico, en el mundo de los historiadores, en la enseñanza, en los colegios hablar de este tema. Por ejemplo el interés académico por este libro en la Argentina ha sido escasísimo. Nunca he dado ninguna charla en ninguna universidad, nunca he realizado una gira como la que estoy haciendo por Alemania. Hay interés del público, el libro se ha vendido muy bien, pero de ver esto como un dato real de la historia argentina, todavía estamos muy lejos.

Muchas gracias, Sr. Goñi.

Abel Basti

Tras los pasos de Hitler

Abel Basti

Tras los pasos de Hitler es una obra definitiva, fruto de muchísimos años de trabajo. Abel Basti, periodista e investigador, ha publicado decenas de artículos reveladores sobre el tema en diversos medios nacionales e internacionales y escribió otros cuatro libros en los que fue sumando datos novedosos sobre el desembarco de un gran número de jerarcas nazis en la Argentina.
En este libro, además de aportar testimonios y documentos secretos novedosos, de mucho peso, el autor despliega con el correr de las páginas el armado de un rompecabezas complejo, compuesto por una enorme cantidad de piezas pequeñas. La reconstrucción de la investigación también relata los pormenores de un exilio planificado con detalle y de una época repleta de intrigas.
El escape de Hitler fue conocido por todos los servicios de inteligencia de las potencias. Estos grupos profesionales de espías mantenían, tal como ocurre ahora, contactos entre sí e inclusive intercambiaba información estratégica, aun perteneciendo a países que estaban enfrentados. Es conocido que esta comunidad mundial de agencias trafica con la información que obtiene para abastecer, además del gobierno al que pertenece, a un selecto mercado internacional privado, ávido de todo tipo de datos trascendentes, explica el autor en la introducción de esta obra. Y comienza, de ese modo, la exposición de testigos, archivos desclasificados y fotografías que demuestran que, a pesar de la historia oficial, Adolf Hitler no murió el 30 de abril de 1945 a las 15.30 horas, de un disparo en la sien, en un búnker de Berlin. Y que pasó muchos años en la Argentina, junto a su amante Eva Braun, bajo identidades falsas, entre paisajes imponentes, mientras su impronta de líder temible se diluía a paso lento. Pero indefectible.

planetadelibros.com.ar/autor/abel-basti

Abel Basti, Nació el 5 de julio de 1956 en Olivos, provincia de Buenos Aires; cursó sus estudios en la Escuela Superior de Periodismo –Instituto Grafotécnico–, y al graduarse se desempeñó como cronista en el diario Clarín. Radicado en Bariloche desde 1979, Basti se dedicó a reconstruir la historia de los nazis arribados a la Argentina. En esa ciudad del sur fue corresponsal de los diarios Ámbito Financiero y La Mañana del Sur, y de la agencia de noticias DyN (Diarios y Noticias). El autor ha publicado los libros Bariloche nazi, Hitler en Argentina, El exilio de Hitler, Tras los pasos de Hitler, Los secretos de Hitler y Hitler en Colombia, y distintos ensayos sobre la presencia en Sudamérica de alemanes prófugos que huyeron de Europa al terminar la Segunda Guerra Mundial. También ha coordinado expediciones en el Atlántico Sur con el fin de encontrar los cascos hundidos de los submarinos utilizados por los nazis para escapar. Lideró la expedición Eslabón Perdido que en 2022 encontró una de estas naves, que no aparece reportada en los registros oficiales, cerca de las playas de Necochea, una ciudad localizada en el sur de la provincia de Buenos Aires..

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Ludolf von Alvensleben (Halle, 17 de marzo de 1901 – Santa Rosa de Calamuchita, 17 de marzo de 1970), también conocido como «Bubi» von Alvensleben, fue un funcionario de las SS de la Alemania nazi. Ocupó cargos de líder de las SS y de la policía en la Polonia ocupada y la Unión Soviética.

wikipedia.org/Ludolf_von_Alvensleben

Posguerra

En abril de 1945, Alvensleben fue capturado y retenido en cautiverio británico. A fines de 1945, escapó del campo de concentración de Neuengamme en Hamburgo. Después de una corta estadía en Schochwitz, huyó con su familia hacia Argentina a principios de 1946.​Aunque no hay datos precisos sobre la fecha de su llegada al país, un documental del año 2000 registra que el 27 de noviembre de 1952, el gobierno de Juan Domingo Perón le otorgó la ciudadanía[cita requerida] argentina a von Alvensleben bajo el nombre falso de Carlos Lücke. Vivió hasta julio de 1956 en Buenos Aires y luego se mudó a la localidad cordobesa de Santa Rosa de Calamuchita. Desde noviembre de 1952, se desempeñó como inspector de piscicultura. En 1963 fue concejal de la citada ciudad cordobesa por la UCR.​ En enero de 1964, el gobierno de Arturo Illia denegó su extradición

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MUSEO DEL HOLOCAUSTO BUENOS AIRES

Es un espacio vivencial que integra la historia del Holocausto-Shoá y sus repercusiones en la Argentina, con el objetivo de educar a las nuevas generaciones y preservar la memoria. A través de objetos, documentos y testimonios de los sobrevivientes se exhibe un recorrido que da cuenta del proceso de exterminio de seis millones de judíos a manos de la Alemania nazi.

Se ofrecen visitas guiadas, cursos y actividades educativas, con el fin de difundir la historia de la Shoá y sus consecuencias para la Humanidad, generar consciencia acerca de los peligros que conllevan las ideologías que difunden el odio, estimular los comportamientos solidarios ante el sufrimiento del otro y fomentar conductas éticas y humanitarias para prevenir futuros crímenes contra la humanidad.

Su acervo patrimonial cuenta con testimonios de cientos de sobrevivientes que lograron rehacer sus vidas en Argentina luego de la tragedia. El Museo ha sido declarado Sitio de Interés Cultural por el Congreso Nacional y por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

MISIÓN

La misión central es mantener viva la memoria la de la Shoá. Su función es investigar, transmitir, informar, difundir y educar para concientizar a la sociedad acerca de las graves consecuencias del racismo, la discriminación, la xenofobia y el antisemitismo.

VISIÓN

El Museo del Holocausto de Buenos Aires tiene como visión la preservación y transmisión de la memoria de la Shoá para estimular comportamientos democráticos, éticos y solidarios a través de sus aprendizajes.

VALORES

El Museo del Holocausto de Buenos Aires trabaja sobre los valores de la memoria, la educación en la convivencia, la defensa de los derechos humanos, la valoración de la diferencia y el comportamiento humanitario. 

OBJETIVOS

Estudiar el Holocausto-Shoá y sus resonancias en la Argentina y Sudamérica.

Generar un archivo para investigadores y docentes que contenga libros, videos, películas, revistas, mapas, diarios y publicaciones internacionales sobre la temática.

Recolectar, clasificar y exponer objetos y documentos vinculados con la memoria del Holocausto-Shoá.

Registrar y difundir los testimonios de los sobrevivientes del Holocausto-Shoá en la Argentina.

Auspiciar proyectos de investigación sobre el Holocausto para generar nuevos conocimientos.

Promover la incorporación de contenidos vinculados con el Holocausto en los programas de la enseñanza formal y no formal del país.

Desarrollar y colaborar con programas de formación para formadores en los diferentes niveles educativos.

Lograr el apoyo y la participación de organizaciones estatales y privadas, nacionales e internacionales en auspicio de los proyectos de memoria, investigación y educación de la institución.

Promover y generar proyectos de capacitación permanentes dirigidos a docentes, y crear modelos de extensión y transmisión educativa sobre la problemática de la enseñanza del Holocausto-Shoá.

museodelholocausto.org.ar/museo

PATRIMONIO DEL MUSEO DEL HOLOCAUSTO


Contamos con un patrimonio de más de 5.500 objetos originales. Para consultas o donaciones, escribir a patrimonio@museodelholocausto.org.ar

museodelholocausto.org.ar/museo/patrimonio/

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El criminal de guerra nazi Adolf Eichmann y su paso por la Argentina

Fuente: Felipe Pigna, Los Mitos de la Historia Argentina 4, Buenos Aires, Editorial Planeta. 2008, págs. 240-243.

Uno de los más importantes criminales de guerra nazi, Adolf Eichman, llegó a la Argentina en 1950 luego de pasar por Génova y recibir de un sacerdote franciscano italiano un pasaporte que lo habilitó para viajar a Buenos Aires.

Eichmann no olvidará el gesto de la Iglesia de Roma hacia él: se convertirá al catolicismo, bautizará a uno de sus hijos con el nombre de Francisco en honor a la orden que lo ayudó y dejará estas palabras imborrables: “Recuerdo con profunda gratitud la ayuda que me prestaron sacerdotes de la Iglesia Católica en mi huida de Europa y decidí honrar a la fe católica convirtiéndome en miembro honorario”. 1

Lo que la mayoría de las crónicas omite, y que afortunadamente remarca la notable filósofa y ensayista alemana Hannah Arendt, es que el primer refugio del criminal Eichmann tras la derrota nazi en la Segunda Guerra Mundial no fue un “poco confiable país sudamericano” sino la propia Alemania bajo control de los aliados, donde permaneció oculto por nada menos que cuatro años muy cerca de la ciudad de Hamburgo. También suele omitirse que Eichmann fue detenido por las fuerzas norteamericanas y encerrado en un campo de concentración, del que pudo fugarse antes de ser identificado.

Este es relato de Arendt: “Eichmann fue apresado por los soldados norteamericanos y confinado en un campo de concentración destinado a los miembros de las SS, donde, pese a los numerosos interrogatorios a que fue sometido y a que algunos de sus compañeros de campo lo conocían, no se descubrió su identidad. Eichmann fue muy cauteloso, se abstuvo de escribir a sus familiares, y dejó que lo creyeran muerto. (…) La esposa de Eichmann quedó sin un céntimo, pero la familia de Eichmann en Linz se encargó de mantenerla, así como a sus tres hijos. En noviembre de 1945 se iniciaron, en Nuremberg, los juicios de los principales criminales de guerra, y el nombre de Eichmann comenzó a sonar con inquietante regularidad. En enero de 1946, Wisliceny compareció ante el tribunal de Nuremberg, como testigo de cargo e hizo su acusadora declaración, ante lo cual Eichmann decidió que más le valdría desaparecer. Con la ayuda de otros internados, escapó del campo de concentración, y fue a Lüneburger Heide, lugar en un bosque, unas cincuenta millas al sur de Hamburgo, donde el hermano de uno de sus compañeros de internamiento le proporcionó trabajo como leñador. Allí permaneció durante cuatro años, oculto bajo el nombre de Otto Henninger, y es de suponer que se aburrió mortalmente. A principios de 1950, logró establecer contacto con la ODESSA, organización clandestina de ex miembros de las SS, pasó, a través de Austria, a Italia, donde un franciscano, plenamente conocedor de su identidad, le dio pasaporte de refugiado, en el que constaba el nombre de Richard Klement, y lo embarcó con rumbo a Buenos Aires. Llegó allá a mediados de julio, y obtuvo, sin dificultades, los precisos documentos de identidad y el correspondiente permiso de trabajo a nombre de Ricardo Klement, católico, soltero, apátrida, y de treinta y seis años de edad, siete menos de los que en realidad contaba”. 2

El jerarca permaneció entre nosotros sin ser molestado hasta 1960, atravesando los gobiernos de Perón, Lonardi, Aramburu 3 y Frondizi, hasta que fue secuestrado por un comando israelí para ser juzgado en Jerusalén, donde fue condenado a muerte. Sus últimas palabras fueron: “Dentro de muy poco, caballeros, volveremos a encontrarnos. Tal es el destino de todos los hombres. ¡Viva Alemania! ¡Viva la Argentina! ¡Viva Austria! Nunca las olvidaré”.4

El entonces cardenal primado, Antonio Caggiano, expresó que el jerarca nazi había llegado “a nuestra patria en busca de perdón y olvido, y no importa cómo se llame, Ricardo Clement o Adolf Eichmann: nuestra obligación de cristianos es perdonar lo que hizo”.5

Lo escalofriante es la continuidad en la pretensión de mantener la impunidad de estos genocidas que se expresa, por ejemplo, en declaraciones como las del efímero canciller de la llamada “Revolución Libertadora”, Mario Amadeo: “La Argentina siempre acogió generosamente a los refugiados que vienen de todas partes: eso permitió a Adolfo Eichmann ingresar por medios fraudulentos, así como también lo hicieron numerosos refugiados judíos”.6

Consultado sobre el tema, el estrecho colaborador de Perón Jorge Antonio nos dijo: “Perón no tenía relación con los nazis. Él tenía relación con el embajador alemán y con los alemanes. Tenía una gran relación con Freude 7. Y Freude defendía mucho a los alemanes, en un principio defendía a los nazis que venían o que pretendían venir, o que incluso habían llegado ya a hacer contacto con la Argentina porque esto había empezado mucho antes de que terminara la guerra. Entró a trabajar en mi organización un montón de gente, entre ellos Adolf Eichmann. Todo el mundo sabía perfectamente que era Adolf Eichmann y figuraba en la Mercedes-Benz como Eichmann desde 1950 hasta que lo detuvieron en 1960. A nadie le molestaba, nadie se ocupó de él. Pero no estaba él solo; había 36 alemanes, casi todos ingenieros o contadores, principalmente ingenieros. Era una de las condiciones que los alemanes me ponían: que tomara el personal que ellos me proponían. Todos tenían pasaportes españoles o portugueses”.8

Referencias:

1 En Horacio Verbitsky, Cristo vence, Buenos Aires, Sudamericana, 2007.

2 Hannah Arendt, Eichmann en Jerusalén, Barcelona, Lumen, 2000.

3 Pedro Eugenio Aramburu reemplazó como presidente de facto a Eduardo Lonardi el 13 de noviembre de 1955. Representaba al sector liberal del Ejército. Tras asumir la primera magistratura, abandonó la consigna “ni vencedores ni vencidos” promovida por Lonardi e impulsó firmes medidas contra el peronismo depuesto. Se intervino la CGT y se prohibió toda mención de términos, palabras o frases vinculadas al peronismo. Como represalia, fue secuestrado el 29 de mayo de 1970 y asesinado por el grupo armado Montoneros.

4 Ibídem.

5 La Razón, 23 de diciembre de 1960, pág. 1; citado por Tomás Eloy Martínez en “Perón y los nazis” (Segunda Parte), El Periodista de Buenos Aires, Nº 49, agosto de 1985.

6 Tomás Eloy Martínez, “Perón y los nazis”.

7 Ludwig Freude era un  empresario alemán vinculado a los servicios secretos alemanes. Su hijo Rodolfo fue designado por Perón como jefe de la División Informaciones de la Presidencia.

8 Reportaje del autor a Jorge Antonio.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

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“Tenía que hacerlo confesar”. La periodista argentina que desenmascaró al criminal nazi Erich Priebke: la increíble historia de Dalila Herbst

La productora periodística argentina de la señal ABC cuenta cómo hizo, hace exactamente 30 años, para citarse con el excapitán de la Gestapo y develar su oscuro pasado como responsable de una masacre de civiles en Italia

La cadena ABC recreó con actores el encuentro entre Erich Priebke y Dalila Herbst para el documental Nazi HuntersCaptura documental Nazi Hunters, ABC News

LA NACION>Lifestyle

12 de abril de 2024

Germán Wille

¿Es posible estar cara a cara con el mal? 30 años atrás, a finales de marzo de 1994, Dalila Herbst, periodista argentina que trabajaba para la señal estadounidense ABC, se reunió a tomar un café en la confitería del Hotel Panamericano de Bariloche con el empresario local de origen alemán Erico Priebke. Lo que la mujer camufló como una reunión de negocios en realidad era una treta para llegar a develar el oscuro pasado de su interlocutor. Ella sospechaba que, bajo la apariencia de abuelo dulce y amable, Erico era el criminal de guerra nazi Erich Priebke, fugado a la Argentina tras la Segunda Guerra Mundial, uno de los responsables de la llamada masacre de las fosas Ardeatinas, en marzo de 1944, cuando los hombres del ejército alemán, las SS y la Gestapo asesinaron a sangre fría a 335 civiles en Italia.

Dalila Herbst, la productora argentina de ABC que dio con Erich Priebke en Bariloche, dialogó telefónicamente con LA NACION desde Israel, donde vive actualmente
Dalila Herbst, la productora argentina de ABC que dio con Erich Priebke en Bariloche, dialogó telefónicamente con LA NACION desde Israel, donde vive actualmenteGza. Dalila Herbst

La valiente mujer que se animó entonces a contactar a Erico o Erich Priebke habla hoy vía telefónica con LA NACION desde Beerseba, la ciudad del sur de Israel en la que vive hace unos 13 años. En los tiempos en que se encontró con el sospechoso de ser un criminal nazi en Bariloche, ella trabajaba como productora periodística en la señal ABC News, un empleo que tenía desde hacía más de 15 años. La estrella de esa emisora en los 90 era Sam Donaldson, una leyenda del periodismo estadounidense. “Mi sueño era trabajar con Donaldson, porque yo veía su programa Primetime Live y me moría”, cuenta Herbst y agrega: “Y un día me llama Harry Phillips y me dice: soy productor de Primetime Live”.

Con ese llamado, la periodista porteña fue convocada para una investigación televisiva que haría ese programa en Bariloche. La finalidad de la producción era dar con un agente nazi de inteligencia, Reinhard Kopps, que estaría viviendo en aquella ciudad patagónica bajo el nombre de Juan Mahler. Como para dar un inicio al trabajo periodístico, le pidieron a Herbst que se trasladara a esa localidad rionegrina para rastrear información.

“Fui. Empecé a averiguar. Había que tener un poco de cuidado porque Bariloche siempre fue un antro de nazis gracias a Perón”, dice la periodista, que a sus casi 82 años conserva un tono de voz vital (”no me trates de usted”, advierte) y una memoria impecable, expresada en la forma en que describe los pormenores de su experiencia, esa pequeña gesta personal que determinó, a la postre, la detención de Priebke.

El equipo de ABC News que trabajó en Bariloche; de izquierda a derecha: Joe Lomonaco, camarógrafo; Harry Phillips, productor; Dalila Herbst, productora; Sam Donaldson, periodista y presentador; Steve Blanco, sonidista; el sonidista de Donaldson y la traductora
El equipo de ABC News que trabajó en Bariloche; de izquierda a derecha: Joe Lomonaco, camarógrafo; Harry Phillips, productor; Dalila Herbst, productora; Sam Donaldson, periodista y presentador; Steve Blanco, sonidista; el sonidista de Donaldson y la traductoraGza. Dalila Herbst
Sam Donaldson, estrella de ABC News, fue la cabeza del equipo que encontró a Erich Pribke en Bariloche
Sam Donaldson, estrella de ABC News, fue la cabeza del equipo que encontró a Erich Pribke en BarilocheCaptura documental Nazi Hunters

Un libro ‘desaparecido’ y una revelación

–Dalila, ¿cómo fue que pasaron de la búsqueda de Kopps a la de Priebke?

–En realidad, yo tropecé con Priebke. Cuando llegué y averigüé por Kopps, él había cruzado a Chile para operarse. Koops tenía una hostería en Bariloche, Campana, donde llamé para ver si podía dar con él, pero me dijeron que la había terciarizado. No había manera. Encima me tocaron unos días de lluvia y estaba encerrada en el hotel, no sabía qué hacer de mi vida… Estaba tan harta que una noche le dije al conserje: “¿No me hace una lista de libros para conocer bien Bariloche?”. Me hace la lista y me voy a una librería grande, atendida por un matrimonio alemán mayor. Me llamó la atención un libro de los que escribió el conserje que se llamaba El pintor de la Suiza argentina, de Esteban Buch. Cuando lo pido, el marido y la mujer me dicen: “Desapareció”.

–¿Cómo?

–Te imaginás para alguien de Buenos Aires la potencia que tiene la palabra “desapareció”. Les pregunto “¿cómo desapareció el libro?”. “Sí, el día que nos lo trajeron vino un señor alto, morocho, de bigotes y se llevó todo”, respondieron. Los despedí y recorrí dos o tres librerías más esa noche. “No está”, “no está”, “no está”… Me interesó el título porque sabía que a Bariloche le decían “la Suiza argentina”, pero me llamó la atención que en las librerías importantes no estaba. Había algo raro ahí.

–¿Finalmente encontraste el libro?

–A la mañana siguiente bajo caminando para el lado del lago Nahuel Huapi y veo una cabañita hecha de troncos que era de Eudeba. Estaba cerrada. Pero cuando miro para arriba, en la vidriera, lo veo: El pintor de la Suiza argentina. Me quedé a esperar hasta que llegó un jovencito que me abrió la puerta. Prácticamente lo pasé por arriba. “¿Por qué tenés ese libro?”, le pregunté. “Lo que pasa es que la dueña de este local es muy amiga de la madre del autor y ella nos trae cada tanto libros para vender”, me respondió. “Dame todos los que tengas”, le dije. 10 libros tenía, y me los llevé todos.

–¿Qué era lo que escondía El pintor de la Suiza argentina?

-Me metí en un café. Me puse a leer y encontré la historia de Kopps. Y yo no sé si tres páginas más atrás me encuentro la historia de Priebke

El pintor de la Suiza argentina, el libro de Esteban Buch que había desparecido de las librerías de Bariloche y que tenía información acerca de la vida de Erich Priebke
El pintor de la Suiza argentina, el libro de Esteban Buch que había desparecido de las librerías de Bariloche y que tenía información acerca de la vida de Erich PriebkeEl Escriba Libros
Harry Phillips, el productor de ABC News que trabajó junto a Dalila Herbst en el hallazgo de Erich Priebke
Harry Phillips, el productor de ABC News que trabajó junto a Dalila Herbst en el hallazgo de Erich PriebkeCaptura Nazi Hunters

Colocaron un águila imperial sobre el hotel Edén de Córdoba: ¿Es un símbolo nazi?

El emblemático complejo se encuentra en La Falda y es uno de los más antiguos de Córdoba. Qué dicen los guías del lugar.

Redacción Vía Córdoba

31 de marzo de 2024

viapais.com.ar/hotel-eden-de-cordoba-es-un-simbolo-nazi

El hotel Edén de La Falta es uno de los más antiguos y místicos de Córdoba.
El  hotel Edén de La Falta es uno de los más antiguos y místicos de  Córdoba.

El  hotel Edén de La Falda es uno de los más antiguos de  Córdoba y el que acumula cientos de místicas historias alrededor de sus orígenes, como también de las personas que se hospedaron allí. Cuando fue construido en 1898, la gran fachada delantera contaba con un águila gigante de bronce.

El animal desapareció en 1945, cuando Adolf Hitler cayó y por ende, terminó la Segunda Guerra Mundial. Nunca se supo quién la sacó ni cuál fue destino. Pero, se supone que confundieron el águila con un símbolo nazi y por eso, la quitaron.

VOLVIÓ EL ÁGUILA IMPERIAL AL  HOTEL EDEN DE  CÓRDOBA: ¿SÍMBOLO NAZI?

En el marco de una puesta en valor del hotel, la empresa que mantiene el predio contrató un reconocido artista de herrería para reconstruir aquella mítica águila. La réplica fue hecha en base a fotografías viejas y ya no es de bronce, sino de soldaduras de alambres.

El águila imperial que colocaron en el hotel Edén de La Falda.
El águila imperial que colocaron en el  hotel Edén de La Falda. Foto: Carlos Alberto Romero Pazos

Es lo que le faltaba al hotel para recuperar la imagen de la fachada que tenía en sus años de apogeo”, dijo Gabriela Sánchez, guía del lugar. “El águila nazi era bastante diferente a ésta. Tenía una cruz esvástica, nada que ver”, aclaró la mujer. Asimismo agregó que se trata de un animal de origen romano y no alemán.

Hitler tenía nueve años cuando el Edén fue inaugurado. Sin embargo, años más tarde el matrimonio Eichorn, dueño del emprendimiento, estuvo vinculado con el genocida. “Los Eichorn conocieron a Hitler en 1921, en Alemania, antes de que llegara al poder. Seducidos por sus ideas, formaron parte de los financistas que aportaban para sus campañas”, señaló la mujer.

Cómo quedó la fachada del Edén tras la colocación del águila.
Cómo quedó la fachada del Edén tras la colocación del águila. Foto: Carlos Alberto Romero Pazos

“En 1945, dejaron el hotel porque como botín de guerra fue incautado y ocupado brevemente por la diplomacia japonesa”, continuó Sánchez. Fue en esos días que quitaron el águila. Más tarde, Juan Domingo Perón les devolvió el complejo a sus dueños, pero tanto ellos como el hotel ya habían perdido su prestigio.

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Detenido el mayor distribuidor de propaganda y literatura nazi en Argentina

El hombre, de unos 45 años, imprimía en su casa y vendía por internet más de 300 libros de glorificación a Adolf Hitler, antisemitas y negacionistas del holocausto

Desmantelan imprenta nazi en Argentina
Funcionarios de la Policía de Buenos Aires durante una conferencia sobre el allanamiento de ‘Librería Argentina’.Foto: POLICÍA DE BUENOS AIRES | Vídeo: REUTERS

JOSÉ PABLO CRIALES

Buenos Aires – 13 SEPT 2023

elpais.com/argentina

Un hombre solo en la periferia norte de Buenos Aires escondía en su casa familiar la distribuidora de libros nazis más grande de Argentina. La policía federal ha anunciado su detención este miércoles tras una investigación de casi dos años. Según han contado las autoridades, el hombre, de unos 45 años, vendía a través de páginas de internet más de 300 títulos, entre propaganda nazi, semblanzas que glorificaban a Adolf Hitler, negacionismo del Holocausto y revisiones de la Segunda Guerra Mundial. Cayó después de que los agentes coordinaran una compra encubierta que llevó a su arresto.

La investigación se inició a mediados de 2021 tras una denuncia de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). “Recibimos una denuncia de una página web que difundía contenido antisemita y vendía el material a través de Mercado Libre”, dijo el comisario Fabián Villagra, jefe de la Unidad de Investigaciones Terroristas de la Policía Federal Argentina. “Las investigaciones duraron casi dos años. Inicialmente, contábamos con un nombre de usuario, al que se logró poner nombre, apellido y documento. Después llegamos al domicilio de la persona donde se hacía la impresión del material”. El hombre, que no fue identificado por las autoridades, distribuía los libros en la mayor plataforma de compraventa en línea de Sudamérica. Cuando su usuario fue dado de baja, continuó a través de una página propia.

Libros nazis
‘Las SS te llaman’, uno de los libros incautados a la distribuidora e imprenta. JOSÉ PABLO CRIALES

La página del detenido, Librería Argentina, aún permanece en pie con un catálogo de cientos de títulos. Su web se describe como “especializada en temas bélicos y relacionados a las dos Guerras mundiales y los movimientos políticos, filosóficos, y espirituales en ellas actuantes”. “Hacemos lugar a todos los libros marginados de las librerías más populares sin importar su tendencia”. Algunos de los primeros libros de su catálogo van sobre el fascismo o la “ética” aria.

Durante el allanamiento en el municipio de San Isidro, en el norte rico de la periferia de Buenos Aires, las autoridades incautaron 222 libros distintos, 140 tapas de ejemplares que el hombre no llegó a imprimir, y un par de impresoras de oficina. El hallazgo de los detectives federales se expuso este miércoles en un salón de la sede del Cuerpo de la Policía Montada, en la capital argentina. Encontraron varias ediciones distintas de Mi Lucha y de ¡Las SS te llaman!, un panfleto del ejército de Hitler publicado en plena Segunda Guerra Mundial. Pero también títulos variadísimos bajo el nombre de una veintena de editoriales, que iban desde la negación del genocidio nazi o las responsabilidades de la Alemania nazi y del régimen de Francisco Franco en España en el bombardeo de Guernika, a biografías apócrifas del magnate automovilístico norteamericano Henry Ford y panfletos en contra del judaísmo en Argentina. Muchos de los libros mostraban símbolos como esvásticas, la Reichsadler –el águila imperial del nacionalsocialismo alemán–, o las cruces de hierro que utilizaron los nazis para condecorar a sus oficiales.

La policía utilizó estos últimos para perseguir el delito como infracción a la ley contra Actos Discriminatorios. “La mera exhibición de este tipo de simbología configura infracción a la ley 23.592 toda vez que con ello justifica, reivindica y hasta venera las atrocidades cometidas por el régimen nacional socialista nazi contra la comunidad judía”, anunciaron en un comunicado.

Libros nazis
Algunos de los títulos incautados por la Policía de Buenos Aires a ‘Librería Argentina’. JOSÉ PABLO CRIALES

“Es impresionante que haya gente produciendo este tipo de material, y preocupante que haya gente que lo consume. Ese es el desafío que tenemos que trabajar”, dijo Marcos Cohen, vicepresidente primero de la DAIA, durante el anuncio. “Tenemos que trabajar en lo punitivo. Pero también tenemos mucho que hacer en lo educativo, porque lo primero que tenemos que alejar a los lectores de este material”.

Librería Argentina ya no podrá recibir pedidos de clientes, pero muchos de sus libros circulan aún por internet. El método sigue siendo el boca a boca, ahora entre los comentarios de otros títulos menos explícitos. “¡Hola! Acabo de comprar este libro, de casualidad tendrán también Las SS te llaman! SS-Hauptmat Ediciones Sieghels?“, pregunta un usuario en una publicación del mismo sitio de compraventa que usaba el detenido. El vendedor responde: “Hola, buen día. Sí, lo tenemos, pero no se puede publicar en MercadoLibre. Te escribimos luego por privado para indicarte cómo. Cualquier duda consultanos. Saludos”.

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Filo.explica│Nazis en Argentina: ¿Por qué llegaron tantos criminales de la Segunda Guerra?

¿Por qué Argentina tiene un vínculo tan estrecho con el nazismo? ¿Cuántos llegaron y cuándo? ¿Qué criminales vivieron en nuestro país?

25 de Abril de 2023

filo.news/noticias-nazis-en-argentina

Son tiempos en los que la ultraderecha empieza a tener representación en muchos países. En Argentina, por ejemplo, hace unos días apareció en Catamarca el llamado “Comando Águilas Negras”. Pero esta historia empieza mucho antes. Ya en la década del 30, apenas asumió Adolf Hitler el poder en Alemania, hubo descendientes alemanes radicados en Argentina que manifestaron su simpatía con el régimen nazi.

Una vez que terminó la Segunda Guerra Mundial, en 1945, muchos criminales nazis debieron huir. Y varios llegaron a Argentina. Si bien las cifras no son oficiales, se cree que fueron alrededor de 180. Con nombre y apellido se registraron unos 30 alemanes, 50 croatas y 100 franceses. También llegaron dos submarinos del Tercer Reich, pero en ellos no viajaban jerarcas.

Según un estudio que hizo en 1999 la Comisión para el Esclarecimiento de las Actividades Nazis en la Argentina, la mayor teoría conspirativa del siglo XX es falsa: Adolf Hitler nunca estuvo en el país ni se refugió en Bariloche. El  que sí llegó a Argentina fue Adolf Eichmann, uno de los máximos responsables de los campos de concentración durante el holocausto. Se cree que arribó en 1950, cinco años después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Y vivió en Argentina más de una década.

Está tan extendida la historia de los nazis en Argentina, que hasta fue incluida en diversas manifestaciones de la cultura popular. En el año 2006, por ejemplo, un criminal de las SS fue incluido en un capítulo de la serie Hermanos y detectives, creada por Damián Szifrón. En el año 2013, la directora Lucía Puenzo estrenó la película Wakolda, que cuenta la historia del siniestro doctor Josef Mengele en la Patagonia argentina.

Muchos de los nazis que se instalaron en Argentina, en especial en la Patagonia, vivieron con tal impunidad que fueron entrevistados varias veces por periodistas locales. Por ejemplo, Erich Priebke, responsable del asesinato de 335 italianos durante la Segunda Guerra, vivió muchos años en Bariloche, y hasta apareció en televisión.

Una de las historias más increíbles que relacionan a los nazis con Argentina es el llamado Proyecto Huemul. A su cargo estuvo Ronald Richter, un físico del nazismo que había llegado al país en 1948. Una vez aquí, le propuso al entonces presidente Juan Domingo Perón un proyecto delirante: fabricar nuestra propia bomba atómica.

Las huellas del nazimos en Argentina llegan hasta nuestros días. Según un estudio de la DAIA, Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, las redes sociales aportaron al crecimiento de grupos neonazis que difunden material antisemita y hasta están armados. De hecho, en el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, algunos de los presuntos involucrados tienen simpatía por este tipo de actividades.
 

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Nazis en la Argentina: cómo vivían y cómo fueron capturados los criminales de guerra ocultos en el país

Al menos ocho criminales de guerra nazis fueron capturados en distintas partes del país, desde Bariloche, hasta el Partido de la Costa

15 de junio de 2022

María Nöllmann

LA NACION

Mayo de 1994. Un hombre mayor, de boina y campera, camina a un ritmo apacible por el centro de Bariloche, cuando es interceptado por el periodista estadounidense Sam Donaldson. “¿Su nombre es Reinhard Kopps?”, le pregunta el cronista, acompañado por un camarógrafo. El anciano evita la pregunta e intenta subir a su auto, estacionado junto a la vereda. Pero el cronista insiste: “¿Usted ayudó a personas a escapar de Europa a Argentina?”, le pregunta, haciendo referencia al sistema que utilizaron muchos jerarcas nazis para escapar del viejo continente después de la Segunda Guerra Mundial.

El hombre mayor, conocido en la ciudad patagónica como Juan Mahler, lo niega todo, hasta que las acusaciones se vuelven imposibles de eludir. Donaldson le extiende una foto en la que se lo ve de joven, vestido con el uniforme del ejército alemán, junto a una bandera con una esvástica. También le muestra una copia de su carnet de miembro del partido nazi. “Usted es Reinhard Koops”, reitera. “No, no lo soy. Lo fui”, termina aceptando el anciano.

Reinhard Koops durante el encuentro con el periodista Sam Donaldson, en 1994
Reinhard Koops durante el encuentro con el periodista Sam Donaldson, en 1994

Koops no fue un oficial importante de la organización paramilitar nazi Schutzstaffel (SS). Pero, según había logrado averiguar el Centro Wiesenthal -ONG dedicada, entre otras tareas, a “cazar” criminales nazis-, él había ayudado a que muchas de las personalidades más destacadas de su partido escaparan a Sudamérica después de la derrota de su gobierno en manos de Los Aliados. El centro Wiesenthal también sabía que Koops vivía en Bariloche bajo una identidad falsa desde entonces, y compartió esa información con Donaldson, cronista del medio ABC, para que él avanzara con su búsqueda.

Pero lo interesante de esta investigación no es el hecho de que hayan encontrado a Koops, sino lo que este hombre le comunicó al periodista cuando el camarógrafo bajó la cámara. Sin saber que el micrófono de solapa del Donaldson seguía prendido, el ex militar le preguntó: “¿Por qué me buscás a mí? Si querés al pez gordo de la ciudad, buscá a Priebke”. Se refería a Erich Priebke, un comandante alemán de las SS condenado por crímenes de guerra en Italia, por haber comandado la unidad responsable de la masacre de las Ardeatinas en Roma, en la que murieron 335 civiles. Los dichos de Koops fueron el puntapié de una investigación que concluyó en la detención y la extradición a Italia de uno de los mayores criminales nazis, que luego fue condenado a cadena perpetua por la Justicia italiana.

De acuerdo a Ariel Gelblung, director de la sede regional del Centro Wiesenthal, no existen cifras fehacientes sobre la cantidad de criminales de guerra nazis que ingresaron al país después de la guerra, aunque él calcula que fueron más de 1000. La mayoría de ellos, dice, murieron en tierra argentina bajo el anonimato. Mientras que algunos de ellos aún pueden estar vivos. Un número menor, que alcanza los siete, fueron capturados por su centro o, incluso, años antes, por el mismo Simon Wiesenthal, austríaco judío y sobreviviente del holocausto, conocido mundialmente como “el cazador de nazis”.

“Era más fácil entrar al país como criminal de guerra que como judío”

Según se pudo confirmar años después, gran parte de los criminales de la Segunda Guerra que ingresaron al país entre fines de los ‘40 y principios de los ‘50 escaparon de Europa a través de un sistema conocido como “las rutas de las ratas”. Gran parte de esas vías de escape tuvieron como destino final Sudamérica. De esta manera, la región, y especialmente la Argentina, se convirtió en el principal refugio nazi.

En aquella época, destaca Ariel Gelblung, “era más fácil ingresar a la Argentina como criminal de guerra nazi que como judío”. Esto se debe a que desde 1938 empezó a regir en el país la Circular 11, una resolución secreta del ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de José María Cantilo, para impedir el ingreso al país de personas que otros países consideraran indeseables. “En esos momentos, los indeseables eran los judíos”, explica Gelblung.

La ficha para pasajero de ultramar que utilizó Priebke para ingresar a la Argentina, bajo el nombre ficticio de Otto Pappe; decía ser mayordomo
La ficha para pasajero de ultramar que utilizó Priebke para ingresar a la Argentina, bajo el nombre ficticio de Otto Pappe; decía ser mayordomo

La mayoría de los criminales nazis que ingresaron al país lo hicieron a través de Migraciones. “Tengo las copias de los permisos con nombres falsos con los que entraron al país cuatro de los principales criminales nazis: Klaus Barbie, Adolf Eichmann, Josef Mengele y Erich Priebke”, cuenta el directivo. Además de tener pasaportes falsos, los jerarcas alemanes contaban con la ayuda de una red de apoyo local. “Había toda una organización, de la que formaban parte el alemán Rudi Freude -secretario personal del expresidente Juan Domingo Perón y director de la División de Informaciones de su gobierno- y también el encargado de Migraciones de ese entonces”, suma.

Una amistad inviable

En 1953, Lothar Hermann, un judío alemán que se había instalado en Olivos, Buenos Aires, después de haber sido prisionero de guerra en distintos campos de concentración durante el gobierno de Adolf Hitler, conoció al nuevo amigo de su hija Silvia. Al igual que ella, el joven era alemán. Pero las historias de sus respectivas familias no podían ser más disímiles.

Eichmann en la jaula de vidrio, durante el juicio por sus crímenes de guerra, en Jerusalén; y unos 20 años antes (en el centro) haciendo el saludo nazi
Eichmann en la jaula de vidrio, durante el juicio por sus crímenes de guerra, en Jerusalén; y unos 20 años antes (en el centro) haciendo el saludo naziAP y Roger Viollet

Al tiempo de conocerla, el joven germánico le confesó a Silvia su verdadera identidad. Su apellido no era Klement, como figuraba en su documento de identidad, sino Eichmann, y su padre había sido miembro de la organización paramilitar Schutzstaffel, conocida mundialmente como la SS. La joven judía sabía que su padre había quedado ciego debido a las torturas que ejercieron sobre él miembros de esa misma organización. Al enterarse, Lothar Hermann decide contactar al fiscal alemán Fritz Bauer, quien, a su vez, se comunicó con las autoridades israelíes, que fueron quienes finalmente dirigieron una exhaustiva investigación del caso, que culminó en la captura y el enjuiciamiento en Jerusalén del criminal encubierto.

Años antes, Simón Wiesenthal ya le había comunicado a la agencia de inteligencia nacional de Israel, el Mossad, y al gobierno alemán que tenía información que verificaba que el creador de la “Solución final” vivía oculto en Buenos Aires. Pero no había logrado tener la atención que años más tarde los dos países le dieron a Hermann. “Durante los primeros 12 o 14 años después de la Segunda Guerra, en el mundo no había persecuciones a los nazis. Alemania estaba enfocada en rearmarse como país. La Guerra Fría apareció en seguida. Al mismo tiempo, Israel empezaba a formarse como Estado. Tenía otras preocupaciones prioritarias. Pero Weisenthal ya tenía mucha información sobre el paradero de algunos de ellos, y la empezó a brindar a los distintos gobiernos europeos”, afirma Gelblung.

Eichmann vivía junto a su familia en una casa sobre la calle Garibaldi al 6067, en San Fernando, cuando fue capturado
Eichmann vivía junto a su familia en una casa sobre la calle Garibaldi al 6067, en San Fernando, cuando fue capturado

Entre los criminales de guerra nazis encontrados en el país existe una vara divisoria. Algunos de ellos vivieron toda su vida de exilio bajo la clandestinidad, usando los nombres falsos e inventando su historia familiar. Otros, en cambio, utilizaban sus verdaderos nombres. Entre los miembros del segundo grupo, destaca el centro Wiesenthal, hay uno que, incluso, se movía con total libertad entre las diferentes secretarías del gabinete de Perón.

El mítico hotel Edén: la niña fantasma, el reducto nazi y la pausa en cuarentena

Inaugurado en 1898 en el Valle de Punilla, el hotel guarda misterios y un pasado de luces y sombras.

DIANA PAZOS

19/07/2020

clarin.com

El hotel Edén está curado de espanto, pero tiene a los turistas y a sus fantasmas en cuarentena. En lugar de iluminar las habituales visitas guiadas nocturnas, la luna se refleja en las puertas cerradas. No hay pisadas frescas en las escaleras. No se escuchan alaridos por los pasillos ni en las habitaciones. Nadie se saca fotos junto a los leones tallados y blancos de la entrada, rodeados por un bosque de eucaliptos negros. ¿A quiénes asustan los fantasmas si en las salas no hay turistas?

El aislamiento no es nuevo para el hotel que le dio origen a La Falda, en Córdoba, a principios del siglo XX. Cuando la tuberculosis era incurable, sus comodidades en las sierras fueron la opción de turismo salud preferida por las familias adineradas argentinas y europeas.

Antes de que surgiera el Tercer Reich y durante la Segunda Guerra Mundial, el Edén fue un reducto nazi y sus dueños (los Eichhorn) viajaban a Alemania con frecuencia para apoyar ideológica y económicamente a Hitler. Y después, por más de 40 años, el edificio estuvo abandonado y sus ruinas sufrían saqueos continuos.Ante las "apariciones" y anécdotas extrañas comenzaron a realizarse visitas guiadas nocturnas (Gentileza Eden Hotel).

Ante las «apariciones» y anécdotas extrañas comenzaron a realizarse visitas guiadas nocturnas (Gentileza Eden Hotel).

En estos días de aislamiento social, los vidrios de las ventanas se llenan de tierra y el agua se estanca en la fuente de mármol del Eden (originalmente sin tilde, pero con el uso se castellanizó). Los pájaros siguen cantando, mientras los humanos entristecen de encierro. ¿Cuánta paciencia será necesaria hasta el final de este silencio?

«Van a tener que esperar, no se sabe hasta cuándo», dicen los guías del hotel, que suspendieron las visitas por la cuarentena ante la pandemia del coronavirus. Después de todo, el Edén nunca fue el paraíso que prometió en diciembre de 1898, cuando fue inaugurado en el Valle de Punilla.

Por los salones del hotel de lujo y tecnología de avanzada pasaron personalidades como el poeta Rubén Darío, el científico Albert Einstein y el músico Arturo Toscanini. También se alojaron Eduardo de Windsor, Humberto II de Italia y los ex presidentes Julio Argentino Roca, José Figueroa Alcorta, Agustín P. Justo y Roberto Marcelino Ortiz. Y fueron huéspedes los artistas Berta Singerman, Hugo del Carril y Zully Moreno, entre muchos otros.Entre las personalidades que pasaron por el Edén se destaca Einstein, con sombrero y bigotes en primera fila (Gentileza Eden Hotel).

Entre las personalidades que pasaron por el Edén se destaca Einstein, con sombrero y bigotes en primera fila (Gentileza Eden Hotel).

Las familias de la aristocracia argentina y del mundo empezaron a frecuentar un hotel que tenía luz eléctrica y servicio postal propios, lavandería diaria y máquinas para fabricar hielo y cremas heladas. Pero el Edén no pudo saldar las deudas de sus orígenes. Y su «época dorada» fue la más oscura, al coincidir con el abierto apoyo al régimen nazi por parte de quienes fueron los dueños entre 1912 y 1947.

Con material como para filmar una miniserie, el hotel siempre despertó curiosidad y fascinación en los visitantes que llegaban solos o en tours. Desde hace 30 años, Ariel Mansani guía los recorridos en el Edén y, después de ciertas experiencias que su razón no puede explicar, comenzó a organizar las visitas nocturnas junto a Juan Pablo De Toni. Ambos son testigos de muchas anécdotas que dan escalofríos.

La Niña Fantasma y la Dama de Blanco

«¿Querés venir a jugar conmigo?»Una nena de 5 años visitaba el hotel con sus padres y, cuando estaban por ir a la planta baja, contó que otra niña le había hecho esa invitación desde una de las habitaciones.

Esto ocurrió en el verano de 2006 y el guía era Ariel Mansani: «Subimos hasta el cuarto señalado y sentimos un frío extremo, algo poco común. Como ella describía con tanto detalle la ropa y mencionó que la chica estaba muy enferma, le pedí que la dibujara. Grande fue mi sorpresa cuando vi que puso una cama y un balde«.

–¿Por qué tiene eso? ¿Ella juega con el balde? –preguntó Mansani.

–No, ahí escupe –respondió la nena.En sus comienzos, el hotel tenía 100 habitaciones (Gentileza Eden Hotel).

En sus comienzos, el hotel tenía 100 habitaciones (Gentileza Eden Hotel).

Poco tiempo después, algo similar le pasó a otra compañera de trabajo con una nena de 6 años. Entonces Ariel Mansani y Juan Pablo De Toni buscaron en documentos históricos, hasta que descubrieron que la primera dueña del hotel, Maria Herbert de Kreautner, contaba en sus memorias: «A pocos días de abrir las puertas del Eden Hotel, la alegría duró poco porque murió una niña de 8 años».

Rastrearon en los avisos fúnebres de la época y encontraron que «la Niña Fantasma» era Ana Jaime de Abarca, la hija del médico del ex presidente Julio A. Roca, que murió de tuberculosis en el Edén en 1898.La fecha oficial de apertura del Edén fue el 26 de diciembre de 1898 (Gentileza Eden Hotel).

La fecha oficial de apertura del Edén fue el 26 de diciembre de 1898 (Gentileza Eden Hotel).

En cuanto a la Dama de Blanco, se cree que se trata del fantasma de la señora Ida Bonfert de Eichhorn, a la que varios visitantes vieron asomada a las ventanas (dicen que medía cerca de 1,90). «Yo no la vi», aclara el guía.

En cuanto a la Dama de Blanco, se cree que se trata del fantasma de la señora Ida Bonfert de Eichhorn, a la que varios visitantes vieron asomada a las ventanas (dicen que medía cerca de 1,90). «Yo no la vi», aclara el guía.

Y señala que además de su experiencia con la nena que dibujó a Ana, lo más triste que le pasó fue escuchar una noche el llanto de una criatura, cuando se quedó a dormir en el Anexo. «Hasta pensé que alguien había abandonado a un recién nacido, salí a buscarlo y no había nada. Pero después me enteré que ahí había muerto un bebé de hipotermia».El guía Ariel Mansani aclara: "El águila del techo estaba desde la inauguración de 1898, no era un símbolo nazi como se creyó" (Gentileza Eden Hotel).

El guía Ariel Mansani aclara: «El águila del techo estaba desde la inauguración de 1898, no era un símbolo nazi como se creyó» (Gentileza Eden Hotel).

En diálogo con Clarín, Ariel Mansani dice que lo más terrorífico que le pasó en el hotel fue hace unos diez años, en verano: «Se me apareció una figura negra muy alta y llevaba una capucha en la cabeza. Por las manos sé que era una mujer. Esos cinco segundos me parecieron una eternidad. Y esa noche le pedí a mi compañero que siguiera él con el grupo de visitas».

Miedo no, pero al lugar del hotel que «más respeto» le tiene Mansani es al pasillo donde está la habitación de Ana y se le apareció la figura. «No volví más ahí, ni de día ni de noche», confiesa.

El área de mantenimiento, de planchado y el taller mecánico son los sitios en los que varios visitantes comentaron: «Cuánto dolor, cuánto sufrimiento hubo acá».La publicidad para atraer a familias adineradas (Gentileza Eden Hotel).

La publicidad para atraer a familias adineradas (Gentileza Eden Hotel).

Hallan lista de 12 000 nazis en Argentina

El Centro Simon Wiesenthal, de lucha contra el antisemitismo, desveló una lista de 12 000 nombres de nazis que se instalaron en Argentina y muchos de los cuales habrían alimentado cuentas bancarias en el Schweizerische Kreditanstalt, actual Credit Suisse. La institución bancaria asegura que analizará el asunto.

Auschwitz
 Entrada al campo de exterminio de Auschwitz, con su irónica inscripción «el trabajo te hace libre» . Al término de la Segunda Guerra, un alto número de nazis se refugiaron en América Latina. Keystone / Frank Leonhardt

04 marzo 2020

swissinfo.ch/mar

“Creemos muy probable que estas cuentas inactivas contengan dinero saqueado a víctimas judías, bajo las leyes de ‘arianización’ de Nuremberg de los años 30”, señala el Centro Simon Wiesenthal en un comunicadoEnlace externo divulgado el 2 de marzo.

Por su parte, Credit Suisse recuerda que entre 1997 y 1999, una comisión independiente de expertos, presidida por Paul A. Volcker, investigó a Credit Suisse y a otros sesenta bancos suizos con el objetivo de identificar cuentas que habrían podido pertenecer o habrían probablemente pertenecido a víctimas de las persecuciones nazis.

“La comisión concluyó que su investigación “fue única en su tipo … [y] fue el fruto de un trabajo largo y minucioso de un gran número de especialistas en ciencias forenses. [Permitió] elaborar un cuadro lo más completo y exhaustivo posible de las cuentas suizas de las víctimas de las persecuciones nazis, teniendo en cuenta las circunstancias”, precisa Credit Suisse a swissinfo.ch.

Agrega que, sin embargo, analizará nuevamente el asunto.

Una lista encontrada por azar

En su comunicado, el Centro Wiesenthal puntualiza que la lista con los 12 mil nombres fue encontrada por el investigador argentino Pedro Filipuzzi mientras laboraba en una antigua sede nazi en Buenos Aires.

Durante el decenio de 1930, el régimen militar pronazi del presidente José Félix Uriburu, apodado Von Pepe por su germanofilia, y de su sucesor, Agustín Pedro Justo, acogió una creciente presencia nazi en la Argentina, señala el texto.

Agrega que si bien en 1938, este último fue reemplazado por el presidente antinazi Roberto Ortiz, quien estableció la ‘Comisión Especial para la Investigación de Actividades Antisemitas’, había ya entonces 1 400 miembros del Partido Nacional Socialista Alemán (NSDA) en Argentina.

Ello, además de los 12 000 miembros de un sindicato argentino simpatizante del nazismo y unos 8 000 afiliados a otras organizaciones pronazis.

Entre ellas se encontraban empresas alemanas como IG Farben (el proveedor de gas Zyklon-B, utilizado para exterminar a los judíos y otras víctimas del nazismo) y organismos financieros como el Banco Alemán Transatlántico y el Banco Germánico de América del Sur. Puntualiza el Centro que ambos bancos habrían contribuido a la transferencia de capital nazi al actual Credit Suisse.

Decenas de dirigentes nazis responsables del Holocausto, incluidos el doctor Josef Mengele y el SS Adolf Eichmann, se refugiaron al término de la guerra en diversos países de Sudamérica, incluida Argentina.

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Conociendo nuestro fondo: COLECCIÓN EXTRADICIÓN DE NAZIS EN ARGENTINA

CONOCIENDO NUESTRO FONDO: COLECCIÓN EXTRADICIÓN NAZIS

Martes 13 noviembre 2018

cancilleria.gob.ar/es/institucional/patrimonio/archivo-historico-de-cancilleria

La Colección “Extradición de Nazis en Argentina” es una agrupación documental  que consta de 3 cajas y cuyas fechas extremas son  1942-1994.  Hablamos de colección, ya que los documentos están reunidos bajo un criterio temático, que no sigue el orden lógico de la estructura orgánica del Ministerio.  No hay registro escrito de cuando y como se formó.

En su mayoría son expedientes con pedidos de extradición, pero también podemos encontrar compilados de recortes periodísticos;  cartas personales o institucionales a favor o en contra de alguna extradición;  información teórica sobre la cuestión de criminales de guerras;  actas oficiales del Consejo de Seguridad, o comunicaciones entre embajadas extranjeras, entre otros.

En esta colección podemos encontrar diferentes tipos de documentos, tales como notas, remitos, memos, resoluciones, copias de orden de allanamiento, copia de documentos de identidad o de huellas dactilares, telegramas, fotos, notas periodísticas, copia de dictámenes y declaraciones, folletos o cartas, copia de expedientes judiciales por nombrar solo algunas.

En estos expedientes intervienen embajadas argentinas y extranjeras, procuración general, juzgados federales, interpol  u otros ministerios del Poder Ejecutivo Nacional y poseen información relevante sobre personajes como: Jan Olij Hottentot, Abraham Kipp, Walter Kutschmann, Adolf Eichmann, Josef Mengele o Ante Pavelic, entre otros muchos.

En general el procedimiento es el siguiente:

1)            Un país extranjero solicita el pedido de extradición a través de la Cancillería Argentina

2)            Ésta, a través de la Dirección de Asuntos Jurídicos,  se fija si hay tratado de extradición vigente y lo envía a la Procuración o al Juzgado que corresponda.

3)            Si se considera que falta documentación que respalde el pedido, se tramita vía Cancillería al país solicitante.

4)            Con todos los elementos, se elabora una decisión judicial que se tramite al país que requirió la extradición y en caso que sea positivo se elabora un Decreto del Poder Ejecutivo.

A modo ilustrativo, en esta ocasión, compartimos algunos documentos del expediente con pedido de extradición del criminal nazi Joseph Mengele. En este caso particular la extradición fue otorgada por Decreto Nacional, sin embargo la misma nunca se llevó a cabo dado que Mengele ya se había escapado de Argentina.

En orden de aparición podemos encontrar:

•             Caratula del expediente

•             Pedido de Alemania para que lo extraditen

•             Pase del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto al Procurador avisando que no hay tratado de extradición vigente con Alemania.

•             Respuesta del Procurador afirmativa con respecto a la extradición.

•             Copia del  Decreto de  extradición.

Documentos relacionados: 

mengelepdf.pdf

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Quiénes fueron los nazis que se refugiaron en la Argentina tras la caída del Tercer Reich

El descubrimiento de una colección con piezas con simbología del régimen de Adolf Hitler en Beccar volvió a exponer los vínculos entre el nazismo y la Argentina

Por Nicolás Gilardi

Publicado: 22 Jun, 2017 05:38

Son conocidos los vínculos que la Argentina mantuvo con el régimen de Adolf Hitler y que incluso continuaron con el fin de la guerra, cuando el país abrió sus puertas, durante el primer peronismo, a cientos de refugiados, muchos de ellos autores de horrendos crímenes durante el conflicto bélico. Incluso algunos investigadores aseguran que el propio Hitler estuvo en el sur argentino, teoría alimentada por la falta de pruebas sobre la muerte del Führer.

infobae.com/quienes-fueron-los-nazis-que-se-refugiaron-en-la-argentina-tras-la-caida-del-tercer-reich

Pero las noticias que ligan al país con el nazismo no finalizaron con esas historias y continuaron pese al paso del tiempo. Hace exactamente un año un misterioso millonario de estas tierras desembolsó casi 700 mil dólares para quedarse con la última chaqueta militar de Hitler y ropa interior de Hermann Goering, entre otros objetos nazis, durante una subasta realizada en Múnich. Y ahora se conoció que otro argentino, un anticuario llamado Carlos Olivares, tenía en su poder una colección de 75 piezas con símbolos nazis, que incluye una lupa, supuestamente usada por el propio Hitler, y un medidor de curvaturas craneanas, instrumento que alguien deslizó podría haber pertenecido a Josef Mengele, aunque las inscripciones que tiene son de un departamento del Reich en el que no revistaba el infame médico del campo de exterminio de Auschwitz.

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