Kasanzew: el ÚNICO periodista que cubrió la guerra de Malvinas de principio a fin

Malvinas a Sangre y Fuego

Kasanzew Nicolas

Malvinas a Sangre y Fuego, Kasanzew Nicolas

Incluye apéndice de imágenes color.La visión de la guerra descripta por uno de los periodistas más reconocidos de nuestro país. Nicolás Kasanzew; único reportero de la televisión y la prensa gráfica argentinas en el frente de batalla; nos lleva al centro de la noticia en forma directa y descarnada. Esencial material para entender el lado humano de los hombres que lucharon. Más de 90 mil ejemplares vendidos y esta su cuarta edición llega corregida y ampliada.

Quién es Nicolás Kasanzew, el cronista de la guerra de Malvinas que Victoria Villarruel rescató del ostracismo

Era periodista de ATC cuando se inició la guerra en las Islas.

La junta militar lo autorizó a ser corresponsal de guerra y, en directo, dio rienda al relato oficial que no se verificaba en los hechos. Su salida del canal, el mote que le habría otorgado el secretario de Cultura de Alfonsín y sus pedidos a la Corte Suprema. El vínculo con Victoria Villarruel y el rechazo de excombatientes y legisladores a su designación como titular de la Dirección de Gesta de Malvinas del Senado.

Por Jeremías Batagelj

20 de febrero de 2024 – 20:43

pagina12.com.ar

El nombre de Nicolás Kasanzew parecía olvidado, pese a ser uno de los símbolos de la televisión argentina de la dictadura, al punto de ser designado por la propia Junta Militar como corresponsal de guerra durante el conflicto por la soberanía de las Islas del Atlántico Sur. Ser la «cara visible de Malvinas» – según dijo que le impuso Carlos Gorostiza tras la recuperación de la democracia- implicó su salida del aire en ATC tras la vuelta a la democracia. 

En los noventa, en tanto, fue a parar al destino emblemático del menemismo: Miami. Allí no sólo trabajó en distintos medios de comunicación (en su CV se distinguen Telemundo, Univisión, CNN y NBC), sino que también reclamó con insistencia para que la Corte Suprema le designe unos adicionales a su pensión de guerra tras su labor como reportero. 

Hasta ahora, ésas eran las pocas y breves noticias de Kasanzew, que otra vez volvió a ser beneficiado por las bondades del Estado, al ser designado por la vicepresidenta Victoria Villarruel como titular de la Dirección de Gesta de Malvinas en el Senado. El rechazo por su nombramiento fue tal que los senadores de Unión por la Patria emitieron este lunes un feroz comunicado para criticar la decisión de la compañera de fórmula de Javier Milei.

Una de las caras del relato militar

«Hoy el país nos pide todo/ demos todo con valor / no tememos a la lucha/ argentinos a vencer/…/ Sabemos por qué luchar y ganar / jamás nos han vencido, jamás nos vencerán…». Esas eran las palabras de Kasanzew que llegaba desde Malvinas, cuando a la sociedad argentina se le intentaba convencer de que se estaba ganando la guerra. Un desfase entre realidad y relato que, al día de hoy, los excombatientes no pueden olvidar. «Fue la cara visible del relato de los militares sobre la guerra«, puntualizó Ernesto Alonso, secretario de Derechos Humanos del Centro de Excombatientes (CECIM) de La Plata a la AM750, al recordar que Kasanzew, lejos de ser un corresponsal heroico, «evitó recorrer las primeras líneas donde se encontraba la mayoría de los soldados». 

«Kasanzew relató una película al estilo de Rambo contando algo que finalmente sorprendió a toda la sociedad argentina: la rendición. Las Fuerzas Armadas no estaban preparadas para la defensa de la soberanía nacional», puntualizó Alonso tras conocerse la noticia de la designación. Otras acusaciones de los veteranos son aún más crudas: comentan que el periodista le vendía a los soldados algunos productos que él podía compar por fuera del campo de batalla.

El reclamo de algunas organizaciones de excombatientes llegó hasta el Senado. Es que el bloque de senadores y senadoras de Unión por la Patria publicó un documento en el que explicitan la preocupación por la última designación de Villarruel: lo acusan de haber sido «el constructor del relato triunfalista del gobierno de facto». 

Kasanzew siempre rechazó esas críticas, al insistir que era «un simple periodista» y que el «90% de las grabaciones que hizo en Malvinas» -fue el único cronista autorizado por la Junta Militar- fueron «censuradas por la Junta Militar».

Ya sea para quienes no nacieron en esas fechas o algunos desmemoriados, el documental de Lucas Gallo -«1982»- retrata con claridad el trabajo de ATC durante el conflicto bélico. Indudablemente Kasanzew es protagonista del mismo, al aparecer en pantalla tras recibir el pase que llegaba, desde los estudios centrales, de la otra “cara visible “de Malvinas: José Gómez Fuentes, el conductor que se despedía, siempre, con el mismo latiguillo: «Estamos ganando», hasta que anunció la rendición.

EL GOBIERNO AVANZA CON LA DESMALVINIZACIÓN

Mientras la política de Milei avanza en la renuncia a la soberanía nacional y a la defensa de la causa de Malvinas, el 2 de abril, en todo el país, cientos de combatientes y miles de compatriotas, rindieron homenaje a los héroes de Malvinas y reafirmaron la voluntad nacional de recuperar los territorios usurpados.

Al cumplirse 42 años de la recuperación patriótica de las Malvinas de manos de los británicos

03 de abril de 2024

Como ha analizado el Comité Central del PCR en sus informes, el gobierno de Milei-Villarruel, alinea a la Argentina con los intereses estratégicos y militares de EEUU, el Reino Unido (RU) e Israel, y, consecuencia de ello, profundiza la indefensión de nuestra nación frente a las aspiraciones coloniales de parte del Reino Unido (integrante de la OTAN), que ocupa o disputa 5.497.178 Km² del territorio nacional, ya que ocupa y explota 1.639.900 Km² de territorio argentino (aguas correspondientes, zona de protección en Malvinas y el Área Marina Protegida y santuario ecológico de 1.070.000 km² alrededor de Georgias del Sur y Sándwich del Sur); disputa con la Argentina 2.426.911 Km² del continente antártico y 1.430.367 Km² de la plataforma continental.

A confesión de parte

Milei, durante la campaña electoral, se declaró admirador de Thatcher, una provocación contra los combatientes de Malvinas y una afrenta para los 649 compatriotas que murieron defendiendo la soberanía. A los pocos días, Mondino, diputada electa y mencionada como posible canciller, en un reportaje al periódico británico The Telegraph, se pronunció por respetar el deseo de los “isleños”, tal como lo plantean los británicos. La población en Malvinas es inglesa y no originaria con derecho a la autodeterminación. Argentina siempre planteó respetar sus intereses, nunca sus deseos. Los isleños son británicos, así lo reconoce el Reino Unido y el Reglamento Colonial que rige la organización institucional de las Islas, cuya máxima autoridad no es el pseudo gobierno colonial, sino el comandante militar de la base militar de Monte Agradable (Mount Pleasant).

En enero y por veinte minutos, se produjo en Davos la reunión de Milei con Cameron, canciller del RU, quien reiteró la posición británica de que sobre la soberanía en Malvinas no hay nada que discutir.

Posteriormente, se produjo la provocativa visita de Cameron a las Malvinas, que no mereció el inmediato repudio por parte del gobierno nacional. Cuando el escándalo creció, Mondino publicó un triste Twitter teorizando que vale más una tonta chicana que una queja diplomática formal.

Semanas después, el Reino Unido extendió la prohibición de pescar de 283.000 a 449.000 Km² en el denominado Santuario Ecológico ilegal del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, de 1.070.000 Km² de alrededor de las Islas, violando, además de la soberanía argentina, la Convención de los recursos vivos en la Antártida, sin que la Cancillería argentina tomara posición alguna y actuara en consecuencia.

En consonancia con su política internacional, Milei aprobó los planes de ampliación del puerto de Montevideo, como solicitaba el presidente de Uruguay Lacalle Pou. La decisión implica el abandono del proyecto del Canal de Magdalena, que hubiera permitido la salida directa de las exportaciones nacionales y la integración del litoral marítimo patagónico, y aportado positivamente a la defensa y soberanía del Atlántico Sudoccidental, la lucha anticolonial por Malvinas y otros territorios usurpados, y creado mejores condiciones para la defensa de los intereses argentinos en la Antártida.

Luego se supo del acuerdo para autorizar la presencia de militares del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU en la mal llamada Hidrovía. Fue a los pocos días de que el Reino Unido realizara un nuevo ejercicio militar en Malvinas, cuya hipótesis de guerra es contra la Argentina, por el control total del paso interoceánico Atlántico Sur-Pacífico Sur y con el Índico, sin ocultar la amenaza militar a la Patagonia Argentina en vista a una posible guerra mundial en disputa con los imperialistas chinos y rusos.

En mayo, el portaaviones nuclear USS George Washington, de EEUU, navegará el Mar Argentino. Hace días se produjo la visita del director de la CIA, William Burns, previo al viaje de la generala Laura Richardson. En febrero de este año, Blinken, uno de los principales jefes políticos yanquis, se reunió con Milei. Qué se negoció en esa oportunidad no lo sabemos, pero el grosero alineamiento con EEUU/OTAN permite suponer que eso fue lo que acordó Milei ante el jefe yanqui.

Una variante de la desmalvinización muy peligrosa

La desmalvinización como política de Estado comenzó en el último turno dictatorial con Bignone, cuando se ocultó y persiguió a los combatientes de Malvinas para silenciarlos.

Alfonsín y Caputo negociaron los Acuerdos que se firmarían en Madrid en 1989. Los Acuerdos los firmó Menem porque Alfonsín debió abandonar el gobierno seis meses.

Con Menem se concretó, en la práctica, la rendición argentina. Menem y Cavallo suscribieron los Acuerdo de Madrid I/octubre de 1989 (paraguas británico de soberanía) y Acuerdo de Madrid II/febrero de 1990 (control británico del sistema de defensa nacional), plenamente vigentes entre otros Acuerdos y que ningún gobierno denunció, y la Ley de Garantía a las Inversiones británicas Nº 24.184, dos instrumentos fundamentales en las relaciones políticas, económicas, diplomáticas y militares de subordinación al imperialismo inglés.

Di Tella, sucesor de Cavallo en la cancillería, avanzó en la entrega nacional con su política de “relaciones carnales” con los imperialismos y de “seducción” de los kelpers.

Con los Acuerdos Malcorra-Duncan y Foradori-Duncan, el gobierno de Cambiemos aceptó todas las imposiciones de los británicos en relación con Malvinas, resumidas en una carta de Theresa May a Macri. El Acuerdo Foradori-Duncan fue derogado durante el gobierno de Alberto Fernández.

Milei no necesita la reedición del Acuerdo Foradori-Duncan promovido por Macri, porque la renuncia a cualquier decisión soberana sobre Malvinas es proclamada por el propio presidente de la Nación.

La desmalvinización actual viene también de la mano de Victoria Villarruel, hija del Tte. Cnel. Eduardo Villarruel, que integró la Compañía de Comandos 602 durante la guerra de Malvinas. Villarruel acompaña por acción u omisión la política de alineamiento impulsada por Milei, en la que es fundamental la relación de subordinación colonial con el Reino Unido. No se ha manifestado en contrario ni en la campaña electoral ni como vicepresidenta.

Villarruel se reunió con la embajadora británica Kirsty Hayes. En un video que hizo circular, afirma que le planteó a Hayes cuándo Inglaterra se avendrá a discutir la cuestión de soberanía. No se conoce la respuesta de la embajadora, se presume que debe haber respondido con la versión oficial de los colonialistas, “la cuestión de la soberanía en Malvinas no está en discusión”.

Para la Argentina lo que importa, y alguien de la jerarquía de Villarruel lo debería saber, es exigirle a la potencia colonialista ocupante informar, como lo plantea una resolución del Comité Jurídico Interamericano, cuándo y cómo Gran Bretaña va a restituir las Malvinas y demás territorios usurpados a sus verdaderos dueños, los argentinos.

Villarruel, como parte del uso de la cuestión Malvinas para el gobierno de LLA, designó en la Dirección de la Gesta de Malvinas del Senado a Nicolás Kasansew, que integró el noticiero de la dictadura “60 minutos” y fue corresponsal de la televisión oficial durante la guerra. Balza fue quien apadrinó su condición de VGM, que fue confirmada por la Justicia, que desestimó una denuncia en su contra. Es apreciado por muchos veteranos de Malvinas, pero muchos otros cuestionan severamente su actuación durante la guerra.

Austríaco de nacimiento, descendiente de oficiales del ejército zarista, habla ruso a la perfección, se proclama un nacionalista prorruso –coincide con los sectores más fascistas de Rusia–, admirador del zarismo y anticomunista furioso. Pertenece a sectores vinculados al reaccionario nacionalismo oligárquico, profundamente antipopular, que se han subido al carro de La Libertad Avanza y el gobierno de Milei, apostando a la candidatura presidencial de Villarruel en 2027 (!) o su asunción anticipada por la renuncia de Milei.

Fue Kasansew quien anunció un posible desfile el 2 de abril de los veteranos de Malvinas, que a las pocas semanas debió dar por cancelado, porque su costo era “imposible” de afrontar debido a “la crisis económica”.

Hay plata para pagar la deuda ilegítima, odiosa, usuraria y fraudulenta; para garantizar los negociados de monopolios extranjeros y terratenientes, para la timba financiera capitaneada por el Toto Caputo, pero no para hacer un desfile de veteranos de Malvinas. Del ajuste a favor de la casta oligárquico-imperialista, no se salvó Malvinas. Una verdadera canallada.

Escribe Alberto F. Cordelli

Hoy N° 2004 03/04/2024

Relatos del fuego: cómo es el libro que cuenta la gesta de los veteranos de Santa Fe en Malvinas

El Centro de Ex Combatientes local reunió un valioso documento con los testimonios de los veteranos de la provincia que participaron del conflicto bélico. Historias de lucha, solidaridad y resiliencia.

El registro gráfico es del 2 de abril de 2021, plena pandemia. Un veterano de Malvinas muestra la tapa del libro. Crédito: Archivo El Litoral / Mauricio Garín


Martes 2.4.2024

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Luciano Andreychuk

Dolor. Tragedia. El fuego de las balas y los bombardeos. El frío austral entumeciendo los dedos de las manos. La proximidad de la muerte acechando por los días y las noches. El sentido de supervivencia, el compañerismo y la camaradería; la solidaridad, la empatía por el otro y, sobre todo, la reivindicación de la Causa Malvinas.

Todo eso y mucho más se encuentra en el libro «Santa Fe en Malvinas. Vivencias de quienes defendieron en 1982 la soberanía argentina en el Atlántico Sur». Se trata de un valioso registro que elaboró el Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas Santa Fe, y que fue publicado por Ediciones UNL hace unos años, aunque la obra, por su valor documental, no pierde vigencia.

La recuperación de ese documento se da en el marco de este 2 de abril, en el que se conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas, conflicto bélico que involucró a Argentina y Gran Bretaña por la soberanía del archipiélago. De aquel episodio se cumplen 42 años.

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El libro está ordenado cronológicamente según los sucesos bélicos más trascendentes de la Guerra de Malvinas. Se destacan, por un lado, los emotivos testimonios de familiares de soldados caídos en combate, y de aquellos fallecidos en la postguerra; y, por el otro, la palabra de aquellos veteranos de guerra vivos que pudieron contar sus «relatos del fuego». También consta de anexos donde se cuenta el trabajo de los hijos de veteranos de guerra que quieren mantener el legado malvinero.

Dado lo voluminoso de la obra, El Litoral rescató algunos testimonios de los Veteranos de la Guerra de Malvinas (VGM) que representan el valor, la lealtad, la resiliencia ante la adversidad y la defensa de la patria. Son palabras «vivas» y en primera persona que dan cuenta de vivencias personales en medio de uno de los acontecimientos más importantes y tristes de la historia argentina reciente.

El desembarco

El veterano Ricardo Francisco Cuello (Corbeta Ara Guerrico) cuenta cómo fue el desembarco en las Islas en los días previos y posteriores al 2 de abril de 1982. «Lo que quiero dejar en claro es que los muchachos que pelearon en Malvinas no eran ‘chicos’ o ‘nenes’ indefensos y miedosos. No; fueron verdaderos hombres formados que demostraron un alto valor en combate«.

«A mí me tocó entrar en combate durante algunas horas, y siempre pienso en aquellos que llegaron a las islas y tuvieron que soportar durante noches enteras el bombardeo de la artillería naval británica: de día, el bombardeo de los aviones ingleses y, al final, chocar contra sus comandos y soldados», narra el ex combatiente en el libro.

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El VGM José Vicente Mareco estuvo en el Submarino ARA “Santa Fe”. Experto en comunicaciones, vuelve su memoria en el tiempo y cuenta: «Recibimos la orden de zarpar. La misión: recuperar nuestras Islas Malvinas. Es el momento esperado por todo aquel que se forma para defender la Patria y hacer valer el juramento de ‘fidelidad a nuestra bandera hasta perder la vida‘».

«El 1° de abril de 1982, a las 22, llegamos a Malvinas. Nos encontramos con que el enemigo había apagado el Faro. Nuestro Comandante sospechó que nos estaban esperando y decidió cambiar la posición de desembarco de los Comandos Anfibios. A las 2:30 del 2 de abril, alcanzaron la costa y destacaron una patrulla alrededor de las islas», recuerda Mareco. Con el submarino, cuenta luego, lograron hacer una maniobra que burló a los ingleses.

Hundimiento del Belgrano

El hundimiento del crucero ARA «General Belgrano» tuvo lugar el 2 de mayo de 1982, como consecuencia del ataque del submarino nuclear británico HMS Conqueror. Este hecho bélico fue un mojón en medio del conflicto bélico. Causó la muerte de 323 soldados argentinos.El hundimiento del Crucero Belgrano, un hecho que marcó con fuerza el conflicto bélico y la historia nacional.

El hundimiento del Crucero Belgrano, un hecho que marcó con fuerza el conflicto bélico y la historia nacional. Crédito: Archivo El Litoral


«Podría decir que el ‘Belgrano’ era una familia. El día del hundimiento, habíamos entrado a las seis de la mañana en la zona de exclusión. A eso de las 16 sentí un impacto (…). Inmediatamente vino otro sacudón, y se cortó la luz. Después empezaron los gritos: se nos pedía que fuéramos a cubierta y que abandonáramos los lugares donde estábamos«, rememora el VMG Carlos Adrián Benítez, sobreviviente del ataque.

«Con algo de inconsciencia me cambié tranquilo y fui a ver si había quedado algún muchacho durmiendo. Luego me dirigí hasta la sala de máquinas para dar una mano con los heridos, y subí a cubierta con el barco escoriado entre unos 40 y 45 grados. No había más nada que hacer. El crucero se hundía inevitablemente«.

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«Fui a mi balsa pero me dijeron que no había más lugar. Quedé en cubierta, desorientado. Me dirigí al otro lado de la banda de babor y vi cómo un muchacho se hundía, subido a una balsa que estaba pinchada, mientras sus compañeros saltaban para salvarse. No sé si entró en pánico o qué pero finalmente se lo tragó el mar«, recuerda dolorosamente en el libro.

El VGM Ricardo Degiorgio es otro veterano sobreviviente del hundimiento: «Durante las horas en que estuvimos a la deriva tratábamos de mantener el espíritu y nos dábamos ánimo, nos hablábamos y al mismo tiempo sacábamos el agua que entraba a la balsa, porque los cierres de las puntas estaban rotos. Al ser tantos soldados el frío se sintió menos, pero igual era insoportable. Nuestra balsa fue una de las primeras que rescataron. Contamos unas 24 horas de naufragio hasta que nos rescató el Destructor ARA Bouchard«.

Y el testimonio del VGM Guillermo Antonio González es conmovedor: «Estuve a la deriva durante 27 horas sobre la balsa, junto a 30 sobrevivientes más (las balsas tenían capacidad para 20 personas). En nuestra balsa no funcionaban los cierres, y a las mantas se las dimos a dos compañeros que se encontraban totalmente quemados«.Gloria y honor a los héroes que participaron de la guerra.

Gloria y honor a los héroes que participaron de la guerra. Crédito: Archivo El Litoral / Mauricio Garín


«A todo ello -prosigue su relato- hay que sumarle el olor a petróleo, el temporal y el frío, porque los que estábamos de guardia nos evacuamos bien abrigados, pero a quienes habían sido sorprendido por el ataque mientras estaban realizando otras tareas, salieron con lo que tenían».

«Esa noche la pasamos muy mal, aunque el hecho de ser tantos dentro de la balsa nos jugó a favor en ese sentido: nos dimos calor. Llegamos a orinarnos encima para calentarnos. Recién al día siguiente, a las 13, comimos un caramelo. Fue en ese momento que un avión Neptune de la Armada nos localizó, y los suboficiales telegrafistas que se encontraban con nosotros en la balsa nos lo confirmaron por una radio que operaban dentro de la balsa. A las 19, ya con el cielo oscurecido, escuchamos el bocinazo del ARA Bouchard», narra González.

Tareas de rescate

Las acciones de rescate y salvamento de los sobrevivientes del Begrano estuvieron a cargo de los soldados asignados a los destructores ARA Bouchard y el ARA Piedra Buena.La imagen de la Virgen de Luján, conocida como "la Malvinera". Dio acompañamiento espiritual a los soldados argentinos durante la guerra.

La imagen de la Virgen de Luján, conocida como «la Malvinera». Dio acompañamiento espiritual a los soldados argentinos durante la guerra. Crédito: Archivo El Litoral


El VGM Juan Saromé (Destructor ARA Bouchard) rememora en el libro: «Más de 80 sobrevivientes rescatamos del crucero, a los que asistimos de diversas maneras con mis compañeros de tripulación para bañarlos y vestirlos, ya que por el frío algunos estaban casi congelados. Además, les realizamos las primeras curaciones. Recuerdo el acto de arrojo de un compañero del Bouchard, que se tiró al mar para atar una de las balsas», rememora en el libro de forma desgarradora Saromé.

Pradera del Ganso

La Batalla de Pradera del Ganso constituyó el primer gran enfrentamiento terrestre de la Guerra de las Malvinas entre los soldados argentinos y los invasores británicos. Tuvo lugar entre el 27 y 29 de mayo de 1982. El VGM Daniel Oscar Caraballo recuerda en el documento aquel ataque en desventaja de poder bélico y hombres. Y el valor de su casco.

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«Asentados en ese lugar (Bahía de San Carlos), enfrentamos el primer combate contra las tropas enemigas, más precisamente contra una sección de paracaidistas que venía tomando posiciones y cambiándolas de manera permanente. Logramos detener su avance a unos 400 metros de nuestra zona de defensa, con un intenso intercambio de disparos. Se generó un enfrentamiento que duró hasta ya entrada la tarde de aquel día».

«En esas circunstancias, recibí un disparo en la cabeza. Hoy puedo contar esta historia gracias al casco de combate (tenía las siglas PM), que me salvó la vida. Si bien no lo pude volver a usar, lo conservé conmigo en todo momento», relata Caraballo en el libro.

«Estuvimos dos días combatiendo. Se peleó duro y tuve la suerte de volver sin ninguna herida de bala. Uno de mis tres compañeros fue herido; pensamos que cuando la bala le dio de “refilón” en el casco lo había matado, porque quedó desmayado por el impacto. Sobrevivió», rememora el VGM Alberto Omar Salto.

Los combates finales

La Batalla de Puerto Argentino fue la última fase de la Guerra. El ejército británico se acercó al Puerto Argentino tomando la Pradera de Ganso y Darwin; luego, realizó lanzar un ataque final contra las últimas posiciones argentinas: fue el 11 de junio de 1982. Era el principio del fin.

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Así recuerda aquel entonces el VGM Daniel Rolando Cardozo: «Antes de la rendición estuvimos tres días sin comer. Nos turnábamos para ir a buscar la comida recorriendo 600 ó 700 metros, en medio del peligro de ser alcanzados por un proyectil. Una noche se envió a un soldado a traer el alimento en los cilindros de campaña, y mientras volvía tuvimos tanta mala suerte que empezó un bombardeo y una esquirla le sacó en limpio la tapa del cilindro: nos quedamos sin comer».

Por último, el VGM Mario Alberto Salas recuerda algo conmovedor: «Mis padres me daban por muerto, como les pasó a muchas familias por la falta de información. Salí de Malvinas un 22 de junio, y arribé a Puerto Belgrano el 24 del mismo mes. De allí a Capital Federal, donde estuve tres días».

«Luego recuerdo volver a Santa Fe y dirigirme a mi casa. Eran las 23, golpeé la puerta verde de chapa y escuché a mi madre preguntar: ‘¿Quién es?’. ‘¡Soy yo! ¡Mario!’. Siguió una pausa que dejó muda a mi mamá. Mi padre abrió la puerta y me dio el primer y único abrazo de su vida. Nunca me había abrazado ni lo volvió a hacer después. Mientras estuve en Malvinas, nació mi hijo mayor y pude conocerlo».

Últimos combates: El Batallón de Infantería de Marina Nº 5 en Malvinas

Esta Unidad, elogiada por los británicos, se destacó debido al heroico y aguerrido comportamiento en la batalla por el Monte Tumbledown, provocando numerosas bajas al Batallón de Guardias Escoceses, Galeses y Gurkas que atacaron esa posición. También apoyó a comandos argentinos y a camaradas del Regimiento 7 en la Batalla del Monte Longdon, combatiendo aún después de la rendición formal, hasta agotar la munición.

2 de Abril de 2024

Sobre fines de mayo y los primeros días de junio, la Fuerza de Desembarco británica arribó a la zona del Puerto San Carlos, distante a 180 km de Puerto Argentino, e inició su campaña terrestre en aproximación hacia Puerto Argentino, la cual se concretó el 14 de junio con la caída de la capital.

Las primeras alturas que cayeron fueron Pradera del Ganso –distante del objetivo británico–,  Monte Harriet y  Monte Dos Hermanas, defendidos por el Ejército Argentino, y posteriormente entraron en el dispositivo de la Infantería de Marina que tenía como núcleo al Batallón de Infantería de Marina Nº 5 (BIM5), apoyado por la Batería “Bravo” del Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 Ec.

Los combates principales en los que intervino la Infantería de Marina fueron  Monte Longdon,  Monte Tumbledown, Sapper Hill y Pony´s Pass; y en los días intermedios, se produjeron los combates de artillería y los ataques aéreos.

Últimos combates: El Batallón de Infantería de Marina Nº 5 en Malvinas

En la noche del 11 al 12 de junio, en el   Monte Longdon, bajo responsabilidad del Regimiento de Infantería Nº 7 (RI7) del Ejército Argentino, con una Sección de Ametralladoras 12,7 de la Infantería de Marina se produjo un cruento combate. Tal fue la magnitud y la violencia del ataque que obligó a las tropas del RI7 a replegarse por esa fuerte presión.

Debido al tipo de armamento que tenían, las tropas de la Infantería de Marina no pudieron replegarse. El Cabo Segundo Carlos Colemil, que tenía que llevar el mensaje del Jefe de Sección de replegarse, fue herido y no pudo llegar a informar a las tropas el repliegue.

Heroicamente, la ametralladora Nº 4 del Batallón de Apoyo Logístico (BICO) –a cargo de los conscriptos de Infantería de Marina Jorge Inchauspe, Sergio Giuseppetti, Jorge Maciel y Luis Fernández– mantuvo su posición. Ellos cuatro detuvieron a toda una compañía británica de casi 120 hombres, lo que les costó la vida. Por su épico accionar el resto de la tropa pudo salvarse, teniendo seis bajas, pudiendo haber sido muchas más.

Durante la noche del 12 de junio la presión británica fue en aumento y se produjo un duelo de artillería cuyos fuegos se fueron incrementando, batiéndose con las consiguientes bajas y destrucción de posiciones. Esto anticipaba con mayor firmeza que se avecinaban los momentos más críticos.

El ataque principal lo sufrió la Compañía “Nácar” del BIM5, particularmente la Cuarta Sección a cargo del Teniente de Corbeta Carlos Daniel Vázquez, la noche del 13 de junio, por parte de la Guardia Escocesa, la Guardia Galesa y Gurkas.

Esta sección soportó tres intentos de avance enemigo en los cuales los ingleses no pudieron derribarlos ni sobrepasarlos. Pero en la mañana del 14 de junio, el Jefe de Sección visualizó la falta de reserva de munición y, como no llegaban los apoyos, no tenían capacidad de combate para responder otro asalto y había tropas heridas, por lo que decidieron rendir su posición. En este combate murió honorablemente el Suboficial Primero Julio Saturnino Castillo.

Paralelamente, la Compañía “Obra” del BIM5 sufrió ataques sobre Pony´s Pass donde se ofreció combate, pero la superioridad enemiga obligó a replegarse al Jefe de Compañía. Para el 14 de junio, el BIM5 concentraba prácticamente toda su unidad en inmediaciones de Sapper Hill, bajo una fuerte presión de ataque de artillería y ataques aéreos.

El   Monte Tumbledown fue el último punto estratégico defendido por los argentinos antes de la derrota en la Guerra de Malvinas.

En la mañana del 14 de junio, con Puerto Argentino prácticamente rodeado, el Gobernador, General Mario Benjamín Menéndez, decidió la rendición de la Plaza. El BIM5 inició su repliegue, según las órdenes que había recibido, pero dejó una fracción en la retaguardia de combate en Sapper Hill, que era la última altura. Esta fracción, cubriendo la retaguardia del batallón que se replegaba, se enfrentó a una sección de Infantería Británica que desembarcó en helicópteros, desarrollándose el combate de Sapper Hill, donde se produjeron las últimas bajas.

A partir de ese mediodía del 14 de junio, dada la orden de deponer las armas, los infantes de Marina pasaron a condición de prisioneros de guerra de las tropas británicas que iban tomando las distintas posiciones. Inicialmente estuvieron bajo control de los paracaidistas británicos que fueron luego reemplazados por royal marines británicos, que no habían estado empeñados en combate.

La Infantería de Marina fue concentrada en el aeropuerto durante cuatro días, hasta que fueron transportados al transporte polar ARA “Bahía Paraíso” y al rompehielos ARA “Almirante Irízar”, buques hospital reconocidos por la Cruz Roja Internacional, para ser trasladados al continente. “Bienvenidos Infantes de Marina” rezaba un cartel en la cubierta del buque esperándolos.

Desde el 2 de abril hasta el 14 de junio de 1982, murieron 35 infantes de Marina en combate, sin considerar a los heridos. El primero en caer en la guerra y el último fueron infantes de Marina. Malvinas generó en cada integrante de ese componente de la Armada Argentina un sentimiento particular e íntimo.

Hoy, 39 años después, la misión sigue inscripta en sus corazones, que se convirtió en el campo de batalla más real y humano que todo hombre puede tener. 

Cuál fue el origen de la guerra de las Malvinas

Durante 150 años hubo tensiones sobre quién era el propietario de este archipiélago del Atlántico Sur. Más de 40 años después de la guerra, las tensiones siguen latentes.

nationalgeographicla.com la-guerra-de-las-Malvinas

POR KIERAN MULVANEY

PUBLICADO 2 ABR 2024 07:35 GMT-3

Poco después de la medianoche del 2 de abril de 1982un destacamento de comandos argentinos desembarcó en las Islas Malvinas, un archipiélago del Atlántico Sur situado a unos cientos de millas de la costa meridional del país, y se dirigió por tierra hacia la capital del asentamiento, Puerto Stanley, para los británicos, o Puerto Argentino, para los argentinos.

Unas horas más tarde, una fuerza de desembarco más numerosa comenzó a descargar tropas en el puerto de Stanley. A las 8.30 de la mañana, con 800 soldados argentinos en tierra y 2000 más a punto de unirse a ellos, el gobernador de las islas nombrado por los británicos reconoció la inutilidad de la resistencia de la pequeña guarnición de Royal Marines que disponía y aceptó rendirse.

Hasta las 4 de la tarde, hora local, no llegó la confirmación a Londres, a 13 000 kilómetros de distancia. Para gran parte de la sociedad británica la noticia fue a la vez chocante y confusa, sobre todo porque pocos habían oído hablar de las islas o podían localizarlas en un mapa. En Argentina, sin embargo, el destino de las conocidas Islas Malvinas (Falkland Islands, para los británicos) había sido una causa conocida durante generaciones. Su recuperación provocó celebraciones en Buenos Aires.

La alegría duraría poco. El 14 de junioel Reino Unidos había reconquistado las Islas Malvinas y la vecina Georgia del Sur, tras una «guerra curiosamente anticuada» por lo que el entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan, describió como «ese pequeño montón de tierra helada de ahí abajo». 

Sin embargo, a pesar de que el periodista británico Max Hastings lo describió como un «fenómeno histórico», el conflicto llevaba gestándose 150 años, y la cerilla que encendió la larga mecha de combustión lenta fue, sorprendentemente, fue el arresto en el siglo XIX de tres buques de pesca estadounidenses.

Los primeros reclamos sobre las Islas Malvinas

Falklands War
Marines Preparing to Board Helicopters

Izquierda:

Soldados argentinos en fila para entregar sus armas a los Royal Marines el 17 de junio de 1982. Las fuerzas argentinas se habían rendido al Reino Unido tres días antes, poniendo fin al conflicto.

FOTOGRAFÍA DE MARTIN CLEAVER AP

Derecha:

Los Royal Marines de la unidad 40 Commando esperan en la cubierta del HMS Hermes a que los helicópteros los transporten a las Islas Malvinas. La unidad fue una de las primeras fuerzas británicas en llegar tras el desembarco argentino.

FOTOGRAFÍA DE HULTON-DEUTSCH COLLECTION CORBIS, GETTY IMAGES

No se sabe con certeza quién vio primero las Islas Malvinas. Puede que fuera Esteban Gómez, miembro de la circunnavegación del globo por Fernando de Magallanes en 1519-1522. Puede que fuera el navegante inglés John Davis a bordo del Desire en 1592. 

El primer avistamiento indiscutible corresponde al holandés Sebald de Weerdt, en torno a 1600, y el primer desembarco conocido fue el del capitán inglés John Strong en 1690. Strong no pareció impresionado y señaló que había «abundancia de gansos y patos», pero dijo entonces que «en cuanto a madera, no hay ninguna». Trazó un mapa del estrecho entre las dos islas, le puso el nombre del Primer Lord del Almirantazgo, el vizconde de Falkland, y zarpó.

El primer movimiento de la Guerra de Malvinas, la navegación hasta las islas, se gestó en absoluto secreto; a continuación, el testimonio de uno de sus protagonistas

Hasta una semana antes del 2 de abril de 1982, los marinos argentinos del grupo anfibio FTA 40 no sabían que tendrían que recuperar las islas Malvinas. A la izquierda, el comandante Molina Pico Gentileza: Enrique Molina Pico – LA NACION30

2 de abril de 2024, 00:01

Mariano Chaluleu

lanacion.com.ar

La Operación Rosario es una historia que atraviesa a los Chaluleu, mi familia. Mi abuelo, Julio Daniel Chaluleu, era oficial de Marina, y en los días previos al 2 de abril sus superiores lo designaron como comandante de la Fuerza de Tareas Anfibia, la “FTA 40.3″, que estaba conformada por un grupo de destructores y navíos logísticos que escoltarían al buque que llevaba a los soldados de la Fuerza de Desembarco. La operación, cuyo objetivo era recuperar las Islas Malvinas tras 150 años de usurpación británica, se llevó a cabo bajo absoluto hermetismo.

El ARA Hércules fue uno de los buques que escoltaron al navío Cabo San Antonio, que llevaba a la mayoría de los soldados argentinos que atacaron las Malvinas en 1982, sin lastimar a ningún habitante de las islas.
El ARA Hércules fue uno de los buques que escoltaron al navío Cabo San Antonio, que llevaba a la mayoría de los soldados argentinos que atacaron las Malvinas en 1982, sin lastimar a ningún habitante de las islas.Gentileza: Enrique Molina Pico – LA NACION

Mi abuela recuerda que se enteró de la noticia el mismo 2 de abril, como la gran mayoría de los argentinos, una vez consumada la recuperación, de la manera menos pensada. Nadie le había dicho nada. “La Operación Rosario fue tan extremadamente secreta que, siendo yo habitante de la Base Naval Puerto Belgrano, me enteré de que Puerto Argentino acababa de ser tomado por nuestras fuerzas por la radio”, me cuenta hoy, 41 años después. Ella pensaba que mi abuelo había salido a navegar, como hacía todos los meses.

La Operación Rosario fue el primer capítulo de la Guerra de Malvinas. En la mañana del 28 de marzo de 1982, las tropas del Ejército Argentino y de la Armada embarcaron y establecieron rumbo hacia el archipiélago. Fue el comienzo del conflicto con el Reino Unido.

Enrique Molina Pico fue el comandante del Hércules. Años después alcanzó la jefatura máxima de la Armada.
Enrique Molina Pico fue el comandante del Hércules. Años después alcanzó la jefatura máxima de la Armada.Hernan Zenteno – LA NACION

Ese día, las fuerzas argentinas se organizaron en 12 buques: el portaaviones 25 de Mayo; los destructores Hércules, Santísima Trinidad, Comodoro Py, Seguí, Piedra Buena y Bouchard; las corbetas Drummond y Granville; el buque de desembarco Cabo San Antonio; el rompehielos Almirante Irizar y el submarino Santa Fe.

Su misión, en definitiva, era poner a las tropas argentinas “en la playa”. Fue el primer movimiento de la gesta de Malvinas.

Mi abuelo, que estaba a cargo de los destructores y las corbetas que formaban parte del grupo de escolta, iba a bordo del Santísima Trinidad, cuyo comandante era José Luis Tejo. El comandante del otro destructor, el Hércules, era Enrique Molina Pico, que por entonces tenía el grado de capitán de fragata.

Ahora, Molina Pico, a sus 84 años, revive la historia en una entrevista con LA NACION, en el living de su casa de Buenos Aires.

Adelante: Enrique Molina Pico, en la Base Naval Puerto Belgrano.
Adelante: Enrique Molina Pico, en la Base Naval Puerto Belgrano.Gentileza: Enrique Molina Pico – LA NACION

-Enrique, ¿qué recuerda de los días previos a la Operación Rosario?

-Yo era comandante del Hércules. Estábamos haciendo pruebas en el mar el día 25 de marzo de 1982 cuando, a mediodía, me llegó la orden de regresar hacia la Base Naval Puerto Belgrano “de inmediato”.

-¿Eso le despertó alguna sospecha?

-Muchos juzgaban, opinaban, pero nadie realmente creía que iríamos a ir a la guerra contra Inglaterra. Era una cosa impensada.

-¿Qué pasó cuando llegaron a Puerto Belgrano?

Los marinos del Hércules, en la cabina de mando.
Los marinos del Hércules, en la cabina de mando.Gentileza: Enrique Molina Pico – LA NACION

-Cuando llegué, me ordenaron que fuera a cargar combustible y que completara la “santabárbara”. La “santabárbara” es donde se guardan todos los proyectiles y la munición del buque. Lo hicimos y ahí nos quedamos. Y ese día, un poco después de las once de la noche, nos llamó tu abuelo, que estaba sentado en el comando, trabajando. Me comentó sobre la orden que habíamos recibido: tomar militarmente las islas Malvinas. Fue la primera noticia que tuvimos. Después me dijo que me presentara a las 7 de la mañana en el portaaviones 25 de mayo para iniciar la programación de la navegación.

41 años de Malvinas: La guerra de Comandos

Un coronel retirado habla sobre su experiencia en el conflicto del Atlántico Sur, la imprevista creación de las compañías para realizar misiones, el desempeño de los comandos y la conducción militar. Cómo se llevó a cabo la operación Rosario.

27 mayo, 2023

Por Facundo Avila como colaboración para Zona Militar

Se cumplen 41 años de que la Argentina recuperó las Islas Malvinas a través de una acción militar que se llamó: “Operación Rosario”, donde efectivos de la Armada y del Ejército, en acción conjunta, desembarcaron el 2 de abril de 1982 y desalojaron a la guarnición militar inglesa que se encontraba allí. Un repaso por las unidades de élite que participaron de la operación y de las compañías de comandos que lucharon a lo largo de toda la guerra. 

Son las 21:40 del 1° de abril. La Fuerza de Tareas 40 lanza los botes desde el destructor ARA Santísima Trinidad. 84 comandos anfibios y buzos tácticos de la armada, tienen una misión:  Desembarcar en Puerto Argentino y desalojar a la guarnición militar inglesa que se encuentra allí e izar la bandera Argentina. ¿El detalle más trascendental de la operación? No producir bajas inglesas. El silencio es el mejor compañero y la luna ilumina las frías aguas azules mientras a paso lento los efectivos reman en los botes sigilosamente. Llevan los fusiles cargados y las mochilas repletas de munición. El punto de reunión en la playa debió ser cambiado. Quizá, por eso que los hindúes nombran como  “casualidad” (una ayuda que Dios le envía a los hombres). Y vaya si será de utilidad, porque en el punto de reunión una ametralladora con efectivos ingleses esperan camuflados para abrir fuego contra los oficiales argentinos.

Jóvenes comandos

“Los comandos hacen todo eso que es lo más difícil: infiltraciones, atacar un puesto de comando enemigo, sacar las vías de comunicaciones, las vías logísticas del enemigo, reunir información en el interior del dispositivo enemigo, tienen que estar habilitados para operar en todo tipo de terreno sea montaña, sea desiertos, sea selva”, dice José Martiniano Duarte,  coronel retirado de la Compañía de Comando 601. Estas tropas con adiestramiento especial están capacitadas para operar detrás de las líneas enemigas y la capacidad de supervivencia debe ser enorme “por lo que se les exige”, explica el veterano. Y agrega: “Es un adiestramiento muy duro, muy especial y diferente al de las tropas comunes no convencionales.” 

Gorro de lana, fusil Sterling en la mano y el avance entre los espacios rocosos: ahí va el cabo primero, Eliseo Jacinto Batista, comando anfibio de 24 años que estaba dando instrucción en Puerto Belgrano. La noche del desembarco fue el bote guía y luego pasó con la responsabilidad de explorador.  Por otro lado, se encuentra Horacio el “Indio” Nuñez. Otro comando anfibio cuyo rostro se hizo famoso en la mañana del 2 de abril. Ingresó a la Armada a los 18 años y aunque su oficio es de carpintero, optó por alistarse como infante de marina.  Desde hace diez días atrás estuvo realizando desembarco nocturno, apagón de motores, navegación, entrenamiento intensivo con munición real y andaje por la ciudad de Sierra de la Ventana. Una semana más tarde encontrará respuestas a por qué se venían adiestrando de manera muy dura y de noche.

Un grupo de efectivos de este grupo de élite se dirige a tomar la casa del gobernador. El otro, acompañados por miembros del ejército al mando del Coronel Mohamed Alí Seineldin, va a tomar Moody Brok. Los ingleses, ya detectaron los movimientos de las tropas argentinas y comienzan la resistencia: apagan el faro San Felipe que ilumina la costa, y abren fuego. Los combates duran hasta la mañana del 2 de abril. A las 06:45 se realiza el izamiento de la bandera argentina en las Islas. Pero todavía queda por tomar la casa del gobernador. ¿La táctica? Disparar a los techos y paredes (para cumplir con la orden máxima), usar granadas de aturdimiento y cambiar constantemente de posición para confundir a los ingleses. Estos, al ver el constante fuego por parte de las Fuerzas Argentinas, creen que han sido rodeados por un batallón completo de efectivos y consideran que no tiene sentido seguir luchando. Lo que los ingleses no saben es que se trata de los mismos 84 oficiales argentinos que iniciaron el desembarco la noche anterior.

Jacinto Eliseo Batista es la cara de la victoria. Mientras sale de la casa del gobernador Rex Hunt con su Sterling colgando del hombro y haciendo señas a 3 Royal Marine que se acaban de rendir, es fotografiado. Tiempo después, se supo que esa imagen recorrió el planeta entero y las principales portadas de los diarios, lo cual desató la ira del Imperio Británico y aquel 14 de junio cuando los ingleses vuelven a tomar el control de las islas después de la invasión, estaban buscando al oficial argentino para tomar la misma foto a modo de burla: Lo que los ingleses nunca se enteraron es que Jacinto retornó al continente junto con Núñez aquel mismo 2 de abril.

Ahora, ambos tienen otra misión: realizar patrullajes en la Patagonia porque se espera un inminente ataque chileno.

GH, pero de ‘Gran Héroe’: murió Jorge «Picho» Svendsen, puro coraje en Malvinas

Hugo Bordoni

Perfil

Entonces capitán, comandó la Compañía de Helicópteros de Asalto «B». Se estima que todos los helicópteros argentinos volaron unas 1500 horas en el teatro bélico de Malvinas, y de ese total, 500 las hizo el que pilotaba Svendsen. Su mítico rescate del herido teniente de navío José Arca, hundiendo parte del helicóptero en aguas heladas, quedará en los libros. Video.

Descendía de daneses, no hablaba mucho y tendía a relativizar las cosas que había hecho a bordo de su helicóptero UH-1H matrícula AE-424 en la Guerra de Malvinas, pero el teniente coronel Jorge Rodolfo «Picho» Svendsen, fallecido este jueves, fue un héroe de guerra gigantesco, y quienes lucharon a su lado en aquellos días terribles de 1982 jamás lo olvidarán.

Svendsen es velado hasta la medianoche del jueves 10 en la Cochería Vera (Piñeiro 987 Bella Vista, partido de San Miguel), mañana la ceremonia de adiós se extenderá de 12 a 15, y luego sus restos serán trasladados Cementerio de San Miguel.

Sin medir riesgos, ante un enemigo inglés que superaba en armamento a todo lo que pudieran oponer las fuerzas argentinas, Jorge Svendsen protagonizó con su Bell UH-1H numerosos episodios de peligro extremo, arriesgando su vida para llevar comandos al frente o asistir a quien lo necesitara, misiones entre las que sobresale el rescate del teniente de navío César Arca, piloto que se había eyectado de su A-4Q Skyhawk luego de atacar a la fragata Tipo 21 HMS «Ardent», que resultó hundida.

Las fotos desconocidas de la guerra de Malvinas

Jorge

El aparato de Arca recibió durísimo fuego inglés luego de ese ataque, y aunque el piloto argentino intentó llegar de nuevo a Malvinas, los daños de su Skywalk eran terminales y debió eyectarse en el mar frente a Puerto Argentino.

Cuando le avisaron a Svendsen, este salió de inmediato junto al sargento primero Miguel Santana y al cabo primero Martín San Miguel, pero el helicóptero no tenía elementos de rescate en el mar y luego de varios intentos infructuosos de lanzarle una soga, que Arca trataba de asir pero al límite de sus fuerzas y con una mano quebrada no conseguía hacerlo, «Picho» arriesgó hasta el límite y llegó a hundir la parte inferior de su helicóptero en el agua, para que Arca pudiera salvar su vida. 

Video | La emotiva campaña viral que rinde homenaje a los pilotos héroes de la Guerra de Malvinas

La proeza de Svendsen, en sus propias palabras

La simpleza con la que Svendsen contaba esa contingencia de guerra puede verse en este viejo video de Malvinas, que no hace sino resaltar su modestia, la misma que exponía cada vez que debía contar el hecho ante cadetes militares y hasta en la escuela de aviación de Don Torcuato, donde fue instructor varios años:

De la tarea de los helicópteros argentinos en Malvinas, el balance cuenta que volaron unas 1.500 horas en acciones de extremo peligro, y de ese total, unas 500 horas las protagonizó el Bell de Svendsen.

En las redes de Sean Eternos los Laureles se recuerdan algunos detalles de ese rescate, como que Svendsen le ordenó al cabo San Miguel que «no dejara de ninguna manera que Arca se durmiera o desmayara» en el regreso a baja altura a las islas, y que así el suboficial vino durante todo ese trayecto dándole continuos «sopapos» al piloto extenuado y casi congelado, al que le gritaba en forma constante que le dijera su nombre y rango, escena que años el mismo Arca recordaría entre sonrisas, por la «paliza» que había recibido tras su milagroso rescate.

Guerra de Malvinas, hace 40 años: cronología de una mala decisión y de una triste derrota

El teniente coronel Svendsen recibió por el rescate del piloto Arca la medalla “La Nación Argentina al Valoren Combate”, y el teniente general Martín Balza, recordó ese episodio en una de sus «misceláneas malvineras» que publicó en el Diario PERFIL. En ese texto, Balza recuerda: «El capitan Svendsen rescató con su helicóptero, el 21 de mayo, a un piloto naval eyectado al este de Puerto Argentino, pese a la presencia de aviones enemigos en la zona, en una operación de sumo riesgo y debiendo sumergir en el agua parte de la estructura de la aeronave. El 28 de mayo, después de trasladar a Darwin, frente a fuerzas numéricamente superiores del enemigo, a efectivos que debían participar en combate, se dirigió por propia iniciativa a la zona en que más arreciaba la lucha, descendió con máquina bajo intenso fuego y rescató heridos para ser trasladados al Hospital Militar de las Fuerzas Armadas».

Y cita además textuales del propio Svendsen, sobre aquel rescate de Arca: 

El rescate fue difícil y arriesgado, y todos estábamos pendientes de él. Así lo relata el capitán Svendsen: «Al tocar agua nos acercamos, observando que el piloto estaba consciente, entonces le ordené al sargento primero Santana, que era mi copiloto, que controlaba la parte del instrumental, y al cabo primero San Miguel, que se desempeñaba como artillero de puerta, que cuando me acercara al piloto en el agua tratara de tomarlo para introducirlo en la cabina»

“En esta acción, tratando de sacarlo del agua, hubo varios intentos en vano, durante unos 15 minutos, pues el salvavidas que llevaba puesto el piloto no le permitía el movimiento de los brazos y el reflujo producido por el rotor lo alejaba de la aeronave o lo empujaba debajo de ésta. Con mucho acierto y luego de muchos intentos, el piloto me hizo una seña para que me alejara y poder así sacarse el chaleco salvavidas. Ya con los brazos libres pudo, en el siguiente intento, y con la ayuda del cabo primero San Miguel, parado en el esquí del helicóptero, tomarse con su brazo y «colgarse» hasta la costa, donde personal de las posiciones próximas nos ayudó a acostarlo dentro del helicóptero; rápidamente, lo llevamos al Hospital Militar de las Fuerzas Armadas para que recibiese la atención médica adecuada. Esa noche, los integrantes de la tripulación lo fuimos a visitar al hospital, donde nos enteramos de lo sucedido durante ese día. El teniente de navío Arca, hasta que nosotros lo sacamos del agua, había realizado, junto con otros aviones de las mismas características (Skyhawk), un ataque a buques ingleses que se encontraban en el estrecho de San Carlos, a la vez que había recibido disparos desde una fragata inglesa. Perseguido por un Harrier que lo averió seriamente, decidió hacer un aterrizaje en Puerto Argentino, que no pudo lograr por lo comentado anteriormente. El teniente Arca le decía, en tono de broma, al cabo primero San Miguel, que, pese a haber pasado por todo eso, lo que más le había dolido eran las cachetadas que él le había dado, y que esperaba reponerse para poder desquitarse (teníamos que proporcionarle calor de cualquier forma)», agregó Svendsen.

HB

LOS DEMONIOS DE PONY PASS, INFANTES DE MARINA ARGENTINOS EN MALVINAS


Malvinas: RECUERDAN LOS 40 AÑOS DE BATALLA DE PONY PASS

Un jujeño fue protagonista principal de una de las batallas más duras que se libró durante la guerra de Malvinas.

elexpresodejujuy.com.ar

22/05/2022

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Roberto Tejerina Vaca, oriundo de la localidad de Palma Sola es uno de esos tantos héroes que siguen con sus recuerdos intactos y nos transmiten sus experiencias: «40 años después de la Batalla de Pony Pass en Malvinas, aún retumban en mis oídos el fragor del combate, el tronar de la Artillería y el tableteo de la metrallas, los gritos de mis jefes de grupos pidiendo un médico para sus heridos, el fuego incesante del la MAG del conscripto Rava, Patrone e Iñiguez, que caían mortalmente heridos. A pesar de inferioridad numérica y volumen de fuego enemigo, parte de la Compañía Obra inició el Combate retardante (desprendernos del enemigo con fuego y movimiento) con el apoyo de la Sección Armas a cargo del Jefe de Ca.

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Los Grupos de tiradores a mis órdenes logramos el objetivo de alcanzar la nueva Posición (llamada «La Cantera»), 600 mts a retaguardia.

En este tipo de operaciones es difícil la conducción de un Jefe de Ca. o Sección, dependiendo solo de los Jefes de Grupo y de Pelotón con conocimientos plenos de la misión encomendada y es lo que pasó. Los jóvenes Cabos Jefes de grupos y los Conscriptos Jefes de Pelotón hicieron gala de lo que aprendieron en campo de Instrucción en las duras campañas de invierno del Batallón 5 en la geografía de Río Grande Tierra del Fuego, con munición de guerra y apoyos de Artillería y Aviación Naval. (Quizás por eso los Jefes del Batallón Galés) decían y dicen aún hoy haberse topado con un Batallón de Comandos, apenas éramos una Sección Reforzada, con Lanzacohetes, misiles San 7, Morteros de 60 mm.

Nuestras bajas 3 muertos y 7 heridos incluidos un Cabo 2do y el Jefe de Ca. que a Dios gracias se recuperaron bien, de acuerdo a la información de nuestro Comandante Robacio (QEPD), cuando estaba prisionero en San Carlos pudo hablar con el jefe del Batallón Galés quien le expresó que tuvo una importante cantidad de muertos y heridos, tanto por el fuego de nuestra Ca y también por la Artillería y los campos minados. Su cálculo fue de 7 bajas enemigas  por cada uno de los nuestros.

No somos superhombres, solo somos Soldados Instruidos e hicimos lo que aprendimos en el campo de Instrucción.

Hay un dicho de un General Americano de la 2da Guerra Mundial que dijo: «EN LA GUERRA NO SE APRENDE, SE APLICA LO QUE SE SABE».

GLORIA Y HONOR A NUESTROS HÉROES CAÍDOS EN DEFENSA DE LA PATRIA Y NUESTRA BANDERA».

Desmalvinización: una política proimperialista

Ezequiel Silva

26.03.2022

laizquierdadiario.com/Desmalvinizacion-una-politica-proimperialista

Desde hace 40 años, a partir de la derrota y el fin de la Guerra de Malvinas, se instaló un discurso digitado por y para el imperialismo, conocido como desmalvinización. Llevado adelante por el Estado como por los medios de comunicación, forjó en el imaginario de las masas la idea de que es imposible derrotar a las potencias imperialistas. A continuación, desarrollamos como se ejerció y ejerce hasta el día de hoy este discurso tanto desde el Estado, como por intelectuales y comunicadores.

La ocupación y breve recuperación de las Islas Malvinas en abril de 1982 expresó el sentimiento nacionalista y antiimperialista contradictoriamente bajo un gobierno proimperialista como el de la dictadura militar de 1976. Atravesada por una crisis económica y enfrentada a una creciente resistencia obrera y popular que se fue intensificando desde 1979, llegando al paro general del 30 de marzo de 1982, Galtieri y la junta militar llevaron adelante la ocupación de las islas, con la intención de negociar con los británicos, una aventura bélica que tenía la ilusión de contar con el apoyo de EEUU, o en menor medida su neutralidad. Al mismo tiempo el gobierno conservador de Margaret Thatcher pasaba por un momento de impopularidad y enfrentamiento con el movimiento obrero británico por las políticas que luego serían conocidas como neoliberales. Como principal aliado de la OTAN, el Reino Unido contó con el apoyo de EEUU para derrotar a un ejército sin formación ni armamento capaz de enfrentar a una de las principales potencias del mundo. Con la derrota se instaló un discurso digitado por y para el imperialismo, conocido como desmalvinización, que fue llevado adelante por el Estado como por los medios de comunicación y que forjó en el imaginario la idea de que es imposible derrotar a las potencias imperialistas. A continuación, desarrollamos como se ejerció y ejerce este discurso tanto desde el Estado, como por intelectuales y comunicadores.

La desmalvinización como política de Estado

La desmalvinización como concepto surge a partir de la entrevista realizada por Osvaldo Soriano al politólogo francés Alain Rouquié para la revista Humor de marzo de 1983 [1]. Allí plantea que “quienes no quieren que las FFAA vuelvan al poder, tienen que dedicarse a “desmalvinizar” la vida argentina.” Sin embargo, la política desmalvinizadora comenzó desde la claudicación de los militares frente a las Task Forces británicas. Luego de la caída de Galtieri, Anaya y Lami Dozo, la junta que condujo la guerra -presionados por una gran movilización en plaza de mayo luego de anunciada la rendición-, la asume Reinaldo Bignone como último presidente militar. Con el objetivo de recomponer las relaciones con los imperialismos, su gobierno fue el primero en omitir el debate público sobre la guerra y sus consecuencias. Tal es así que los ex combatientes fueron silenciados desde su regreso, ocultados durante meses en dependencias de las FFAA y los oficiales y superiores fueron la única voz visible. Luego de la guerra impulsó la formación de una comisión investigadora bajo la dirección de Rattenbach. Sin embargo, Bignone terminó congelando el informe de 17 tomos ante las consecuencias negativas que generaría sobre un régimen en crisis terminal como la dictadura, sostenido por el acuerdo que tuvo con la Multipartidaria (UCR, PJ, MID, PI, PC) que le permitió una salida negociada que se concretó 16 meses después de la derrota en Malvinas. Todos estos partidos, fundamentalmente la UCR y el PJ, que eran los mayoritarios en ese momento, acordaron en preservar lo más posible de la crisis total a las FFAA. Al descontento anterior ahora se sumaba el desprestigio como fuerza “que sirve para defender los intereses de la Patria” y quedaba al desnudo solo su lado represivo y el desastre económico”. La política de “desmalvinización” significaba condenar la acción militar por ser confrontativa abogando por las relaciones pacíficas con las grandes potencias, limpiar lo más posible la cara represiva del ejército subordinándolo al “régimen democrático”, recomponer la relación entre FFAA y sociedad, profesionalizar el Ejército.

Tanto Alfonsín como el resto de los partidos que conformaban la Multipartidaria mantuvieron el silencio sobre el informe Rattenbach como parte del pacto establecido con Bignone para negociar una salida electoral a cambio de la preservación de las FFAA. El gobierno radical contribuyó a la desmalvinización con declaraciones de parte de Alfonsín que calificó a la guerra como un “carro atmosférico” y de “aventura inclasificable”.

Si bien es correcto que la guerra fue una aventura -por la falta de una estrategía militar-, debemos aclarar que el gobierno radical y todos los partidos de la Multipartidaria fueron funcionales a los intereses del imperialismo en un contexto donde llevó adelante la política de «transiciones a la democracia» para evitar la emergencia de la revolución proletaria a nivel mundial, como forma de administrar el declive de su hegemonía, luego de la derrota de Vietnam [2]. En el caso de Argentina el objetivo fue prevenir tendencias a la radicalización y acción autónoma del movimiento obrero, a su vez que la transición democrática evitó una caída abrupta de la dictadura por acción de las masas.

Desde que cayó la junta hasta el nombramiento de Bignone hubo dos semanas donde la Multipartidaria fue determinante para sostener a los militares. Es así que la prensa de países imperialistas presentaba a Alfonsín con una imagen “amable y esperanzadora”. En el año 1983 la revista estadounidense Time lo sacaba en portada con el título de “Un nuevo comienzo” y la inglesa The Guardian señalaba que «el señor Alfonsín es la mejor esperanza de una negociación sensata que Argentina ha producido en décadas».

Durante el gobierno radical las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña no fueron restablecidas. El gobierno de Alfonsín se limitó a una política de reclamo en foros multilaterales. Moderando su discurso con el fin de restablecer relaciones diplomáticas, en 1985, en el marco de una reunión de Naciones Unidas, presentaría un documento donde reemplazaba la discusión sobre la soberanía por una más ambigua definición sobre «solucionar los problemas pendientes” en relación a Malvinas.

También la desmalvinización fue aplicada en relación a la política de Derechos Humanos. Ya desde 1982, las denuncias de ex combatientes sobre sus superiores no fueron tomadas en cuenta ya que el terrorismo de Estado solo se aplica a la sociedad. Esto dejó los reclamos en manos de la Justicia militar [3].

Llegados los años noventa durante el menemismo y su alineamiento con el imperialismo bajo el Consenso de Washington, se restablecen las relaciones con Gran Bretaña. A partir de esta coyuntura de “relaciones carnales” es que se firma en febrero de 1990 el “Tratado Anglo-Argentino” en Madrid y luego complementado por el “Tratado Anglo-Argentino de Promoción y Protección de las Inversiones”, firmado en Londres en diciembre de ese mismo año. Para la sumisión definitiva del país al imperialismo fue necesario destrabar el conflicto diplomático y ceder en acuerdos de expoliación de los recursos en el Atlántico Sur. En el mismo año Menem envía transportes, armamentos y 450 soldados profesionales a la guerra de EEUU con Irak. En 1995 a raíz del asesinato en un cuartel del soldado Carrasco y basado en el repudio popular a la “Colimba”, Menem quita la conscripción y profesionaliza el Ejército.

En el contexto de un viaje diplomático a Londres a fines de 1998 Menem pidió públicamente “perdón por Malvinas” [4]. Además, le rindió homenaje a los caídos británicos en la guerra y se reunió con la reina y el príncipe Andrés, miembro de la familia real que estuvo en combate en Malvinas. Siguiendo la política de “relaciones carnales” con el imperialismo, propuso una serie de “soluciones pacíficas” al tema Malvinas, como la autodeterminación de los Kelpers y la autorización para poner una bandera argentina junto a la británica. Como se puede notar, todas estas “soluciones” partieron de reconocer el derecho imperial de Gran Bretaña a ocupar y explotar territorio argentino. Ese mismo año se detuvo a Augusto Pinochet en la capital británica por crímenes de lesa humanidad. Menem salió a respaldar al dictador, confeso colaborador con las tropas británicas durante la guerra de Malvinas.

La desmalvinización posterior a 2001

Tanto el radicalismo en los ‘80 como el peronismo durante los ‘90 desarrollaron las bases para la política de desmalvinización. Bajo el kirchnerismo, si bien hubo una retórica anticolonial, se mantuvieron los mismos alineamientos y acuerdos con el imperialismo. Se mantuvo el mencionado Tratado de Madrid, que habla de “paraguas de la soberanía”, manteniéndola en “suspenso”, mientras impone la “bilateralidad económica” de la explotación pesquera entre los paralelos 45 y 60 (la zona marítima que se extiende desde la provincia de Chubut hasta las islas Orcadas en la Antártida), cediendo abiertamente al colonialismo británico. A su vez Cristina llegó a decir en 2012, durante un discurso al cumplirse 30 años de la guerra, que las multinacionales británicas gozaban de absoluta tranquilidad para hacer negocios en el país [5].

Durante el Macrismo, a pesar de que la política del gobierno de Cambiemos estuvo claramente orientada al gran capital imperialista, en la formalidad mantuvieron un reclamo sobre la soberanía pero dirigido hacia el apoyo internacional en búsqueda de nuevos préstamos con el FMI. La declaración Conjunta del 13 de septiembre de 2016 donde deja de forma subsidiaria el reclamo sobre soberanía o la reunión entre Macri y el entonces canciller Boris Johnson, hoy premier británico, son muestras de ello.

A su vez gran parte del personal político de Cambiemos ha dado muestras a lo largo del tiempo de su sumisión a los intereses imperialistas mediante dichos sobre la cuestión de soberanía de las islas. En los ‘90, Macri declaró que no entendía la razón del reclamo si «las Malvinas serían un déficit adicional para el país». Más cerca en el tiempo, Patricia Bullrich propuso las Malvinas en forma de pago por vacunas Pfizer o la negación de Sabrina Ajmechet, sobre la soberanía argentina y la pertenencia del archipiélago a los kelpers.

El actual gobierno de coalición peronista mantiene las mismas políticas diplomáticas que sus antecesores. Atravesados por la crisis de deuda y en medio de las negociaciones con el FMI denunció por un lado el traslado de armas nucleares por parte de Gran Bretaña durante la guerra, pero por el otro sigue sin afectar ninguno de los intereses imperialistas en el país. Además, durante las declaraciones del canciller Santiago Cafiero en las que condenó la invasión de Rusia a Ucrania también hizo referencia a la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas estando en una situación contradictoria de tener un conflicto con un miembro de la OTAN pero salir servilmente a defenderlos en su declaración.

“El correntino siempre está alerta”. Hace 40 años reconquistó las Malvinas, hizo rendir a los ingleses, y hoy ayuda a combatir el fuego en su provincia

En 1982, el retrato de Horacio Núñez con la cara pintada y cuatro granadas en el pecho recorrió el mundo. Ahora, en Ituzaingó, su ciudad natal, socorre a los evacuados por los incendios y convoca a una colecta para paliar la crisis en Corrientes

23 de febrero de 202213:04

Jorge Martínez Carricart

LA NACION

Horacio Núñez, uno de los comandos anfibios que recuperó Malvinas, hoy lucha contra el fuego en Ituzaingó, Corrientes, su ciudad natal
“El correntino siempre está alerta”. Hace 40 años reconquistó las Malvinas, hizo rendir a los ingleses, y hoy ayuda a combatir el fuego en su provincia

Ituzaingó, al norte de Corrientes, parece sitiada por el fuego. Las llamas no entraron en la ciudad, pero amenazan los barrios periféricos e hicieron arder el parque industrial. Todo el tiempo se suceden escenas dantescas: una de las más vistas, que se hizo viral en redes sociales, muestra a un avión hidrante que aterrizó envuelto en llamas. Muchos parajes vecinos fueron desalojados para resguardar la vida de sus habitantes. El hotel Howard Johnson, uno de los más coquetos de la ciudad, a la vera del río Paraná, también fue evacuado. Más de 70 mil hectáreas de la región -con toda su producción- fueron devoradas por los incendios. Los bomberos combates el fuego con lo que tienen. Y prácticamente todos los ituzainguenses “de a pie” ayudan como pueden.

La revista Gente publicó el retrato de Horacio Núñez, comando anfibio que reconquistó las Islas Malvinas (foto de Rafael Wollmann), enfrentado al del ex gobernador inglés Rex Hunt.
La revista Gente publicó el retrato de Horacio Núñez, comando anfibio que reconquistó las Islas Malvinas (foto de Rafael Wollmann), enfrentado al del ex gobernador inglés Rex Hunt.

Horacio Núñez (64) nació y se crió en Ituzaingó. Después de la Guerra de Malvinas se radicó en Bahía Blanca, pero siempre volvió a su ciudad natal. Estaba terminando las vacaciones en casa de sus padres, donde hoy viven sus hermanas, cuando comenzó la tragedia que hoy tiene en jaque a toda la provincia. Como es, definitivamente, un hombre de acción, sintió que no podía quedarse de brazos cruzados. “¿Cómo me voy a ir? Acá me crié, acá pasé toda mi infancia y juventud, acá viven mis hermanas. No puedo ser indiferente. Tenía que volver a mi hogar, a Bahía Blanca, pero como la situación se puso bastante crítica resolví quedarme acá para colaborar como sea, como pueda”, relata con un exquisito acento correntino que jamás perdió.

Horacio Núñez fue a prestar asistencia a los vecinos de los parajes La Tecla y Galarza
Horacio Núñez fue a prestar asistencia a los vecinos de los parajes La Tecla y Galarza

“EL HOMBRE DE LA FOTO” Ó “UNO DE LOS ROSTROS DE LA GUERRA”

Horacio Javier Núñez es un héroe. Hace cuatro décadas, con apenas 24 años, participó en la reconquista de las Islas Malvinas. Pertenecía al grupo de Comandos Anfibios Argentinos de la Infantería de Marina que desembarcó (desde el ARA Santísima Trinidad, en botes de goma) las cercanías de Puerto Argentino el 1 de abril de 1982. Es uno de los efectivos a los que ordenaron tomar el cuartel de los Royal Marines en Moody Brook. Desde allí observó la batalla que se libraba en el pueblo en torno a la casa del gobernador. Aún antes del amanecer, en penumbras, pudo reconocer el lugar por la munición trazante que intercambiaban sus compañeros con los ingleses. Tenía orden de quedarse y asegurar la posición recién conquistada, pero no podía quedarse de brazos cruzados mientras que sus camaradas se batían con una de las potencias de la OTAN. Formó parte de un grupo que caminó hacia Puerto Argentino para prestar apoyo. “Colaborar como sea, como pueda”, habrá pensado. Al llegar, lo esperaba una desagradable sorpresa: el capitán de corbeta Pedro Giachino, quien le había regalado una boina de comando anfibio, se encontraba en agonía luego de un feroz combate.

La foto más conocida de la rendición de los ingleses. Al frente de la imagen aparecen el comando anfibio Jacinto Batista, compañero de Horacio Núñez, y el Royal Marine Lou Armour. Horacio dice que evitó las fotos todo lo que pudo, pero que Rafael Wollmann -que ahora es su amigo- capturó su retrato en un instante que se dio vuelta para hablar con un compañero
La foto más conocida de la rendición de los ingleses. Al frente de la imagen aparecen el comando anfibio Jacinto Batista, compañero de Horacio Núñez, y el Royal Marine Lou Armour. Horacio dice que evitó las fotos todo lo que pudo, pero que Rafael Wollmann -que ahora es su amigo- capturó su retrato en un instante que se dio vuelta para hablar con un compañero Rafael WOLLMANN – Getty Images

Poco después, ya en los alrededores de la casa del gobernador, epicentro del combate, Horacio Núñez descubrió un Royal Marine escondido en la vegetación. Como no sabía hablar inglés (suele bromear que sabe dos idiomas, “correntino y por teléfono”) le hizo señas con el fusil para que se pusiera de pie. El inglés soltó su arma, levantó las manos y se rindió ante el comando anfibio.

https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/el-correntino-siempre-esta-alerta-hace-40-anos-reconquisto-las-malvinas-hizo-rendir-a-los-ingleses

En ese instante, el soldado británico miró hacia un lado y, siguiendo su gesto, Horacio vio a otros dos Royal Marine con una ametralladora pesada que lo estaban apuntando, listos para pasarlo a mejor vida. Se sintió jugado e hizo un último movimiento que lo mostró dispuesto a entrar en combate y, para su sorpresa, los dos ingleses también se rindieron. El combate en la casa del gobernador estaba llegando a su fin. La Operación Rosario, nombre con el que se bautizó a la reconquista de las Islas Malvinas, se cerraba con éxito.

Horacio Núñez prestó servicio en la Armada hasta 2011. Estuvo en comisión como soldado de Naciones Unidas dos veces en Chipre y una en Haití.
Horacio Núñez prestó servicio en la Armada hasta 2011. Estuvo en comisión como soldado de Naciones Unidas dos veces en Chipre y una en Haití.

La rendición de los ingleses fue retratada exclusivamente por el reportero gráfico argentino Rafael Wollmann. Se trata de una breve serie de fotografías que dieron la vuelta al mundo e indignaron, entre otros, a la reina Isabel II. Los títulos que imprimió la prensa internacional sobre las imágenes fueron contundentes: “Inglaterra humillada”, tituló la revista francesa VSD; “¡Mano en alto, ¿Inglaterra?”, escribió en tapa L’Espresso italiano; “Un momento de derrota humillante para nuestros marines”, imprimió The Sun.

Una de las fotografías más reconocidas de la serie de Wollmann es el retrato de un joven comando argentino, con su cara pintada, gorro de lana negro y una mueca apenas perceptible de satisfacción. Se trata del bravo correntino Horacio Núñez. La revista GENTE, que pagó 18.500 dólares por la exclusiva para Argentina, la publicó a página plena, enfrentándola con el retrato del Rex Hunt, el depuesto gobernador británico en las islas.

Horacio Núñez se sumó a un grupo de vecinos de Ituzaingó que armaron un puesto para recibir donaciones en la plaza central de Ituzaingó
Horacio Núñez se sumó a un grupo de vecinos de Ituzaingó que armaron un puesto para recibir donaciones en la plaza central de Ituzaingó

“NECESITAMOS DE TODO”

En su idea de ayudar “como sea”, Horacio Núñez se sumó a un grupo de vecinos que junta donaciones en la ciudad de Ituzaingó para los bomberos y los vecinos afectados por los incendios. “La necesidad es grande”, describe. Él conoce, porque lo vivió en carne propia, el efecto devastador del fuego. “Hace siete años se incendió mi casa y lo perdí todo. Ni el televisor me quedó. Yo estaba acá en Corrientes y mi hijo quedó en mi casa, en Bahía Blanca. Mi nieto, sin querer, jugando, prendió fuego un colchón y ardió toda la casa. Gracias a Dios, todos salieron bien. La casa la volví a construir de cero, me llevó dos años”, rememora.

Puso su auto –y con su dinero pagó el combustible- para hacer tareas de logística: hoy mismo trasladó a un grupo de enfermeras recién recibidas en la Universidad de Posadas con equipo médico a Galarza, uno de los parajes aislados, a 90 kilómetros de Ituzaingó. Al mismo tiempo, está organizando una colecta en Bahía Blanca en la que comprometió a toda su familia. “Estoy concentrado en juntar donaciones allá, en mi domicilio, en la calle Araucano al 962. El que va a recibir las donaciones es mi hijo”, define.

Horacio Núñez frente a la casa de sus padres, donde nació y se crió, en Ituzaingó, Corrientes
Horacio Núñez frente a la casa de sus padres, donde nació y se crió, en Ituzaingó, Corrientes

Horacio Núñez estuvo cara a cara con el fuego, en el paraje Santa Tecla. Era de noche, cuando fue a llevarle frutas y tortas fritas a los vecinos que evacuaron sus casas. Fue a asistir a los bomberos que trataban de evitar que el fuego se devorase una escuela. Se puso en primera línea, pero pronto entendió que era mejor dejar esa posición a la gente entrenada.

“No me quise arrimar porque, en vez de ayudar, uno termina siendo un estorbo. Los bomberos están trabajando y uno en el medio… ¿qué hace? Nada. Quizá termina envuelto por las llamas y los muchachos tienen que dejar de hacer su trabajo para socorrerlo a uno. Yo, de bombero, sé muy poco y nada. Tuve alguna instrucción acerca del manejo de fuego en mi época de infante, pero de incendios forestales no tengo idea. Puedo ayudar de otra manera”, insiste.

-Nadie va a dudar de su coraje, Núñez.

-Coraje es lo que sobra. Lo que pasa es que por más coraje que uno tenga, no puede apagar el fuego con las manos. Es imposible.

-¿Lo sorprende la solidaridad de los argentinos?

-No, para nada. El argentino es muy solidario. Nosotros, en Bahía Blanca, con los veteranos de guerra, hemos organizado colectas para asistir en distintas tragedias. Y siempre recibimos mucha ayuda. En la inundación de La Plata tuvimos una muy buena recaudación, que entregamos nosotros mismos en el centro de veteranos de guerra de Fuerte Barragán, Ensenada. Los argentinos nos unimos en la adversidad.

-¿Lo sorprendió la reacción de las autoridades nacionales frente a semejante tragedia? El presidente Fernández aún no visitó la provincia.

-Yo no vi a nadie. Vine a Ituzaingó, estoy enfocado en ayudar, no tengo televisión… Sí me mandaron una foto de Sergio Berni en un helicóptero. También me llegó un audio viral donde un muchacho cuenta que Berni subía a la autobomba y pedía fotos, subía al helicóptero y pedía fotos, que andaba por todos lados con tres camarógrafos, dos fotógrafos y un drone… Yo le creo mucho al que habla, que por la voz entiendo que es correntino. ¿Qué vino a hacer Berni acá? ¿No es ministro de la provincia de Buenos Aires? ¿Qué hace en Corrientes? Yo, como correntino, agradezco la ayuda de todos. Que Berni mande a los bomberos, me parece fantástico, para que hagan su trabajo. Pero, ¿él qué tiene que hacer acá? La seguridad en la provincia de Buenos Aires, donde vivo desde hace muchísimos años, es bastante precaria. Que se ponga a laburar ahí, donde debe estar, y que se deje de hacer payasadas con los helicópteros. Ya me estoy enojando al divino botón… Mejor me voy a seguir ayudando.

La imagen con la que Horacio Núñez promueve su colecta en redes sociales
La imagen con la que Horacio Núñez promueve su colecta en redes sociales

-¿Cuál es el sentimiento de los correntinos?

-Nosotros, los correntinos, tenemos una forma de ser muy especial. Por ahí somos muy callados, retraídos, parece que no tenemos iniciativa, pero no es así. El correntino siempre está alerta. Parece desconfiado, pero cuando entra en confianza es muy leal, de fierro. Somos de querer mucho a nuestra naturaleza. Y esto que está pasando, con el fuego comiéndose parte de la provincia, es un drama para nosotros.

El día que el rugby tendió en Malvinas un puente de paz entre argentinos e ingleses

Se cumplió un nuevo aniversario del primer partido de este deporte en las islas.

Por Santiago Martella

15 de diciembre 2021, 21:33hs

El día que el rugby tendió en Malvinas un puente de paz entre argentinos e ingleses (Foto: Santiago Martella).
El día que el rugby tendió en Malvinas un puente de paz entre argentinos e ingleses (Foto: Santiago Martella).

Las notas sobre aniversarios de algún evento importante suelen realizarse cuando se cumplen números redondos. Pero no es el caso esta vez, porque son 12 los que se festejan. Otra regla que también se romperá a lo largo de esta columna es la de no ser autorreferente. Esperemos que estos “sacrilegios” periodísticos valgan la pena para presentar la historia que sigue.

Desde 2009, cada 13 de diciembre está marcado en el calendario de los hitos de la ovalada. Porque en esa fecha se realizó el primer partido en las Islas Malvinas, demostrando que el rugby une.

“Acá no jugamos al rugby. No entendemos a qué quieren venir”, fue uno de los mensajes que recibió Bautista Segonds al inicio de la aventura. Desde las islas, al dueño de la idea y fundador de Rugby Sin Fronteras lo trataron de espía, de tener una agenda vinculada con el Gobierno nacional para realizar inteligencia y hasta de usar el rugby como pantalla para que comandos argentinos estuvieran en Puerto Argentino estudiando los movimientos de la ciudad y sus habitantes.

Pero el hombre formado en las canchas de Coronel Suárez y de Pueyrredón no podía estar más alejado de todas esas conspiraciones que solamente veían los isleños. Después de cinco largos años de idas y vueltas autorizaron el viaje de una delegación de rugbiers. “Es la primera vez que un equipo argentino vendrá a las islas”, le advirtieron desde el consejo británico que administraba Malvinas por entonces.

Así fue como 34 rugbiers partieron rumbo a las islas, formando un grupo muy diverso tanto en origen como en trayectoria. Algunos de la talla de Eliseo Branca, Martín Sansot, Pablo Garretón, Roberto Cobelo y Diego Gómez Coll, todos con presencia en Los Pumas. Otros con renombre en sus provincias y jugadores ilustres en sus clubes. También un actual diputado nacional: José Luis Ramón. Y otros más sin tantos pergaminos, pero entusiastas de la ovalada como el que más.

Esta delegación se embarcó en la misión de crear un puente entre dos sociedades distanciadas, usando una pelota de rugby.

El recibimiento en Malvinas fue frío

En las islas no se hablaba de otra cosa que del “grupo de argentinos que viene a practicar un deporte que no jugamos”. Estaban convencidos que las intenciones eran otras. Espionaje. Una ocupación. Mil ideas locas se debatían en los pubs, el diario y hasta en la radio de Puerto Argentino. Una más errada que la otra.

Así fue como el lluvioso y helado domingo del 13 de diciembre de 2009, dos equipos salieron a jugar el primer partido de rugby en la historia de las islas. A metros de la casa del gobernador, la cancha de fútbol de la escuela de la capital fue el escenario adaptado para la situación.

Algunos curiosos se ubicaron al costado del campo para comprobar que lo que se decía era cierto (Foto: Santiago Martella).
Algunos curiosos se ubicaron al costado del campo para comprobar que lo que se decía era cierto (Foto: Santiago Martella).

Algunos curiosos (toda la ciudad sabía lo que pasaría) se ubicaron al costado del campo para comprobar que lo que se decía era cierto. La primera gran sorpresa ocurrió cuando una persona se acercó al grupo para contarle que era un veterano de guerra argentino que estaba volviendo a Malvinas después de 27 años. Se trata de Marcelo Berteri. Sus palabras fueron lo que los 34 rugbiers necesitaban para caer definitivamente en dónde estaban y qué estaban por hacer.

Después de un conmovedor minuto de silencio fue el momento de jugar y divertirse. De demostrar que el deporte une. Así se fueron sucediendo los pases, los tackles y los scrums.

Hasta que llegó el primer try en la historia de las Islas Malvinas

El destino quiso que lo marcara el hijo del Teniente 1° postmortem Luis Carlos Martella (quien murió el 12 de junio de 1982 en el Monte Dos Hermanas). Sí, quien escribe estas líneas fue el protagonista final de esa jugada, imaginada en el corazón gigante del Chapa Branca y orquestada por la habilidad inagotable del Mono Negro Gómez Coll.

Sobre el final del partido, los curiosos que estaban al borde de la cancha habían dejado de ser unos pocos y se habían transformado en muchos. Cuatro de ellos se animaron a jugar, mezclándose con el grupo. El primer paso del viaje, de la idea, del objetivo, estaba cumplido.

La relación entre ingleses y argentinos se afianzó en el tradicional tercer tiempo y en un segundo partido disputado unos días más tarde, con más isleños participando y entendiendo el concepto de unir a través del deporte.

La emoción más fuerte se dio durante la visita al cementerio de Darwin (Foto: Santiago Martella).
La emoción más fuerte se dio durante la visita al cementerio de Darwin (Foto: Santiago Martella).

Las clínicas diarias de rugby para los más chicos fueron exitosas en cuanto a la convocatoria, pero las familias más reacias a vincularse con argentinos pusieron muchas trabas para impedir que esto pasara.

El deporte era el objetivo primordial del viaje, pero en todo momento el recuerdo y el homenaje estuvieron presentes. Cada paso en Puerto Argentino y sus alrededores transportaba automáticamente a 1982 y a pensar en todo lo que allí ocurrió. A tomar conciencia de aquella gesta. A no olvidarla jamás.

La emoción más fuerte

La emoción más fuerte se dio durante la visita al cementerio de Darwin, honrando a todos los héroes que allí descansan con una Misa celebrada alrededor de la tumba del Tte 1° Martella.

Hubo una Misa celebrada alrededor de la tumba del Tte 1° Martella (Foto: Santiago Martella).
Hubo una Misa celebrada alrededor de la tumba del Tte 1° Martella (Foto: Santiago Martella).

Después de la primera visita, hubo otros dos viajes a Malvinas

Hubo otros dos viajes a Malvinas de Rugby Sin Fronteras, en 2011 y 2012. Para continuar regando las semillas -del rugby y de la unión- plantadas en 2009.

Lo positivo fue que todos en las islas recordaban y esperaban ansiosos el regreso, pero lo negativo fue que el gobierno puso más trabas durante la estadía. No permitió el alquiler de la cancha -alegando trabajos de mantenimiento que nunca fueron realizados- y ofreció en cambio unos terrenos alejados de la ciudad, de difícil acceso y a donde poca gente acudió.

Veteranos de guerra que habían jugado al rugby se sumaron a estos viajes, y el sentimiento y la emoción fueron iguales que en el primero.

Un desafío todavía más grande

Después de estas tres pruebas surgió un desafío todavía más grande: jugar en Inglaterra con veteranos argentinos y británicos. Nuevamente la idea llevó su tiempo y el marco no pudo ser mejor: en pleno Mundial de la ovalada.

En septiembre de 2015 y durante la Rugby World Cup, el evento cúlmine de este largo camino se dio en Esher, en las afueras de Londres. Allí, veteranos argentinos e ingleses se mezclaron para disfrutar juntos de un partido. Para no dejar dudas de que el rugby une.

https://tn.com.ar/deportes/polideportivo/2021/12/15/el-dia-que-el-rugby-tendio-en-malvinas-un-puente-de-paz-entre-argentinos-e-ingleses/

Malvinas: la causa compartida por todos, que no se salva de la grieta

Unos 9000 exsoldados que fueron movilizados a la Patagonia en 1982 reclaman ser declarados veteranos de guerra y afirman que en el Ejército hay registros de que participaron en acciones bélicas; varios excombatientes se oponen

28 de julio de 202110:22

Mariano De Vedia LA NACION

Exsoldados conscriptos retornaron en abril a Comandante Piedrabuena, en Santa Cruz, al recorrer la Ruta del TOAS, a 39 años de la guerra de Malvinas
Exsoldados conscriptos retornaron en abril a Comandante Piedrabuena, en Santa Cruz, al recorrer la Ruta del TOAS, a 39 años de la guerra de Malvinas Concertación TOAS

Hasta la causa Malvinas, en la que la reivindicación de la soberanía argentina es unánime, no se salva de la grieta.

La brecha está marcada por la reacción que genera el reclamo de unos 9000 exsoldados conscriptos que en 1982 fueron movilizados a bases militares del litoral marítimo patagónico, en el continente, y hoy piden ser reconocidos como veteranos de guerra. Eso implica el acceso a una pensión mensual vitalicia, como la que ya perciben 23.000 excombatientes.

La misión, se explica en un proyecto de ley presentado por legisladores de distintos bloques en la Cámara de Diputados, era custodiar objetivos militares y preparar los aviones de la Fuerza Aérea y de la Armada que partían de allí para atacar a la flota británica. La iniciativa confirma que dichas bases continentales, localizadas entre Puerto Madryn y Ushuaia, formaban parte del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS).

https://www.lanacion.com.ar/politica/malvinas-la-causa-compartida-por-todos-que-no-se-salva-de-la-grieta

“De los 649 héroes de Malvinas, no todos cayeron en las islas, ni todos están enterrados en el cementerio de Darwin”, afirmó a LA NACION el exsoldado Alejandro Martínez, uno de los coordinadores de Concertación TOAS, en la que confluyen desde hace tres años distintas organizaciones y exconscriptos y que hoy impulsa el proyecto legislativo.

En ese sentido, hubo 257 bajas en la Isla Soledad, nueve en la Gran Malvina, cuatro en las Georgias del Sur, 362 en el mar –principalmente los tripulantes del Crucero General Belgrano- y 17 en las bases desplegadas en el continente. “Todos fueron reconocidos como combatientes y héroes nacionales por la ley 24.950”, dijo Martínez, que hace cuatro meses organizó la Ruta del TOAS, un recorrido por aquel circuito patagónico, que reunió a muchos de los antiguos conscriptos para “visualizar la historia de la defensa del litoral marítimo y sus bases operativas”.

Soldados conscriptos en las bases militares del litoral marítimo patagónico, durante la guerra de Malvinas
Soldados conscriptos en las bases militares del litoral marítimo patagónico, durante la guerra de Malvinas Concertación TOAS

El proyecto otorga el “reconocimiento moral e histórico” a los exsoldados que participaron “de manera directa en el conflicto bélico”, tanto a los que fueron desplegados desde sus unidades militares de origen hacia el sur del territorio nacional como a los que prestaron el servicio militar obligatorio en unidades del sur. Y se los incluye como beneficiarios de la pensión mensual vitalicia, que hoy asciende a $69.192.

No todos están conformes. El reclamo tropieza con la visión de otras asociaciones de veteranos de guerra, como la Unidad de Ex Combatientes de Chubut, que rechaza el proyecto legislativo.

“Se intenta igualar a quienes estuvimos en campos de batallas en Malvinas, hemos sido heridos en combate, prisioneros de guerra y sobrevivido aún a la posguerra”, dijo la organización, al sostener que las acciones de combate en el continente “nunca fueron confirmadas por las Fuerzas Armadas”. Recordó además, que la Corte Suprema exige el requisito de haber participado en acciones bélicas para ser reconocidos como veteranos de guerra.

De todos modos, otras agrupaciones de excombatientes, como la Federación de Veteranos de Guerra de la Provincia de Corrientes, respaldan el reclamo.

Registros militares

“Los diarios de guerra de varios comandos de brigada de Santa Cruz y archivos de servicios históricos del Ejército registran la participación de las bases del litoral patagónico en acciones bélicas”, aseguró a la nación el docente Alberto Noal, de Concertación TOAS.

Por ejemplo, los archivos del Comando de la Brigada de Infantería Mecanizada XI, de Río Gallegos registran que el 11 de mayo de 1982 “en inmediaciones de Cabo Curioso, dos embarcaciones bombardearon la zona”. El mismo comando informó el 22 de mayo que “tres helicópteros enemigos ingresaron en el continente”.

“Durante el intento de desembarco en la zona de Cabo Curioso no hubo bombardeo, sino que hubo apertura de fuego por parte de los soldados que nos encontrábamos apostados allí”, explicó Noal, al recordar la experiencia por la que atravesó. Y añadió: “No puedo asegurar que hayan existido respuestas de disparos de parte de los comandos británicos que intentaban infiltrarse. Solo puedo dar fe de la cantidad de hombres que ví correr por la playa, en momentos en que desde un bote gomón se lanzaron dos bengalas blancas, y de los dos cargadores (40 municiones) que gasté durante ese episodio”.

Martínez y Noal comentaron que las seis bases militares continentales funcionaban como un gran portaviones, porque la Armada no tenía ninguno. “Teníamos la orden de defender ese portaviones”, reseñó Noal.

Soldados conscriptos en la Patagonia, en a1982
Soldados conscriptos en la Patagonia, en a1982 Concertación TOAS

Otro documento, aportado por José Ramón Galarza, de Corrientes, indica que la Brigada de Infantería Aerotransportada IV, de Comodoro Rivadavia, recibió “señales de alarma roja, al ser detectadas señales no identificadas en el aeropuerto militar” y añade que “se han detectado pruebas fehacientes de la actuación de comandos enemigos”.

Según Galarza, los archivos del Ejército registran que el 30 de abril partieron de Caleta Olivia dos helicópteros Bell del Ejército en misión de combate para interceptar comandos británicos que habían desembarcado en el lugar. Uno de ellos cayó y los diarios de guerra destacan que “los tripulantes del helicóptero siniestrado fallecieron en misión de combate”.

Frente a este hecho, los registros del Liceo Militar General Roca, de Comodoro Rivadavia, coinciden en que los diez hombres del Ejército “fallecieron en misión de combate” y añaden que los restos del helicóptero fueron diseminados en un radio de 300 metros a la redonda, al igual que los restos humanos. Concluyen que la aeronave “exploto en el aire” y no se precipitó, por lo que “resulta imposible relacionarlo con un accidente”.

Claudia Millapi, hermana del conscripto fallecido Oscar Calixto Millapi, uno de los ocupantes del helicóptero, recuerda que su hermano pertenecía a la compañía 185 y patrullaba las costas patagónicas. “Él no pidió ir. Lo mandaron y cumplía órdenes. Hay una discriminación y muchos agravios por parte de gente que no reconoce a los que estaban expuestos”, lamentó, en diálogo con LA NACION. Su familia recibió la condecoración postmórtem con la medalla de combate y fue velado como un héroe durante dos días en el Liceo Militar Roca.

No todos los conscriptos

“Nuestro reclamo no implica que todos los que cumplían el servicio militar bajo bandera estaban en la misma situación”, señaló el exconscripto Martínez. Y graficó: “De los 200.000 conscriptos que había en todo el país en 1982, los movilizados al sur éramos entre 8500 y 9000”. Explicó que las leyes vigentes fijan tres requisitos para acceder al reconocimiento de veterano de guerra de Malvinas: temporal (del 2 de abril al 14 de junio), geográfico (haber operado en el Teatro de Operaciones) y de parcipación (haber participado en acciones efectivas de combate).

José Vega, también dirigente del TOAS y uno de los que accedió a la pensión tras un prolongado juicio al Estado, relativizó el costo que insumiría el reconocimiento a la pretensión de los casi 9000 exsoldados. “Hoy también es elevado el costo de los juicios”, estimó. En su caso debió probar que estuvo en acciones de combate. Se calcula que unos 2000 exconscriptos iniciaron reclamos por vía judicial y que ya hubo 200 sentencias.

Pedro Aguiar contó su experiencia en Río Grande, donde participó de acciones militares de defensa, con temperaturas de 20 grados bajo cero. “Cuando volví a San Juan, la provincia me dio trabajo por mi condición de veterano de guerra y accedí, incluso, a una vivienda. Pero en el PAMI me denegaron el acceso a una pensión. Ahora llevo siete años en la Justicia para recuperar un derecho adquirido”, reseñó.

El amplio respaldo político que tuvo la presentación del proyecto legislativo entusiasma a los exsoldados, aunque son conscientes de que su tratamiento es difícil, en un año electoral. “No tiene por qué haber grieta. Firmaron el proyecto 67 diputados de distintos bloques”, señaló Enrique Johnson, quien integró el Regimiento de Infantería 1 Patricios y conoce la resistencia que el proyecto genera en algunas asociaciones de excombatientes que ya cobran el beneficio.

Soldados argentinos movilizados a las bases del litoral marítimo patagónico para custodiar objetivos militares
Soldados argentinos movilizados a las bases del litoral marítimo patagónico para custodiar objetivos militares Concertación TOAS

Video: historias de las misiones de las Fuerzas Especiales en la Guerra de Malvinas

Durante el combate del Atlántico Sur, hubo un grupo de hombres especialmente entrenados, con conocimientos de francotirador, paracaidismo, manejo de explosivos e inteligencia militar, entre muchas otras técnicas. ¿Cómo fueron aquellos días?

Por Redacción DEF 31 de Julio de 2021

En Malvinas, existió un grupo de hombres que llegó primero y que fue el último en retirarse. Un grupo de hombres especialmente entrenado, con conocimientos de francotiradores, paracaidismo, manejo de explosivos e inteligencia militar, entre muchas otras técnicas de combate. ¿Quiénes fueron? Los miembros de las Fuerzas Especiales.

Estas tropas de élite participaron de los momentos más importantes de la contienda: desde el desembarco el 2 de abril hasta los últimos combates que marcaron el fin de la guerra. En un nuevo video de DEF en YouTube, Patricia Fernández Mainardi presenta algunas historias de las muchas que hay sobre aquellos días.

Fernández Funes participó de la guerra de Malvinas como comando. En ese entonces, era capitán y formaba parte de la Compañía 602. Foto: Gentileza Fernández Funes.

COMANDOS, GRUPO DE OPERACIONES ESPECIALES Y BUZOS TÁCTICOS

Cada una de las Fuerzas Armadas tiene su tropa de élite. Puntualmente en Malvinas, participaron, por el Ejército, los Comandos; por la Fuerza Aérea, el Grupo de Operaciones Especiales; y, por la Armada, los Comandos anfibios y los buzos tácticos.

Funes recuerda como la noche más dramática aquella del 10 de junio de 1982. Foto: Gentileza Fernández Funes.

Hacia finales de marzo de 1982, la operación para recuperar las Malvinas era secreta y solo aquellos que participaron comenzaban a tomar conocimiento. El plan indicaba que debían desembarcar en las playas lindantes a Puerto Argentino, tomar la gobernación de las islas y lograr la rendición de la guarnición militar local, con la consigna de no producir bajas a los británicos.

El capitán de navío retirado Bernardo Schweizer, en ese entonces, era teniente de corbeta y tenía 24 años. Él, junto al cabo principal Sequeira, fueron los primeros argentinos que desembarcaron en Malvinas ese 2 de abril. “La navegación fue muy demorada, muy dificultosa. Pero, de cualquier manera, llegamos a un punto en el que yo, con el único visor nocturno que teníamos, vi la línea de olas adelante, a unos 100 metros, y decidí pasar al kayak, junto a Carlos Sequeira”, comenta y agrega que pensó que “por una bengala” había sido descubierto.

Operaciones Especiales, el 2 de abril, con una bandera inglesa en su poder. Foto: Gentileza Brigadier París.

“La técnica en esa circunstancia es agacharse, ofrecer la menor silueta; los dos nos tiramos hacia delante sentados, digamos, doblando el torso, y yo continué mirando a ver de dónde podían venir los tiros, porque a partir de eso era cuestión de segundos, pero no pasó nada”, dice y explica que intentó llegar a las playas con mayor rapidez para evitar otra situación así: “En ese momento dije: ‘Mejor llegar vivo, antes que llegar muerto y tarde’”.

Integrantes del GOE controlando prisioneros británicos antes de salir de Malvinas para el continente. Foto: Gentileza Brigadier París.

MALVINAS: LOS COMANDOS Y LA NOCHE DEL 10 DE JUNIO

Mauricio Fernández Funes participó de la guerra de Malvinas como comando. En ese entonces, era capitán y formaba parte de la Compañía 602: “El momento más difícil y más duro fue la noche del 10 de junio. Habíamos salido temprano de nuestra base en Puerto Argentino, con las últimas luces, y ya en horas de oscuridad, habíamos dispuesto una emboscada sobre estribaciones del cerro Dos Hermanas, que es por donde se producía la llegada de aproximación de las tropas británicas”.

Integrantes del GOE controlando prisioneros británicos antes de salir de Malvinas para el continente. Foto: Gentileza Brigadier París.

Fernández Funes agrega que, en aquella jornada, él y sus compañeros tuvieron una situación de combate directo con ingleses que habían entrado hasta su misma posición. En esa noche, murieron Mario “Perro” Cisnero y Ramón Acosta, que era un comando de Gendarmería, del escuadrón Alacrán, que se había sumado a las Compañías de Comandos 601 y 602.

“Más allá de la intensidad del fuego, que era realmente enorme, la única manera que encontramos de desprendernos fue que la artillería tirara sobre nosotros. Así que el bombardeo, que era permanente a las noches, el bombardeo naval particularmente lo sentíamos próximo, esa noche lo sentíamos sobre nuestras cabezas”, recuerda Funes.

Integrantes del GOE en la mañana del 2 de abril. En la foto aparece el primer teniente José Luis Castagnari, caído en combate el 29 de Mayo durante un bombardeo nocturno. Foto: Gentileza Brigadier París.

EL TRABAJO DEL GOE EN MALVINAS

Como parte del ejercicio de mantener la memoria viva, el hoy brigadier mayor retirado Ernesto Osvaldo París se encuentra escribiendo un libro sobre la participación del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea en la guerra.

En aquel entonces, tenía 26 años y el grado de teniente cuando, el 29 de marzo, el jefe del GOE le comunicó a él y a otros 28 efectivos que participarían de una misión secreta en el sur. Un dato: hasta ese día, ellos pensaban que se trataba de un ejercicio y no sabían que era una operación real.

El veterano de Guerra de Malvinas, Mauricio Fernández Funes, en la actualidad. Foto: Fernando Calzada.

Llegaron el 2 de abril, en el primer vuelo argentino que aterrizó en las islas Malvinas. “Cuando el Hércules comenzó a llegar y a estar muy cerca de las islas Malvinas, el comandante de la aeronave se encontró con una dificultad: la pista estaba obstaculizada por una serie de maquinarias y viales”, recuerda París y comenta que, cuando la aeronave tocó tierra, bajó la rampa de lanzamiento y los 29 comandos del GOE eran los primeros con la misión de descender.

En Malvinas, el GOE realizó múltiples tareas. Teniendo en cuenta su preparación, por ejemplo, en una oportunidad se desplazaron a la isla Soledad para hacer exploración y reconocimiento con el objetivo de conocer los movimientos británicos tras el desembarco. En esa batalla, también cayó uno de los miembros del GOE: el capitán post mortem Luis Castagnari. El 29 de mayo, una aeronave se preparaba para aterrizar y el GOE iba a apoyar esta acción. Pero el fuego de una fragata inglesa no lo permitió.

El veterano de Guerra de Malvinas, Ernesto París, en la actualidad. Foto: Fernando Calzada.

“Todos los que participamos en Malvinas entregamos todo, sin pedir nada a cambio, y, si era necesario, dimos la vida, como nuestros 649 héroes. Cincuenta y cinco héroes de la Fuerza Aérea Argentina, donde está incluido un hombre que perdimos nosotros, como fue el primer teniente (Luis) Castagnari”, dice el entonces teniente.

París concluye: “La guerra es horrenda, se ven las miserias humanas, pero también se ve lo que el ser humano saca de su interior para poder ayudar y cumplir con los objetivos que se tienen que cumplir cuando, en este caso, había que realizar todas estas cosas y recuperar nuestras islas Malvinas”. Tras la rendición, París permaneció como prisionero. En total, estuvo 104 días en las islas y regresó al continente el 14 de julio de 1982.

https://www.infobae.com/def/2021/07/31/video-historias-de-las-misiones-de-las-fuerzas-especiales-en-la-guerra-de-malvinas/

BIM 5 Batallón de Infantería de Marina N 5 -Héroes de Malvinas

2014 – Bicentenario de la Campaña Naval Libertadora Browniana en el Río de la Plata
                       Conflicto del Atlántico Sur- Malvinas 1982 Acciones poco conocidas

Batallón de Infantería de Marina Nº 5 – Héroes de Malvinas:

El actual Contralmirante de IM VGM (RE) Dn. Carlos Robacio, por entonces Capitán de Fragata de Infantería de Marina y Comandante del glorioso Batallón de Infantería de Marina Nº 5 (BIM5), tuvo bajo su mando a 800 marinos de este batallón de la Armada Argentina y a 200 soldados pertenecientes a 2 Compañías adscriptas correspondientes a los Regimiento de Infantería Nº 3 y 6 del Ejército Argentino durante los combates terrestres por Puerto Argentino.

El Capitán de Fragata de IM Carlos Robacio Comandante del Batallón de IM Nº 5

Durante la batalla por Puerto Argentino y en la última semana del conflicto, combatió al mando de estos 1000 valientes en la colina Tumbledown y en los montes Sapper Hill y Williams, contra una fuerza combinada británica superior en cantidad de hombres y más poderosa en armamento y tecnología, conformada por:

1-La Brigada de Royal Marines (RM) Escolta de la Reina, compuesta por Tres Batallones, los RM 40, 42 y 45.

2-La V Brigada del Ejercito Británico, compuesta por Tres Regimientos de Infantería, uno Galés, otro Escocés y otro de Ghurkas Nepaleses.

3-Dos Regimientos de infantería Aerotransportada (Paracaidistas), el PARA-2 (tres batallones) y el PARA-3 (tres batallones). 

; lo que conformaba una fuerza de aproximadamente 10.000 combatientes.

En la noche y madrugada del 13 al 14 de Junio, desoyendo la ya impartida orden de rendición emanada del General Menéndez, Gobernador y Comandante Militar Argentino de las Islas, siguió junto a todos sus valientes, combatiendo a los británicos y logrando mantenerlos aferrados por varias horas y haciéndolos retroceder en 14 kilómetros el avance de las fuerzas británicas, derribando además en la mañana del 14, dos helicópteros ingleses. 

Cuando el 14 de Junio a media mañana, finalmente el BIM5 inició el repliegue final desde las colinas hacia Puerto Argentino, habían agotado totalmente la munición de combate. Así entran a la ciudad, manteniendo en su poder la totalidad de sus armas, con todas sus tropas encolumnadas, marchando a paso redoblado y con el orgullo de haber combatido a la elite de las tropas británicas como nadie hubiera imaginado. 

Así finalizaba el «NO PIC NIC», como lo llamó el Brigadier General ingles Julian Thompsom comandante terrestre de los invasores, a los sangrientos combates ente sus tropas y nuestros Infantes de Marina.


El Despliegue Inicial del BIM 5: (Relato del Clte. de IM VGM (RE) Carlos Robacio)

Cuando arribamos a Malvinas el 08 de Abril de 1982 con la avanzada del BIM 5, ya se encontraban en la Isla, conformadas bajo el mando del Gobernador, el General de Brigada del Ejercito Argentino Dn. Mario B. Menéndez, tres agrupaciones: la del Ejército Argentino, la de la Fuerza Aérea y la de la Armada, y cada Fuerza debía solucionar el Sostén Logístico de sus efectivos. 

De inmediato pasamos a depender del apoyo logístico que nos proveería la Armada y en lo que hace al empleo operativo de la Unidad, su dependencia era del Comandante de las Fuerzas Terrestres. 

http://www.irizar.org/malvinas-acciones-11.html



El BIM 5 inicialmente estaba conformado por las siguientes fracciones: Comando de Batallón, Compañía de Apoyo Logístico, tres Compañías de Tiradores, una Sección de Morteros de 106,6 mm, otra de 81 mm y una Batería de Artillería con cañones Otto Melara de 105 mm.; aunque en realidad sus efectivos totales, armamento y equipos pesados irían arribando y se completarían el 11 de abril, salvo algunos infantes polizones «fugados de Río Grande”, que se fueron agregando voluntariamente.

Posteriormente por cambios en el dispositivo en el terreno y para lograr un mejor aprovechamiento del mismo, se agregaría la Compañía C, del Regimiento de Infantería 3 (RI-3) del Ejercito Argentino (EA) bajo el mando del Capitán Varela, de la cual conservamos un inmejorable recuerdo junto con la Compañía B del Regimiento de Infantería 6 (RI-6 / EA) del Mayor Jaimet, que se agregaría en las instancias finales de la batalla. Ambas subunidades combatieron en conjunto con nuestro Batallón.

En los momentos iniciales del despliegue en Malvinas, como unidades palpables y concretas estaban el Regimiento de Infantería 25 (RI-25 / EA), el Regimiento de Infantería 8 (RI-8 / EA) y el BIM 5.

También tomamos entonces conocimiento que las fuerzas terrestres enemigas serían de una magnitud de alrededor de tres Brigadas de Infantería (aproximadamente 9000 hombres) y que las mismas tenían la capacidad necesaria para ejecutar un desembarco anfibio, combinado con un asalto vertical usando helicópteros y además, que ya se encontraban operando en las islas elementos de reconocimiento británicos.

Al enterarnos que el RI-8 sería desplazado a Puerto Fox, en el otro extremo de la isla, sentimos una gran inquietud por la debilitación de nuestro esquema de combate y hubo que introducir cambios en las responsabilidades. EL RI-25, se hizo cargo de la defensa hacia el Este de Puerto Argentino y el BIM 5 hacia el Oeste, tanto es así que el Monte Longdon fue ocupado inicialmente por la Compañía “Oscar” de nuestro Batallón.

Posteriormente llegarían refuerzos para la defensa de Puerto Argentino, todos esos refuerzos se irían integrando bajo la dependencia del nuevo Comandante de la Fuerzas Terrestres, el General de Brigada Argentino Dn. Oscar Jofré, con Unidades de la X Brigada de Infantería, mientras que los de la Brigada III se estacionarían a la vera del estrecho de San Carlos.

En la defensa de Puerto Argentino, bajo el aspecto estrictamente terrestre, se desplegarían las siguientes Unidades: En el istmo del Aeropuerto, el RI-25, luego el 
RI-6 al Sudeste de la localidad. Al Sur de Puerto Argentino, el Grupo de Artillería 3 (GA-3) y el RI-3, hasta el camino al sudeste de Sapper Hill.

Nuestro BIM5 en el centro del dispositivo, en Sapper Hill, Monte William y Monte Tumbledown. Hacia el oeste, en Montes Harriet y Two Sisters el RI-4. Como nexo entre esta Unidad y el RI-7, la Compañía B del RI-6, el mencionado RI-7 en Monte Longdon y las alturas de Wireless Ridge. Es bueno recordar que las zonas asignadas a todas esas Unidades excedían dos y tres veces el área que normalmente se le debía asignar a Unidades del tipo de las descriptas. 

Las acciones de combate

Es bien sabido que a partir del 1 ° de Mayo se inician las acciones de combate, con el bombardeo a la Zona del Aeropuerto y casi inmediatamente se inicia el asedio de fuego naval desde los buques ingleses que navegaban en proximidades de la costa, al que se le irían agregando, con posterioridad y luego del desembarco, los fuegos de la artillería terrestre enemiga. 

Resumiendo, la Guarnición que defendía la localidad de Puerto Argentino antes de llegar a la batalla final, soportaría un asedio de casi 44 días y, lamentablemente, sin la posibilidad de devolver tantas atenciones, salvo esporádicamente.

Haré ahora en el relato un salto muy grande sobre las diferentes situaciones que se fueron atravesando en San Carlos, Goose Green, las luchas de los Comandos por el terreno intermedio operando en el centro de las islas y por último las correspondientes a los Montes Harriet, Two Sisters y Longdon, pues imagino que las mismas están reflejadas o se mostrarán por los actores directamente involucrados.

La Batalla por Puerto Argentino comienza con el ataque por parte de la Brigada de los Royal Marines al RI-4 que ocupaba los Montes Harriet y Two Sisters y por parte del Regimiento de Paracaidistas N°3 a la Compañía B del RI-7 que se encontraba reforzada con una Sección de Ametralladoras 12,7 mm perteneciente a una Compañía de IM de Ametralladoras que se había organizado especialmente para el conflicto y que fuera destinada originalmente como refuerzo de mi Batallón, al arribar a Malvinas la Subunidad fue agregada por secciones a varias Unidades, otra se agregaría al RI-25.

El ceder estas secciones, así como el apoyo indiscriminado de la Artillería del Ejército en Malvinas hacia el BIM5, la integración de Elementos de Comandos de las tres Fuerzas, el apoyo de Ingenieros, etc., fueron definitivamente el inicio de la acción conjunta entre la Armada y el Ejercito que antes básicamente no practicábamos.

A partir del día 12 de Junio, aproximadamente a las 1000 horas de la mañana, el dispositivo defensivo mantenía aún en primera línea al BIM 5 reforzado, y al RI-7. Este Regimiento, que había perdido su Compañía B, persistía en aferrarse a las alturas Wireless Ridge, con su puesto de Comando y la Compañía C en posición.

En las alturas del oeste, ahora en manos inglesas, la Brigada de Royal Marines (RM), compuesta por los Batallones RM 40, 42 y 45 se había apoderado de los montes Harriet y Two Sisters y se aprestaba a ser sobrepasada por la V Brigada del Ejercito Británico, a tres Regimientos: uno Galés, otro Escocés y otro Nepalés (Ghurka), para lanzar la segunda fase de la batalla, sobre el BIM 5. En tanto, en Monte Longdon, se encontraba el Regimiento de Paracaidistas Ingleses Nº3 (PARA 3) listo para apoyar el ataque del PARA Nº 2, sobre el RI-7.

Es interesante aprender las lecciones del enemigo, en el sentido de tener bien en claro, como iba disponiendo de sus efectivos en ambas fases de su asalto sobre las posiciones del sistema defensivo, siempre asegurando una clara superioridad numérica, de no menos de 3 a 1, tomando como una totalidad la magnitud de las unidades que se enfrentarían. La realidad es que en los puntos de contacto, en donde concentraban su ataque, esta superioridad fue muchísimo más elevada.

Dejando de lado su determinación para atacar casi exclusivamente en la noche, otros aspectos interesantes a destacar, es que permanentemente, los británicos que ya habían atacado, eran sobrepasados por tropas frescas y se continuaba el ataque con el refresco (algo que nunca tuvo oportunidad nuestro sistema), como así también el empleo de sus abundantes y profusas comunicaciones radioeléctricas y el uso de señales pirotécnicas, en un claro contraste con nuestras fuerzas terrestres.

Sin mencionar el preciso y persistente bombardeo naval, y reduciendo el campo al apoyo artillero puesto en escena, ellos emplearon un Grupo de Artillería. Real, y los Grupos de Artillería 29 y 49, contra nuestros Grupos de Artillería N°3 (GA 3) y Aerotransportado N°4 (GA 4). El alcance de la artillería del enemigo era de 17 Kilómetros, contra los 10,5 Kms. propios.

Cañones de 105 mm de la batería de Artillería del BIM 5 en Monte Harriet

Los Británicos movieron permanentemente su artillería a pesar de su superioridad en alcance, cosa que lamentablemente no podíamos realizar por falta de helicópteros en el lado propio, a excepción de una Batería de 105 mm., que se adelantó por tierra atravesando el Moody Valley, quedando a unos cuatrocientos metros hacia el Oeste del ex cuartel de los Royal Marines.

Nuestros Grupos de Artillería alcanzaban escasamente la primera línea enemiga (la que habían combatido con anterioridad contra los RI-4 y RI-7 en la primera fase de la batalla). Esta falencia evidentemente se acentuó en el caso del RI-4, ya que el GA-3 solamente alcanzaba la cima de Monte Harriet. Esto no ocurrió en nuestro caso ya que dispusimos de un apoyo artillero total y a discreción.

Quiero recalcar que en el combate moderno y con la profusión de apoyo artillero, «No levanta la cabeza para observar, el que quiere, sino el que puede».

En ese aspecto, el BIM5 también estaba preparado ya que, si bien disponíamos de los Observadores Adelantados de Artillería reglamentarios, todos los cuadros (incluidos los motoristas y cocineros…todos!), estaban adiestrados para controlar los fuegos de apoyo, de las propias armas del batallón, como de la artillería terrestre en apoyo y/o los fuegos propios navales y aéreos.

Todo estaba integrado en la Central de Coordinación de los Fuegos de Apoyo (CCFA) Esa era nuestra organización para determinar, cómo eran y de donde provenían los fuegos del enemigo y los propios. Casi me animo a afirmar que nuestra CCFA, por la excelentes comunicaciones que disponíamos, las coordinaciones y enlaces con todos los Grupos de Artillería, hicieron de nuestra Unidad algo muy duro de roer, con alta moral y altamente eficaz. No teníamos dudas, no se logró romper la cohesión de la Unidad y aún en el momento de la rendición, varias horas después que el grueso de los combatientes argentinos, mis hombres estaban en condiciones de proseguir la lucha, a pesar de los duros combates (incluso con lucha cuerpo a cuerpo), en que habían intervenido. Aunque, pasado el mediodía del 14 de Junio, ya no teníamos munición.

El enemigo ponía detrás de cada tubo de Artillería (aproximadamente 54 bocas en total) varios cientos de proyectiles diarios, contra los 368 diarios, por Batería (4 bocas), que habíamos previsto, (según diarios de la época, sobre la primera línea de cada unidad argentina que atacaban, disparaban una cantidad inusitada de proyectiles, aproximadamente unos 1000 por hora).

No obstante, durante la Batalla de Puerto Argentino, la Artillería del BIM 5 llegó a consumir prácticamente unos 15.000 proyectiles sobre las fuerzas atacantes.

El Combate final alrededor de Puerto Argentino: 

Durante todo el día 13 de junio, el enemigo efectuó tanto sobre el RI-7 y el BIM5 un demoledor bombardeo de artillería, al que se sumaba el permanente fuego naval proveniente de varios cruceros livianos y destructores ingleses que navegaban en proximidad de la costa. Además efectuaban fuegos de interdicción sobre las Unidades que estaban ubicadas más hacia el este a los efectos de mantenerlas aferradas a sus posiciones evitando prácticamente todo movimiento hacia el frente.

Nuestra CCFA funcionaba a pleno y fuimos adquiriendo un gran entendimiento con la Artillería propia, la que muy difícilmente erraba alguna concentración desempeñándose con alta eficacia.

La reducida y pequeña Central no sólo indicaba los blancos, sino que muchas veces dábamos directamente a las Baterías los datos a introducir, para hacer los fuegos más eficaces. Mientras el duelo de artillería era incesante, el enemigo se aprestaba para su asalto final.

Sección de Ametralladoras del BIM 5 combatiendo en Monte Tumbledown

Increíblemente, en la tarde del 13 de Junio las fuerzas atacantes iniciaron, con las últimas luces un ataque de diversión (engaño) tratando de engañarnos, desplazándose desde Monte Harriet y siguiendo la dirección del camino hacia Puerto Argentino, con intención de atacar el Monte William, con efectivos aproximados a una Compañía reforzada.

El fin era velar la real ubicación de cual sería su centro de gravedad para el ataque (obviamente Tumbledown) tal como pensábamos que lo habían previsto para esa noche, en la fase final de la batalla.

Este absurdo movimiento que buscaba sorprendemos e inducirnos a que el eje del futuro ataque sería desde el sudoeste, fue oportunamente detectado por el adelantamiento de nuestra reserva, la Compañía “Oscar”, desplazamiento que aún no comprendo cómo el enemigo, no había detectado.

La fracción enemiga fue frenada con una barrera de fuegos muy precisa, ella los desconcertó y antes que pudieran pensar, le colocamos otra a sus espaldas. No podían moverse y allí pasamos a fuego de eficacia, el resultado fue muy cruento pues la concentraciones de artillería y de morteros, eran muy precisas y contundentes. 

Prácticamente dos horas después del inicio de la acción, el Jefe de la Compañía “Oscar” me pedía, «Señor Comandante, detenga el fuego, no queda nadie en pie y los gritos de los heridos empiezan a afectar a nuestra propia tropa».

Cesa el fuego y en menos de cinco minutos, aparecieron aproximadamente cuatro helicópteros que comenzaron a retirar sus bajas, prácticamente sin visibilidad alguna.

Pudimos atacar a los helicópteros y derribarlos facialmente, pero no lo hicimos puesto que no trajeron refuerzos ni armas de relevo, aunque no eran ambulancias, solo vinieron a recoger a sus heridos. Esta acción de caballeros del mar, valió para que, con posterioridad en el asalto a Tumbledown, el enemigo atendiera una vez dominado el monte mencionado, con más premura a mis heridos que a los suyos.

Estas acciones y otras ocurridas, me hacen apreciar que la Batalla de Malvinas fue el último combate, en que se respetó totalmente lo estipulado en las convenciones de la guerra. Sin embargo el enemigo no detuvo la acción demoledora de su artillería sobre toda la zona de acción del BIM5 y sobre la del RI-7 que era para nosotros un espejo de lo que nos pasaba, espeluznante.

Aproximadamente a 2215 horas, después un rolo de fuegos impresionante, se reiniciaría el ataque, sobre todo el frente de la línea defensiva que manteníamos, casi en forma simultánea.

Desde el Sudoeste de Tumbledown, el enemigo se había desplazado aprovechando la oscuridad, con el apoyo y protección de la Brigada de Royal Marines. 

Esta acción estaba en nuestro caso, a cargo de la Brigada del Ejercito Británico, al Sur, desde el Oeste y sobre el camino que conducía al pueblo, un Regimiento Galés. Sobre el Monte Tumbledown el Regimiento Escocés y sobre el mismo objetivo pero algo más retrasados por lo escarpado en ese lugar del Monte, el Regimiento de Ghurkas Nepaleses.

En el Norte, al otro lado del Moody Valley, se encontraba consolidado el PARA 3, mientras el PARA 2, se había desplazado e iniciaba el asalto sobre el RI-7, en Wireless Ridge.

Las acciones tomaron una violencia inusitada, en especial el asalto escocés se había centrado en la Compañía N del BIM5, en particular sobre su 4 ta. Sección y sobre la Sección de Ingenieros de IM, transformados en una Sección de Tiradores, que tuve que desplazar a la parte más escarpada del Monte, ya que la Compañía B del RI-6 no había podido ocupar esas posiciones como lo habíamos coordinado y previsto, por la acción del enemigo y una orden que le ordenaba defender el Moody Valley.

Tiradores del BIM5 combatiendo en Monte Tumbledown

No obstante, esta Compañía se agrega al Batallón acorde con la orden que recibiera del Comando Superior hacia el Este de la 3ra Sección de la Compañía “Nacar” del BIM5.

En ese lugar el combate fue más que virulento, se rechazaron varios asaltos, los defensores pudieron observar la espalda del enemigo, hasta llegaron a cantar en medio del combate. La defensa de la 4ta Sección y de todas las fracciones que intervienen en el combate de Tumbledown, fue realmente épica.

Se armó y realizó un contrachoque con efectivos del BIM5 y de la Comañía B del RI-7, con un éxito relativo, puesto que el enemigo solo cedió parcialmente lo que ya había conquistado.

En un momento determinado del combate, nuestros hombres estaban rodeados por tropas inglesas y la única posibilidad de darles apoyo desde nuestras posiciones era efectuar fuego con nuestra Batería de Artillería y Morteros de 106 y 81 mm, sobre la posición de nuestra propia tropa.

A requerimiento de su Jefe el Teniente de Fragata de IM Vázquez, iniciamos este contragolpe tan extremo ante el ataque ingles, recuerdo que cuando hablaba con Vázquez y me hacía el pedido, habré dudado algún segundo, tanto que él mismo lo reiteró con vehemencia. La razón del pedido era que nuestros hombres estaban mezclados con las fracciones enemigas, aunque protegidos en sus posiciones y en una total oscuridad iluminada constante y fugazmente por las explosiones de la artillería y los morteros.

En esa lucha épica mueren de la misma forma, dos valientes, el Subteniente del Ejercito Argentino Silva, que se habían agregado con sus cinco conscriptos, y el Polizón del Grupo Araña del Batallón (los díscolos) el Suboficial Infante de Marina Castillo. Ambos, al ver sus compañeros muertos y heridos y al sentirse sobrepasados por el enemigo y estando también heridos, saltan de sus posiciones sobre los atacantes vivando a la Patria y entran al combate cuerpo a cuerpo, matando, hiriendo, hasta que mueren heroicamente.

Mientras el Batallón Nepalés de Ghurkas avanzan lentamente, su participación en el éxito enemigo fue muy relativa, solo alcanzaron a intervenir en la mañana del 14 de Junio persiguiendo por el fuego a los integrantes de los Morteros de 81 mm, cuando ya el Batallón ante la reiterada orden superior debe iniciar su repliegue sobre Puerto Argentino. Su Jefe de Operaciones, el Mayor Mike Sear (Inglés), que ha escrito un libro sobre el conflicto me ha comentado posteriormente,…..

«poco hicimos en Tumbledown, nuestro objetivo era el Monte William, los que realmente lucharon muy duramente fueron los Escoceses. Igualmente, ni yo ni mis hombres olvidaremos, que a pesar de nuestra veteranía en tantos otros combates, estábamos muy atemorizados durante el combate con el BMI5, pues los hombres de su Batallón hacían fuego sobre nosotros como demonios»

Mientras tanto, en el Pony’s Pass, el Regimiento Galés se iba topar de frente e inesperadamente con la Compañía “Oscar” del BIM 5, la que se encontraba ejecutando un combate retardante, como le habíamos ordenado. La misión de los Galeses, era asaltar y ocupar Sapper Hill. Sobre estos combates decía un joven Capitán galés,….. 

mientras embolsábamos nuestros muertos de Tumbledown, refiriéndose a ese encuentro, pensábamos que habíamos combatido con dos Regimientos argentinos en lugar de solo un batallón, también dijo que no pudieron avanzar en toda la noche pues los fuegos de la artillería y morteros argentinos los mantuvieron aplastados y que cuando amaneció y vieron que ya no estaban nuestros hombres, fueron los más felices de la tierra, aunque no habían cumplido su misión».

Aproximadamente a las 0300 horas del 14 de Junio, preparamos y ordenamos efectuar un contraataque con la Compañía “Mar” y la “Oscar” que había recuperado, puesto que a la misma la retiré de sus posiciones a las 0130 horas.

Combate nocturno y cuerpo a cuerpo en Monte Tumbledown

Aprovechando que la moral era muy alta y por estar convencido que la batalla se decidía en Tumbledown, previmos esta acción que pensaba dirigir personalmente, en un esfuerzo final, para quebrar el ataque adversario. Tenía perfectamente claro que los regimientos de Paracaidistas PARA 3 y el PARA 2, nos flanqueaban, pero los fuegos efectivos de la Zona de Apoyo Logístico propia, y el fuego de las pocas piezas que sobrevivían del GA N° 4, con tiro directo, impidieron cualquier intento enemigo.

Informé la situación y pedí la autorización pertinente para comenzar el ataque, pensaba en esos momentos que frenado el ímpetu enemigo esto era factible. Pero en realidad ello no fue posible puesto que si hasta esa hora era más que optimista por el desarrollo del combate, intervendrían otros factores, la munición comenzaba a escasear y en el único intento desde retaguardia de proveernos algo de proyectiles de Morteros de 81 mm, una camioneta que se desplazaba hacia el frente, fue volada por la artillería del enemigo.

Por otra parte se me dio la orden de replegarme hacia Puerto Argentino, logrando luego de discutir bastante, que se me autorizara a replegarme solo hasta Súper Hill y reforzarme con el Batallón en esa colina.

Esta acción de repliegue de la Compañía Nácar, lamentablemente no ha sido filmada y permanecerá para siempre en mis recuerdos, por la entereza, el orden y disciplina de mis hombres para realizarla. La misma se efectuó con el apoyo de dos puntos en el terreno, uno que estaba a cargo de la Compañía “Coy” y efectivos reunidos en proximidades de mi Puesto de Comando.

Como de costumbre, mi Segundo Comandante el Capitán de Corbeta de IM Ponce, se adelantó para establecer el nuevo Puesto de Comando en Sapper Hill y cuando estuvo prácticamente concluido y concretado el repliegue, ordené a la Compañía “Coy” que se repliegue y se reintegrara al RI-3, igualmente, me costó bastante convencer al Capitán Varela del RI-3 que lo hiciera, pero finalmente inició con sus hombres un repliegue rápido y ordenado hacia su regimiento. 

Llegué a mi nuevo Puesto de Comando, aproximadamente a 1100 /1130 horas del 14 de Junio, todo estaba en orden, la Unidad lista a defender esta última altura y pensaba en esos momentos que la lucha continuaría, no obstante ya se observaba el arribo de helicópteros enemigos a la zona del hipódromo del pueblo y se veía el despliegue de efectivos enemigos descendiendo de las altura William y Tumbledown.

A las doce recibí por parte del Jefe de Operaciones del Comando Superior la orden de replegarme «pues ya la Guarnición se había rendido». Posteriormente tuve otra intimación y finalmente le ordené nuevamente a mi Segundo Comandante que se replegara hacia Puerto Argentino y entrara desfilando a frente de los efectivos.

Quedaba una pequeña retaguardia a cargo del Guardiamarina de IM Koch, el Suboficial Vaca con una Ametralladora de 12,7 mm y 14 hombres que no querían replegarse.

Todos los fuegos habían cesado, después de tantas noches y días de ruido ensordecedor, el silencio era tan terrible como la incertidumbre y el dolor de tener que rendirse.

Cuando el Jefe de Compañía que había quedado a cargo, el Teniente de Fragata de IM Binotti, que permanecía aguardando a su retaguardia de combate me decía: » Señor Comandante, estamos listos para el repliegue» y nos paramos para hacerlo, aparecen unos seis helicópteros enemigos que se aproximan raudamente sobre Sapper Hill. 


El Suboficial Vaca con su 12,7 mm. y casi al unísono todo el equipo de retaguardia del Guardiamarina Koch, abre el fuego. Un helicóptero ingles aterriza en llamas, otro averiado, los demás hacen lo mismo, desembarcan sus efectivos y se generaliza el enfrentamiento final. 

En este último combate de la guerra de Malvinas, alrededor del mediodía del 14 de Junio, de la pequeña retaguardia de Koch, murieron varios de sus hombres, el enemigo perdió un helicóptero, otro resulto averiado y sumaron un buen número de bajas.

El BIM 5 encolumnado y a paso de marcha, replegándose sobre Puerto Argentino

El BIM5 había finalmente iniciado el repliegue, nos protegimos detrás de la altura de la colina y emprendimos caminando la marcha hacia Puerto Argentino al que llegamos alrededor de 1500 horas. Así entramos a la ciudad, manteniendo en nuestro poder la totalidad de nuestras armas, con toda la tropa encolumnada, marchando a paso redoblado y con el orgullo de haber combatido a la elite de las tropas británicas como nadie hubiera imaginado

Este fue el fin de los combates.

Pienso y estoy más que orgulloso del comportamiento de todos los hombres del Batallón, como también de todos los efectivos de las Fuerzas Armadas y de los civiles que intentaron retener en uno u otro lugar, en diferentes puestos y en distintas contingencias las Islas que habíamos reconquistado. En realidad siempre sostengo que cada uno hizo lo que pudo, lo que mejor pudo.

Paso a Paso de la Batalla Final por Puerto Argentino:

13 de Junio de 1982:

16:00 horas aproximadamente: El enemigo desde Monte Harriet lanza un ataque sobre Monte Williams y en dirección al camino que conduce a Puerto Argentino. Esta maniobra es observada por la Compañía Obra del BIM5 de la Armada Argentina en Pony’s Pass y rechazada con fuegos de artillería propia.

22:15 horas: Se inicia un ataque enemigo simultáneo sobre Pony’s Pass y Williams donde se posiciona la Compañía Obra del BIM5 y Wirelles Ridge lugar que ocupa el RI-7 del Ejército Argentino.

22:30 horas: Se produce un ataque enemigo sobre Monte Tumbledown S.O. donde entra en acción la 4ta sección de la Compañía Mar del BIM5. Es rechazado el ataque de un Batallón Escocés en el sector S.O. y se combate a su vez con un Batallón Gurka sobre el sector N.O. donde se encuentra la 1ra Sección de la Compañía de Ingenieros Anfibios del BIM5.

23:00 horas: Mientras el ataque enemigo apoyado por un violento fuego de artillería desarticula el sector de Wiriless Ridge y el RI-7 del E.A. se repliega; la Compañía Obra del BIM5 rechaza el ataque en Pony’s Pass.

23:26 horas, por orden del Comandante del BIM5 la Compañía Obra inicia el repliegue parcialmente aferrada y con bajas. En la oportunidad, encuentran la muerte en combate los Conscriptos de Infantería de Marina Clase 1962 Juan Francisco RAVA, Aldo Osmar PATRONE y Godofredo Omar IÑÍGUEZ.

23:45 horas: Secciones de Tiradores del BIM2 y BIM3, conjuntamente con efectivos del GADA 601 del EA, a las órdenes del Mayor MONGE, rechazan por el fuego una incursión de comandos enemigos (SAS) lanzada en botes de goma, produciéndoles severas bajas e importantes averías en el material.

23:55 horas: Sobre el filo de la medianoche la 1ra Sección de la Compañía de Ingenieros Anfibios del BIM5 se repliega hacia el Puesto Comando bajo fuego y presión enemiga desde su posición al N.O Tumbledown. No hay una definición en el combate.

La Batería Bravo del BIAC ejecuta fuegos de artillería sobre las posiciones de partida para el ataque británico en Monte Harriet y el sector Sur del mismo. Esta Batería y las Secciones Morteros 106,6 y 81 mm combaten por el fuego toda la noche.

Se recibe densos fuegos de artillería terrestre y naval enemigo sobre el sector del BIM5 y CKIA 

14 de Junio de 1982:

00:25 horas: En las primeras horas de la madrugada, el enemigo lanza un segundo ataque violentísimo sobre Tumbledown S.O el que es rechazado parcialmente. El BIM5 ejecuta todos los fuegos de apoyo disponibles aún sobre su propia fracción adelantada. 

03:00 horas: Mientras nieva intensamente, existe incertidumbre sobre la situación en las estribaciones Oeste de Tumbledown, decidiendo el Comandante del BIM5 contraatacar con la 1ra Sección de la Compañía de Ingenieros Anfibios (Tenientes de Corbeta IM MIÑO y DEMARCO) y una Sección de Tiradores de la Compañía B del RI-6 (Subteniente LA MADRID). Dicha acción logra detener al enemigo y se estabiliza la línea a la altura del observatorio del Batallón.

Las fuerzas propias en Wireless Ridge fueron rechazadas. La retaguardia del BIM5 compuesta por los Servicios, la Sección Morteros 106,6, la Sección Amet. 12,7 y las fracciones propias combaten por el fuego y se mantiene el hostigamiento de éstos sobre el sector propio. Durante el fuego de contrabaterías muere en combate en la pieza Nro 3 el Dragoneante Clase 1962 Oscar MANSILLA.

04:00 horas: El Comandante del BIM5 dispuso que la Ca MAR del BIM5 se aliste para contraatacar Tumbledown y se requirió al Escalón Superior, empeñar alguna Unidad de las ubicadas en retaguardia para la recuperación de las alturas al Norte y evitar el desbordamiento por el flanco de las posiciones del BIM5.

06:30 horas: Se produce el tercer ataque británico. El enemigo ocupa la zona elevada del monte Tumbledown iniciándose un duro combate cuerpo a cuerpo al ataca por retaguardia a la 4ta Sección de la Ca. Nacar del BIM5 que es prácticamente aniquilada; sus sobrevivientes se rinden por orden de su Jefe el Teniente de Corbeta de IM  Carlos VAZQUEZ ya que habían consumido totalmente sus municiones y se encontraban imposibilitados de controlar el combate. 

Mueren heroicamente en ese sector los siguientes Infantes de Marina: Suboficial Segundo Julio Saturnino CASTILLO, Conscriptos Clase 1962 Héctor Abel CERLES, Juan Carlos GONZÁLEZ, José Luis GALARZA, Juan Carlos DÁVALOS, Félix Ernesto AGUIRRE y Diego FERREYRA; también el Subteniente SILVA y un grupo de soldados conscriptos del RI-4 de nuestro Ejército Argentino que se quedaron voluntariamente a defender la altura junto con sus camaradas Infantes de Marina.

08:00 horas: Ceden las posiciones propias en Tumbledown. Se prevé neutralizar y destruir con el fuego de artillería al enemigo en esa posición para el contraataque de la Compañía Mar del BIM5 que se estaba montando. Se informa al Cdo Superior que aún se esperaba la acción sobre el flanco Norte, por tener todavía capacidad para resistir aunque la situación de munición pasa a ser crítica.

09:00 horas: Para evitar la prosecución del combate en posiciones desfavorables y ante una orden del 2do Comandante de la Agrupación Ejército Argentino, el Comandante del BIM5 ordena el repliegue de su Unidad desde el Monte Tumbledown, Monte Williams, Felton y Stream y Casa Amarilla hacia Sapper Hill. 

Se ha consumido la totalidad de la munición mayor (Mortero 106,6, Mortero 81 y Obús 105 mm) y se procede a la destrucción del material pesado y abastecimiento del Batallón previo a ejecutarse el repliegue ordenado. La Batería Bravo del BIAC se constituye en dos fracciones de tiradores. 

En el repliegue mueren en combate el Suboficial Segundo de Infantería de Marina Víctor Hugo JUAREZ del SPAC del BIM5 y el Dragoneante de Infantería de Marina Clase 1962 Ricardo RAMIREZ de la Sec Mor 81.

Mientras se realiza el repliegue de la Compañía de Ingenieros Anfibios hacia la ciudad, previa destrucción de su material y sector de alojamiento, ésta se arma como Infantería y se reúne con el BIM5 en Sapper Hill, cae herido de muerte en combate el Conscripto Clase 1962 Vicente Antonio DÍAZ.

09:15 horas: Puerto Argentino informa que las principales posiciones en Tumbledown, Williams, Longdon y Wireless Ridge se encuentran en poder del enemigo y que se intenta reconstruir el dispositivo defensivo empleando el RI-3 y parte del RI-25, pero se aprecia de cualquier manera que no se podrá mantener más allá del día de la fecha.

10:00 horas: De hecho se concreta un alto el fuego. Sin embargo en Sapper Hill el BIM5 se reorganiza para proseguir el combate. El Comandante de esta Unidad recibe la orden superior de cesar el combate y replegar su Batallón hacia la localidad.

12:30: En momentos de comenzar a cumplir las órdenes recibidas, la retaguardia de combate (Guardiamarina de IM  Koch / Suboficial Segundo de IM Vaca – 3ra Sección de la Compañía Mar del BIM5) entra en acción rechazando un helidesembarco británico (seis helos) en sus inmediaciones, caen dos helicópteros y varios invasores.En este último combate en Malvinas encuentran la muerte los últimos tres hombres de la Infantería de Marina Conscriptos Clase 1962 Roberto LEYES, Eleodoro MONZON y Sergio Ariel ROBLEDO.

15.00 horas: Finaliza su repliegue el BIM5, con sus tropas encolumnadas, en poder de sus armas y a paso de marcha. ASI ENTRAN A PUERTO ARGENTINO Y FINALIZA EL «NO PIC NIC», como lo llamaron los propios británicos a sus enfrentamientos con nuestros INFANTES DE MARINA.