La historia del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina

El 1° de mayo de 1982 se produce la primera acción en combate de la Fuerza Aérea Argentina. En esta síntesis se detalla los sucesos más importantes ocurridos hace 42 años atrás durante el Conflicto del Atlántico Sur

Publicado el martes 30 de abril de 2024

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El inicio: La Operación Black Buck

Hace 42 años atrás, el air chief Marshal Michael Bentham ponía en marcha la operación Black Buck, cuyo objetivo principal era el de destruir la pista de la Base Aérea Militar (BAM) Malvinas. Para llevar a cabo esto, desplegaron dos bombarderos de largo alcance Avro 698 Vulcan que contaron con la asistencia de once aviones Handley Page Victor K-2 de los Escuadrones RAF 55 y 57 ya que debían cubrir un total de 14.400km entre la ida y la vuelta.

El comando del Componente Aéreo Malvinas, advertido del avance de la Fuerza De Tareas Británica, ordena la alerta total de la BAM. Quedando así los artilleros en las baterías de 20 y 35 mm listos para repeler cualquier posible ataque o incursión.

El mayor Hugo Maiorano, quien estuvo en el Puesto de Comando de Artillería Antiaérea (PCAAa) impartió la directiva de tratar todo lo que se moviera como enemigo. Previamente y como medida de protección, de propia tropa, se habían vedado todos los movimientos aéreos y terrestres en el aeropuerto.

A las 04:40 HS, el Vulcan en su corrida final y con un rumbo de noreste-suroeste arrojó un total de 21 bombas. Las mismas fueron lanzadas con diferentes cadencias llegando a estallar de manera aleatoria y por un periodo que duró más de tres horas afines de atemorizar y dificultar las tareas de salvamento y recuperación.

De tal manera, causaron daños materiales cercanos y directos a diferentes zonas de la pista, tales como el centro y borde de la misma, la cabecera 26, aerostación, el patio de carpas, la antena de radar Elta 2106 y el PCAAa.

Es así que, como consecuencia del ataque, hieren al suboficial mayor Hugo Gómez, quien fue rescatado y auxiliado, de manera valerosa, por el cabo Oliva. Y al capitán Dante Dovichi quien sufrió serios traumatismos en la columna vertebral, causados por la onda explosiva, de una de las bombas, que lo arrojó por las escaleras de la torre de vuelo.

Así mismo, se dieron las primeras bajas de la Fuerza Aérea Argentina, nuestros primeros dos Héroes. Los soldados clase 63 Guillermo Ubaldo García perteneciente a la compañía de tropa de la I Brigada Aérea El Palomar y Héctor Ramón Bordón, de la IX Brigada Aérea Comodoro Rivadavia. Ambos se encontraban apostados como centinelas cerca de las carpas del Escuadrón, cuando fueron sorprendidos por el bombardeo.

Cabe mencionar el accionar de los integrantes del Escuadrón de Construcciones que, finalizado el ataque, repararon la pista y como medida de contra inteligencia simularon varios cráteres a fines de engañar a la inteligencia británica. De esta forma, mediante “manchas” realizadas con cemento fraguado y barro, lograron que la prensa británica difundiera noticias que hacían alusión a la neutralización de la pista, cuando ésta se encontraba operativa en un cien por ciento.

Finalmente siendo las 08:00 HS los ataques ya habían finalizado y la última de las veintiuna bombas arrojadas ya había explotado. La operación Black Buck no había logrado cumplir con su principal objetivo, neutralizar el aeródromo. De esta manera, la Fuerza Aérea Argentina sobrelleva el comienzo de su bautismo de fuego.

La contraofensiva: Operaciones Aéreas

La Fuerza Aérea Sur (FAS) dispuso la salida de aeronaves M-III EA y M-5 Dagger en tareas de cobertura aérea. De tal manera que el primer combate aéreo se dio entre una sección compuesta por dos interceptores M-5 con el indicativo TORO, a cargo del capitán Moreno y el teniente Volponi y una sección compuesta por dos Sea Harrier a cargo del Lt. Cdr. Robin Kent y el Lt. Brian Haigh. Dicho combate finalizó sin daños materiales ni bajas.

Como parte de las operaciones, la FAS se abocó a realizar misiones de interdicción a blancos navales. Entre las 16:20 y 17:50 H de ese mismo día, llegaron sobre Malvinas 28 (Veintiocho) aviones agrupados en doce secciones/ escuadrillas.

Es relevante destacar que todas las aeronaves desplegadas posteriormente y en cumplimiento de sus respectivas misiones y tareas, operaron al límite de su radio de acción y bajo malas condiciones meteorológicas. No obstante, todos los aviones de combate salieron y regresaron sin novedades.

Así mismo, la Fuerza Aérea pudo impedir que el enemigo logrará el dominio del aire, así como también lograr un sorpresivo y certero ataque, por parte de la escuadrilla TORNO, contra un Destructor y dos Fragatas.

Día I: Otras acciones en combate

Ataque a la Base Aérea Militar Cóndor

Mientras el piloto, teniente Daniel Jukic, trata de poner en marcha su Pucará A-527, asistido por sus armeros y mecánicos, una de las bombas arrojadas por parte de un Sea Harrier que se encontraba realizando un ataque en la BAM Cóndor los impacta, provocando los primeros muertos en acción aérea de esa unidad: el teniente Daniel Jukic, los cabos principales Juan Rodríguez y Mario Duarte y los cabos primeros José Maldonado, Agustín Montaño, Andrés Brashich, Miguel Carrizo y José Luis Peralta.

Primera actuación de la Artillería Antiaérea Argentina
Desde el portaaviones Hermes parten tres escuadrillas de Sea Harrier del Escuadrón Naval 800, la cual es interceptada recibiendo un contraataque por parte de la artillería antiaérea.

Primera evacuación Aeromédica de la Fuerza Aérea Argentina en zona de combate
Luego del ataque a la BAM Cóndor por aviones Harriers, el helicóptero CH-47 matrícula H-91 evacúa hacia Puerto Argentino a trece heridos que requieren tratamiento urgente. Durante el traslado fallece el cabo primero Miguel Ángel Carrizo, y luego, en el Hospital Conjunto, el cabo primero Andrés Brashich.

Primera misión de reabastecimiento en vuelo
Despega de Río Gallegos el KC-130 Hércules, matrícula TC-70 e indicativo PERRO. Esta es la primera misión de reabastecimiento del conflicto, en la que asiste a cuatro Douglas A-4B Skyhawk de la escuadrilla TOPO.

Primera misión de ataque a buques de la Task Force
Tres buques enemigos comienzan un bombardeo naval contra las posiciones argentinas. A las 15.45 parte de San Julián la escuadrilla TORNO, de tres M 5 Dagger, tripulación capitán Norberto Dimeglio (C-432), teniente Gustavo Aguirre Fajet (C-412), primer teniente César Román (C-407). Fueron los primeros en localizar, atacar y averiar buques de la Task Force.

Dos Mirage M-III despegan de Río Gallegos y combaten contra Sea Harrier
De Río Gallegos parte la sección DARDO de dos Mirage M-III. Son los primeros en combatir con los Sea Harrier. Uno es derribado en el combate aéreo, su piloto logró eyectarse y fue recuperado. El otro avión, el I-009, con escaso combustible, intenta aterrizar en la Base Malvinas, que se encuentra en alerta roja, y es derribado por la artillería argentina. Su piloto, el capitán Gustavo Argentino García Cuerva no logra eyectarse y fallece.

Despega de Río Grande un M-5 Dagger que enfrenta dos aviones británicos
Despega desde Río Grande un M-5 Dagger, indicativo RUBIO. Vectoreado por el radar de Malvinas enfrenta a dos aviones enemigos. El piloto argentino es el primero en ganar una posición ventajosa con su C-433 y logra disparar su misil Shafrir, que es esquivado por el avión inglés. Entre tanto, el otro Sea Harrier, lo alcanza con un misil Sidewinder. El primer teniente José Leónidas Ardiles no logra eyectarse y fallece.

Despegan de Trelew tres Bombarderos BMK Canberra. Son interceptados por Sea Harrier
Desde Trelew, parte la escuadrilla RIFLE, de tres Canberra que son interceptados por Sea Harrier. Uno de los aviones el B-110 es derribado y sus tripulantes, el teniente Eduardo De Ibáñez y el primer teniente Mario González, si bien lograron eyectarse, no pudieron ser rescatados.

Primer día de combate: Conclusiones
Durante este día se ejecutaron 76 (setenta y seis) salidas operativas, de las cuales 63 (sesenta y tres) fueron salidas desde el continente. De estas mismas, 52 (cincuenta y dos) fueron de combate. Las restantes 13 (trece) salidas se dieron desde las Bases de Malvinas y de estas 11 (once) fueron de combate.

Se produjeron como bajas británicas, oficialmente reconocidas, el Destructor clase County HMS Glamorgan y las fragatas Tipo 21 HMS Arrow y HMS Alacrity que quedaron dañadas. Así mismo, se averió a un Sea Harrier por parte de nuestra artillería antiaérea. Finalizado el día, catorce de nuestros hombres se convertirían en héroes nacionales.

Dieron su vida por la patria:
– Capitán Gustavo Argentino García Cuerva piloto de M-III EA (I-015) del Escuadrón de la BAM Río Gallegos.
– Primer Teniente Mario Hipólito González navegador de BMK -62 Canberra (B-110) basado en BAM Trelew
– Primer Teniente José Leónidas Ardiles piloto de M-5 Dagger (C-433) del I Escuadrón basado en Río Grande.
– Teniente Daniel Antonio Jukic piloto de IA-58 Pucará (A-527) del Escuadrón Pucará en BAM Cóndor.
– Teniente Eduardo Raúl de Ibáñez piloto de BMK-62 Canberra (B-110) del Escuadrón Canberra basado en BAN Trelew
– Cabo primero José Peralta, armero del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
– Cabo primero Andrés Brashich, armero del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
– Cabo primero José Maldonado, mecánico del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
– Cabo primero Agustín Montaño, mecánico del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
– Cabo primero Miguel Carrizo, electrónico del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
– Cabo Juan Rodríguez, instrumentalista del Escuadrón Pucará (BAM Cóndor)
– Soldado clase 63 Guillermo García (BAM Malvinas)
– Soldado clase 63 Héctor Bordón (BAM Malvinas)

A 42 años brindamos homenaje, no solo a aquellos, sino que a los 55 caídos en combate. A nuestros Héroes, honor y gloria.

Fuente:
La Fuerza Aérea en Malvinas: Tomo I / dirigido por Mario Miguel Callejo. – 1a ed. –
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Fuerza Aérea Argentina, 2022.

ARA Veinticinco de Mayo (V-2)

El ARA Veinticinco de Mayo (V-2), de la Armada Argentina, fue un portaaviones ligero de la clase Colossus que sirvió entre 1970 y 2000. Previamente integró la Armada Real de los Países Bajos entre 1949 y 1970 como HNLMS Karel Doorman (R81) y la Marina Real británica entre 1945 y 1949 como HMS Venerable (R63).

Se construyó en el astillero británico Cammell Laird & Co. de Birkenhead. El entonces HMS Venerable operó en la Marina Real hasta 1949, año en el que pasó a las filas de la Armada Real de los Países Bajos. Este país vendió su HRMS Karel Doorman a la Argentina en 1968. Siendo ARA Veinticinco de Mayo, combatió en la guerra de las Malvinas integrando la Fuerza de Tareas 79. Su destino final fue el desguace en India en los años 1990 debido a los costos altísimos que le costaba al país mantener dicho portaaviones.

Construcción

El astillero Cammell Laird & Co. de Birkenhead construyó al portaaviones. Se puso la quilla en gradas el 3 de diciembre de 1942. Se botó el casco el 23 de febrero de 1943 y recibió el nombre de HMS Venerable. Su construcción se completó el 17 de enero de 1945.

Historia de servicio

Reino Unido (1943-1948)

El HMS Venerable (R63) no participó de combates en la Segunda Guerra Mundial ya que este conflicto finalizó a mediados de 1945. De haber continuado la contienda, habría sido enviado al teatro de operaciones del océano Pacífico.​ Estaba dotado de aviones Barracuda y Corsair.

Países Bajos (1948-1969)

El Karel Doorman en 1950.

El 1 de abril de 1948, la Armada Real de los Países Bajos decide adquirir la nave, al que renombra HMNS Karel Doorman, que luego de un período de aclimatación y conocimiento del barco bastante movido, el portaaviones entró a dique seco entre fines de ese año y principios de 1949 para una reparación general. Concluida esta, el Doorman efectuó varios viajes de rutina y ejercitación, incluyendo maniobras con la Armada de los Estados Unidos. A los diez años de servicio en Holanda, el buque ingresó al astillero Feijenoord, para ser sometido a una gran reconstrucción que cambiaría en gran medida su aspecto original que permitió el uso de aviones de reacción, modificando su cubierta de vuelo y dotándolo de una potente catapulta para permitir el despegue de dichos aviones. En 1967 tuvo lugar un incendio que hizo que las autoridades holandesas decidieran retirarlo de servicio. Durante veinte años, sobre la cubierta del Doorman, se realizaron 8668 aterrizajes y más de 8300 catapultajes.

El 29 de abril de 1968 el portaviones sufrió un incendio en sus calderas.​

Argentina (1969-1997)

ARA Veinticinco de Mayo, durante los años 1978-1980.

La Armada Argentina necesitaba un portaviones que catapultara aviones a reacción, operación que no podía hacer el ARA Independencia (ex-HMS Warrior).​

Viendo el estado general del buque, las ventajas que ofrecía la cubierta angulada, la catapulta de gran potencia y un gran número de detalles de la electrónica a bordo, compró el buque el 16 de septiembre de 1968. El barco pasó por un último período de reparaciones en Holanda y tomó su comando una reducida tripulación de oficiales y suboficiales que, al mando del capitán de navío Tirso Brizuela, se encontraba ya en ese país a tal fin.

El día 8 de agosto de 1969 el portaviones comenzó a integrar la Armada Argentina con el nombre de ARA Veinticinco de Mayo (V-2). La tripulación fue reducida, 350 hombres, siendo la normal 1000 efectivos. Se izó el pabellón nacional el 3 de septiembre y partió de Róterdam hacia aguas argentinas. Arribó sin novedades a la Base Naval Puerto Belgrano el 27 de septiembre. Entró en la base al día siguiente incorporándose así oficialmente a la Flota de Mar. Ese mismo año tuvieron lugar los primeros apontajes y despegues desde su cubierta de aviones de la Aviación Naval.

Desde 1970, el barco se constituyó en el buque insignia de esa Armada y participó anualmente en varias maniobras y ejercicios. De paso, visitó por primera vez el Puerto de Buenos Aires.

El 10 de enero de 1972 el Veinticinco de Mayo se destacó en los Estados Unidos, arribando a Nueva York el 28 de ese mes. Allí embarcó a dieciséis aviones de caza y ataque Douglas A-4Q Skyhawk, con munición y carga de distinta naturaleza.

Por la crisis entre Argentina y Chile de 1978 el Veinticinco de Mayo fue enviado a la zona encabezando una importante flota de buques de superficie y submarinos. Cuando la Operación Soberanía había sido puesta en marcha, dado el tiempo reinante en la zona austral dicha operación fue cancelada por Argentina. Finalmente, la intervención del papa Juan Pablo II evitó el enfrentamiento y el buque, junto a la flota desplegada, regresó a la Base Naval Puerto Belgrano.

Conflicto de las Malvinas

El 23 de marzo de 1982 la Junta Militar ordenó mediante el Acta N.º 4 «M»/82 la recuperación de las islas Malvinas.3​ Para lograr esto, el Comando de la Aviación Naval formó tres grupos aeronavales, el Costero, el Insular y el Embarcado. Mientras tanto, la Escuadrilla realizó su apresto en la Base Aeronaval Comandante Espora.​

Iniciando la Operación Azul, la Armada Argentina formó la Fuerza de Tareas 20 para cubrir las espaldas de la Fuerza de Tareas 40, encargada del desembarco. El Veinticinco de Mayo asumió como nave capitana de la FT-20​ y zarpó de la Base Naval Puerto Belgrano el 28 de marzo junto al resto de las fuerzas. El Grupo Aeronaval Embarcado se constituyó con tres aviones A-4Q Skyhawk de la EA33, cinco S-2E Tracker de la EA2S, tres helicópteros SA316 Alouette III de la EAH1 y un SH-3 Sea King de la EAH2.​ El asalto anfibio fue ejecutado y los soldados argentinos tomaron Puerto Argentino sin mayores inconvenientes el 2 de abril. La fuerza atacó las defensas isleñas, que tras un combate se rindieron por orden del gobernador Rex Hunt. Hubo solo una baja argentina y ninguna británica o malvinense (Las tropas argentinas que tomaron la casa del gobernador tenían la orden de no provocar bajas inglesas a fin de que el Reino Unido no esgrimiera legítima defensa. Debían lograr la rendición inglesa antes de que el grueso de las tropas desembarcara y evitar así combates en zonas urbanas que pudieran provocar bajas civiles)​

El 4 de abril la nave regresó a Puerto Belgrano.​

El portaaviones Veinticinco de Mayo operó proveyendo cobertura aérea a la operación de ocupación.​ Este buque, sufría los inconvenientes propios del paso de los años, y dificultades para su mantenimiento. En tanto que sus aviones embarcados, A-4Q SkyhawkS-2 Tracker y helicópteros, sufrían inconvenientes en el mantenimiento, debido al embargo de armas estadounidense. Los servicios de inteligencia británicos descartaban el empleo del sistema de armas Super ÉtendardExocet desde el portaaviones. A pesar de esto, el portaaviones constituía la amenaza más importante para la flota británica.​

El 14 de abril el submarino nuclear británico HMS Splendid (S106) se encontraba en posición entre las islas y el continente. Se le ordenó avanzar hacia el norte en busca del Veinticinco de Mayo.​

Las reglas de empeñamiento de la Marina Real británica no permitían que sus submarinos nucleares atacasen a un buque de superficie argentino excepto que fuera en defensa propia. El 23 de abril, el Splendid detectó al Veinticinco de Mayo cerca de Puerto Belgrano. Como el submarino se encontraba muy lejos de la zona de exclusión, no podía atacarlo. El submarino británico solicitó cambiar las reglas de empeñamiento para poder atacarlo, el gobierno británico le respondió negativamente.​

Dada la proximidad de la Fuerza de Tareas británica a la zona de operaciones, el 24 de abril, se le ordenó al Splendid prepararse nuevamente para atacar al portaaviones. Dos días después, el submarino británico halló a los destructores Hércules y Santísima Trinidad —escoltas del portaaviones— navegando por el litoral argentino hacia el sur. Se le ordenó abandonar el contacto y buscar al portaaviones hacia el norte.​

El 28 de abril Gran Bretaña estableció una zona de exclusión total (ZET) con centro en las Malvinas. Dos días después, luego de un debate, el gabinete de guerra británico decidió cambiar las reglas empeñamiento, permitiendo a todas sus fuerzas atacar al portaaviones fuera de la ZET, incluyendo los submarinos nucleares, aun si el buque argentino no hubiere efectuado ataque alguno, a excepción de que este se encontrara al norte del paralelo 35° S y al oeste del meridiano 35° O, o dentro de las 12 mn de la costa argentina.​

Ante el desconocimiento de la ubicación del Veinticinco de Mayo, el jefe de la Fuerza de Tareas británica, almirante John Woodward, envió un avión Sea Harrier, el cual detectó con su radar lo que parecía ser el portaaviones argentino con sus escoltas, a 200 nmi al noreste de la Fuerza de Tareas británica. El Grupo de Tareas del portaaviones argentino se preparaba para efectuar un ataque sobre la fuerza inglesa. Intentó lanzar seis aviones A-4Q armados con cuatro bombas Mark 82 de 250 kg cada uno. No pudo realizarlo debido a la falta de viento favorable para despegar.​ Del movimiento pinza que planeaba realizar la Flota de Mar argentina a la Fuerza de Tareas británica, una punta era el grupo del ARA Veinticinco de Mayo, y la otra, el grupo del crucero ARA General Belgrano. Los británicos se vieron obligados a atacar a una de las puntas, y eligieron atacar al mencionado en segundo lugar.​ El submarino nuclear HMS Conqueror (S48), que estaba persiguiendo al crucero, lo atacó con tres torpedos, dos acertaron, provocando sus hundimiento y la muerte de 323 tripulantes. El tercer torpedo causó daños menores a uno de los escoltas del crucero, el destructor ARA Bouchard (D-26). Luego de esa acción, los demás buques argentinos, incluyendo el portaaviones, se retiraron a aguas menos profundas a fin de evitar otro ataque.​

De regreso, sus medios atacaron un posible submarino británico con resultado nunca confirmado. Su GAE atacó efectivamente a las fuerzas británicas desde bases terrestres. En reconocimiento por su actuación en la contienda recibió la condecoración «Operaciones de Combate», por Resolución COAR N.º 08/83.

Posguerra y final

Hacia fines de 1988 se dispuso un ambicioso programa de modernización del buque en el Astillero Río Santiago que incluiría el cambio de su planta propulsora y toda la electrónica del mismo. La crisis económica desatada en el primer semestre de 1989 pulverizó el presupuesto asignado, y la actualización fue abandonada. El buque no volvió a navegar operativamente.

Varias de sus piezas comenzaron a ser canibalizadas y vendidas a la Marina de Brasil, que las utilizó en el NAeL Minas Gerais (A-11), también de la Clase Colossus, por ejemplo la potente catapulta, la que una vez instalada en el NAeL pudo operar con los Douglas A-4KW, adquiridos a Kuwait el 30 de abril de 1998.

Por resolución del jefe de Estado Mayor General de la Armada, Carlos Marrón (BNC N.º 6 del 5 de marzo de 1997) se pasó a la unidad de receso temporario para modificación o modernización a la de radiación para su venta a partir del 1 de febrero de 1997. En el 2000, finalmente fue enviado al puerto de Alang (India) donde fue desguazado.

A 42 años de dos hechos heroicos de Malvinas

Se cumplen en estos días cuarenta y dos años del artero ataque al ARA crucero Manuel Belgrano, durante la guerra del Atlántico Sur. En la tragedia perdieron la vida 323 tripulantes. También se evoca en estas jornadas el bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina. La comunidad argentina recuerda con respeto y admiración a los marinos que componían la tripulación del barco de la Segunda Guerra Mundial y a los aviadores que pelearon por nuestras islas.

29 de abril de 2024

Editorial

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Hundimiento del Crucero Manuel Belgrano durante la guerra de las Islas Malvinas en 1982
Hundimiento del Crucero Manuel Belgrano durante la guerra de las Islas Malvinas en 1982

El 2 de mayo se cumplirán cuarenta y dos años de la mayor tragedia naval en la historia de la Armada argentina, un hecho que marcó un antes y un después en la guerra de Malvinas: el hundimiento del crucero ARA General Belgrano, en el que perdieron la vida 323 tripulantes y 770 lograron sobrevivir no solo al ataque con dos torpedos y las penurias de la tormenta y las bajas temperaturas en altamar. El recuerdo de ese episodio es oportuno en esta hora en la cual deben reafirmarse sin titubeos las políticas oficiales por la soberanía argentina de las Islas Malvinas.

Malvinas, honra a los héroes de la gesta

No debe olvidarse que la operación de destruir al viejo navío de la Segunda Guerra Mundial fue realizada cuando el crucero surcaba el Atlántico Sur, fuera del área de la ‘zona de exclusión’ de 200 millas de radio, y por tanto su ataque con torpedos fue considerado un crimen de guerra.

La calificación del hundimiento del Belgrano como un crimen de guerra ha sido sostenida por distintos autores y especialistas en temas bélicos. Pero los ingleses tienen una historia oficial y no se han apartado de la misma en ningún momento, según la cual fue un hecho de guerra legítimo.

El viejo Phoenix, tal la denominación originaria del barco cuando estuvo en el ataque japonés a Pearl Harbor, llevaba a bordo 1.093 tripulantes, de los cuales 323 quedaron en las profundidades del Atlántico.

Siempre se ha mencionado el alto número de víctimas fatales producidas en este episodio en el mar, dado que en todo el conflicto de la guerra contra los ingleses los caídos fueron 649 compatriotas.

El Reino Unido nos quiere lejos de Malvinas

Corresponde recordar a los once mendocinos que perdieron la vida en el hundimiento del Belgrano: Miguel Alberto Alfaro, Juan Domingo Bedini, Néstor Daniel Castro, Juan Miguel Escudero, José Dante Faur (General Alvear), José Carlos Granado (San Rafael), Osvaldo Francisco Martínez (Luján de Cuyo), Eduardo Elías Miguel, Gerardo Nicolás Miranda, Sergio Daniel Moyano e Ibanor Navarro (Monte Comán).

En distintas partes de la provincia habrá ceremonias de homenaje a los hombres del Belgrano. Uno de esos encuentros se hará en el Concejo Deliberante de la ciudad de Mendoza, el 2 de mayo, a las 15.30, con la presencia de extripulantes, entre ellos sanjuanino Daniel Agüero (64), último timonel de maniobras del barco enviado a pique de manera artera.

Asimismo, en primer día de mayo se evoca el bautismo de fuego de los hombres y aviones de la Fuerza Aérea Argentina.

La rememoración tiene que ver con aquel sábado 1º de mayo de 1982, en que nuestra Fuerza Aérea abrió fuego por primera vez contra unidades extranjeras con el objeto de repeler el ataque de la Fuerza Aérea británica sobre nuestras Islas Malvinas.

Islas Malvinas, después de Davos

El 1° de mayo, a las 4.40, los ingleses comenzaron a bombardear con aviones Vulcan y Sea Harrier los dos aeródromos militares de la FAA en Puerto Argentino y Puerto Darwin y enviaron buques del grupo de asalto anfibio a las costas malvinenses. A las 16 de ese día, la FAA libró la primera batalla en su historia para impedir esa acción, lo que constituyó su bautismo de fuego.

Como consecuencia de esa acción heroica fallecieron el capitán Gustavo García Cuerva, los primer tenientes Mario Hipólito González y José Leónidas Ardiles, los tenientes Daniel Antonio Jukic y Eduardo Raúl de Ibáñez, los cabos Mario Duarte, Juan Antonio Rodríguez, Miguel Ángel Carrizo, José Alberto Maldonado, Agustín Hugo Montaño, José Luis Peralta, Luis Brashich y los soldados Héctor Ramón Bordón y Guillermo García.

Las Islas Malvinas: recuerdos de un viajero

En esta última parte, dejo mis impresiones sobre la visita al museo y el encuentro con un isleño de nacionalidad británica que tiene la ciudadanía argentina. Este fue un periplo inolvidable y emocionante, un homenaje permanente a los hombres que dieron su vida por la Argentina y a quienes pelearon por ella.

Por Eduardo Lazzari

27 de abril 2024, 05:50hs

tn.com.ar/opinion

Las Islas Malvinas, parte de la historia Argentina. (Foto: TN)
Las Islas Malvinas, parte de la historia Argentina. (Foto: TN)

Todo viaje que se precie de tal tiene, en general, una etapa de preparación, la despedida de los seres queridos, el viaje en sí mismo, el lugar visitado y finalmente el regreso. Luego de la recorrida extensa por la isla Soledad, que nos llevó a lo largo de dos días a transitar por los poco cuidados caminos unos quinientos kilómetros, tal como contamos en una nota anterior, llegaron los últimos momentos en las islas Malvinas y nos dedicamos a hacer aquello que considerábamos pendiente.

La visita al Museo Histórico

La mañana del viernes 12 de diciembre de 2008 amaneció soleada, lo que atemperaba el clima naturalmente ventoso, pero obligaba a tomar precauciones, ya que eran los tiempos en que el agujero de ozono en la atmósfera en todo el hemisferio sur causaba con facilidad quemaduras en la piel, sobre todo en el cuero cabelludo, lastimaduras que además de molestas podían convertirse en un problema médico. Con mi amigo Jonathan, decidimos visitar el Museo Histórico de la capital isleña.

El edificio en el que se encuentra ese museo es la antigua construcción donde se encontraban las oficinas de LADE, Líneas Aéreas del Estado, empresa argentina que hasta el conflicto de 1982 realizaba vuelos periódicos que unían el aeródromo de Puerto Stanley (tal como llamábamos a la capital isleña en los ‘70) con el continente, sobre todo utilizando el aeropuerto de Comodoro Rivadavia.

Era uno de los rastros de la buena política que había mejorado notablemente la relación de los isleños, llamados kelpers en las décadas de 1960 y1970, haciendo alusión a las algas procesadas en escala minúscula por algunas empresas. No debe olvidarse también la presencia de maestras argentinas que iban a la capital de las islas a enseñar castellano y algunos rudimentos de historia y geografía del país. Y sobre todo, la mejora en la condición de vida en las islas que provocó la llegada de combustible de YPF para calefacción doméstica, hasta entonces obtenida de la quema de turba secada al sol.

Souvenir que se vende en las islas. (Foto: Eduardo Lazzari)
Souvenir que se vende en las islas. (Foto: Eduardo Lazzari)

Comenzamos a recorrer el museo. Claramente, nos remitía a esos cientos de museos regionales que en cada ciudad y en cada pueblo de la Argentina intentan testimoniar el paso de la historia con una visión localista, muchos de ellos de una gran calidad y sobre todo expresiones de un gran cariño por lo propio. Llamaban la atención un par de retratos de importante tamaño y gran calidad artística del rey Jorge V de Gran Bretaña y de su esposa María, dedicados por la corona a la guarnición naval de las Malvinas como homenaje por la victoria en la batalla librada contra la flota alemana en diciembre de 1914, a sólo trescientas millas marinas de la costa argentina y que nuestro relato histórico nacional suele obviar.

Pero el momento más impactante fue cuando fuimos a la Sala de la Guerra, donde las autoridades isleñas relatan los eventos de 1982. Allí encontré dos errores históricos que, en una charla más amable de lo esperado, informé a la museóloga a cargo de la institución, y me comprometí a enviarle la información documental, cosa que hice apenas llegué a Buenos Aires. El primer error era negar la fundación de la Comandancia Civil y Militar de las Islas Malvinas, diciendo que Luis Vernet era sólo un concesionario privado que actuaba por su cuenta; y el segundo, que mostraba cierto espíritu chauvinista para destacar la victoria británica de 1982, era la cantidad de los argentinos que dieron la vida por la Patria en ese conflicto, número que era elevado a 1000, con la aclaración “muchos de ellos NN”. Sabemos que fueron exactamente 649 y que conocemos el nombre y apellido de cada uno de esos héroes. En una próxima visita a ese museo espero al menos descubrir que lo equivocado haya sido corregido.

Leé también: Las Islas Malvinas: entre el recuerdo y la esperanza

Sin embargo, me conmocionó como pocas circunstancias en mi vida descubrir colgando de una pared una de las banderas argentinas rendidas, que figuraba como la que estaba izada en el mástil de la gobernación el 14 de junio de 1982, al momento de la rendición argentina. Nunca me pasó tener una sensación de ahogo y agitación tal que me obligó a salir al aire libre, sentarme en el cordón de la vereda durante diez minutos, y luego de restablecido el ritmo cardíaco, continuar la visita. Sería poco leal a la verdad si no admitiera que me causó cierta envidia la prolijidad del museo, el orden de su archivo y la correcta propuesta museográfica en una institución cultural de un pueblo de sólo 1500 habitantes.

El encuentro con un isleño argentino

Mi amigo Jonathan, quien posee un espíritu de gran curiosidad, logró contactar a David Klerk, un isleño que habitaba por entonces en la capital de las islas y en Puerto San Julián, en la provincia de Santa Cruz, alternativamente. Nos encontramos con él en una de las pocas cafeterías ubicada muy cerca del cementerio civil de la capital, llamada Shorty´s Diner. Nos saludamos más afectuosamente que lo esperado por mí y comenzó una charla muy larga e interesante. David era en ese tiempo un marino que se dedicaba a la pesca y eso le permitía visitar algunos puertos chilenos y argentinos para embarcarse en distintos buques para ejercer su oficio.

Eso lo llevó a enamorarse de Puerto San Julián, un lugar que definió como “el paraíso en la tierra”, sobre todo luego de hacer un elogio a la belleza de la mujer argentina. En ese momento me vino a la mente la frase que Pepe Soriano le dice a Luis Brandoni en la película La Patagonia Rebelde“El paraíso en la tierra está allí, en Lago Argentino”La magia de la Patagonia es universal. El contacto habitual de David con el continente lo llevó a tomar una decisión: solicitar el DNI argentino en uno de sus viajes. Eso lo convirtió en uno de los primeros isleños de nacionalidad británica en tener ciudadanía argentina. Nos mostró orgullosamente su documento y lo único que lamento fue no haber tomado el número para completar adecuadamente el recuerdo.

Tomamos varias cervezas y voy a repetir una dura frase que, en mi entendimiento, expresa brutalmente una verdad y que nos dijera Klerk: “Nunca entendí como Argentina y Gran Bretaña han podido luchar por estas islas. Dos países que deben ser amigos como lo fueron antaño”. Nos despedimos con la promesa de volver a encontrarnos en la Argentina, donde nos habíamos conocido, allá en Malvinas.

Mi encuentro con David Klerk, un isleño con identidad británica que tiene ciudadanía argentina. (Foto: Eduardo Lazzari)
Mi encuentro con David Klerk, un isleño con identidad británica que tiene ciudadanía argentina. (Foto: Eduardo Lazzari)

El regreso

Ya el sábado a la mañana pocas cosas nos quedaban por hacer. Fuimos a un negocio ubicado en la costanera donde se vendían souvenirs, especialmente a los pasajeros de los varios cruceros que en cada verano llegan a Malvinas rumbo a los mares antárticos. Allí nos quedó el sabor amargo de ver un cuadrito que exaltaba la amistad de los isleños con Chile, donde desaparecía, como en aquel memorable programa de Tato Bores caracterizado como un explorador, el territorio argentino.

Caminando a buscar nuestras pertenencias en lo de Susan, nuestra amable anfitriona en el bed & breakfast donde nos habíamos alojado, pasamos delante del llamado por los británicos Monumento a la Liberación, en el que tomamos conciencia de dos detalles: el primero es que en las placas de homenaje figura entre las tropas británicas embarcadas que llegaron al sur en mayo de 1982 el Regimiento 71 de Highlanders de Escocia, el mismo que fuera derrotado en Buenos Aires en1806 y cuyas banderas están en el convento porteño de Santo Domingo y su bastón mayor de música en el Museo de Luján, lo que hace que aún hoy, a más de doscientos años, desfilen sin banda musical; y el segundo detalle es que la bandera que flamea en todos los mástiles de las islas es la bandera isleña, no la británica.

Al atardecer tomamos el avión en el mismo aeropuerto militar al que habíamos arribado exactamente una semana antes, y allí quedó el recuerdo de la silueta de las islas que iba borrándose cuando comenzamos a percibir la costa continental argentina. Fue una de las mejores experiencias de mi vida. Dolorosa a ratos, interesantísima siempre, pero sobre todo muy sentida, viaje que el tiempo ha ido ubicando como un homenaje permanente a los hombres que dieron su vida por la Argentina y a quienes pelearon por ella. Recuerdo el saludo que nos dimos con Jonathan al despedirnos: “Hasta más vernos…”.

San Martín ante la adversidad, entre Cancha Rayada y Maipú

La derrota del ejército patriota en Cancha Rayada, el 19 de marzo de 1818, demostró la singular fortaleza de San Martín para sobreponerse a las más adversas calamidades. Cuando todo parecía perdido, el 5 de abril, solo diecisiete días después de Cancha Rayada, estaría nuevamente firme y erguido frente al enemigo en Maipú. «La Patria es libre» pronunciaría victorioso antes de finalizar ese día. Estos son los sucesos entre estos dos enfrentamientos armados. Colaboración del doctor Martín Blanco.

Desde que retornó a su patria en 1812 decidido a sacrificarlo todo por la emancipación sudamericana, hasta que cargado de gloria y habiendo cumplido con usura su misión, decidió poner un punto final a su vida como hombre público en septiembre de 1822. En el transcurso de esos diez años San Martin mostró y demostró una singular fortaleza para sobreponerse a las adversidades, de todo orden, que el derrotero de la guerra iba poniendo en su camino como Libertador.

La derrota del ejército patriota acaecida en Cancha Rayada, el 19 de marzo de 1818 fue, sin lugar a duda, un suceso que puso a prueba aquella virtud sanmartiniana. En dicho escenario se produjo el único traspié del ejército bajo las órdenes del gran Capitán, con la particularidad que esta derrota pudo haber comprometido toda la suerte de la guerra de Independencia de Sud América.

En Cancha Rayada, terreno ubicado entre el río Lircay y Talca, las fuerzas patriotas sufrieron un serio desbande, en medio de un cambio de posiciones ordenado por San Martin, que pensaba dar batalla al día siguiente, con la singularidad de haber sido un combate que se desarrolló en la nocturnidad, producto de la sorpresa del ataque realista, lo que coadyuvó a generar una enorme confusión y un caos tal, que incluso las propias fuerzas de la metrópoli en determinado momento de la acción se disparaban entre ellas.[1]

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Al respecto, sirva de ejemplo lo narrado por el coronel Manuel Alejandro Pueyrredón “…La confusión que se produjo en nuestras tropas es imposible de describir. Todavía hoy la pluma se afloja en nuestros dedos al recuerdo de aquella horrible noche. Allí no había voces de mando, porque era imposible hacerse oír por el ruido de las descargas, la disparada de caballos, de mulas cargadas, de otras con la artillería, y hasta los bueyes con la artillería de línea y carros de municiones se precipitaban al rio, cayendo con estrepito, acompañado todo esto de los gritos de los conductores, junto con los relinchos de los caballos que huían atropellando a cuantos encontraban”.[2]

El bravo General O`Higgins, que en un principio resistía con tres batallones de infantería, se vio de golpe con uno solo, y en medio de la confusión recibió un balazo que le fracturó el brazo derecho a la altura del codo.

Por su parte, San Martin que seguía muy de cerca la acción desde el cuartel general, ubicado al pie de los cerrillos de Baeza, vio caer a su lado al ayudante Juan José Larraín[3]. Persuadido de la cuasi completa dispersión de su ejército mandó a retirar la reserva y a iniciar la retirada hacia la Villa de San Fernando.

En ese terrible contexto, una división del ejército patriota pudo salir airosa de la confusión. Era la división comandada por el coronel Hilarión de la Quintana, división que logró realizar a tiempo el cambio de posición ordenado por San Martin, tanto que previamente a que se produzca la sorpresa del ataque realista, Quintana ya estaba reunido con el Estado Mayor aguardando órdenes. Es por ello que cuando se produjo el desastre quien comandó dicha división lo fue el coronel Juan Gregorio de Las Heras, el héroe de la infausta jornada.

Observó Las Heras la escena por momentos dantesca de lo que ocurría en el teatro de operaciones, consultó al joven Blanco Encalada, a la sazón jefe de la artillería, quien le informó no tener un solo cartucho. En efecto, la artillería patriota se perdió por completo en aquella acción. Asimismo, Las Heras tampoco contaba con ningún elemento de caballería, razón por la cual era imposible pensar en alguna acción ofensiva con buen desenlace. He aquí la gran lucidez del bravo coronel de preservar los tres mil quinientos hombres de su división y no empeñarlos en la confusión reinante, dando inició a la que puede ser considerada como la retirada más importante y trascendente de nuestra historia militar[4].  Decisión que, como veremos más adelante, tanto ponderó el General en Jefe y tanto gravitó en las futuras acciones.

San Martín y O`Higgins partieron del cerrillo de Baeza rumbo al norte, a marcha lenta habida cuenta la herida que padecía el segundo. Ya en Quechereguas, el General chileno se manifestó proclive a establecer en esa localidad el cuartel general y preparar las fuerzas para una defensa. En esas circunstancias el genio de San Martín salió a relucir y “concluyó por convencer a O`Higgins que un ejército en dispersión, sin municiones y dominado por el pánico no era prudente pensar en una batalla”.[5]

Asimismo, ordenó partidas a efectos de reunir a los elementos dispersos, para luego continuar su marcha hacia Chimbarongo, en donde notificado de la cercanía de la división de Las Heras, decidió salir a su encuentro. El que se concretó el 21 de marzo, no solo como un gesto de reconocimiento por la valerosa actuación del coronel y de su división, que con una disciplina espartana llevó adelante una marcha forzada, con alarmante escases de víveres producto de la dispersión[6]. Sino también para disipar los rumores y la incertidumbre de los soldados de aquella heroica división, que según el propio Las Heras creían que los demás cuerpos del ejército habían sido destrozados, dando por hecho que el propio San Martin había perecido en la batalla. En esa oportunidad ordenó a Las Heras que continuara su marcha hacia la capital evitando comprometerse en acciones contra el enemigo.

A estas alturas, San Martin comprendió que había esperanzas, que pese a la tremenda dispersión de la noche del día 19 solo había tenido 120 bajas, algunos prisioneros, y que efectivamente se había perdido toda la artillería del ejército de los andes y todo el parque, pero que aún se conservaba la de Chile. Prueba de ello es el parte que el propio San Martín escribió al director de las Provincias Unidas, Juan Martin de Pueyrredón y al director delegado de Chile Coronel Luis de la Cruz “Campado el ejército de mi mando en las inmediaciones de Talca, fue batido por el enemigo, y sufrió una dispersión casi general, que me obligo a retirarme. Me hallo reuniendo la tropa con feliz resultado, pues cuento ya 4000 hombres desde Curicó a Pelequen…”.

Mientras tanto, en San Fernando O`Higgins recibía las primeras curaciones de su herida. El agobio físico producto de la fiebre y de la pérdida de sangre no había logrado quebrar su espíritu. Mientras que el cirujano general Diego Paroissien lo trataba, un tanto alarmado al ver su rostro pálido por la hemorragia y la fatiga, buscó darle esperanzas diciéndole que el ejército podría retirarse a Mendoza y reconstruirse allí, a lo que O`Higgins reconvino “Eso, no. Mientras yo viva y haya un solo chileno que quiera seguirme, haré la guerra en Chile al enemigo. Basta con una emigración”[7]

Si las aguas parecían calmarse en las huestes de San Martín, absolutamente lo contrario se vivía en Santiago. La noticia de la derrota llegó a la capital en la noche del día 20 (Viernes Santo), de la peor manera de boca de aquellos que lograron escapar de la trágica jornada.

Rumores de toda índole inundaron la capital, se decía que San Martin y O`Higgins habían muerto, que el ejército fue totalmente destrozado, que las fuerzas realistas al mando de Osorio marchaban a tomar la capital, que todo estaba perdido. Los vecinos se agolparon frente al palacio de gobierno para tener más noticias, presos del pánico y de la incertidumbre. Otros cargaban sus pertenencias y partían a Mendoza. Los adictos a la monarquía española se frotaban las manos, en la convicción que el amo viejo recuperaba el control de la ciudadela de América.

Según el inglés Samuel Haig, testigo de los acontecimientos, en la mañana del Sábado, el ambiente se tornó aún más sombrío, “Las más extrañas versiones comenzaron a circular acerca de ellos (San Martin y O`Higgins) algunos decían que se habían embarcado en las inmediaciones de Valparaíso y que navegaban mar afuera, otros, que habían cruzado la cordillera, y por ultimo un testigo ocular afirmaba que había visto a San Martin fusilado sobre el campo de batalla (…) Las escenas  desarrolladas en las calles de la capital fueron verdaderamente dolorosas, tal vez no se repetirá nunca en los hogares santiaguinos una emigración de tanta gente en masa hacia un país extranjero…”.[8]

La incertidumbre llegaba a más altas esferas de gobierno, Tomas Guido, dilecto amigo y colaborador de San Martín, que estaba en Chile como enviado diplomático del gobierno, rápidamente notificó a Pueyrredón de la delicada situación “Me es sumamente sensible decir a vuestra excelencia que anoche a las doce y media llegó un posta al supremo gobierno desde la Villa de San Fernando, con el aviso de haber sufrido nuestro ejército una completa derrota la noche del 19 en las inmediaciones de Talca (…) Hoy confirman la noticia varios individuos que presenciaron la dispersión de nuestras tropas, sin que hasta este momento se sepa fijamente el destino de los generales San Martín, Balcarce y Brayer, teniéndose solo la noticia del señor O`Higgins que se retira con algunos dispersos”.[9]

Acción de Cancha Rayada – 19 de Marzo de 1818

Mientras tanto, el coronel Luis de la Cruz, momentáneamente a cargo del gobierno chileno como director delegado no pudo más que retirar los caudales públicos para ponerlos a salvo y reunir algunas tropas en la capital. El contexto pareció superarlo, razón por la cual decidió convocar un cabildo abierto para el día 22 de marzo.

Si la situación era de por si harto compleja, el general Brayer, a la sazón jefe del Estado Mayor y testigo del traspié de la noche del 19 de marzo, terminó por liquidar cualquier dejo de esperanza. En pleno cabildo abierto y consultado por De la Cruz si era posible remediar lo sucedido, respondió que no había posibilidad de rehacer la derrota sufrida y que, por el contrario, la completa desmoralización del ejército y el estrago causado en sus filas disipaban, según él, toda esperanza de reparar el golpe.

Refiere Tomas Guido que todos quedaron mudos y consternados ante la declaración, tan calificada, como se suponía que era la de quien supo ser oficial de Napoleón. Afortunadamente estaba presente el propio Guido, que anoticiado del parte de San Martín tomó la palabra para retemplar los ánimos después de la tremenda sentencia de Brayer, “Yo puedo asegurar a esta asamblea con irrefragables testimonios que poseo, que el general San Martín, aunque obligado a replegarse a San Fernando desde Cancha Rayada, dicta las más premiosas órdenes para la reconcentración de las tropas y reunión de las milicias”.[10]

LOS DRAGONES DEL INFIERNO – CITER 155 MM – MALVINAS

Piezas de artillería SOFMA de 155mm del Ejército Argentino abriendo fuego durante ejercicios

La artillería de 155 mm en los últimos combates

Los cañones de 155 mm se destacaron por su potencia, eficiencia y versatilidad

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Publicado el domingo 14 de junio de 2020

Con más de 10 metros de longitud y de 8 toneladas de peso, los cañones de 155 mm L33, Modelo 77, tenían a la vista una imagen amenazante. El alcance de 20 kilómetros y los 43 kg de peso del proyectil, más la eficiencia de los hombres del servicio de pieza, lo convirtieron en un objetivo a batir para la aviación y la artillería británica. Era un arma de reciente disposición en el Ejército Argentino y tuvo un valor altísimo para el apoyo a las tropas de infantería de primera línea.

A mediados de mayo llegaron a las Malvinas los dos primeros cañones calibre 155 mm, provenían del Grupo de Artillería 101 y fueron destinados a reforzar al Grupo de Artillería 3. Fueron ubicados al sur Puerto Argentino, a 150 metros uno de otro, orientados hacia el mar para hostigar buques ingleses y obligarlos a alejarse de la costa, buscando restarle alcance a la artillería naval para hostigar las propias posiciones. El personal que los operaba eran 2 oficiales, 3 suboficiales y 21 soldados.

El terreno complicó la puesta en posición de las piezas por su poca consistencia y fueron necesarios importantes trabajos de preparación para poder apostarlos adecuadamente. Tuvieron su bautismo de fuego en la madrugada del 15 de mayo, alejando a una embarcación británica que se había colocado a 18 km de la costa para batir posiciones argentinas. El destructor viró abruptamente sobre las aguas y se alejó a toda velocidad. Los artilleros del servicio de pieza recuerdan los gritos con que celebraron ese momento.

La aparición en el terreno de la artillería de 155 mm, obligó a los buques británicos a tomar otros recaudos, ya que a partir de la llegada de los mismos, por su mayor alcance, no podrían hostigar a nuestras tropas con su artillería lejos del fuego de los cañones propios, como venían haciéndolo desde el 1ro de mayo.

Ya en los primeros días de junio, cuando comenzaban los combates terrestres, los cañones cambiaron su dirección principal y comenzaron a apoyar las posiciones argentinas que defendían las alturas que dominaban los accesos a Puerto Argentino.

Entre el 8 y el 12 de junio fueron apoyados los combates en los montes Kent, Wall, Longdon, Dos Hermanas y Harriet, dificultando considerablemente el avance enemigo.

Siendo un objetivo permanente de la aviación enemiga, el 12 de junio dos Harrier GR.3 del Escuadrón 899 ejecutaron un ataque sobre sus posiciones para destruirlos. Las bombas racimo lanzadas por los aviones hirieron a un suboficial y cinco soldados, y destruyeron las ruedas de uno de los cañones que igualmente pudo seguir ejecutando fuego. Uno de los aviones fue inutilizado por el fuego de armas livianas reunido y no voló por el resto de la contienda. En este ataque muere el perro “Tom” valioso compañero de los artilleros, que había sido llevado desde el continente.

El 13 de junio, en una heroica acción de nuestra Fuerza Aérea Argentina, un avión Hércules C 130 deja en el aeropuerto de Puerto Argentino 2 cañones SOFMA de 155 mm, perteneciente al Grupo de Artillería 121, con asiento en la localidad de La Paz, provincia de Entre Ríos. Fueron recibidos en proximidades de la pista del Aeropuerto de Puerto Argentino con un intenso Fuego de Artillería de Defensa Aérea y de armas portátiles del enemigo.

Solamente uno de los dos cañones se sumó a ejecutar un intenso fuego de artillería hacia el Monte Dos Hermanas sobre el avance de la infantería y las posiciones de la artillería, de acuerdo a las órdenes del Centro de Dirección de Tiro. El otro cañón no pudo ser transportado debido a las limitaciones que imponía la situación de combate reinante.

En la noche del 13 de junio no solamente ejecutaron fuego sobre el enemigo terrestre sino que también tuvieron que virar algunas piezas para ejecutar fuego sobre las fragatas misilísticas Inglesas que se acercaban a la isla desde tres posiciones diferentes, amparadas por la oscuridad, a bombardear las posiciones defensivas argentinas con un intenso fuego. Nuevamente el fuego de los 155 obligó a alejarse a las embarcaciones.

“El frío helado no disminuía pero se soportaba ampliamente con el fragor del combate, el intenso olor a pólvora, el deseo permanente de continuar tirando, apoyando a nuestras tropas que estaban en la primera línea y que pedían insistentemente de día y de noche, apoyo de fuego. El barro, la humedad, la oscuridad de la noche, el apetito, la sed, el frío, el sueño, el miedo y otras adversidades no tuvieron cabida en mis soldados. Aún durante, el intercambio de fuego con la artillería de campaña enemiga, que no cesaba de tirar (desde tres posiciones diferentes) hacia nuestro cañón calibre 155 MM” relata un oficial que se encontraba a cargo de una de estas piezas.

En menos de 24 horas de combate, la última pieza que llegó como refuerzo efectuó más de 240 disparos, brindando apoyo de fuego hasta, aproximadamente las 1200 horas del día 14 de junio cuando se ordenó, el «cese del fuego».

Estos tres cañones de 155 mm consumieron toda la munición de 155 disponible y fueron una verdadera pesadilla para el enemigo, alejando a las fragatas, ocasionando serias bajas en la infantería británica y ejecutando un eficaz fuego de contra su artillería en apoyo.

A veces no hay mayor elogio para una tropa que la ponderación que sobre ella hace el enemigo. Los testigos de los combates recuerdan admirados su eficiencia y su poder destructivo. Sobre ellos dijo el corresponsal de guerra Lawrence Charles, del “The Daily Telegraph”: “Las tropas inglesas enfrentaron a una dura artillería de 155mm, que dejó tirados a heridos y muertos pertenecientes a las unidades de asalto”.

Georgias del Sur: la última misión del submarino ARA “Santa Fe”

Durante la recuperación de las Malvinas, llevó a integrantes de la fuerza de desembarco de la Operación Rosario. El 25 de abril fue atacado en la bahía Guardia Nacional. Fue el bautismo de fuego de la Fuerza de Submarinos.

Publicado el viernes 26 de abril de 2024

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Para el submarino ARA “Santa Fe” (S-21), las operaciones por Malvinas comenzaron el 27 de marzo de 1982, cuando zarpó desde la Base Naval Mar del Plata bajo el comando del Capitán de Corbeta Horacio Bicain. Tenía dos misiones: la primera era desembarcar al personal de la Agrupación Buzos Tácticos (APBT) en las inmediaciones del Cabo San Felipe, al norte de Puerto Argentino, para luego destacarse a un área de patrulla asignada.

Durante su navegación hacia las islas, el “Santa Fe” soportaría un mar violento y fuertes vientos australes. En la madrugada del 2 de abril efectuó el desembarco de las fuerzas especiales navales en las costas al norte de Punta Celebroña, próxima a la Isla Riñón. A las 3:35 horas los botes de la APBT se lanzaron de la cubierta del submarino hacia Malvinas.

Tras el desembarco, el submarino regresó a Mar del Plata, donde se le asignó una nueva misión: transportar una sección de Infantes de Marina para reforzar a las fuerzas que se habían recuperado y se hallaban en las islas Georgias del Sur. El Comandante del ARA “Santa Fe” tenía la orden de evitar la posible presencia enemiga para desembarcar los refuerzos en Grytviken. Sería éste su último servicio a la Patria.

Zarpó desde la Base Naval Mar del Plata el 16 de abril, con 23 torpedos y los Infantes de Marina equipados para reforzar militarmente las Georgias. Nuevamente durante su travesía, el submarino de la Armada Argentina sorteó fallas en los sistemas y muy mala meteorología, pero todo pasó a segundo plano cuando cerca de la medianoche del 24 de abril comenzó el desembarco del personal de Infantería de Marina sobre las costas de la caleta Capitán Vago.

El movimiento inglés

El 14 de abril de 1982 la fragata HMS “Brilliant” recibió la orden de dirigirse a Malvinas junto a una formación de barcos, dividiendo así el grupo de batalla inglés que había arribado a la Isla Ascensión como respuesta militar a la recuperación argentina de las Islas Malvinas.

Encabezados por la “Brilliant”, los buques HMS “Arrow”, “Coventry”, “Glasgow” y “Sheffield” se dirigieron al sur, a gran velocidad. Una semana después, la “Brilliant” se separó del grupo a toda máquina para apoyar al crucero HMS “Antrim” y la fragata HMS “Plymouth” en las Islas Georgias, reuniéndose con estas unidades 150 millas al norte de ese archipiélago.

La invasión británica a Georgias se había fijado para el 25 de abril, pero la sabida presencia del “Santa Fe” los obligó a posponer el desembarco hasta haber eliminado esa amenaza.

Ataque y final

El “Santa Fe” también sabía del despliegue de los buques ingleses y por ello realizó su aproximación de entrada a la bahía Guardia Nacional de la isla San Pedro navegado en superficie, muy cerca de la costa, para burlar los radares de búsqueda y cumplir con su misión. El 25 de abril, un helicóptero Wessex del “Antrim” divisó al submarino saliendo de la bahía.

La aeronave inglesa inició un decidido ataque con cargas de profundidad, mientras que otro helicóptero Lynx de la “Brilliant” fue destacado para unirse al ataque contra el submarino argentino. El Wessex estaba suspendido en el aire, tras lanzar dos cargas de profundidad, esperando la llegada de su relevo aéreo antes de volver al “Antrim” a rearmarse.

El submarino argentino, producto del primer ataque inglés, al quedar averiado, puso rumbo de regreso a la Bahía Guardia Nacional en busca de resguardo; pero las cargas de profundidad recibidas hicieron que dejara un rastro de aceite por la popa. Minutos después, el Comandante del “Santa Fe” vio por el periscopio caer un torpedo con su paracaídas, por lo que decidió quedarse en la superficie para evitar su impacto, ya que esos torpedos operaban a profundidades mayores a 9 metros.

De inmediato la tripulación del submarino se resguardó en el puente, para luego armarse con fusiles y repeler la aproximación enemiga. Se formó en el interior una cadena de hombres para aprovisionar municiones. El helicóptero pasó una y otra vez, a unos 90 metros de distancia y 10 metros de altura.

De repente un misil guiado AS-12 disparado por un helicóptero impactó directamente en la vela del submarino traspasándola sin explotar, pero costándole la pérdida de una pierna a uno de los tripulantes que se encontraba en la cadena de amunicionamiento.

Desde tierra, los efectivos argentinos empezaron a repeler con el armamento disponible, la persecución del submarino, que retornaba defendiéndose, averiado y con un herido grave. Gracias al arrojo, profesionalismo y valentía de su tripulación, el ARA “Santa Fe” logró llegar a Grytviken.

El Comandante ordenó el desembarco de los 76 tripulantes y del herido al muelle, por las condiciones en que se encontraba, mientras las tropas británicas desembarcaban en todos los frentes. Evaluada la situación, a las 17 horas del 25 de abril, la guarnición argentina, en cumplimiento de las directivas recibidas por la superioridad, llevó a cabo una inicial resistencia por mantener las islas hasta la deposición de sus armas y de esta manera evitar mayores bajas.

Al día siguiente, el Comandante de la “Brilliant”, Capitán John Coward, voló a Grytviken para inspeccionar al “Santa Fe”, ahora amarrado en el muelle y hundiéndose lentamente. Estaba inclinado a babor y con la proa levantada, su torreta agujereada y partes arrancadas por el ataque del misil. La veterana nave exponía innumerables impactos de metralla.

El estado de la nave decidió a los ingleses a sacar al submarino del muelle y ubicarlo en un amarradero vacío de la vieja estación ballenera donde pudiera hundirse. Tripulantes argentinos designados por su Comandante serían los encargados de hacer funcionar los sistemas y mecanismos para navegar la nave unos 300 metros dentro de

la caleta Capitán Vago bajo la supervisión de un oficial británico y la estricta vigilancia de los Royal Marines; los comandantes Bicain y Coward estarían en el puente.

El submarino comenzó a moverse lentamente con una grave falta de flotabilidad, el Comandante argentino dio a toda prisa órdenes por intercomunicador en español a su reducida tripulación para estabilizar la nave, lo que requirió del Suboficial Primero Maquinista Félix Oscar Artuso rápidos movimientos para accionar válvulas neumáticas de la Sala de Control. Creyendo que se intentaba hundir la nave, el guardia inglés que lo custodiaba lo hirió de muerte con su ametralladora.

Durante el desenlace de este trágico incidente, el “Santa Fe” llegaba finalmente a su amarradero horas más tarde y, producto de las averías, finalmente solo la torreta quedó a flote.

Entre 1983 y 1984 el submarino fue reflotado por los británicos, posiblemente para su traslado a Gran Bretaña; sin embargo, el buque terminó por hundirse en aguas abiertas dando así un fin honorable a su veterana carrera de servicios a la Armada Argentina.

Por sus características, las operaciones de submarinos son secretas y sigilosas. Sin embargo, el conocimiento de las acciones llevadas a cabo por el ARA “Santa Fe” en las islas Georgias del Sur, donde burló el bloqueo impuesto por submarinos, buques de superficie y aeronaves enemigas para abastecer a los defensores de Grytviken, dan cuenta del valor, coraje, profesionalismo y el heroísmo de esa tripulación.

La historia de los 5 mil argentinos que pelearon en la Segunda Guerra Mundial

Entre los voluntarios hay ex jugadores de Los Pumas. También participó la madre de Luca Prodan. Hay 12 sobrevivientes, el más joven de los cuales tiene 92 años. Mañana se inaugura una muestra en su honor

30 Nov, 2017 02:53 a.m. AR

infobae

La Segunda Guerra Mundial se llevó de Argentina cerca de 5 mil voluntarios, entre ellos, 400 mujeres, que participaron activamente de las acciones aliadas durante 4 años. Hoy sobreviven 12 de aquellos valientes –el más joven tiene 92 años– y se reúnen periódicamente para recordar y están en contacto con pilotos veteranos de la guerra de Malvinas. Nunca cobraron una pensión de guerra ni la reclamaron, y son verdaderos héroes de la libertad de Europa. Hoy se inaugura en Rosario una muestra en su honor.

Del primer seleccionado de rugby Los Pumas fueron casi todos a combatir. También la mamá de Luca Prodan, de la banda Sumo, que fue voluntaria y envió a su hijo con su mejor compañera, una argentina que se llamaba Cynthia, quien se ocupó de él y en cuya casa se formó el grupo.

Descubrir historias tan intensas nos lleva a un pasado casi desconocido, lleno de riqueza humana, poco difundido y valorado. Claudio Meunier rescata estas historias en cuatro libros apasionantes, entre ellos, Alas de trueno –junto a Oscar Rimondi–, y Nacidos con honor, que relatan las vidas de estos argentinos, descendientes de ingleses, galeses, dinamarqueses y criollos que no dudaron en ofrecer sus servicios y sus vidas por la libertad.

El Caballero Negro de Malta

Kenneth Langley Charney, conocido como «Caballero Negro», se destaca entre los argentinos que pelearon junto a los aliados. Combatió en las filas inglesas, derribó doce aviones enemigos, dañó seriamente otros 16 y participó del Día D en Normandía. Se ganó su apodo por combatir en la batalla de Malta y por sus temerarias acciones, que consistían en atacar de frente a los bombarderos alemanes y derribarlos de a uno.

Luego de la guerra, se retiró a vivir en paz, lejos del ruido, y tuvo un final oscuro, víctima del alcoholismo. Y fue dado por desaparecido, hasta que Meunier, inquieto y apasionado por las historias de aviación, encontró su tumba en un pequeño cementerio de Andorra.

Un periódico local que trató el tema había titulado «El héroe sin nombre del nicho 209». Cuando los vecinos se enteraron de quién estaba allí, hicieron poner una placa que decía «Héroe de la Segunda Guerra Mundial».

El nicho donde estaba enterrado no se pagaba desde 1988 y corría riesgo de desalojo. Para evitar que sus restos terminaran en un osario, Meunier organizó un operativo de repatriación que finalizó con el retorno del héroe a la Argentina. Sus restos descansan hoy en el cementerio británico de la Ciudad de Buenos Aires, y en su lápida dice: «Aquí yace un héroe». Eso, dice Meunier, simplifica su gran historia.

El Caballero Negro era bahiense. Si bien había nacido en Quilmes, su lugar de crianza fue Bahía Blanca, donde vivió con su familia en el hotel Atlántico, en las calles Brown y Colón. Charney era un niño inquieto, que con 10 años le sacó el automóvil a su padre y fue detenido en la Avenida Alem.

La «Piloto de las Pampas»

Maureen Dunlop, la «Piloto de las Pampas», murió a los 91 años en el anonimato. Hija de un australiano, nació en Quilmes en 1920, tomó cursos de piloto en unas vacaciones en Londres y, como lo hiciera su padre en la Primera Guerra Mundial, cuando estalló la segunda viajó con su hermana a Reino Unido. Se embarcaron en 1942 con muchos anglo-argentinos con las mismas intenciones: alistarse al ejército aliado.

Maureen integró junto a otras 164 mujeres el Air Transport Auxiliary del Reino Unido. Su misión fue llevar aviones desde las fábricas o talleres de mantenimiento hasta sus bases. Voló 38 tipos diferentes de aviones y, luego, de la guerra, consiguió la calificación de instructora de vuelo de la RAF.

De regreso a la Argentina, instruyó pilotos de una naciente Aerolíneas Argentinas y también voló para la Fuerza Aérea, aunque nunca le otorgaron las alas de aviador militar.

En 1982, al ser entrevistada en ocasión de la guerra de Malvinas, expresó su gran dolor por el amor que sentía por ambos países. Pasó sus últimos años en Inglaterra, donde la sobrevive una hija.

Los argentinos muertos en la Segunda Guerra están enterrados en los cementerios militares donde cayeron y en los campos de concentración donde algunos fueron detenidos y torturados. Hay tumbas en Birmania, Egipto, Alemania, Holanda, Francia, Inglaterra. En sus lápidas, se puede leer: «Cuando vuelvas a casa, háblales de nosotros, y diles que por su mañana entregamos nuestro hoy».

Declararon “Zona Militar” a la Fábrica Militar Fray Luis Beltran en Santa Fe

Así se permite a las Fuerzas Armadas instrumentar y dirigir los medios materiales “que resulten necesarios para impedir y/o reprimir la comisión de todo delito”. La medida se da por la situación de inseguridad por la que atraviesa la Ciudad de Rosario y las localidades adyacentes.

Ramiro J. Ciampa Dolárd  25-04-2024 noticias

El Gobierno Nacional publicó en el Boletín Oficial el Decreto de Necesidad y Urgencia N°350/2024, que declara “Zona Militar” a la Fábrica Militar “Fray Luis Beltrán”, situada a 15 kilómetros de Rosario, en el Departamento de Lorenzo. D esta forma, se habilita a las Fuerzas Armadas a instrumentar y dirigir el empleo de medios materiales “que resulten necesarios para impedir y/o reprimir la comisión de todo delito” dentro de la jurisdicción demarcada.

La Fábrica Militar “Fray Luis Beltrán” posee un valor estratégico y su destrucción o daño tiene consecuencias para la seguridad del Estado, debido a que atiende a las capacidades industriales para el sector de Producción para la Defensa.

Es por eso que el Gobierno argumenta sobre su protección: “La nombrada planta industrial requiere de un adecuado resguardo y medidas de seguridad, dada la importancia que tiene para el abastecimiento de armamento y munición de empleo por parte de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales”.

El centro fabril pertenece a la empresa Fabricaciones Militares Sociedad del Estado, y la norma estipula la instrucción del Ministerio de Defensa a adoptar las medidas pertinentes para brindar acompañamiento jurídico, patrocinio y/o representación en juicio de todo personal que al momento de “cumplir sus obligaciones” en el servicio, “pudiera enfrentar por ello un proceso judicial”.

En los considerandos del texto se lee que es de “público conocimiento la situación de inseguridad” atravesada por la Ciudad de Rosario y las localidades anexas de la Provincia de Santa Fe. “Resulta imperiosa la adopción de mayores medidas de seguridad en forma urgente”, afirma el Gobierno, a la vez que esta declaración contribuye al logro de la eficacia del sistema de seguridad “al habilitar a las Fuerzas Armadas” a operar.

El Decreto de Necesidad de Urgencia se publicó en acuerdo general de ministros, es por ello que todos los firmantes son: Javier Milei, Nicolás Posse, Guillermo Francos, Diana Mondino, Luis Petri, Luis Andres Caputo, Mariano Cúneo Libarona, Patricia Bullrich, Mario Antonio Russo y Sandra Pettovello.


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Francisco Fortuny (pintor)

Francisco Fortuny (Puebla de MontornésTarragona, 1 de enero de 1865-Buenos Aires, 23 de julio de 1942) fue un pintor, dibujante e ilustrador de libros y revistas argentino de origen español.

Francisco Fortuny nació en Puebla de MontornésTarragona, el 1 de enero de 1865. Cursó sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Hacia fines de 1887 viajó a la Argentina y se radicó en Buenos Aires, donde comenzó a trabajar como dibujante en las revistas ilustradas Caras y CaretasEl Sud AmericanoP.B.T.,Vida ModernaPapel y TintaPulgarcito y Plus Ultra. Fue el ilustrador de los Manuales de Historia de la Editorial Estrada desde 1906 y uno de los primeros artistas de su época en sentirse atraído por el acontecer nacional.​

Su cuadro «Creación de la Bandera Nacional» que muestra al General Belgrano a caballo, saludando a la enseña nacional a orillas del río Paraná fue utilizado en la estampilla de 5 centavos conmemorativa del centenario del Paso a la Inmortalidad del prócer.​

Falleció en Buenos Aires, el 23 de julio de 1942

wikipedia.org

Milei posiciona futura base estadounidense en Argentina como estrategia para recuperar las Malvinas

The Latin American Post Staff

Miércoles, 24 de Abril de 2024

El anuncio del presidente argentino Javier Milei de una base militar estadounidense en Tierra del Fuego como parte de una estrategia para recuperar las Islas Malvinas refleja un cambio geopolítico audaz, alineándose estrechamente con Estados Unidos e Israel y agitando las aguas diplomáticas latinoamericanas.

El presidente Javier Milei reveló recientemente planes para establecer una base militar estadounidense en Tierra del Fuego, en una medida que subraya el cambio dramático de Argentina en su postura de política exterior. Esta decisión se presenta como una maniobra estratégica para reforzar el reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas, actualmente bajo control británico. El anuncio de Milei ha resonado en toda América Latina, planteando interrogantes sobre las implicaciones para la diplomacia regional y las disputas territoriales de larga data de Argentina.

La visión de Milei para la evolución diplomática

Fotografía cedida por Presidencia Argentina donde aparecen el presidente de Argentina, Javier Milei
 EFE/ Presidencia Argentina

En amplia entrevista con Neura, Milei enfatizó que esta iniciativa representa un importante acto de soberanía, el más grande en cuatro décadas. Vincula la base militar en Ushuaia, la capital de Tierra del Fuego, con la postura asertiva de Argentina sobre los territorios de las Malvinas y la Antártida. El presidente argentino insiste en que la recuperación de las Malvinas debe realizarse a través de canales diplomáticos, sugiriendo una estrategia a largo plazo para alterar el status quo establecido después de la Guerra de las Malvinas de 1982.

La decisión de albergar una base estadounidense, revelada durante la visita de la general Laura Richardson del Comando Sur de Estados Unidos a Argentina, es vista como una puerta de entrada a la Antártida, alineándose con la visión geopolítica más amplia de Milei. Esta medida, sin embargo, no está exenta de controversias, particularmente en lo que respecta a la estación espacial china existente en Neuquén, que ha enfrentado el escrutinio de Estados Unidos por supuestos fines militares. La postura de Milei sobre la realización de auditorías para abordar estas preocupaciones refleja un delicado acto de equilibrio en las relaciones internacionales de Argentina.

Las adquisiciones estratégicas de Argentina

La adquisición de 24 aviones F16 significa aún más la intención de Argentina de fortalecer sus capacidades militares y profundizar los vínculos con Estados Unidos e Israel. La decisión de Milei de trasladar la embajada argentina a Jerusalén Occidental consolida este realineamiento, descartando preocupaciones de seguridad al afirmar la posición de Argentina en el escenario global y su elección de ponerse del lado de lo que él llama “el bien”.

Estos acontecimientos resuenan más allá de Argentina y reflejan un panorama geopolítico cambiante en América Latina. La postura asertiva de política exterior de Milei difiere de los enfoques diplomáticos tradicionales de la región ante las disputas de soberanía y las alianzas internacionales. Si bien países como Brasil, Chile y México han mantenido una postura cautelosa en cuestiones territoriales y diplomáticas polémicas, la nueva dirección de Argentina bajo Milei señala un cambio potencial en la dinámica de poder de la región.

El contexto latinoamericano es crucial para comprender las implicaciones de las acciones de Milei. La región tiene una historia de relaciones complejas con superpotencias y ex gobernantes coloniales. La estrategia de Milei puede inspirar a otros países latinoamericanos a reevaluar sus prioridades de política exterior, particularmente en lo que respecta a reclamos territoriales y asociaciones internacionales.

Además, el giro de Argentina hacia Estados Unidos e Israel podría tener efectos dominó en sus relaciones con otras naciones latinoamericanas, muchas de las cuales tienen intereses diversos y a veces conflictivos en la diplomacia global. Por ejemplo, los estrechos vínculos de Venezuela con China y el alineamiento histórico de Cuba con Rusia contrastan marcadamente con la postura proestadounidense de Milei. y una postura proisraelí, lo que podría conducir a un realineamiento de las relaciones diplomáticas dentro de la región.

Evaluación de la presencia militar extranjera en América Latina

El enfoque de Milei también aprovecha debates más amplios sobre la soberanía, los derechos territoriales y el papel de las bases militares extranjeras en América Latina. La presencia de una base estadounidense en territorio argentino es un tema polémico, que refleja la delicada historia de la región con intervenciones militares extranjeras y el legado del colonialismo. Este acontecimiento podría iniciar debates sobre soberanía nacional y autonomía regional, con posibles implicaciones para la solidaridad latinoamericana y los mecanismos de seguridad colectiva.

El anuncio del presidente Javier Milei de una base militar estadounidense en Tierra del Fuego como parte de una estrategia para recuperar las Islas Malvinas marca un cambio significativo en la política exterior de Argentina. Esta medida impacta las ambiciones territoriales y las alianzas internacionales de Argentina. Plantea preguntas sobre el futuro de la diplomacia latinoamericana, la dinámica de poder regional y el equilibrio entre los intereses nacionales y las asociaciones globales. A medida que Argentina traza este nuevo rumbo, las reacciones de los vecinos regionales y las potencias internacionales darán forma a la narrativa en evolución de la geopolítica latinoamericana.

En una pequeña isla de las Malvinas viven cuatro personas y por ahí no pasó la guerra

Ubicada en el extremo occidental del archipiélago, a una hora de vuelo desde Puerto Argentino/Stanley, la ínsula del Rosario/Carcass brinda una ventana hacia la reserva natural majestuosa del Atlántico Sur. El kelper que compró la tierra en 1974, Rob McGill, reside en ese pequeño paraíso desde hace medio siglo con el sueño de vivir y dejar vivir.

GEOGRAFÍA DE LAS MALVINAS. Vista aérea desde el avión Islander. Fotos Irene BenitoGEOGRAFÍA DE LAS MALVINAS. Vista aérea desde el avión Islander. Fotos Irene Benito

29 Abril 2024

Irene Benito

Para LA GACETA

La visita a la Isla del Rosario/Carcass se justifica por sí misma y, también, por la ventana que abre hacia sitios inaccesibles de las Malvinas. Es la visión de una naturaleza inmaculada. Cuatro personas y un catálogo amplísimo de fauna del Atlántico Sur cohabitan en esta ínsula situada en el extremo occidental del archipiélago, a una hora en avioneta desde Puerto Argentino/Stanley. Pingüinos, gansos, cormoranes, chochines malvineros y muchas otras especies de aves despliegan sus plumas, picos, patas y encantos en playas donde reposan los elefantes marinos colosales. Estos animales vistosos siguen al pie de la letra los consejos de Sor Juana: nada los turba ni los espanta, y ni se enteran del frenesí que causan en el puñado de turistas privilegiados que desembarcan en su hábitat.

La visita a Rosario/Carcass vale la pena sólo por el vuelo, que ofrece una vista panorámica insuperable del archipiélago. El avión Britten-Norman BN-2B Islander con menos de 10 plazas es operado por el servicio aéreo (FIGAS) del Gobierno de las Islas Falklands, la institución que organizó el viaje de prensa regional en el que participó LA GACETA. Desde arriba se ven las costas quebradizas; la tierra ondulada y accidentada sin árboles; los espacios de agua de colores que abarcan desde el turquesa hasta el azul profundo y las nubes deambulantes. Los tapones descartables para los oídos que ayudan a soportar el ruido del bimotor terminan siendo la vía de escape hacia el ensimismamiento y la contemplación. Cuando promedia la mitad de los 60 minutos del viaje, el desplazamiento se siente como una flotación sobre una vista hipnotizante.

Un giro por el contorno de una montaña pone fin a la ensoñación aérea: en la pista de pasto aguarda Derek Goodwin, administrador del único hospedaje de la isla. La camioneta Toyota 4×4 de Goodwin corrobora los versos del poeta que aseguran que se hace camino al andar. Otro motivo para ir a Rosario/Carcass es la experiencia de rebotar suavemente por la superficie blanda del terreno. Goodwin conduce como si fuera piloto del Dakar: mientras lo hace, aclara que él no quiere hablar de la Guerra de 1982 ni ser citado.

La conversación después fluye con naturalidad porque los pocos habitantes de la isla están habituados a contar cómo transcurre su vida en ese sitio remoto del planeta.

ADMINISTRADORA. En la cocina de su hospedaje, Bonita Goodwin.ADMINISTRADORA. En la cocina de su hospedaje, Bonita Goodwin.

Goodwin y su esposa Bonita manejan el emprendimiento turístico que aporta la principal fuente de ingresos de la ínsula. Una colaboradora de origen chileno, Jannette Mac-Farland, completa el “staff” estable de la posada. El casco, que se autoabastece de energía con una turbina eólica y paneles solares, y dispone de todas las comodidades (calefacción, agua caliente, una flota de vehículos para excursiones, juegos y libros), incluye la vivienda de Rob McGill, el kelper que compró Rosario/Carcass en 1974. Y que, a los 80 años, todavía mora allí.

“He vivido aquí con mi familia durante medio siglo. Este ha sido mi hogar por un largo tiempo”, reflexiona McGill en una entrevista en la sala de estar de su casa, donde en soledad disfruta de una soberbia vista al mar. Y agrega: “me establecí en esta isla porque me parecía un buen lugar para vivir y estar con mis seres queridos”. McGill nació en Puerto Argentino/Stanley. Al comienzo de su estancia en Rosario/Carcass, este kelper se dedicaba a criar ovejas, pero esa actividad decayó, y ahora quedan entre 400 y 500 cabezas. “Los turistas empezaron a llegar primero de a poco, y, luego, más y más”, observa. Él ya no se ocupa de atender a los huéspedes, pero aún trabaja en la granja que desde luego posee una huerta cubierta. “Diría que la vida aquí es muy, pero muy pacífica y agradable. No hay problemas”, describe. McGill señala el teléfono y dice que, si tiene necesidad, llama al médico. Y que, en caso de urgencia, siempre puede venir un avión a buscarlo. “¿Si cuáles son mis sueños? Ninguno. Sólo vivir y dejar vivir”, medita.

Ejemplos más extremos

Para dimensionar cuán apartada está Rosario/Carcass de todo basta con contar que las fuerzas armadas argentinas nunca llegaron por ahí durante la Guerra de 1982. Sólo se cortó la conexión con la capital de las Malvinas, pero las provisiones y la suerte tiraron hasta el final del conflicto. McGill recuerda que, después del 14 de junio, una comitiva de cuatro soldados británicos se acercó para chequear la situación. A diferencia de Goodwin, McGill habla con naturalidad de este acontecimiento difícil, aunque dice que es mejor preguntar a los gobernantes. “En lo que a mí concierne, los argentinos son bienvenidos, pero este es mi hogar”. Y añade: “la Guerra fue un error terrible. La gente debe hablar, no combatir”.

CHILENA. Jannette Mac-Farland  es la cocinera desde 2009.CHILENA. Jannette Mac-Farland es la cocinera desde 2009.

A McGill se lo considera una especie de leyenda en esta zona del Atlántico Sur. La cocinera Mac-Farland lo venera: era su patrón cuando ella comenzó a trabajar en el hospedaje. “Llegué en 2009 por intermedio de un vecino porque faltaba una pastelera. Mi vida aquí es tranquila y relajada. Me gusta el clima”, comenta Mac-Farland sin despegarse de las hornallas. Su especialidad son los bizcochos, las galletas, el strudel y las muñecas de tela. Mac-Farland, que es oriunda de Valparaíso, comenta que la isla se destaca por tener una vegetación variada y hasta un inusual bosquecillo. Ella extraña las frutas y las verduras chilenas, y a su familia con la que se conecta un poquito a la mañana y otro poco por la noche porque el servicio de internet es lento y carísimo. “Me reconforta saber que estoy viva y que en un tiempo volveré a mi casa”, expresa cuando se le pregunta por sus sueños. Sus estancias en Rosario/Carcass se extienden durante seis meses.

DEREK GOODWIN. Administrador del único hospedaje de la isla.DEREK GOODWIN. Administrador del único hospedaje de la isla.

Si bien la población humana permanente rara vez supera los 10 habitantes, la isla es un imán para los naturalistas en gran medida porque no existen los gatos ni los ratones, y eso ayuda a la proliferación de los pequeños pájaros cantores.

Aunque el avión provee el traslado más rápido, la mayoría de los turistas llega en los gomones (o lanchas zódiac) que emplean los cruceros. Estos desembarcos cesan entre abril y octubre, cuando Rosario/Carcass entra en una fase de hibernación. Mientras tanto, los elefantes marinos -focas llamadas así por su gran tamaño y trompa (“probóscide”)- entran y salen del océano para comer, mudar de piel y reproducirse. Los machos pueden llegar a medir cinco metros y a pesar 3.500 kilos mientras que las hembras tienen la mitad de esa extensión y no pesan más de una tonelada. Los estudios consideran a los elefantes marinos como los ejemplos más extremos de poliginia en un mamífero. Se trata de bestias que se aparean en el harén.

LIMPIO Y TRANQUILO. Paisaje donde están radicados los 4 habitantes.LIMPIO Y TRANQUILO. Paisaje donde están radicados los 4 habitantes.

LA ZONA MAS ALTA. Una vista de 360 grados desde los 213 msnm.LA ZONA MAS ALTA. Una vista de 360 grados desde los 213 msnm.

PASEO LARGO. Los pingüinos se dirigen hacia sus refugios en la isla.PASEO LARGO. Los pingüinos se dirigen hacia sus refugios en la isla.

El nombre Carcass procede de la embarcación británica que pasó por allí a finales del siglo XVIII. La ínsula de McGill mide 10 kilómetros de largo y 2,5 de ancho máximo. El terreno alcanza los 213 metros de altura sobre el nivel del mar en la cúspide del monte Byng.

ISLAS DEL ROSARIO/CARCASSISLAS DEL ROSARIO/CARCASS

Desde las elevaciones se obtienen horizontes de 360 grados que sorprenden por su belleza. Llama la atención la limpieza del aire y del cielo: es la clase de experiencia que buscan los europeos y estadounidenses saturados de las aglomeraciones. Es un buen lugar para pensar; para escribir; para dialogar; para caminar y para sanar, como refiere Jody Schnurrenberger, una turista procedente de Los Ángeles, California. Si bien se puede estar 24 horas, hay visitantes que se relajan y pasan varios días. Es que la visita a Rosario/Carcass vale como descubrimiento de un destino exótico, pero, también, como la posibilidad de absorber la paz que tanto aman los isleños.

Datos sobre la excursión

A la Isla del Rosario/Carcass se puede arribar por aire (en el servicio aéreo del Gobierno de los kelpers) o por mar (en uno de los cruceros que recorren las Malvinas). La temporada turística va de octubre a marzo. Es imprescindible reservar una de las seis habitaciones de la posada de Derek y Bonita Goodwin. Más información: falklandislands.com/our-islands/carcass-island

El jefe del Ejército recorrió la VIta Brigada de Montaña

El general de brigada Carlos Alberto Presti visitó los cuarteles de las unidades y subunidades independientes que conforman la Gran Unidad de Combate.

Publicado el martes 23 de abril de 2024

La recorrida comenzó en la Guarnición Ejército Covunco. Allí, el general Presti fue recibido por el comandante de la VIta Brigada de Montaña, quien lo acompañó en la recorrida por las unidades.

Posteriormente, en los días sucesivos, la comitiva se trasladó a las unidades con cuartel en las localidades de Las Lajas, Primeros Pinos, Junín de los Andes y San Martín de los Andes, tomó contacto con el personal, inspeccionó las instalaciones, se interiorizó en la situación de los elementos y recorrió actividades de instrucción y adiestramiento en ejecución.

La visita finalizó en el cuartel Confluencia y en el Comando de la Brigada.

El gobernador Valdés recibió a los excombatientes que viajaron a Malvinas

23 de Abril, 2024

republicadecorrientes.com

Tras su viaje a Malvinas, los 21 excombatientes que honraron a los compañeros caídos, fueron recibidos por el gobernador Gustavo Valdés en el Salón Amarillo de Casa de Gobierno. Los exsoldados permanecieron 7 días en las islas. 

«Malvinas es política de Estado y es muy importante que hayan podido volver a visitarla. Nos contaron sus experiencias, se descargaron y pudimos percibir que se sienten mucho mejor», manifestó Valdés.

«Los recibimos para escuchar sus experiencias en el regreso a la tierra en que, jóvenes en 1982, lucharon por defender a la Patria y además, recordamos con respeto y honor a quienes perdieron sus vidas en la Guerra de Malvinas», dijo el mandatario, y destacó que «su sacrificio y su valentía, nos inspiren a bregar por la paz y por la soberanía, trabajando por la recuperación diplomática de un territorio en el que debe volver a flamear, alta, la bandera celeste y blanca».

En la ocasión, acompañaron al gobernador el ministro de Seguridad Buenaventura Duarte, el intendente Eduarco Tassano y el director provincial del Malvinas Argentinas, José Galván. 

La nómina del contingente que viajó a Malvinas fue la siguiente:   Adolfo Aguirre (Capital); Ramón Aranda (Itatí); Jorge Baldini (Goya); Miguel Benítez (Mantilla); Juan Cáceres (Capital); José Carbonell (Paso de los Libres); Ramón Cerdán (Ituzaingó); Gerónimo Da Silva (Gobernador Virasoro); Homero Domínguez (Bella Vista); Daniel Duarte (Capital); Ángel Flores (coordinador); José Flores (Monte Caseros); Ramón Gómez (San Luis del Palmar); Ramón González (Sause); Alejandro González (Capital);  Sergio Khouri (Curuzú Cuatiá);  Faustino Miño (Saladas); Juan de Dios Monzón (Mercedes); Ramón Echeverría (Gobernador Virasoro); Miguel Toledo (San Cosme); Rubén Torres (Saladas); Myriam Fleitas (periodista) y Marcelo Núñez (periodista).