Luchó en la Guerra de Malvinas y busca un avión para dejar un mensaje en la playa: “Que nadie se olvide de que son argentinas”

En el año en que se conmemora el 40º aniversario del conflicto bélico, Julio Aro busca darle vida a una iniciativa que reforzará la causa nacional junto a los turistas de Mar del Plata

Por Mauricio Luna

04 de enero 2022, 07:09hs

Julio Aro combatió en Malvinas e impulsó el reconocimiento de los argentinos no identificados en el cementerio de Darwin (Foto: TN).
Julio Aro combatió en Malvinas e impulsó el reconocimiento de los argentinos no identificados en el cementerio de Darwin (Foto: TN).

El 2 de abril de 2022 se cumplirán 40 años de la Guerra de Malvinas. Y es Julio Aro, uno de los excombatientes argentinos que luchó en el conflicto armado frente al Reino Unido, quien ideó una campaña en las playas de Mar del Plata para rendirle homenaje a los soldados caídos.

El hombre nacido en Mercedes y radicado en la ciudad balnearia se transformó desde hace muchos años en un emblema de la causa Malvinas a nivel nacional.

A través de la fundación No Me Olvides, Aro impulsó junto al Comité Internacional de la Cruz Roja el reconocimiento de los argentinos que no habían sido identificados en el cementerio de Darwin.

El mensaje que buscarán difundir en las playas de Mar del Plata

Tras casi cuatro décadas de la guerra que finalizó el 14 de junio de 1982, el presidente de la fundación desea que el próximo 2 de febrero y 2 de marzo un avión recorra las playas marplatenses con un escueto pero contundente mensaje: “No me olvides. 40 años”.

“Los medios tienen un factor fundamental en nuestra lucha. Antes se hablaba de Malvinas solo el 2 de abril, ahora estamos en enero y en la playa conversando sobre este tema. La semilla de la guerra debe ser colocada en la tierra y en el corazón de la gente”, expresó Aro en diálogo con TN.

Julio Aro divide su tiempo entre las tareas que realiza para el municipio y la presidencia de su fundación (Foto: TN).
Julio Aro divide su tiempo entre las tareas que realiza para el municipio y la presidencia de su fundación (Foto: TN).

Aro fue candidato al Premio Nobel de La Paz junto a Geoffrey Cardozo, el oficial británico que se encargó de recoger a los muertos argentinos durante la guerra y enterrarlos de manera adecuada en las islas. Gracias a esta tarea fue posible identificarlos.

A través de la fundación que creó en 2009, el veterano argentino desea que esta nueva iniciativa afiance en las generaciones más jóvenes el conocimiento y la información acerca de lo acontecido en 1982.

Para ello precisa que un avión marplatense, dedicado a recorrer las playas con distintas publicidades, sea puesto a disposición para exhibir este mensaje y que los turistas interactúen a través de fotografías y de un concurso que entregará premios y reconocimientos.

Aro: “Queremos que nadie se olvide de que las islas son argentinas”

Aro busca incentivar a los turistas para que cada vez sean más lo que sepan qué fue lo que sucedió hace 40 años. El veterano aclara que el evento “va más allá de que haya un ganador. Se trata de que la gente le saque fotos al mensaje”.

Además, explicó: “Hablamos con Aldrey Iglesias que es el dueño del avión y estamos esperando una respuesta. Creo que no es difícil y no nos puede decir que no. Lo que queremos es que nadie se olvide de que las islas son argentinas”.

El mapa del cementerio de Darwin que circulará por Mar del Plata durante las próximas semanas (Gentileza No Me Olvides).
El mapa del cementerio de Darwin que circulará por Mar del Plata durante las próximas semanas (Gentileza No Me Olvides).

Según Aro, su ONG tiene como principal objetivo ayudar a todas aquellas personas que padecen estrés postraumático más allá de la causa que la origine: “La prioridad la tienen las mamás y los papás de los compañeros que no pudieron llegar a tierra firme”.

Mensaje de la Mesa Interministerial “Malvinas 40 años”

En 2022 se conmemoran los 40 años del conflicto del Atlántico Sur. En ese marco, la «Agenda Malvinas 40 años» tiene como ejes principales el resaltar el reconocimiento y el homenaje del pueblo argentino a los caídos, sus familiares y los veteranos y veteranas de Malvinas; profundizar la difusión y visibilización, tanto en el ámbito nacional como internacional de los derechos soberanos argentinos respecto de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes y de la persistencia de una disputa de soberanía –reconocida por las Naciones Unidas- aún hoy no resuelta.

Cabe recordar que en 1982, al momento de las hostilidades en el Atlántico Sur, nuestro país estaba gobernado por una dictadura militar, ilegal e ilegítima, que actuó de espaldas al pueblo argentino y apartándose del compromiso tradicional de la Argentina con el principio de arreglo pacífico de las controversias internacionales y, en particular, con la búsqueda de una solución pacífica de la cuestión de las Islas Malvinas.

Como todo conflicto bélico, el del Atlántico Sur dejó un trágico saldo con la pérdida de numerosas vidas de combatientes. Su memoria, junto con la de quienes combatieron en el conflicto con la legítima convicción de defender el interés nacional, merece ser honrada. Además debe disponerse la capacidad del Estado para reconocer en términos concretos y atender las necesidades de los veteranos y veteranas y sus familias.

El conflicto de 1982 no alteró la naturaleza de la controversia de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido por las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que continuó pendiente de negociación y solución. Es así que, durante el período de sesiones de la Asamblea General iniciado en septiembre de 1982 se aprobó la resolución 37/9, que, recordando las resoluciones 2065 (XX) y 3160 (XXVIII), solicitó a la Argentina y el Reino Unido que reanuden las negociaciones a fin de encontrar a la mayor brevedad una solución pacífica a la disputa de soberanía, y reafirmó la necesidad de que los dos gobiernos tengan debidamente en cuenta los intereses de los habitantes de las Islas Malvinas.

En forma constante, durante todos los gobiernos democráticos, la República Argentina ha rechazado el recurso a la fuerza y se ha mostrado continuamente dispuesta a la negociación bilateral como medio para alcanzar una solución pacífica de la controversia, de conformidad con las resoluciones de la Asamblea General y el Derecho Internacional. Dicho compromiso – así como el de respetar el modo de vida de los habitantes de las Islas – se encuentra incluso consagrado al más alto nivel normativo de la Argentina en la cláusula transitoria primera de la Constitución Nacional y va de la mano con el respeto al modo de vida de los isleños.

El gobierno argentino mantiene la misma voluntad de reanudar las negociaciones de soberanía. Sin embargo, el Reino Unido alega que no habrá negociaciones a menos que los habitantes de las Islas así lo consientan. De esta forma, el Reino Unido ha intentado invocar el principio de la “libre determinación” de los pueblos en la cuestión de las Islas Malvinas. Dicho principio no resulta aplicable en tanto la composición de la población de las Islas es el resultado de la colonización iniciada por el Reino Unido en 1833, quien luego de ocupar por la fuerza el territorio y expulsar a las autoridades argentinas, implementó medidas para implantar súbditos británicos, con el propósito de definir una composición demográfica de las Islas a la medida de sus intereses coloniales. La ilegítima legislación colonial estuvo pensada desde un comienzo para preservar el “carácter británico” de la población de las islas y dificultar el asentamiento de argentinos provenientes del continente.

El Reino Unido pretende instalar el argumento de que la controversia de soberanía fue resuelta como consecuencia de una votación realizada unilateralmente en la que dicha población implantada en las Islas Malvinas se habría pronunciado a favor del mantenimiento del status quo. Dicha votación carece de todo valor jurídico en tanto contradice lo dispuesto por la Asamblea General de las Naciones Unidas como medio para poner fin a la situación colonial de las Islas Malvinas y nunca contó con el reconocimiento de la comunidad internacional. Por lo tanto, el hecho de permitir que los ciudadanos británicos de las islas se constituyan en el árbitro de una disputa, en la que su propio país es parte, distorsiona el derecho a la libre determinación de los pueblos y en nada altera la naturaleza de la Cuestión Malvinas.

La Argentina ha expresado reiteradamente su disposición a dialogar con el Reino Unido sobre todos los temas que hacen a la «Cuestión de las Islas Malvinas» y mantiene su firme voluntad de negociar para encontrar una solución pacífica a la disputa de soberanía conforme lo dispuesto por la Organización de las Naciones Unidas y múltiples pronunciamientos de la comunidad internacional.

https://www.argentina.gob.ar/malvinas-nos-une/mensaje-de-la-mesa-interministerial-malvinas-40-anos

Argentina lanza una web dedicada a la usurpación de las islas Malvinas por parte del Reino Unido

A 189 años de la usurpación británica – Malvinas nos une

https://www.argentina.gob.ar/malvinas-nos-une

Armas nucleares en Las Islas Malvinas durante la guerra

HMS Hermes, el portaaviones insignia de los británicos que fue elegido para llevar armas nucleares durante la Guerra de Malvinas

La nave cargó 18 armas durante el conflicto bélico pero no fue la única en la zona. Lo acompañaron el HMS Invencible 12 y una el buque auxiliar de la Flota Real, Regent

4 de Enero de 2022

HMS Hermes, buque insignia de la Royal Navy en Malvinas. Los documentos desclasificados recientemente revelaron que transportó 18 armas nucleares a la guerra con Argentina

“Atómico de alto secreto”: los documentos desclasificados que confirmaron que Reino Unido desplegó armas nucleares durante la Guerra de Malvinas revelaron que para su seguridad fueron distribuidas en tres buques.

El sitio Declassified UK dio a conocer material publicado en los Archivos Nacionales. Según los documentos ultrasecretos fueron 31 armas nucleares transferidas de las fragatas y destructores a los portaaviones más grandes: el HMS Hermes tuvo a bordo 18; el HMS Invencible 12; y el buque auxiliar de la Flota Real, Regent, la restante. Allí fue donde el gobierno británico consideró que podrían estar más protegidas en medio del conflicto bélico.

Los archivos que salieron a la luz recientemente reflejaron el “pánico” que causó incluso entre los funcionarios en Londres la decisión de llevar a la guerra armamento nuclear, debido a los potenciales daños que podrían haber ocasionado. De hecho, Margaret Thatcher barajó la posibilidad de utilizarlas sobre territorio argentino como último recurso si las fuerzas de su país estaban en problemas.

Un acta del Ministerio de Defensa británico, fechada el 6 de abril de 1982, habla de la “gran preocupación” de que algunas de las “bombas nucleares de profundidad” pudieran “perderse o dañarse y el hecho se hiciera público”.

El HMS Hermes que transportó 18 de las 31 armas nucleares fue el buque insignia de la fuerza británica durante el conflicto bélico de Malvinas. Sin embargo, para 1982 estuvo a punto de ser retirado del servicio debido a que llevaba varias décadas dentro de la Marina. La construcción de la nave comenzó en medio de la Segunda Guerra Mundial; en 1945 fue suspendida, se reanudó en 1952 y al año siguiente fue botado para entrar en la Royal Navy. Luego permaneció cuatro años en astillero para que se le instalara una plataforma de aterrizaje. Finalmente, luego de varias modificaciones, entró en servicio el 18 de noviembre de 1959.

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